jueves, 3 de febrero de 2011

AUSENCIA




El árbol de la vida
desprende hojas caducas
que caen sobre mi cuerpo
 como una fria lluvia,
una lluvia implacable
 que empapa y que traspasa,
que te cala los huesos
y te enmohece el alma.

El viento de la vida
 resopla con más fuerza
y empaña con sus halos
los vidrios de mi celda,
sacude los ramajes
 del viejo calendario
cubriendo de hojas secas
las huellas de mis pasos.

El cálido roció,
dejó paso a la escarcha
y el brillo de la aurora,
 a las brumas malsanas,
a las nieblas que envuelven
como húmedos sudarios,
que exhalan podredumbre
 de duelos centenarios.

Y yo cierro las puertas
y atranco las ventanas
apilo los tocones
en el hogar de piedra,
y prendo con mi llanto
el fuego de la hoguera
que alumbra tu recuerdo
bajo la chimenea.

El hielo se hace eterno
detras de los cristales,
el humo de la pipa
dibuja tu figura,
y creo ver tus ojos
brillar entre las llamas
 mientras apuro el vino
que me caldea el alma

Juanmaromo

El verdugo en casa


 
Emma Riverola Escritora  

Te quiero. Te quiero tanto que no puedo vivir sin ti. No salgas. Hoy quédate conmigo. Aquí, los dos juntos. ¿Para qué necesitamos a nadie más? Te adoro. No soportaría perderte... ¿Cortarte el pelo? Ni se te ocurra. Así estás preciosa. Esa amiga tuya no tiene ni idea de lo que a ti te queda bien. De hecho, no la soporto. Siempre quiere sacarte de casa. No es culpa tuya que ella sea una desgraciada y no tenga a nadie que la quiera. Pero tú, sí. Tú me tienes a mí. Nadie te va a querer como yo... ¿Cansada? Porque tú quieres. En el trabajo te toman el pelo. ¿Que si deberías dejarlo? Por supuesto, por esa mierda de sueldo que cobras estás descuidando al niño...

¿Qué es esto? ¿Pero qué has comprado? Esta carne es un asco. Y estas manzanas están picadas. Pero ¿no te das cuenta? En el mercado, cuando te ven entrar, deben pensar que ha llegado la tonta que se queda con el género que nadie quiere... Pero ¿es que no puedes hacer nada bien? Mira estas cortinas, están sucias. Y hay juguetes del niño por todas partes. Esta casa parece una pocilga. Da asco. Y el crío no para de berrear. ¡Hazle callar! No sirves para nada. Ya no puedo estar tranquilo ni en mi propia casa... ¿Salir? ¿Que quieres ir al cine con la zorra de tu amiga? ¿Pero tú te piensas que yo me chupo el dedo? Todas sois iguales. Unas guarras. Has arruinado mi vida... ¿Qué haces? ¿Por qué te cubres la cara? Tienes miedo, ¿eh?

"Sane sus propias heridas: sus hijos se lo agradecerán"

La terapeuta está especializada en el método de liberación de corazas, que recupera la posición natural del cuerpo y la energía perdida


Después de una profunda crisis de identidad, Lurdes Reina experimentó un cambio que la llevó a buscar lo esencial. Trabajaba en el sector financiero, pero su éxito profesional no fue suficiente para superar “una desgana profunda de existir” que la llevó a cuestionarse una y otra vez “qué y quién soy yo aparte de mi profesión y mi estado civil “. La crisis existencial en que se vio sumida la impulsó a entrar en lo que ella llama “el gran supermercado de las terapias”. Desde que se sumergió en el Método de Liberación de Corazas, se dedica a acompañar a las personas a encontrar su potencial.

¿Todos tenemos corazas?

A lo largo de nuestra vida, todos en menor o mayor grado hemos tenido experiencias que han provocado que nuestro cuerpo se haya cerrado y protegido para sobrevivir. Estas experiencias, en las que hemos podido pasar miedo, ira o tristeza, quedan impresas en nuestro cuerpo, y él no olvida.

¿La coraza como medio de protección?

Son encierros que continúan en nosotros de forma inconsciente y se manifiestan físicamente, en forma de dolor, enfermedad, o contracturas musculares crónicas, y psicológicamente: depresión, desgana de vivir, ansiedad…

¿Se pueden clasificar?

Las corazas de base son las más profundas. Se forman en edad temprana – pudiendo hacerlo en el útero materno, hasta los dos años - y físicamente se encuentran cerca de la columna vertebral, en la verticalidad de nuestro cuerpo. Las de identificación recubren las de base, envolviéndolas, como las capas de una cebolla.

¿Tantas capas como corazas?
Cada coraza envuelve a la siguiente. Podemos pensar en las muñecas rusas, las matrioskas, que al estar huecas por dentro, cada una alberga otra en su interior hasta llegar a la más pequeña. En nuestro caso, es la coraza fundamental. Cuanto más temprana sea la construcción de una coraza, más profunda estará localizada en nuestro cuerpo y en nuestra psique.

¿Y entonces?

El método de las corazas es un método de aproximación global al ser, que abarca todas sus dimensiones: física, psíquica, emocional y espiritual, entendiendo la espiritualidad como la unión profunda con uno mismo, con nuestra alma.

Una forma de conocerse a sí mismo…

La herramienta para experimentar esta aproximación es nuestro propio cuerpo, con quien establecemos un diálogo. Aprendemos a escucharle, a restablecer ese vínculo profundo que un día pudo haberse escindido. Cuando nos separamos de nuestro cuerpo, nos separamos de nuestros instintos, de nuestro lado salvaje, de nuestra animalidad.

¿De qué manera habla nuestro cuerpo?

Empieza con un pequeño dolor, una contractura leve, una bajada del sistema inmune que nos lleva a la cama con un resfriado. Pero la voz del cuerpo sube de tono, y llega un día en que de alguna manera nos hace parar, tras un accidente o una enfermedad grave.

Momento de plantearse cosas.

Hay que averiguar hacia dónde nos conducen los síntomas y luego plantear cambios en nuestra vida. A las personas que viven por y para los demás, un día el cuerpo puede decirles: párate y ocúpate de ti.

¿Cómo se manifiestan las corazas?
Normalmente las percibimos en forma de rigideces en nuestro cuerpo, dolores crónicos, o enfermedades graves. A nivel psicológico, como creencias limitativas y limitaciones internas, depresiones, angustia, y sintiendo una dificultad de vivir, permaneciendo en la supervivencia.

