lunes, 5 de febrero de 2018

EL TÚNEL DEL TIEMPO


Estoy escuchando esa música que sonaba en mi aparato de radio mientras cumplía el servicio militar, horas de hastío y melancolía soportadas a base de escuchar esas emisoras que me transportaban a la discoteca donde bailaba abrazado a mi novia, que dormía a años luz de mi litera. Las fotos se tornan sepia, las cartas se arrugan , solo la música continua viva y vibrante como el primer día, solo la música es capaz de revivir mi primer beso, mi primer abrazo, mi primera entrega en cuerpo y alma con toda su frescura e intensidad.Cuando era adolescente, pensaba que preferiría quedarme ciego a quedarme sordo, hoy, refugiado tras de mis gafas progresivas, sigo sosteniendo lo mismo.

RESEÑA DEL LIBRO A CARGO DE INES RODERA (Poesía indignada)



Jardines descolgados es un libro rompedor, un torrente de poemas que arrasan desde el primer verso, poesía desgarrada, vital y brutal, poesía volcánica que abrasa el alma del lector con su lava arrolladora. No es un poemario al uso, no busca la belleza formal aunque algunos de sus poemas sean terriblemente bellos, es el alarido de un alma de mujer que se niega a morir en vida, a acatar pernadas, que lucha por alcanzar la felicidad, pero que entiende que no hay felicidad sin libertad ni paz sin igualdad. Si eres mujer, te sentirás identificada en muchos de sus álgidos momentos, si eres hombre, quizás te ayude a profundizar en el corazón femenino, un libro que puede hechizarte u horrorizarte pero que en ningún modo te dejará indiferente. 
Ines Rodera.Jardines descolgados es un libro rompedor, un torrente de poemas que arrasan desde el primer verso, poesía desgarrada, vital y brutal, poesía volcánica que abrasa el alma del lector con su lava arrolladora. No es un poemario al uso, no busca la belleza formal aunque algunos de sus poemas sean terriblemente bellos, es el alarido de un alma de mujer que se niega a morir en vida, a acatar pernadas, que lucha por alcanzar la felicidad, pero que entiende que no hay felicidad sin libertad ni paz sin igualdad. Si eres mujer, te sentirás identificada en muchos de sus álgidos momentos, si eres hombre, quizás te ayude a profundizar en el corazón femenino, un libro que puede hechizarte u horrorizarte pero que en ningún modo te dejará indiferente. 

Ines Rodera.

viernes, 2 de febrero de 2018

LA CARICIA

 


La caricia es el la gasa que cura las heridas, el lienzo donde plasmamos la ternura, la túnica que nos protege del frío . Una caricia es la mano que bendice, el beso que ilumina, la sonrisa que aplaca. Se puede acariciar con las manos, con la mirada o con la palabra, se puede acariciar con la pluma, con la guitarra, con el susurro o con el canto..
La caricia es el lenguaje perfecto, perdura en espacio y el tiempo, trasciende los idiomas, las especies y representa a todos los seres que comparten el cosmos con nosotros. Los animales, las plantas, hasta las piedras tiemblan bajo el embrujo de una caricia, y su aura nos acompaña más allá de la vida. El cuerpo es el instrumento, pero una caricia es el beso entre dos almas, el bálsamo que calma el sufrimiento, el maná que nos mantiene vivos.
La caricia de una madre nos abre las puertas de la vida, y una mano amorosa nos regalará al última caricia, esa que nos servirá de pasaporte para entrar en la vida perdurable, que así sea.


jueves, 1 de febrero de 2018

LA ESTACA


El verdadero órdago de Catalunya no ha sido la declaración de independencia, ha sido la proclamación de república, esta palabra, este concepto, está totalmente vetado en la política española. Si El parlament hubiese resucitado El Condado de Barcelona tal como fue, es decir con una independencia politica y económica total del gobierno central, pero aceptando la monarquía al estilo Commonwealth, se hubiera llegado a un acuerdo negociado, pero la monarquía española es innegociable, los ecos del 36 siguen resonando en las cloacas del estado y esas ratas harán todo lo posible y lo imposible para que la rojigualda siga ondeando en los mástiles cuarteleros. Franco nos dejo atados y bien atados y solo catalanes y vascos han tenido cojones de tirar de la estaca.