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martes, 5 de abril de 2011
APÓLOGO
Brahma se mecía satisfecho sobre el cáliz de una gigantesca flor de loto que flotaba sobre el haz de las aguas sin nombre.
La Maija fecunda y luminosa envolvía sus cuatro cabezas como con un velo dorado.
El éter encendido palpitaba en torno a las magníficas creaciones, misterioso producto del consorcio de las dos potencias místicas.
Brahma había deseado el cielo, y el cielo salió del abismo del caos con sus siete círculos y semejante a una espiral inmensa.
Había deseado mundos que girasen en torno a su frente, y los mundos comenzaron a voltear en el vacío como una ronda de llamas.
Había deseado espíritus que le glorificasen, y los espíritus, como una savia divina y vivificadora, comenzaron a circular en el seno de los principios elementales.
Unos chispearon con el fuego, otros giraron con el aire, exhalaron suspiros en el agua o estremecieron la tierra, internándose en sus profundas simas.
Visnú, la potencia conservadora dilatándose alrededor de todo lo creado, lo envolvió en su ser como si lo cubriese con un inmenso fanal.
Siva, el genio destructor, se mordía los codos de rabia. El lance no era para menos.
Había visto los elefantes que sostienen los ocho círculos del cielo, y al intentar meterles el diente, se encontró con que eran de diamante; lo que dice sobrado cuán duros estaban de roer.
Probó descomponer el principio de los elementos y los halló con una fuerza reproductora tan activa y espontánea que juzgó más fácil encontrar el último punto de la línea de circunferencia.
De los espíritus no hay para qué decir que, en su calidad de esencia pura, burlaron completamente sus esfuerzos destructores.
En tal punto la creación y en esta actitud los genios que la presiden, Brahma, satisfecho de su obra, pidió de beber a grandes voces.
Diéronle lo que había pedido, bebió, y no debió de ser agua, porque los vapores, subiéndosele a la cabeza, le trastornaron por completo.
En este estado de embriaguez deseó alguna cosa muy extravagante, muy ridícula, muy pequeña; algo que formara contraste con todo lo magnífico y lo grandioso que había creado: y fue la humanidad.
Siva se restregó las manos de gusto al contemplarla.
Visnú frunció el ceño al ver encomendada a su custodia una cosa tan frágil.
Los hombres, en tanto, andaban mustios y sombríos por el mundo, ocultándose avergonzados los unos de los otros, cerrando los ojos para no ver a su alrededor tanto grande y eterno, y no compararlo involuntariamente con su pequeñez y su miseria.
Porque los hombres tenían la conciencia exacta de sí mismos.
¿Queréis acabar de una vez con vuestros males? -les dijo Siva-. ¿Queréis morir?
-¡Sí, sí! -exclamaron en tumulto-. ¿Para qué queremos este soplo de existencia?
-Yo soy un estúpido, lo sé, y me avergüenzo de mi barbarie -decía uno.
-Yo soy deforme -añadía el otro-, y me entristece el espectáculo de mi ridiculez.
-Y tenemos estas y estas fallas y aquellas y las otras miserias -proseguían diciendo los demás, enumerando el cúmulo de males y defectos de que entonces, como ahora, se hallaban plagados los hombres.
-Es cosa hecha -dijo Siva, viendo la decisión de la humanidad entera.
Y levantó la mano para destruirla; pero en aquel instante se interpuso Visnú. -Esperad un día -exclamó, dirigiéndose a los hombres-, un día no más. Voy a daros de beber un elixir misterioso. Si mañana después de haberlo bebido queréis morir, que vuestra voluntad se cumpla.
Los hombres aceptaron, y Siva dejó su presa refunfuñando entre dientes, porque conocía el ingenio y la travesura de su competidor. Visnú que efectivamente era hombre, digo mal, era dios de grandes recursos en las ocasiones críticas, se las compuso de manera que a las pocas horas tenía ya hecho y embotellado su elixir en tal cantidad que tocó a frasco por barba.
Pasó la noche, durante la cual los hombres no hicieron otra cosa que sorber por la nariz aquella especie de éter mágico; y cuando tornó a brillar la luz, vino Siva de nuevo a renovar sus proposiciones de muerte.
Los hombres, al oírle, comenzaron por maravillarse y acabaron por reírsele en las barbas.