¿Qué factores influyen?

La manera en que hemos sido tratados de bebés, cómo hemos sido amados, el hecho de haber visto a nuestro padres amarse, la educación escolar…

¿Qué aconsejaría a los padres?

Los niños aprenden por osmosis, captando lo que ven en su entorno. Si los padres aprender a cuidar de sí mismos, ocupándose de su propio proceso vital, el niño suele tener menos problemas. Hay que dejar de trasmitir nuestras heridas a nuestros hijos. Animo a los padres y futuros padres a que se ocupen de sí mismos y sanen sus propias heridas. Sus hijos se lo agradecerán.

miércoles, 2 de febrero de 2011

PALABRAS CASQUIVANAS

 
 
Las palabras cobran vida en mi cuartilla
saltan, gritan, se rebotan, lloran
brotan en tropel desde mi pluma
y juegan conmigo al escondite.

Cuando las busco se ausentan de mi mente
cuando reposo, aturden mi cabeza
son como Gremlins furiosos y gamberros
boicoteando mi sueño con sus chanzas.

Intento encajarlas en el puzzle
de un poema, un texto o un relato
pero cuando creo que ya todo coincide
se barajan y se izan por mis barbas

Otras veces me abrazan, y me cantan
melodías de amor maravillosas
y mi mano se mueve a su dictado
escribiendo cuanto ellas imaginan

¡ Pobre iluso quien escritor se cree!
y un infeliz quien se dice poeta
las palabras te abducen, te poseen
te utilizan de medium, te maltratan
y te arrojan al limbo del olvido
cuando ya les aburre la jugada.

JUANMAROMO

LA POESÍA CONTEMPORÁNEA EMPIEZA EN MÍ


EN MAYO DE 1939, EL POETA VICENTE HUIDOBRO CONCEDE UNA ENTREVISTA A "LA NACIÓN EN LA QUE A PARTE DE UNAS INTERESANTES DEFINICIONES DEL CONCEPTO "POESIA", ARREMETE DURAMENTE CONTRA LORCA, NERUDA Y LA POESIA ESPAÑOLA EN GENERAL, EL TIEMPO IMPLACÁBLEMENTE, HA IDO COLOCANDO A CADA UNO EN SU LUGAR, PERO EL TÍTULO DE LA ENTREVISTA LO DICE TODO.




"LA POESIA CONTEMPORANES EMPIEZA EN MÍ"


¿ Cuál es su concepto de la poesía?
Pienso que la poesía es la síntesis de todas las potencias creadoras del hombre. La poesía es la suprema construcción del espíritu humano y algo así como el símbolo de todas sus facultades, de todos sus anhelos y de todas sus energías. Sólo por medio de la poesía el hombre resuelve sus desequilibrios, creando un equilibrio mágico o tal vez un mayor desequilibrio. Aplastado por el cosmos, el hombre se yergue y lo desafía, el poeta desafía al universo. Por la poesía se iguala o supera al cosmos. La poesía es más infinita que el infinito, más cósmica que el cosmos. Hace muchos años yo respondí en otra entrevista ante una pregunta semejante a ésta: la poesía es la conquista del universo.
Dar definiciones de la poesía es muy fácil y muy difícil; se pueden dar cientos y todas, en el fondo, son insuficientes. La poesía es revelación, es vida en esencia, es el universo que se pone de pie. En realidad, la poesía nos hace ver todo como nuevo, como recién nacido, porque ella es descubrimiento, iluminación del mundo. Cuando sentimos que nos salen alas en la garganta y que todo nuestro cuerpo tiembla, estamos en presencia de la poesía. La poesía da vida a la muerte y más vida a la vida. La poesía es la vida de la vida, por eso podemos decir que es el juego de la vida y de la muerte. Pero, en verdad, todas las definiciones son insuficientes y acaso una de las mejores sería decir que la poesía es aquello que queda fuera del alcance de toda definición. Lo que es evidente, es que la poesía no es una entretención inofensiva como creen muchos, ni es tampoco un compuesto de relaciones irracionales como han dicho otros. Lo que hay es que, la poesía tiene razones que la razón no conoce, tiene derecho a entrar en campos vedados, a construir su mundo con una lógica suya propia que no es la lógica habitual. Así su irracionalidad no es sino aparente. Ella es profundamente racional dentro de su razón de ser, de su íntima realidad. Sí la verdadera poesía contiene siempre en su esencia un sentido de rebelión, es porque ella es protesta contra los límites impuestos al hombre por el hombre mismo, y por la naturaleza. La poesía es la desesperación de nuestras limitaciones, la poesía tiene hambre de infinito, de absoluto, de eternidad. Aún el Poema que os aparece como más sereno o más risueño, está lleno de ansias contenidas. No os fiéis de él, en cualquier momento pueden estallar sus dinamitas disimuladas y haceros mil pedazos.
La poesía siente más que nada el destino del hombre, y cuando creéis que está cantando, ella está llorando la libertad que es el paraíso perdido o, mejor dicho, el paraíso nunca hallado del ser humano.
Por otra parte, debo declararle que pensar en la poesía como una catástrofe de la razón, no me asusta ni asusta tampoco a la poesía.

¿ Qué significación da Ud. a las viejas escuelas, la simbolista, el parnasianismo y el modernismo?
Creo que todas las escuelas han sido buenas, porque han significado un proceso de la poesía en diversos caminos, han significado una agudización, un ahondamiento del sentido poético. Pero, naturalmente, lo más importante dentro de cada escuela ha sido el aporte de ciertos grandes poetas que por su propia grandeza salen más allá de sus escuelas, rebasan por todos lados.

¿ Cuáles son, para Ud., los valores más altos que Ud. admira en esas escuelas pasadas?

