domingo, 7 de septiembre de 2008

CARLOS CANO Canción para Lucrecia



Hoy saqué de mi memoria otra flor para compartir.

En Diciembre hará seis años (parece que fue ayer) que Carlos Cano perdió en su batalla por la vida.

Carlos Cano, el poeta, el juglar, el mestizo, el del corazón tierno que se escondía dentro del hombre grandón...

Cantó a muchas mujeres, y nos dejó sus coplas. Y hoy, como una flor que se deja en una lápida, como diciendo: "Te sigo recordando", dejo aquí una de sus canciones, no se si la mejor, pero si una de las que a mi me hace brotar lagrimillas.

Se la dedicó a Lucrecia, una inmigrante dominicana que perdió la vida en un ataque racista.

Que pena, que, como dijo Bob Marley, siga siendo más importante el color de la piel que el color de los ojos.



Canción para Lucrecia

Yo te quiero escribir

una carta de amor

que llegue a tu país

en semilla de flor,

que atraviese en la noche

océano y tormenta,

luego, como un lucero,

deje un sueño en tu puerta.

Yo te quiero cantar

y pedirte perdón

por tu muerte, Lucrecia,

por esta canción

que comprenda la luna

el ron y la palmera

que en tu isla canela

sólo come el tiburón.

¡Ay! Cuatro rosas de fuego

ardiendo salieron

y todo acabó

¡Ay! Cuatro rosas dejaron

la flor de un disparo

en tu corazón.

Pobre Lucrecia

Tan pobre y negra...

te vengará un andaluz

a la luz de la luna

cantando el "vudú".

Merecumbé, merecumbé

(un alacrán por la pared)

merecumbé, merecumbá

(por la pared va un alacrán)

y el corazón con su aguijón te comerá

merecumbé, merecumbé,

merecumbá.

Los que matan la luna

son los mismos de siempre

los que arrancan las flores

con sus botas de muerte

los que amargan la vida

y asesinan los sueños

que cantan los poetas

buscando un tiempo nuevo.

No gozan del amor,

ni tocan los tambores,

ni cantan el bolero,

ni pintan corazones

en los árboles verdes

ni en las playas de arena,

ni bailan el merengue

pa'echar fuera sus penas.

¡Ay! una calle sin salida

una mirada asesina

y allí sola la dejaron.

¡Ay! "Aquí negros no queremos,

negro muerto, negro bueno

negro vivo, negro malo".

Suenen los cueros.

Con rabia suenen los cueros.

¡Venga compadre esa rumba,

que al blanco vuelve tarumba

y al negro pone rumbero!.

Merecumbé, merecumbé

un alacrán por la pared

merecumbé, merecumbá

por la pared va un alacrán

y el corazón con su aguijón

te comerá...

Merecumbé, merecumbé,

merecumbá.



"Vale la pena seguir vivo, seguir luchando, aunque sea por uno mismo. Yo me moriré vivo."



Entrevista a Carlos Cano el 28/8/96



http://blogs.que.es/10652/2005/11/1/recordando-carlos-cano

ESCUCHADLA AQUÍ:

Boomp3.com







1 comentario:

Noudar dijo...

Una canción sensacional, reivindicativa y llena de indignación tras el asesinato a sangre fría de Lucrecia, una joven dominicana, por dos desalmados que no merecen ni que los nombremos. Nos ha encantado tu blog, Juan, que hemos encontrado buscando, precisamente, esta Canción para Lucrecia. Un abrazo desde Extremadura