-¡Morir nosotros -exclamaron-, cuando un porvenir inmenso se abre ante nuestra vista!
Yo -decía el uno- voy a conmover el mundo con la fuerza de mi brazo.
-Yo voy a hacer mi nombre inmortal en la tierra.
-Yo, a avasallar los corazones con el encanto de mi hermosura.
-Y así, todos iban repitiendo;
-¡Morir yo, que siento arder en mi frente la llama del genio; yo, que soy fuerte; yo, que soy hermoso, yo, que seré inmortal!
Siva no daba crédito a sus ojos, y unas veces le daban ganas de rabiar y otras de reír a carcajada tendida ante el espectáculo de tan ridícula transformación. En aquel momento pasaba Visnú a su lado, y el genio destructor no pudo menos de dirigirle estas palabras:
-¿Qué diantre les has dado a estos imbéciles, que ayer estaban todos mustios, cabizbajos y llenos de la conciencia de su pequeñez, y hoy andan con la frente erguida, burlándose los unos de los otros, creyéndose cada uno cual un dios?
Visnú, con mucha sorna, y dándole un golpecito en un hombro, se inclinó al oído de Siva y le dijo en voz muy baja:
-Les he dado el amor propio.
G.A. Becquer.
8.658 menos una
Emma Riverola Escritora
Está sentada junto a una cincuentena de personas. Todas pendientes de una pantalla. Cuando vea proyectado su número sabrá a qué mesa debe acudir. Mira los rostros que la acompañan. Algunos parecen acostumbrados. Como si llevaran meses esperando su turno. Otros parecen tan desorientados como ella. Ayer apareció en los titulares de la prensa. Es una de los 8.658 nuevos parados en Catalunya. Después de cuatro años arrastrando un sueldo de miseria, con la eterna y falsa promesa de un aumento mientras lo único que veía incrementado era la responsabilidad, la han despedido. Eras la más barata, le han reconocido. Y además empezaba a resultar molesta, eso lo sabe ella. En tiempos difíciles, las empresas prefieren voces más dóciles que la suya. Mira la pantalla y piensa que, en realidad, lleva años esperando su turno. Tiene 28 años. Le sobra talento, energía y coraje. ¿Vale la pena seguir malvendiéndolo? Búscate algo seguro, le dijeron sus padres cuando salió de la universidad. Y aparcó su proyecto. Pero mira alrededor y piensa que todos los que la acompañan también creyeron tener algo seguro.
Se levanta y vuelve a la mesa de recepción. Información. Por ahora, solo quiere información. Tirar adelante su proyecto será difícil, pero malvivir por malvivir, vale la pena intentarlo. Mujer joven en paro. Le encantaría romper las estadísticas… y ser una menos en la lista.
Una historia sin remedio
Ante las crisis actuales, los líderes deberían reflexionar sobre la 'causalidad' de los fenómenos sociales
Manuel Milián Mestre
Dice la Biblia que el número de los necios es infinito. Habría que añadir que ahora mucho más que en los tiempos del Antiguo Testamento, donde las gentes quedaron impactadas por el diluvio universal, la destrucción de Nínive, o de Sodoma y Gomorra. Dios dijo al que imploraba «Buscadme un hombre justo», y el salvador de la ciudad no dio ni siquiera con uno. Hoy los poderosos son genuinos pendencieros, ambiciosos sin límite, globalizadores sin remedio, amasadores de fortunas ingentes, capitalistas de una barbarie sin fronteras... Los urbanitas de las metrópolis son víctimas de una supuesta ley para todos y de una codicia de cada cual medida en los límites del consumismo desaforado y del hedonismo desmadrado. El ciudadano, sometido a una deformada escala de valores, presa del relativismo moral y en manos de dirigentes sin principios, huérfano de liderazgos trascendentes, es un ciego en un túnel en el que se eclipsa la luz de la esperanza. ¿Sabe este ciudadano adónde le conducen sus gobernantes?