Baudelaire, Rimbaud, Lautréamont, Mallarmé, Jarry, Apollinaire. Pero si le he de decir verdad, prefiero los poetas de mi tiempo a casi todos los pasados. Para mí, la poesía que más me interesa comienza en mí generación y para hablar claro, le diré que empieza en mí. Esto no quiere decir que no admire a las grandes figuras de otros tiempos, les admiro y respeto mucho, pero prefiero a los míos, a los que están más cerca de mi pecho.
¿Qué piensa de García Lorca?
Que es un poeta muy mediocre. Para mí no tiene ningún interés. En general, los poetas españoles carecen de imaginación y de inteligencia poética. La literatura española está aplastada por la retórica, esa terrible retórica del Mediterráneo, que mantiene ahogados bajo su lápida a todos los escritores de España, de Italia y muchos de Francia. Bueno, en realidad, Italia no tiene escritores sino escribanos, como el imbécil del tal Petigrilli, el tanto furibundo de Marinetti y el tonto estético de D'Annunzio, con su cortejo de frases con miriñaques y crinolinas. Es increíble en el país del Dante, de ese genio cósmico, asombroso, que cada día me parece más admirable. Lo mismo sucede en España. ¿Cómo es posible que el magnífico impulso dado por los grandes poetas del Siglo de Oro no haya tenido continuidad? ¿Qué se hizo el genio español? Esto ha sido siempre, para mí, un motivo de misterio y de miles de conjeturas. Seguramente el descubrimiento de América desvió la imaginación española hacia la aventura vital de los exploradores y conquistadores, y la alejó de toda aventura intelectual; el español puso su acento en otra clase de conquistas que las espirituales. Y luego la retórica, la terrible retórica mediterránea, es como una lápida sobre el corazón, como un casco apretando los sesos; una verdadera armadura de hierro. Fíjese Ud. que todos los españoles de hoy escriben con un tono engolado, que parece salido de otros siglos, en un estilo tieso, rígido, con carrasperas de fantasmas y frío, de catedrales o humedad de cementerios. Escribir bien, para un español, es escribir como se escribía antes. Por eso la literatura española tiene tan poca vida. No han producido nada en una cantidad de ramas y subramas de las letras. No tienen un solo gran dramaturgo, ni un novelista de primer plano, ni un sicólogo, ni un gran pensador. No hay en España un Dostoievski, ni un Gogol, ni un Tolstoy, ni un Stendhal, ni un Balzac, ni siquiera un Proust, ni un Meredith, ni un Goethe, ni un Hölderlin, ni un Nietszche, para no nombrar sino autores de todos conocidos. Lo mejor que ha tenido la literatura española en los últimos tiempos es acaso Valle Inclán, a pesar de su voz engolada. No hubo en España un Victor Hugo, un Musset, un Baudelaire, un Rimbaud, un Lautréamont, un Mallarmé, ni nada comparable. Mientras Inglaterra poseía un Byron, un Shelley, un Black, España no tenía sino un Zorrilla, un Espronceda, un Núñez de Arce o novelistas como el señor Pereda, que todavía se atreven a editar los editores hispanos. Frente a esas montañas, unos tres o cuatro melones huecos. Desde el Siglo de Oro, las letras españolas, son un desierto intelectual hasta Rubén Darío. Ésta es la verdad, la muy triste verdad.
¿ Qué piensa Ud. de la poesía chilena?
Creo que está entrando en un buen camino, por lo menos hay un grupo de nuevos poetas que tratan de superarse y de no dejarse llevar por la facilidad.
¿ Qué piensa de Pablo Neruda?
¿Con qué intención me hace Ud. esta pregunta? ¿Es forzoso bajar de plano y hablar de cosas mediocres? Ud. sabe que no me agrada lo calugoso, lo gelatinoso. Yo no tengo alma de sobrina de jefe de estación. Estoy a tantas leguas de todo eso.
¿ Cree Ud. que esa poesía que Ud. llama gelatinosa puede hacer escuela en América?
Es posible, pero sólo entre los mediocres. Es una poesía fácil, bobalicona, al alcance de cualquier plumífero. Es, como dice un amigo mío, la poesía especial para todas las tontas de América.
¿ Cuáles son los poetas jóvenes que más le agradan ?
Desde luego, casi todos los que han colaborado en mi revista Total y algunos otros poquísimos, que no son muy conocidos. Me interesan altamente Teófilo Cid, Braulio Arenas, Enrique Gómez, Adrián Jiménez, Eduardo Anguita, Jorge Cáceres, Carlos de Rokha. Hay otros de los cuales he leído muy poco, y que parecen poseer un evidente talento poético, pero sería aventurado juzgarlos sobre la base de unas cuantas páginas.
¿ Qué piensa de la obra de Pablo de Rokha, la Mistral, Ángel Cruchaga, Max Jara y Pablo Neruda?
De esos que Ud. me nombra, el que más me interesa es Pablo de Rokha; Max Jara es un hombre inteligente, le aprecio mucho como amigo, pero en lo que respecta a la poesía no nos hemos podido entender jamás. Nos rechazamos como dos antiimanes, lo que no nos impide ser viejos amigos. Pero se olvida Ud. de Winet de Rokha y Rosamel de Valle, que son dos verdaderos poetas, sin dulsainas gelatinosas ni barro verde.
¿ Qué piensa Ud. de la crítica?
La crítica comprensiva, seria, aguda, profunda, me parece necesaria y no creo que pueda molestar a ningún autor. A mí me interesan las buenas críticas de mis libros; naturalmente las que más me interesan, son las más elogiosas, porque son las que me parecen más comprensivas y desde luego, menos superficiales, puesto que yo trato de escribir lo mejor posible. Aparte de la crítica auténtica, hay el comentario malévolo, hay el chismorreo asqueroso que en verdad no hace el menor daño a ningún autor. En lo que a mí se refiere, le aseguro que me sonrío de la cólera sorda que me rodea, de las intrigas y las porquerías de todos los ratones literarios. No me inquietan en absoluto. Un amigo me escribía hace poco en una carta: "Después de tu muerte se dirá de ti que fuiste detestado por todos los canallas de tu tiempo... Y esto es un gran honor". Así lo creo yo también. Es un gran honor.

La Nación, Santiago 28 de mayo de 1939

martes, 1 de febrero de 2011

EL VESUBIO DE TU VIENTRE



Siento el corazón como una supernova
estallar en el cielo de mi pecho,
palpitar como un lucero errante,
encenderse como un volcán en celo.

Siento en mi ser latir el universo,
siento el poder lunar de las mareas,
el silencio infinito del espacio,
la negritud maternal del firmamento

Siento romper las espumas de la vida
contra las ígneas rocas del deseo
y estallar en vapores espectrales
cada vez que me fundo en tu caldero,
cada vez que el Vesubio de tu vientre
purifica mi espada con su fuego.

JUANMAROMO

LA NUEVA ESCLAVITUD



Al antiguo esclavo  lo traían en galeras,
el nuevo, viene en pateras y muchas veces muere en el trayecto.

Al antiguo esclavo, le daban techo y comida no más llegar, 
el nuevo debe esconderse como una pieza de caza.

Al antiguo esclavo, le daban "los papeles" de inmediato,
el nuevo debe esperar años y a veces no los consigue nunca.

