viernes, 29 de abril de 2011

Josep M. Albaigés, analista de frases hechas


"El peor tirano fue Tirano de Bergerac', dijo Pich i Pon"

 
Paso un buen rato con Albaigés, ingeniero de caminos, economista, estudioso de la onomástica y coleccionista de frases célebres en 400 frases que uno dice a menudo y no sabe por qué (mr), libro elaborado en compañía de su esposa, María Dolores Hipólito, filóloga y políglota, repleto de saberes pintorescos, curiosidades históricas y buen humor, frase a frase. Así me entero de que en las novelas de Conan Doyle, en ningún momento Sherlock Holmes dice eso tan parafreseado de “elemental, querido Watson”, o que “el cliente jamás se equivoca” lo formuló por vez primera el hotelero Carles Rich. Albaigés publica también ahora Un viaje por la historia en 365 días (Viceversa)
¿Sabemos lo que decimos?
 No siempre: ignoramos el sentido original de muchas frases.

Por ejemplo.
  “La excepción confirma la regla”: significa que cada excepción somete al fuego de la prueba a una regla. Si la supera, la regla se confirma; si no, ¡fuera regla! Es el principio de la ciencia.

¿Qué frase hecha es más remota? “No quieras para los otros lo que no quieras para ti”, del Mahabharata (siglo VI a.C.). O el “alea jacta est” (la suerte está echada) de Julio César..., citando un verso del comediógrafo griego Menandro (siglo IV a.C.).

¿Copiamos mucho?
“No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país”, la copió Kennedy de un cartel de la Primera Guerra Mundial. También copiaba la Pasionaria: “No pasarán”, era de Benito Juárez..

Hoy es difícil que no te pillen.
Parafraseamos a otros sin citarlos, en el sobreentendido de que nuestros coetáneos conocen el original: cuando Calomarde, abofeteado por una mujer, dijo “manos blancas no ofenden”..., citaba el título de una obra de gran éxito en un teatro de Madrid.

¿Cuál es su frase favorita?
“Ojo por ojo, diente por diente”, justicia judía en el Antiguo Testamento con la que se limitaba la venganza desmedida. A esto replicó Gandhi con su filosofía: “Ojo por ojo… ¡y acabaremos todos tuertos!”.

A mí me gusta “No puedes bañarte dos veces en el mismo río”.
Del presocrático Heráclito, que postulaba que todo está en movimiento..., como Wilhelm reformuló con otra frase: “Lo único que no cambia es el cambio”.

Una misma idea en distantes épocas.
  “Las ideas son pulgas que saltan de una persona a otra, ¡pero no pican a todas!”, decía George Bernard Shaw... Las ideas nos necesitan para perpetuarse...

¿Cuál ha sido la más citada?
Quizá “conócete a ti mismo” (oráculo de Delfos) o “la verdad os hará libres”, del evangelista Juan, gran verdad. O “si vis pacem para bellum”, del poeta Vegecio (siglo IV).

¿Quién acuñó “el poder corrompe...”?
“... y el poder absoluto corrompe absolutamente”: lord Acton. Matizada por el astuto Giulio Andreotti: “El poder desgasta... sobre todo al que no lo tiene”, ja, ja...

Hay personas con el ingenio muy bien afilado para la frase...
Me gusta “la vida es lo que te sucede mientras haces otros planes”, del humoristaGamble Rogers, que luego hizo suya John Lennon. Más drástica me parece la frase de otro humorista, José Luis Coll: “A partir de los siete años, todo es decadencia”.

Dígame alguna sobre la música.
“La música tiene encantos capaces de calmar a una bestia salvaje”, dijo William Congreve, pero el saber popular la mejoró: “La música amansa a las fieras”.

Otra de animales: “Cuanto más conozco a los hombres, más quiero a mi perro”.
Esto lo dijo lord Byron..., pero citaba al cínico Diógenes de Sínope. Se parece a “es más fácil amar a la humanidad que al vecino”, de Eric Hoffer. Aunque a veces citamos frases erróneamente...

Por ejemplo.
¡Don Quijote jamás dijo “con la iglesia hemos topado”! Y menos en sentido figurado. Estaba buscando el palacio de Dulcinea, de noche, y encuentra un gran edificio... que resulta ser una iglesia, así que dice: “Con la iglesia hemos dado”, en sentido literal.

Sobre la relación hombre-mujer debe de haber muchas frases…
“Tras todo gran hombre hay una gran mujer”, reza el dicho popular. Y otro dicho anónimo añadió: “Una mujer... ¡sorprendida!”.

¿Y sobre el amor?
  Me gusta “el corazón tiene razones que la razón no entiende”, de Blaise Pascal, autor de muchas y muy buenas frases.

¿Y sobre arte?
Tenemos la famosa frase de Picasso: “Yo no busco, encuentro”.

¿Y humorísticas? Cíteme alguna.
“Hay tres clases de mentiras: las pequeñas, las grandes y las estadísticas”, de Benjamin Disraeli, luego citada por Mark Twain. Pero las que me hacen gracia de verdad son las involuntariamente humorísticas de Joan Pich i Pon (1878-1937), el que fue alcalde de Barcelona...

¿Qué dijo?
Muchas barbaridades divertidas, a merced de su sólida incultura (Màrius Serra dixit): hablando con amigos sobre los peores tiranos de la historia, les dijo que el peor de todos fue sin duda “el tirano de Bergerac”. Otra: un día en que empuñó una espada dijo sentirse como “¡un radiador romano!”.

Ja, ja... Más, por favor...
Ya en esa línea, definió el caviar como “huevos de centurión” (en vez de esturión), dijo que sorbió “el cáliz hasta las hélices”. Dijo de alguien que era “más sórdido que una tapia”. Dijo que vio una “luz genital”... Y describió el 14 de abril como una jornada revolucionaria “sin infusión de sangre”.

Qué tipo tan gracioso...
 “No he sido hombre de ir con mujeres: sólo con mi esposa y mis hijas”. Todo lo dijo de buena fe: era un bonachón muy bobo. Describió a un amigo como “sifilítico”, siendo sólo filatélico. A alguien que se desmayó le atribuyó “una linotipia”. Y durante la Gran Guerra sentenció: “¡Barceloninos! Aquí no hay bifias ni bofias (filias ni fobias), aquí todos somos hermafroditas (neutrales)”.

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