Si las causas se dan, no es legítimo negar las consecuencias. Las primeras axiológicamente arrastran a las segundas; de ahí la reflexión de Ortega y Gasset sobre la historia como «maestra de la vida». Raymond Queneau sostiene que «la historia es la ciencia de la desgracia de los hombres». Negarlo es una invitación al suicidio, opción que los jóvenes, más allá de los efluvios románticos, no pueden contemplar en virtud de su propia biología. Mas, cuando no se ofrece un horizonte claro e ilusionante, su ambición se encharca, y se pudre el medio en el que habitan hasta que sus energías fermentan y llegan procesos sociales descontrolados como respuesta, en algún caso predeterminados por estrategias revolucionarias. ¿No es ese el escenario del Magreb, Libia, Egipto, Túnez, Bahréin...? La determinante de una demografía explosiva y sin perspectivas de futuro sostenible es, sin duda, la causa de su desafiante reacción. Sociedades con el 70 % de población menor de 35 años y sin oferta de trabajo o profesión razonable no concuerdan con la sostenibilidad social, ni menos aún con una paz social sin justicia. A la postre, los de siempre aducirán motivos de seguridad por encima de las razones de libertad.
Este es un escenario que requiere un «juicio sintético a priori», tal como exigía Kant en el siglo XVIII. Todo es previsible, si las razones causales son estimadas en su dimensión objetiva. Que de Japón podía surgir un desafío del átomo como fuente de energía era perfectamente predecible, si se consideran los factores de riesgo en toda su potencialidad: zona sísmica extrema, tsunamis y terremotos de la máxima gradación como hipótesis, concentración atómica en zonas de riesgos máximos... Los profetas de antaño son los analistas de hoy. Otra cosa es soñar, no razonar, como en los años 60 se argumentaba desde campañas de Átomos para la paz. Me lo hizo comprender el viceministro de Exteriores de la URSS Petrowski, en 1990, en el Kremlin, al argüir que, por encima de complejos ideológicos, todos los europeos de ambos lados del telón de acero compartíamos una «casa común europea»-evidente a partir del accidente de Chernóbil- y una deriva nuclear del conflicto a partir de una guerra convencional: «Basta echar una bomba convencional sobre una central atómica. Las consecuencias -concluyó- son idénticas».
La apocalíptica crisis actual de Japón, el conflicto social y político de Oriente Medio, y la brutal realidad económico-financiera de Occidente, todo al mismo tiempo, deberían sugerir a nuestros líderes una severa reflexión acerca de la causalidad de los fenómenos sociales y el consecuencialismo de la ausencia de lógica en la consideración de los factores que enturbian nuestro tiempo. En definitiva, la historia como maestra de la vida. Habrá que escuchar, si no queremos inundarnos de estupidez colectiva.
lunes, 4 de abril de 2011
JEHOVA, YAHVÈ Y ALÁ, TRES NOMBRES PARA EL MISMO TIRANO
Juanmaromo
RETABLO DE LA MUJER ELEMENTO
que enciende el corazón con su mirada
que prende con su aliento mi deseo
e inflama mi pasión desenfrenada.
que explota entre mis brazos desbordada,
hirviente catarata que me arrastra
desnudo y entregado entre sus llamas
con ojos de tizones encendidos
que me clava su amor en las entrañas
y aunque me mata, me hace sentir vivo
a una mujer de luz y pura vida
que me penetra en el rincón más hondo
y se derrama en el amor vertida.
un espejismo, un sueño que me inspira
es intangible para mis sentidos
pero es en fin, el soplo que me anima.
ni verla aún, sentir como me mira
sin verme al fin, un sueño que respira
y reconforta mis noches y mis días.
el talismán que guarda junto al pecho,
ser el suspiro que escapa de su boca
si el desamor empaña sus espejos.
Que una vez se deshaga entre mis labios
goteando en lágrimas de hielo,
nunca fui tuyo ni nunca fuiste mía
aunque surcaras mi cuerpo con tus besos.
Mujer de agua, profunda, verde oscuro
sima mortal de negro remolino
que me envuelve y me absorbe hasta engullirme
sin que pueda vencer tu torbellino.
Mujer vital que inundas mi desierto
y alborotas mi alma con tu espuma
y te vas y te escapas y me dejas
a merced de los vientos y las dunas.
a veces hielo, o fuego, o magma ardiente
en ti no vivo y sin ti no sobrevivo,
mujer lunar, me arrastras y me envuelves
de la cumbre glacial al mar profundo
sin que pueda escapar de tu corriente.
¿CUANDO NOS CONVIRTIERON EN IDIOTAS?