El antiguo esclavo tenía trabajo y comida asegurada,
el nuevo debe pedir arrastrarse para intentar conseguirlo.

El antiguo esclavo, tenía una vivienda y un huerto para toda la vida,
el nuevo debe hipotecarse a perpetuidad y si no puede pagar será desahuciado.

El antiguo esclavo vivía con su familia, y los hijos cuidaban de los padres cuando ya no podían trabajar,
el nuevo debe trabajar toda la vida, y cuando llega a viejo se encuentra solo y con una pensión que apenas le permite sobrevivir.

El antiguo esclavo tenía conciencia de clase y luchaba por emanciparse,
el nuevo, se cree libre porque le cuelgan cadenas doradas.

El antiguo esclavo buscaba consuelo y esperanza en la fe consevando sus raíces,
el nuevo, es presa del consumismo, la alienación y la desesperanza.

El antiguo esclavo cantaba, bailaba y vivía en plena naturaleza,
el nuevo, paga por escuchar cantar a los demás y vive hacinado en ciudades contaminadas.

El antiguo esclavo jugaba a pelota, fortalecía su cuerpo con el trabajo al aire libre,
el nuevo, paga por ver cómo juegan los otros mientras se intoxica con tabaco y alcohol.

El antiguo sabia que un día u otro sus hijos serian libres,
el nuevo ve a sus hijos cada vez más esclavizados.

El antiguo moría en su cama, rodeado por sus seres queridos,
el nuevo muere entubado en una vitrina tal y como vivió sin una mano que le acaricie.

EL antiguo esclavo tenía un pasado para recordar,
el nuevo tiene un futuro para olvidar.

El antiguo esclavo no tenia derechos, pero tenía dignidad,
el moderno tiene derechos pero los malvende por un puñado de plata.

El antiguo esclavo no tenia conocimientos, pero tenia sabiduría,
el moderno cree saberlo todo, pero lo ignora todo.

El antiguo esclavo era un hombre
pero nosotros ¿Que somos?

JUANMAROMO

LA CARCEL, MEJOR QUE LA CALLE

 
Carlos Carnicero Periodista

Este fin de semana he leído que en Japón se está produciendo un fenómeno inédito. Uno de cada cuatro ciudadanos que ingresan en la cárcel tiene más de 65 años. Y la razón no es otra que la generalización de un universo de indefensión de las personas mayores, que en realidad, con la expectativa de vida, no lo son tanto. Ocurre que estas personas ya jubiladas provocan su ingreso en prisión porque prefieren estar presas que en libertad: consideran que tienen mejor calidad de vida y menos soledad entre rejas que en la calle.

El procedimiento es sencillo: realizan hurtos y pequeños delitos no violentos que les garanticen una pena razonable para una estancia en la cárcel que consideran más confortable que el que hasta ahora era su hábitat natural. Los sociólogos japoneses han deducido que estas personas desarraigadas, solitarias y sin defensas en el mundo exterior, consideran que la prisión es el mejor hogar posible. En la cárcel trabajan seis horas al día, por lo que reciben una remuneración corta, pero real; hacen amistades que les permiten no estar solas y están fuera de un mundo de hiperconsumo inaccesible. Estamos hablando de la tercera potencia económica mundial. El tercer país más rico del mundo no puede ocuparse de las personas mayores, hasta el extremo de que estas consideran la cárcel la mejor residencia posible para sus últimos años de vida.

No pretendo establecer paralelismos demagógicos con el recorte de beneficios del Estado del bienestar en toda Europa y en España de una manera brutal y precipitada. Pero las doctrinas neoliberales que han contaminado a la izquierda con simplezas tan grandes como que «bajar impuestos es progresista» llevan a una incapacidad del Estado para satisfacer las necesidades de los más desprotegidos y redistribuir la riqueza disminuyendo las desigualdades. No sería ninguna tontería considerar que unos hechos geográficamente tan distantes empiezan a estar sociológicamente muy cercanos.

La rebelde ignorancia


 
Emma Riverola Escritora
  En España, el 31,2% de los jóvenes de 18 a 24 años no han completado la enseñanza secundaria. La cifra adquiere un tinte aún más pesimista cuando se confronta con la media europea: 14,4%.

Con todo, esto no sería tan terrible si, además, no estuviera acompañado de cierta ostentación social de la ignorancia. La vanagloria del no saber. Ese estúpido alarde de la inopia que consiste en trufar los textos con mil faltas, sustituir la mitad de las entradas del diccionario por cuatro pobres y manidas palabras que sirven para todo, jactarse de no tener los mínimos conocimientos de historia ni de política, sentir alergia a los periódicos y a cualquier espacio de información que vaya más allá del cotilleo, hacer bandera del nulo esfuerzo.
La ignorancia se ha convertido en un valor para ciertos sectores de la población, no solo los jóvenes. Esa atracción se sustenta en múltiples causas. Desde las deprimentes expectativas laborales de miles de licenciados hasta la pérdida de autoridad de unos padres y de un profesorado cercado por las dificultades, sin olvidar el patético éxito mediático de esperpentos iletrados. En el bosque de motivos, quizá también haya un gesto de rebeldía. Un rechazo al pensamiento en la era del ocaso de las ideas. Lástima que, entre tanta ignorancia, se haya perdido también algo que sí sabían nuestros mayores, que solo en el conocimiento se encuentra la libertad.

lunes, 31 de enero de 2011

DEL AMOR AL ODIO

  
Discutimos, una vez más, una de tantas... Aquello que prometía ser la más apasionada de las veladas se quedó en intento. Me mordí la lengua, la misma con la que imaginé recorrer tu cuerpo y que ahora se rebelada contra mi cordura para evitar que mordaz, cruel y desenfadada evidenciara, a través de las palabras, todo el odio que intentaba contener dentro de mis puños cerrados.
Era uno de aquellos momentos en los que te odiaba tanto, uno de tantos...
Me miraste fijo y, como si se tratara de un código que habíamos creado con el paso del tiempo producto del desgaste de las palabras tantas veces repetidas, descifré el mensaje.
Me senté en la punta de la cama esperando escuchar el portazo. Y aunque no lo sabía con certeza, rogué que fuera definitivo.

