lunes, 31 de enero de 2011

BORRA A TU HIJO

 
Emma Riverola Escritora
  Borra todos los besos que le has dado a tu hijo. Despréndete de su olor de niño, ese aroma cálido en el que tantas veces has buscado refugio. Arráncate esa piel que ha crecido con tus caricias, esas miradas que todo lo preguntan, las sonrisas que te vencen y las lágrimas que te duelen. Olvida el día en que empezó a caminar, las noches de Reyes, los cuentos de antes de dormir, sus pies fríos cuando se cuela en tu cama, las velas de los pasteles de cumpleaños, el primer gol o el disfraz de princesa de cuento.
Arráncate sus explicaciones eternas, sus confesiones, sus bromas, sus travesuras. Nunca ha jugado a esconderse bajo las sábanas, ni a darte un susto detrás de la puerta, no ha arrancado todos los capullos de aquella orquídea que tanto te gustaba, ni ha pintado de verde el sillón, no ha derramado el yogur en la alfombra ni te ha escupido en la cara la odiosa papilla de frutas. No ha reclamado el desayuno a las siete de la mañana de un domingo. Nunca te ha despertado a medianoche, entre llantos, porque un oso malo le perseguía. Tampoco se ha quedado dormido en tus brazos. Ni le has hecho cosquillas, ni te lo has comido a besos. Ni le has querido tanto que hubieras dado tu vida por él. Bórralo. Olvídalo. Arráncalo de tu mente y de tu piel. No ha existido. Nunca… No para ti.
La comadrona te dijo que había muerto. No te dejaron ver su cuerpo. Y te robaron la vida.

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