Quizás, durante los últimos días, ustedes hayan visto a los políticos corriendo de un lado para otro por las calles de su ciudad. No, no es que la justicia por fin haya comenzado a investigar en serio, lo que ocurre es que el pasado 29 de marzo acababa el plazo para hacerse fotos inaugurando “cosas”.
Evidentemente, si los políticos fueran personas responsables, lo lógico hubiera sido que, durante toda su legislatura, hubiesen realizado inauguraciones en arreglo a un plan establecido. Pero como en realidad son un auténtico desastre -de ahí la necesidad de tener tantos asesores- aprovechan para hacerlo todo a última hora.
Por eso, en estos días próximos a campaña, han comenzado a hacerse fotos a diestro y siniestro, pues saben que al votante medio lo único que se le queda en la cabeza es lo recientemente ocurrido. Por ejemplo, sólo en Extremadura en los últimos 10 días se han realizado unas 100 inauguraciones. Extrapolen los datos a toda España.
De todas formas, si lo inaugurado en realidad funcionase, aún tendría un pase, pero cuando ni siquiera existe, a uno no le cabe duda de que no sólo nos tratan como idiotas, es que en realidad lo somos. Como esto no conoce de colores políticos, les pongo unos ejemplos que les confirmarán que vivimos en un país de pandereta.
En La Coruña, su alcalde se ha paseado por un centro cultural que no abrirá antes del próximo mes de junio; en Oviedo, en el último mes han presentado un mismo hospital hasta cuatro veces y no estará en funcionamiento antes de un año; en Gran Canaria se ha puesto una primera piedra ficticia para los ciudadanos del que será el Palacio Multiusos de Gran Canaria, cuya construcción está adjudicada pero impugnada; y en Zaragoza han montado un quirófano para la foto de inauguración y después lo han desmontado.
Pero si hay un lugar donde a los ciudadanos se les trata como verdaderos idiotas es en la Comunidad Valenciana. Un lugar donde se inaugura un aeropuerto sin aviones y sin los permisos de navegación; y donde el president de la Generalitat presentó en la Vall d’Uixó (Castellón) un hospital que sólo estaba en el papel. “¡Os prometí un hospital y aquí tenéis la maqueta!”, explicó. Sin palabras.
.
P.D.: La foto que encabeza el post podría ser la típica estampa de cualquier inauguración de ésas que salen como setas estos días: varios tipos entrajetados mirando como otro hace el ridículo colocando una primera piedra, y al fondo, la marabunta de políticos, prensa y amiguetes empresarios, esperando el vinito de honor.
Si en esta foto se estuviera colocando la primera piedra de una estatua que llevase el siguiente lema: “A ustedes, los idiotas que nos votan”. Ellos, los políticos, serían capaces de inaugurarla, y nosotros de aplaudirla. Seguro.
TERCERAOPINION.NET
viernes, 1 de abril de 2011
HACIENDO CAMINO
La vida es una lucha continua entre lo que somos y lo que queremos ser, una batalla perdida entre el quiero y el puedo. Durante la infancia soñamos nuestro futuro, levantamos castillos de naipes que el mañana nos derriba de un manotazo. Conforme avanzamos por la senda, nos vamos encontrando diversos desvíos, atajos y pasos cerrados sin señalizar, a veces tenemos que retroceder y desandar el camino, otras nos encontramos atrapados en un avispero de zarzas de la que nos es imposible salir, entonces hay que desenvainar y abrirte paso a machetazos aunque te dejes la piel a tiras, porque las hienas acechan con ojos encendidos.
A veces sufrimos espejismos, creemos que nos acercamos a un oasis, pero al hundir la cabeza en el agua, resulta que tan solo es arena, otras nos adentramos en un pantano y el cenagal intenta engullirnos para siempre.
Todos tenemos el camino marcado, algunos salimos bien pertrechados, con vivieres, provisiones y un buen equipo de navegación, otros apenas con una cantimplora y el instinto como única brújula. A veces coincidimos con otros peregrinos, unos nos hacen compañía y nos echan una mano en las dificultades, otros esperan que nos durmamos para robarnos hasta los sueños, pero de una u otra manera, nadie hace la senda por nosotros, podemos viajar durante años en buena compañía, pero tarde o temprano alguno de nosotros tomará el desvío de salida.