Había pasado tiempo, demasiado tiempo... tanto que era difícil borrarlo todo con un arrebato de furia. Pero nunca habías logrado contener tus impulsos. De una forma casi enfermiza arrojabas cada objeto con el que habías intentado materializar tus sentimientos dentro de tu cartera.
Y así, arrasando con cuanto recuerdo se topaba en tu camino, creíste encontrar la forma de borrar recuerdos y sentimientos, aunque solo habías logrado despejar la mesa del living y unos cuantos estantes.
Siempre me habían gustado tus piernas, sobre todo cuando caminabas descalza. Me causaba gracia verte caminar de puntillas, haciendo equilibrio, intentando ganarle a la naturaleza aquellos centímetros que te había vedado. Sí, me gustaban tus piernas... unas piernas lo suficientemente fuertes y fibrosas para sostener aquella cadera curvilínea y prominente y los muslos firmes. Me gustaban tus piernas, y la forma en que girabas la cabeza para mirarme cuando te miraba cuando me dabas la espalda. Como si me hubieses descubierto en medio de una travesura, me sonreías y agitabas las pestañas. Entonces ya no podía contener mis deseos de llevarte a la cama.
La sensualidad de tus estudiados movimientos y de tus poses efectistas se diluía en ademanes torpes y en la indignación de tus palabras. No eran más que ofensas propias de una adolescente pero que el paso del tiempo las habían convertidos en armas letales contra mi virilidad. Entonces, ya no tuve más que ganas de dejarte partir.

Cerraste con dificultad el bolso cargado de momentos compartidos. Me pediste que te abriera la puerta porque ya no querías conservar las llaves del departamento. No hubo lágrimas, ni deseos de futuros prometedores, ni buenaventuras para los emprender nuestros respectivos caminos. Fue algo más bien rápido: te abrí la puerta, y evitando mirarnos a los ojos, atravesaste el umbral. No era necesario despedirnos porque estábamos seguros que la vida nos daría una nueva oportunidad.
Desde la ventana pude ver como sentada en el cordón de la vereda fumabas el último cigarrillo del paquete. Ahora que la furia te había abandonado para pasarle la posta al desarraigo, comenzaste a llorar. Eran lágrimas silenciosas que nacían fervientes, atravesaban lentamente tu rostro para morir, casi sin aliento, debajo de tu mentón. Alguna vez me había enamorado de esas lágrimas... aquella en la que te vi por primera vez, fumando y llorando en una esquina cualquiera por otro.
Muy a mi pesar comprendí que te amaba. Arrojaste la colilla del cigarrillo al medio de la calle, te secaste las lágrimas y te levantaste dispuesta a cruzar la calle. No podía dejarte ir y salí a la calle dispuesto a arrebatarle a la vida esa segunda oportunidad que me daría.

Un hombre aterrorizado, junto a un auto abollado y con el para-golpes delantero ensangrentado, intentaba darle explicaciones a un policía, mientras que unos cuantos vecinos intentaban reanimar aquel cuerpo tendido sobre el asfalto.

Te había dejado ir, y esta vez, la vida no tenía reservada para nosotros una segunda oportunidad.


http://cintia-enprimerapersona.blogspot.com/

BORRA A TU HIJO

 
Emma Riverola Escritora
  Borra todos los besos que le has dado a tu hijo. Despréndete de su olor de niño, ese aroma cálido en el que tantas veces has buscado refugio. Arráncate esa piel que ha crecido con tus caricias, esas miradas que todo lo preguntan, las sonrisas que te vencen y las lágrimas que te duelen. Olvida el día en que empezó a caminar, las noches de Reyes, los cuentos de antes de dormir, sus pies fríos cuando se cuela en tu cama, las velas de los pasteles de cumpleaños, el primer gol o el disfraz de princesa de cuento.
Arráncate sus explicaciones eternas, sus confesiones, sus bromas, sus travesuras. Nunca ha jugado a esconderse bajo las sábanas, ni a darte un susto detrás de la puerta, no ha arrancado todos los capullos de aquella orquídea que tanto te gustaba, ni ha pintado de verde el sillón, no ha derramado el yogur en la alfombra ni te ha escupido en la cara la odiosa papilla de frutas. No ha reclamado el desayuno a las siete de la mañana de un domingo. Nunca te ha despertado a medianoche, entre llantos, porque un oso malo le perseguía. Tampoco se ha quedado dormido en tus brazos. Ni le has hecho cosquillas, ni te lo has comido a besos. Ni le has querido tanto que hubieras dado tu vida por él. Bórralo. Olvídalo. Arráncalo de tu mente y de tu piel. No ha existido. Nunca… No para ti.
La comadrona te dijo que había muerto. No te dejaron ver su cuerpo. Y te robaron la vida.

domingo, 30 de enero de 2011

ALMA DE MUJER

Mar sideral, océano cósmico
laguna de aguas verdes  e insondables
pozo sin fondo, abisal, agujero negro
 luz que se oculta tras la noche del tiempo.

Enigma en el origen de la vida
misterio más allá del universo
galaxia en espiral efervescente
dimensión espectral, eternidad pulsante.

Alma de mujer, las tablas de la vida
grabadas con el fuego del deseo
en caracteres ignotos,  
jeroglífico  fatuo,  laberinto perdido,
sima que desciende a los infiernos
o escalera hacia el cielo.

Me he pasado la vida persiguiendo
tu rastro en las arenas de mi alma
mientras las olas borraban tus pisadas,
mas el hombre solo puede presentirte
en la clarividente locura del orgasmo.

 JUANMAROMO

sábado, 29 de enero de 2011

SUCIAS CARICIAS



Te arranqué de mi ser como a una sanguijuela
que chupaba y me dejaba exhausta,
te llevaste entre tus dientes acerados
un bocado del alma.
Sangré y sangré hasta quedar vacía
hasta perder el rumbo y el sentido
hasta sentirme muerta.
Pero la vida vino a rescatarme,
cicatrizó mi herida
volvió a corre la sangre por mis venas
me puse en pie y proseguí la senda.
He cruzado vergeles y desiertos
he coronado cimas
he surcado mil mares turbulentos
huyendo de mi misma.
He llorado hasta quedarme ciega
hasta sudar con lágrimas de sangre
he bebido el grial de tu recuerdo
hasta apurar la pez de la amargura.
Esta tarde te he visto y me has mirado
con tus ojos de macho
y has querido de nuevo desnudarme
y atarme a tu camastro.
Pero ahora me miro en los espejos
y me veo a mi misma
ya no veo una muñeca rota
arrastrándose tras tus infectas huellas
suplicando la pírrica limosna
de tus sucias caricias.
SHEMIRRAMIS


