miércoles, 5 de noviembre de 2014

DESFACIENDO ENTUERTOS


 Hace unos años, las cajas de ahorros emprendieron una carrera hacia el abismo, se concedieron cientos de miles de hipotecas sobredimensionadas y sin garantía de devolución, los directivos de las entidades cobraban primas millonarias en función de unos beneficios ficticios y acallaban a políticos y sindicalistas con primas y tarjetas negras, la vieja táctica del come y calla.
Cuando reventó la burbuja, miles de hipotecados se declararon en bancarrota, las entidades financieras no podían devolver los créditos a la banca internacional y pidieron el aval del estado, como el valor de los bienes inmobiliarios se había reducido a menos de la mitad, la situación de las cajas era la de quiebra, en Estados Unidos se hubiera procedido a la liquidación de activos, cierre de las entidades y procesamiento de los administradores por vía civil y judicial, pero estamos en España.
Ante el monto desorbitado de la deuda, el estado tuvo que pedir fondos al banco central europeo para intentar tapar el agujero y para eso recurrió a la deuda, una deuda, que curiosamente fue suscrita por los mismos a los que se había abalado, es decir, el dinero robado al ciudadano, le era devuelto en forma de deuda, mientas los ladrones se llevaban los intereses de sus desfalcos.
Miles de familias fueron desalojadas de sus casas y los piso cerrados a cal y canto porque nadie quería comprarlos, los mejores pasaron a manos de directivos y familiares y el resto siguieron engordando artificialmente los activos de unas entidades que ya no se tenían en pie, hasta que todo se vino a pique, Caja Madrid, la CAM , Caixa galicia y Caixa cataluña, tuvieron que ser "saneadas" con dinero publico y se vendieron a la gran banca a precio de saldo, una jugada maestra de ingeniería financiera.
Con cientos de miles de pisos cerrados, y cientos de miles de jóvenes sin poder acceder a una vivienda, tenemos el problema y la solución en la misma mano, el estado debería 
tomar posesión de esas viviendas que ya hemos pagado por partida doble y crear un fondo de vivienda social en alquiler al alcance de todos, dando prioridad a los que en su día fueron desahuciados, oferta y demanda quedarían equilibradas miles de familias recuperarían la normalidad y el estado podría recuperar en unos años el dinero prestado a la banca. 
Por ultimo, y no menos importante, reclamar judicialmente responsabilidades civiles y criminales a los responsables financieros,¡ y sus complices, devolución de todo el dinero robado en forma de primas, tarjetas y pensiones y expropiación de su enorme patrimonio inmobiliario, todo aquel que no devolviera hasta el último euro más multas y costas judiciales no seria puesto en libertad en modo alguno.
Creo que no hace falta ser estadista ni economista ni comunista para hacer cumplir estos criterios, solo hace falta aplicar el sentido común, los criterios económicos, pero por encima de todo, la justicia.
JUANMAROMO

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