Conseguir el sufragio universal y conquistar una cámara de
representantes del pueblo para el pueblo costó siglos de lucha y miles de
vidas. Durante siglos, España estuvo sometida al poder de la monarquía y la
nobleza, solo nobles y purpurados podían acceder a las cortes, el pueblo llano carecía
de representación y derechos, solo contaba para pagar impuestos y servir de
carne de cañón en las guerras, tras la revolución francesa, el derecho a la representación se extendió a
la burguesía, pero trabadores y l
mujeres continuaban al margen. Uno de los grande logros de la republica fue
conseguir el sufragio universal y que el acceso a las cortes estuviese al
alcance de mujeres y proletarios, pero el sueño acabó en pesadilla.
Durante la transición, se nos convocó a elecciones de todo
tipo y pelaje y se nos impuso una constitución intocable que ha sobrevivido
hasta nuestros días entubada y momificada como el miembro incorrupto de san
reprimonio, y las dos cámaras de representantes se han convertido en un escenario
donde aplaudir la voz de sus amo y en un retiro dorado para dinosaurios.
Cuando veo los escaños vacíos y los diputados mandando
mensajitos o dormitando en sus poltronas, no puedo por menos que recordar a
tantos y tantos que dieron su vida por conseguir una democracia , cuando enumero
los privilegios que estos apostatas del voto se han auto obsequiado a costa del
pueblo a quien dicen representar, no puedo por menos que acordarme de los trabajadores
que son sancionados y despedidos por llegar tarde al trabajo o por falta de
asistencia aunque sea por motivos de salud legalmente justificados, cuando veo
a estos calientaescoños asegurarse unas
pensiones vitalicias con apenas dos legislaturas en activo, no puedo por menos
que recordarme de los cientos de miles de trabajadores que tras decenios de
cotización son arrojados al infierno del desempleo perdiendo el derecho a un
digna y merecida jubilación.
Propongo que algunos de esos pisos que nuestras señorías
tienen en la capital mientras cobran dietas por desplazamiento, les sean
entregados a las familias desahuciadas por ser victimas del paro o la enfermedad
y sus pensiones sean compartidas con aquellos a quienes su labor legislativa y corruptora
los ha arrastrado a la miseria.
Alguien se preguntaba quien le ponía el cascabel al gato,
pero en este caso esta claro que hay que colgárselo a las ratas.
JUANMAROMO