viernes, 28 de enero de 2011

LA ISLA DE LOS JUEGOS




Corrían los principios del milenio, el Euro asomaba las orejas y había miles de millones de pesetas negras que blanquear antes de la entrada de la moneda única. "España iba bien", había que aprovechar la fiebre consumista y atraer los inmensos capitales de las mafias internacionales para que invirtieran sus denarios sangrientos en nuestras tierras.
La costa del sol y la costa valenciana, con unos gobiernos locales experimentados en triquiñuelas recalificadoras eran la tierra prometida para los especuladores del ladrillo que en pocos años lograron que miles de hectáreas de suelo comunitario pasara a manos privadas por un puñado de dólares, pero faltaba un pequeño de talle, el agua.
Para convertir un parque temático ruinoso como Terra Mítica en algo rentable, para construir urbanizaciones de lujo con piscinas, campos de golf y spas oceánicos  hacía falta un caudal inmenso de aguas, y estas se encontraban unas millas al norte, en el Ebro.
Se manipuló a la opinión pública levantina para hacerles creer que el trasvase se requería para regadíos y consumo humano pero el 80% del caudal estaba destinado a convertir la costa mediterránea en un inmenso Benidorm desde Vinaroz  hasta Gibraltar, una muralla de hormigón donde invertir el frutos de robos y desfalcos hasta la llegada del Euro.
Se sobornaron ediles, concejales y políticos y se desató una cruzada para conseguir el trasvase como si del Santo Grial se tratara, ya estaba todo atado y bien atado, pero surgió el imprevisto y el PP perdió las elecciones.
El Edén se quedó sin  su Éufrates, pero la maquinaria ya era imparable, miles de urbanizaciones, segundas residencias y hoteles se extendieron por la costa como un chapapote inundándolo todo, la "Isla de los juegos"  abría sus puertas.
Pero esta fiebre se extendió a todos los ámbitos geográficos, estaciones de esquí y parques naturales se vieron rodeados por grúas que crecían como hongos en otoño, miles de casas, chalets y apartamentos se vendían a precios nunca vistos, los pinochos de turno compraban y se endeudaban de por vida bajo el encanto de Hamelin que les prometía plusvalías continuas, hoy compras por 50, mañana vendes por 80. Los tiovivos, las norias con tabaco y bebida gratis rebosaban de niños grandes que jugaban a ser financieros, "quien no tiene una segunda o tercera residencia es un fracasado y un pringao" sentenciaban los nuevos Onassis en sus cruceros caribeños pagados a costa de una renegociación de la deuda. 
Pero de pronto, las músicas cesaron, la luces se apagaron mientras barcos cargados de dinero abandonaban "La Isla de los Juegos", algunos avispados consiguieron salir tras ellos, pero la mayoría quedaron atrapados y comenzaron a crecerles orejas y rabos, una horda de inspectores con ordenes de desahucio, empezaron a pedir el importe de la entradas, pero nadie tenía un euro.
Hoy vemos kilómetros de costa con apartamentos vacios, cementerios blanqueados donde antaño hubo vergeles de naranjos, grúas oxidadas y esqueletos de hormigón  profanando paisajes de ensueño mientras rufianes y banqueros entierran sus botines en los paraísos fiscales, después de sueño, llegó la pesadilla.
Ahora Pinocho tiene que remar como loco para que no le devore la ballena de la crisis, y acabará extenuado en una playa antes de cobrar la jubilación, mientras los asnos continúan rebuznando y coceando a diestro y siniestro esperando que alguien les ponga las alforjas y les haga trabajar a lomo caliente por media ración de alfalfa.

Y colorín colorado, este cuento aun no ha empezado.

JUANMAROMO

El mayor desmán financiero de nuestra historia


ANTÓN COSTAS 28/01/2011

.Tengo en el cuerpo la incómoda sensación de que estamos a punto de cometer el mayor desmán financiero de nuestra historia: la entrega de la mitad, ¡la mitad!, del sistema financiero español, a precios de saldo y desguace, a bancos, inversores privados y "fondos buitres", como les llama un conocido y reputado analista financiero, José Carlos Díez, en su blog.


Vamos a privatizar la mitad local y social de nuestro sistema a precios de saldo y desguace
Quizá este malestar es debido a un arrebato de patriotismo. En cualquier caso, las consecuencias serían muy importantes. Primero, una concentración desmedida y una disminución significativa de la competencia bancaria, cuyos perjudicados serán familias, profesionales y pequeñas y medianas empresas. Segundo, la aparición de riesgo de exclusión financiera para personas con baja cultura financiera, que tenían en la proximidad de las oficinas de las cajas un servicio público que los bancos no prestarán. Tercero, la pérdida de la Obra Social de las cajas, que actúa como un segundo Estado de bienestar, al atender a situaciones sociales adonde no llegaban las políticas públicas. Y, cuarto, la pérdida de un instrumento de dinamización cultural, especialmente en zonas pobres o alejadas.

El valor económico que se perdería para la sociedad en su conjunto sería inmenso. Muchísimo mayor que el valor patrimonial o contable, que es lo que ahora está en juego.

Si queremos preservar ese valor económico, la solución no es la fuga hacia delante, para entregarlas a inversores privados. La solución es la vuelta atrás, hacia lo que nunca deberían haber dejado de ser.

Las cajas son una institución financiera peculiar. Su mercado geográfico natural es el local y provincial. Y su función natural el crédito a las familias y pymes. Ese mercado y esa operativa eran coherentes con una específica estructura de propiedad distinta de la de los bancos.

Ha sido una historia de éxito, hasta ahora.

A esta situación se ha llegado a través de un largo camino de despropósitos. Son muchos los que han colaborado: legisladores, autoridades, reguladores, supervisores y las propias cajas.

Legisladores, autoridades económicas y monetarias han puesto un empeño digno de otras causas en liberalizar las cajas para romper sus fronteras geográficas naturales y dejar que hicieran todo lo que hacían los bancos. No midieron los riesgos. Esa libertad que se otorgó a los directivos chocaba con la lentitud de sus órganos de gobierno a la hora de tomar decisiones en momentos de crisis.

Los directivos aprovecharon esa liberalización para una expansión irresponsable y para concentrar las inversiones en inmuebles y suelo. Como los depósitos de los impositores no daban para financiar la expansión crediticia, se endeudaron hasta las cejas en los mercados europeos de capital. Riesgo inmobiliario y alto endeudamiento ha sido un cóctel explosivo.

