martes, 23 de septiembre de 2008

ELLS SÓN AQUI

Estoy recibiendo decenas de correos con amenazas, ignoro como han conseguido mis buzones particulares, pero la cuestión es que los tienen, no es la primera vez, ya estoy acostumbrado, pero parece que esta vez son un poco mas virulentos. Estaba recordando una canción que Llach dedico a los fascistas durante los crímenes de Atocha, han pasado los años, pero sigue totalmente vigente, solo que ahora se les puede aplicar también a estos otros fascistas.

A los que se esconden detras de un pueblo, una bandera y una lengua, para salpicarnos a todos con su veneno, su rabia y su impotencia. A los que tras su máscara de patriotas solo esconden un rostro de asesino, de miseros desalmados.

ELLS SÓN AQUÍ

Ells són aquí, entre nosaltres,
potser en rostres innocents,
vora la mare que bressola
el seu infant, un sol naixent.

Ells són aquí entre nosaltres,
en la joia del carrer,
prop del llit on mor el pobre
què sols és ric per dir adéu,
vora del llit on mor el pobre
que es sap tan ric quan diu adéu.

Ells són aquí entre nosaltres,
desesperats al seu intern,
desesperats en l’esperança
que el seu demà arribi prest.
El seu demà, tenebra blanca,
on els seus ulls sanguinolents
disposen l’ordre de la vida
i de la mort si és convenient,
i de la mort si és convenient.

Ells són aquí entre nosaltres,
en la feblesa dels incerts
i en la feblesa esmolen dagues
i en la feblesa els fem valents.

Ells són aquí entre nosaltres,
amb la ignorància feta llei,
la seva raó el fanatisme,
brutalitat el seu poder.

Ells són aquí entre nosaltres,
però nosaltres on som?
A vosaltres ho pregunto
que sou amics, i que sou molts.
Ells són aquí entre nosaltres,
però nosaltres on som.


ELLOS ESTÁN AQUÍ
(ELLS SÓN AQUÍ)

Están aquí, entre nosotros,
tal vez en rostros inocentes
junto a la madre que acuna
a su hijo, un sol naciente.

Están aquí, entre nosotros,
en la alegría de la calle,
cerca del lecho donde muere el pobre
que sólo es rico para decir adiós;
junto al lecho donde muere el pobre
que se sabe tan rico cuando dice adiós.

Están aquí, entre nosotros,
desesperados en su interior,
desesperados en la esperanza
de que su mañana llegue presto.
Su mañana...Tiniebla blanca
en la que sus ojos sanguinolentos
disponen el orden de la vida
y de la muerte si así conviene,
y de la muerte si así conviene.

Están aquí, entre nosotros,
en la flaqueza de los inciertos,
y en la flaqueza afilan dagas
y en la flaqueza los envalentonamos.

Están aquí, entre nosotros,
con la ignorancia hecha ley,
su razón el fanatismo,
brutalidad su poder.

Están aquí, entre nosotros,
pero nosotros...¿dónde estamos?
Os lo pregunto a vosotros,
que sois amigos y sois muchos.
Están aquí, entre nosotros,
pero nosotros, ¿dónde estamos?

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