No sabemos lo que nos espera al llegar a la meta, por lo tanto se trata de hacer de el viaje un recorrido lo más grato y enriquecedor posible, disfrutar de los paisajes y de la compañía, y no dejarnos engañar por cantos de sirenas, el camino más corto no es el que te lleva más lejos y llegar el primero no significa llegar en el momento oportuno. Si al arrivar a nuestro destino, giramos la vista y las cunetas están cuajadas de flores es porque las ha regado nuestro sudor y nuestras lágrimas, los que vengan detrás se encontrarán un sendero más hermoso.
Juanmaromo
"Morían antes los egoístas que los altruistas"
Stéphane Hessel, participó en la Declaración Universal de los Derechos Humanos
Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet
Foto: Kim Manresa
Contra la indiferencia
Último superviviente de las personas que hicieron posible la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un marco sólido por el que luchar, este veterano de la resistencia, que sobrevivió a la tortura y la deportación en el campo de concentración de Buchenwald, ha dedicado su vida como embajador de Francia a combatir los totalitarismos y las injusticias políticas y sociales. Con ¡Indignaos!, superventas en Francia, llama a la insurrección pacífica, sobre todo de los jóvenes, a no claudicar ante la dictadura actual de los mercados financieros que amenazan la democracia, a no permitir tanta injusticia. “Coged el relevo, ¡indignaos!, porque la peor actitud es la indiferencia”.
Hablemos de la suerte.
Yo soy un suertudo. He estado confinado en campos de concentración de los que me escapé en dos ocasiones, fui condenado a muerte..., pero he sobrevivido.
Era usted Greco, el espía.
Debía reorganizar la red de radios clandestinas para preparar la llegada del ejército aliado a Francia. La Gestapo me detuvo en julio de 1944, lo que significaba el fin de mi vida.
Se salvó por los pelos...
La noche antes de mi ejecución, gracias a Eugen Kogon, que llevaba tres años en Buchenwald trabajando con el jefe del hospital y lo convenció de que podría paliar su pena si salvaba a tres oficiales aliados.
¿Y cómo lo hizo?
Cuando tres jóvenes franceses moribundos fueron enviados al crematorio, lo hicieron con nuestra identidad.
Qué duro.
El día que cumplí 24 años me convertí en otro. Es una historia trágica, sí. Es duro sobrevivir a un muerto.Medejó un gran sentimiento de responsabilidad: considero que una vida ganada tiene que ser una vida comprometida, y todo lo que hago lo hago porque sobreviví.
¿Cree en el destino?
Sí, creo que cada uno de nosotros tiene la posibilidad de hacer algo con su vida que sea significativo no sólo para sí mismo, sino también para los demás.
¿Qué ha entendido del ser humano?
En los campos de concentración las personas reaccionaban de dos maneras: estaban los que luchaban por su vida, los que se protegían y lo querían todo para ellos; y estaban los que ayudaban a los demás.
¿Y?
Morían antes los egoístas que los altruistas. Y este es un mensaje para todos nosotros: hacer algo por los demás nos hace bien; sólo mirar por uno mismo nos hace caer, pero pensamos que es al contrario. Sé que lo que digo parece muy ético y moral, pero para mí fue una experiencia vital.
Con 92 años se fue con su mujer a la franja de Gaza.
Sí, justo después de la operación Plomo Fundido. Tengo la suerte de tener un cuerpo que funciona. Sólo me falta un ojo. Si me tapo el bueno, no la veo, pero con los dos veo su sonrisa y vi la destrucción que el ejército israelí hizo en ese pequeño territorio con una brutalidad insoportable para mí.
¿Producto del miedo?
Se consideran un país pequeño, democrático y moderno, rodeado de gente que se puede volver loca y provocar atentados, así que eligen políticos estúpidos que creen que se puede vencer mediante la fuerza. Pero lo inteligente sería ayudar a los palestinos a tener un Estado y trabajar conjuntamente, porque siempre van a estar ahí.
¿Qué virtud le ha ayudado en la vida, la alegría, la inteligencia, la valentía...?
Mi madre; una mujer excepcional, muy libre. “Tienes que ser feliz para que los demás sean felices”, me repetía, y yo hago lo que puedo.
Es usted jovial, lo ha conseguido.