Lo más sorprendente es ver cómo el supervisor, el Banco de España, dejó crecer ese riesgo y endeudamiento. Su labor de vigilancia y supervisión ha sido manifiestamente mejorable. La situación actual cuestiona su labor, al menos hasta 2007. No vale ahora echarle la culpa a la "politización" de las cajas. No puede lavarse las manos. Alguna explicación merecen los españoles y que la autoridad bancaria les diga qué hará en el futuro para desarrollar mejor su función.

Las autoridades autonómicas y locales han puesto su grano de arena. Al buscar una solución en los matrimonios endogámicos han empeorado la situación. La unión de dos contagiados no da lugar a uno sano.

Finalmente, el Gobierno ha estado creyéndose durante demasiado tiempo su propia mentira: que teníamos el mejor sistema bancario del mundo mundial. Faltó diagnóstico precoz para ver el contagio y diligencia en la aplicación de la medicina que tenía a mano: el propio Fondo de Garantía de las Cajas y el FROB. Ahora todo son prisas y precipitaciones. Y así nos va.

La solución para preservar el valor económico que las cajas tienen para la sociedad y la economía española es la intervención temporal y la depuración de responsabilidades. Esa intervención no debería llevar aparejada la obligación de conversión en bancos. Al contrario, debería forzar a las cajas intervenidas a dar un paso atrás: volver a recuperar su ámbito de negocio natural. No es imposible. Así se ha hecho en otros momentos de reforma bancaria.

¿Cuánto costaría la intervención? La vicepresidenta Elena Salgado ha estimado que unos 20.000 millones adicionales, incluyendo bancos. En total, un 3% del PIB. Cantidad manejable, y más productiva que los gastos faraónicos en el AVE. Y menor del 6% del PIB que costó la intervención del sector privado bancario en los años ochenta, desde Rumasa hasta Banesto. En todo caso, ese coste no es nada comparado con el valor económico que se perdería con la desaparición de las cajas.

Creo que vale la pena salvar las cajas. Si no, el epitafio de los historiadores de nuestro sistema financiero será que "entre todos la mataron, y ella sola se murió".

PERDER

 
 
Emma Riverola Escritora
  Después de 15 años en la élite, el gimnasta catalán Gervasio Deferr, Gervi, ha anunciado su retirada porque no concibe la idea de competir sin ganar. Su sinceridad es una estocada limpia y directa a la generosa concepción del deporte de barón Pierre de Coubertin: lo importante es participar.

Perder. La palabra maldita, el escenario que nos eriza la piel. Desde que nacemos estamos programados para ganar y, de hecho, nos pasamos la vida intentándolo. Conseguir un amor, una familia, un buen empleo, un hogar. Gobernamos nuestra vida con ánimo de conquistador. Más reconocimiento. Más dinero. Más poder. Más y más. Hasta que un día, empezamos a enfrentarnos a los menos. Un amor que se apaga. Un despido. Un móvil que no suena. Y nuestro cuerpo, ese que un día fue joven, empieza a dibujar el paso del tiempo y nos coloca frente a frente con nuestro declive.
Los años nos convierten en supervivientes de nuestra propia existencia y la vida acaba reservando la corona de laurel al que sabe afrontar la pérdida. Vale la pena arriesgar. Aunque sea para perder. Aunque sea para detenerse justo antes de caer al abismo y, enarbolando la bandera de la rendición, mirar todo lo ganado y sonreír a los fieles compañeros de cuita. Al fin y al cabo, siguiendo con los principios olímpicos, lo esencial en la vida no es vencer, sino luchar bien. Y prepararse para la próxima batalla.

jueves, 27 de enero de 2011

MIRANDO AL SUELO



Hace siglos que camino mirando al suelo,
no por esquivar trullas de perro, 
si no por eludir la mierda que me rodea
políticos de mierda, banqueros de mierda
promotores de mierda.
Por no toparme de bruces con negreros
maltratadores, chupasangres y voceros de dios
cuyo aliento infecta cuanto alcanza,
cuyos pasos envenenan la hierba
cual caballos de Atila.

Camino cabizbajo por vergüenza,
porque aun tengo casa, y trabajo y familia,
porque vivo mejor que la mesnada
porque no me atrevo a mirar a la cara a los mendigos
a los que escarban las basuras
a los que yacen tendidos en un banco.

Camino agachando la frente
cuando no la agaché ante el castigo
ni ante la espada ni ante la amenaza,
por no encontrar un espejo ante mi paso
que refleje mi patética imagen
por no cruzar mi mirada con la tuya
que me llamas empresario de mierda
chupasangre, negrero
y que aguantas el aliento cuando cruzo tu estela.

¿Donde hallar la justicia, la paz, el equilibrio?
quizás desnudando mi cuerpo y mi cerebro
y subiendo descalzo hacia la ermita
donde mora la sabiduría,
donde el oro es menos que la piedra
donde el tiempo no existe
y la paz se respira por los poros del alma,
 quizás buscando una isla solitaria
perdida en el olvido
donde volver a nacer a un mundo nuevo
más allá de El camino de Santiago.

Pero no tengo fuerzas  
y apenas consigo esquivar las mierdas de perro
y me doy de bruces con los tahúres
con los trileros,  con los navajeros 
de pluma y cuello blanco
y acabo acostumbrándome a su hedor
a su mirada sucia, a su aliento infecto
porque he claudicado, porque soy un cobarde
porque ya no me veo en los espejos
porque perdí la sonrisa y la esperanza
en el tunel del tiempo.

JUANMAROMO

Actos de traición


 
Emma Riverola Escritora
  Antes fue el abaratamiento de los despidos, ahora la reforma de las pensiones, mañana quizá sea el recorte de la sanidad pública. Es necesario hacerlo, sostienen los políticos, y apelan a la complejidad de los mercados, a las leyes de los inversores y de muchos otros a los que no sabemos qué rostros dibujarles. Quizá lleven razón, tal vez sea muy complicado comprender el cúmulo de causas que nos ha traído hasta aquí. Pero en cambio se antoja muy simple intuir nuestro estado cuando salgamos de la crisis. De hecho, basta con tratar de responder a una pregunta: ¿es justo? Esta medida, y la próxima, y la siguiente, ¿están contribuyendo a construir una sociedad más justa, más equitativa, con más expectativas de bienestar, de futuro? ¿O, renuncia a renuncia, estamos cediendo mansa e irremediablemente todo lo ganado? En el empeño por soltar lastre, condenamos a la desnudez a los miembros más vulnerables de la sociedad. Cada paso atrás es un acto de traición a los que lucharon por avanzar, a nosotros mismos y a nuestros hijos. Es sembrar el germen de la desigualdad y cubrir de sombras la convivencia del futuro.

