La sentencia del supremo no es una condena contra el indepentismo, es una advertencia a todos los españoles de que la democracia está en estado de coma y que todo aquel que intente ejercer sus derechos, será considerado rebelde. ¡Que nadies se atreva a cuestionar nuestro régimen, nuestra monarquía, que nadie se atreva a ejercer sus derechos como ciudadano so pena de ser acusado de rebelión. El estado español se ha convertido en una matriz en el que los ciudadanos estamos encerrados en nichos productivos sin más derecho que el de elegir a nuestros carceleros.
"Primero fueron a por los vascos, pero como no era vasco, miré hacia otro lado, después fueron a por los catalanes, pero como no era catalán, les aplaudí la cargas y condenas, ahora vienen a por mí, pero sé que nadie moverá una mano por mi"
¡Despertad demócratas de pro! los peores fascistas no son los que salen a la calle con aguiluchos, yugos y flechas, los más sanguinarios se esconden en tribunales, juzgados y palacios, son la guardia pretoriana del régimen, del capitalismo y de la opresión. Hoy no solamente se ha condenado al "Proces" se ha echado otra palada sobre la tumba de una democracia que nunca llegó a desarrollarse, si a los españoles nos quedara un ápice de dignidad saldríamos a la calle exigiendo justicia y libertad, pero volveremos a dejar solos a los catalanes, hasta el dia (cada vez mas próximo) en que vengan a por nosotros.