La gente que me conoce me considera un optimista empedernido, y yo siempre les digo: he vivido muchos problemas y siempre se fueron resolviendo. Hemos vencido al nazismo, al fascismo, al franquismo, al estalinismo, y vamos a vencer también al bushismo, ja, ja, ja.
¿Ese es su caballo de batalla?
Sabemos que si seguimos con una explotación loca de los recursos en 50 años ya no se podrá vivir aquí en la Tierra. Y que la inmensa distancia que existe entre ricos y pobres no para de aumentar.
¿Qué entendió del ejercicio de la diplomacia?
Es lo contrario a hablar sin decir nada. La auténtica diplomacia dice lo que piensa a su gobierno y al gobierno con el que trabaja.
¿Qué ha aprendido de la muerte?
Yo soy goloso de la muerte, pienso que cuando venga, pronto, la acogeré como una amiga. Acabar la vida es algo maravilloso, ya ha durado suficiente, y no sabemos nada de la muerte, pero le puedo citar a Shakespeare.
…
En La tempestad él dice: “Estamos hechos de la misma materia que los sueños y nuestra breve vida cierra su círculo con otro sueño”. Me desperté ya hace mucho y un día me dormiré, y me gusta dormir.
¿Qué ha descubierto sobre sí mismo?
Que lo desagradable que me ha ocurrido se puede superar e incluso olvidar. No guardo recuerdos de lo queme hirió, guardo recuerdos de lo que funcionó, de lo que me alegró. Considero que para los problemas más graves de nuestro mundo actual podemos encontrar respuestas positivas. Por supuesto, muchos de mis amigos me llaman iluso.
¿La mejor herramienta para vivir?
Confianza y valor. Necesitamos confiar, en primer lugar en nosotros mismos, y después en los demás; y hay que saber que sólo funciona si ponemos también valor. Las dos cosas que tenemos que evitar son la indiferencia y la desesperación: aquello que probé y no funcionó y no volveré a probar.
¿Cuál es su consejo para los jóvenes?
Tened confianza, sed valientes, tenéis muchas cosas que hacer y más medios de los que nosotros tuvimos cuando éramos jóvenes, herramientas como internet para trabajar juntos como acaban de hacerlo los egipcios. ¡Adelante!
jueves, 31 de marzo de 2011
Laura Gutman, terapeuta familiar
Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet
31/03/2011 - 00:43
Foto: Àlex García
Busque compadres
Me quedo sin espacio para la reveladora conversación sobre padres e hijos que nos regala Gutman. Si la piden, la retomaremos. Extraigo aquí su primer consejo: “¡Padres y madres: busquen compadres y comadres! La modernidad nos deja sin compadres, pero no se queden solos en casa con su hijo, el sofá y la tele. Estén ustedes con alguien que esté con ustedes mientras están con sus hijos. Quedarse solo con un pequeño metidos en un piso es agotador: no se entreguen a la Blackberry: encuéntrense con otros padres e hijos; no con compañías depredadoras que vengan a decirles que todo lo hacen mal, sino buenos amigos que quieran compartir con usted la maravillosa condición de padres”.
Cuando eres niño, tu familia te adjudica un papel y así te conviertes en el tonto o el listo; el vago o el empollón; la guapa o la simpática... de la familia.
Y lo sigues siendo toda tu vida. ¿Y si te toca ser el vago, el feo y el tonto de la familia?
Tienes un problema, pero no menor que el que deciden que sea el listo, el guapo y el emprendedor. Porque ni uno ni otro han elegido ese papel y, hasta que no descubra que representa un personaje que no es él, estará viviendo una vida que no es la suya.
¿Y descubrirlo es crecer?
Para crecer tienes que tomar conciencia de ese guión que tu familia escribió para ti: descubrir el papel que te asignaron y por qué.
Por ejemplo...
Tal vez la familia necesitaba un mochuelo que cargara con las culpas de todos, o un cerebrín que les compensara con sus éxitos de cierta marginación social... Y te tocó a ti serlo. Las razones por las que te asignan un papel son infinitas, pero lo importante es que las descubras. Sólo cuando lo hagas podrás empezar a ser tú mismo.
¿Y si sigo viviendo tan tranquilo?
Estarás condenado a repetir las pautas y los valores que te dio tu familia. Tal vez nunca entres en conflicto con ellos, porque es más cómodo representar el papel que te asignaron que vivir tu propia vida. Si tu familia era rica, conservadora y biempensante y tú jamás te planteaste dejar de serlo, serás un hijo obediente, pero... ¿serás tú?