Mientras, esos rostros desconocidos, opacos e intocables, siguen ahí. Imperturbables. Aposentados en los pedestales de sus privilegios. Observando cómo nos entregamos sumisos a la pira del sacrificio en un vano intento de calmar la avidez del ídolo insaciable. Pobres mortales.

"Yo no tengo nada mejor que dar que a mí mismo"

José Carlos Aranda,doctor en Filología Hispánica y ensayista

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet


 
Foto: Jordi Play
Un privilegio
Este hombre reflexivo y sin arrogancia es profesor de secundaria –¡qué privilegio tener un maestro de esta categoría!–, defiende el entusiasmo como herramienta vital y la búsqueda de sentido como norte. Filólogo amante de la filosofía, mezcla ambas en un extraño y bello ensayo: El libro de la gramática vital (Almuzara). La aventura de nuestra vida es una novela, explica. Como todo texto, en sí, es la unidad de comunicación más compleja que podemos diseñar, y la única que de verdad importa. Siguiendo la retórica clásica: primero inventio, saber qué quieres; luego dispositio, planificar y estructurar cómo vas a ejecutarlo, y por último, expositio, hacerlo realidad: vivir la vida que has elegido.
¿Qué tiene que ver la gramática con la vida?
Nuestros actos están determinados por nuestros pensamientos, que formulamos con palabras, frases, oraciones...

¿El habla me condiciona?
Del dominio del lenguaje depende nuestra capacidad de elaborar reflexiones más o menos profundas y producir actos combinados. Imagine que suprimiéramos el yo.

¿Nuestra realidad cambiaría?
La individualidad sería impensable. Viviríamos en el universo de las hormigas.

La vida humana está llena de incoherencia, lapsus, errores...
Sí, pero la incoherencia en la vida conduce a la frustración y a la infelicidad de la misma forma que la incoherencia gramatical conduce a una frase sin sentido.

Nuestros actos nos definen.
Nuestra vida es una novela. Los actos y decisiones diarias son la tinta indeleble con la que escribimos su argumento.

Los actos son también el camino que ofreces a los demás para comprenderte.
Así es, yo no puedo juzgar tus pensamientos porque no los oigo, sólo tus palabras. De la misma forma, yo no puedo juzgar tus intenciones, sólo tus actos, que es lo que veo, y a través de ellos compongo tu imagen.

¿Existe una gramática de la felicidad?
Sí, cuando mi proyecto de ser y mis actos caminan en la misma dirección.

De acuerdo, ¿pero qué tiene que ver con la gramática?
En la lengua antes de hablar tienes que saber qué quieres decir: en la vida antes de vivir tienes que saber qué quieres ser.

Pues lo saben bien pocos…
Hay que desprenderse de todo para mirarse a uno mismo y comprender que lo primero es la propia existencia, y que si no te tienes a ti mismo no tienes nada. Hay un proyecto de ser que preexiste, está en el pensamiento.

¿Cómo descubrirlo?
Coja papel y lápiz y describa al detalle cómo desearía que fuera el hijo de sus sueños: deportista, intelectual, artista, con fe, sin fe… Acaba de definir su propio ideal, el que no alcanza por las vicisitudes, el que no se atreve a buscar.

No nos atrevemos porque las cosas sean difíciles, sino que son difíciles porque no nos atrevemos, decía Séneca.
Muy a menudo somos elefantes de circo: una experiencia inoportuna nos condena a un estado de frustración y nos impide tener la valentía de actuar en la vida.

¿Qué tienen que ver los elefantes?
En los circos ambulantes los ataban a una estaca, sólo tenían que tirar un poco para liberarse, pero no lo hacían porque ya lo intentaron de pequeños y de adultos seguían pensando que era imposible.

Entiendo.
Debemos ser muy conscientes de que la lengua es el sistema operativo que instalamos en cada mente al nacer. Un mal ordenador con un buen sistema operativo da muchísimos mejores resultados que a la inversa.

La genética también nos determina.
Sí, y mis circunstancias son mi realidad, pero sobre ambas está mi voluntad, mi pasión por ser. Lo que yo toco se transforma en función de mi deseo de ser. La realidad es la piedra, dásela a un arriero cansado y hará un asiento, dásela a Miguel Ángel y hará La Piedad. Estamos hablando de una misma realidad, ¿qué la transforma?... El telos de Aristóteles, la esencia en el ser que comporta un destino.

No somos los autores exclusivos de nuestro propio personaje.
La realidad actúa en mí en función de cómo yo la concibo y cómo la manejo. ¿Pero por qué esos impulsos negativos que nos impiden disfrutar? Los malos sentimientos prosperan porque tenemos capacidad de sentir. La misma tierra que abona el rosal hace crecer la mala hierba, con lo cual habrá que estar muy atento, arrancarla cuando nace para que no se adueñe de nuestro espíritu.

Reglas para una buena sintaxis vital:
Coordinar nuestros actos en función de lo que pretendo ser en la vida. Y el principio de la linealidad, cada cosa en su momento: normalmente vivimos como en un trastero revuelto y hay que iluminar objeto por objeto, descomponer los tiempos, ser sólo madre cuando estás con tu hijo, ser sólo amante y amiga cuando estás con tu pareja...

¿Y usted a qué conclusión ha llegado?
Que podemos ser felices si trabajamos en ello. Hay que crear espacio y tiempos para reestructurar sentimientos y sensaciones, positivizar lo negativo. Decía un viejo indio: dentro de mí viven dos lobos, uno me lame la mano, el otro trata de morderme el cuello. ¿Quién ganará? Aquel que yo alimente.

¿Qué hacer con la falta de autoestima?
La única solución es volver al origen: la respiración, ir a lo esencial para descubrir que lo maravilloso es que estás vivo. Y si te has fallado a ti mismo, busca tu reflejo en los demás, porque te darán una imagen de ti mismo mucho más real que la que tú tienes.

¿Qué intenta darle a sus alumnos?
Yo no tengo nada mejor que dar que a mí mismo, el conocimiento es una excusa.

¿Qué necesitan?
Cariño, sinceridad y que se les hable claro; y enseñarles a combinar. Muchas veces perdemos la oportunidad de realizar las cosas porque queremos que la realidad se adecue a la visión que tenemos de lo que debe ser. Mejor combinar los elementos de que dispongo para acercarme a mis objetivos.