¿Y si me hago monje zen?
De algún modo –al revelarte– sin saberlo estarás viviendo su guión, no el tuyo: lo estarás cumpliendo, aunque sea al revés.
No veo a tanta gente atormentada.
Hasta que un día entran en crisis. Y entonces todos queremos una solución rápida.
¿La hay?
Si llevas 20, 30, 40, 50, 60 años viviendo una vida que no es la tuya, no esperes descubrirlo y reconstruirte en diez minutos. Tienes que comprenderte a ti mismo.
¿Cómo?
Los caminos son muchos y cada uno elige el suyo: psicoanálisis, constelaciones familiares, meditación o simplemente aprender a autoanalizarse... Cualquier método de introspección puede ayudarnos a descubrir y después reescribir el guión de nuestras vidas.
Me alegro de que no venda una receta.
Ni siquiera creo descubrir nada. Lo que yo digo es tan antiguo como la humanidad, pero por eso mismo se ha vuelto tan actual olvidarlo: conócete a ti mismo.
¿Por qué lo olvidamos tan fácilmente?
Porque así eludimos responsabilidad: es más cómodo pensar que la causa de nuestros problemas siempre es externa. Lo que te pasa siempre es culpa del trabajo, de tu pareja, de tus padres, de tus hijos... cuando, si tienes cuarenta años, lo cierto es que llevas cuarenta años montando ese problema que te estalla ahora. Tu vida es un puzle que has construido contigo atrapado dentro. Tienes que entender cómo lo armaste para aprender a salir de él.
De nuevo: ¿cómo?
La mayoría de nosotros no tenemos una mirada global sobre nuestra propia construcción psíquica. Vemos nuestra vida como una obra de veinte actores en que cada uno repite como un loro su guión sin escuchar a los demás. Para empezar, debes dejar deempeñarte en tener siempre la razón y empezar a preocuparte por tener la verdad.
¿Qué me sugiere?
Bájate del escenario de la vida para ver qué papel haces en ella y lo que se organiza a su alrededor. Y para bajarte, encuentra a alguien que te diga lo que no quieres oír. ¡Eso es muy fácil! No me refiero a tus enemigos, sino a un amigo que te diga la verdad, porque el enemigo te dirá cosas que no te gustan pero que no siempre son ciertas; el amigo te dirá cosas ciertas, aunque no siempre te gusten.
¿Por dónde empezamos?
Pon en perspectiva: admite que ni tú ni tus problemas son tan importantes.
¿Por qué no empieza usted misma?
Yo me quedé embarazada y fui madre sin quererlo, sin que mi identidad fuera la maternidad. De repente, me di cuenta de que tenía un niño que requería toda mi persona y no sólo el trocito de madre que le quedaba a él después de haberme realizado en todo lo demás: profesional, mujer atractiva, intelectual, mujer con vida social...
¿Y cómo lo solucionó?
No hay soluciones, sólo hay verdades y mentiras. La verdad es que mi hijo había nacido para ser el centro de mi vida, pero él percibía que no lo era y llamaba la atención sobre eso portándose mal.
¿Eso acaba en trauma de por vida?
No sólo de por vida, también de generación en generación: si usted no aprende a amar del amor de sus padres, ¿dónde va a aprender cómo dárselo a sus hijos? ¿Cómo cortar ese encadenamiento de desamparos?
¿...?
De nuevo, con conciencia. Tienes que descubrir que lo que viviste de niño es diferente de lo que crees que viviste o te han hecho creer que viviste...
¡Y volvemos al principio!
Porque nuestros recuerdos son los que nos han dado y no lo que en verdad sucedió. Pero eso no es sólo un drama, también es una oportunidad. Es un trabajo emocionante el que tenemos por delante hasta descubrirlos y así descubrirnos.
miércoles, 30 de marzo de 2011
La electropolución en España, poco controlada y en aumento
Nos alarmamos cuando oímos hablar de fugas de radiación nuclear, pero restamos importancia a otro tipo de contaminación que diariamente nos envuelve: las ondas electromagnéticas no ionizantes, es decir, las producidas en general por aparatos eléctricos. La electropolución – término que se utiliza para hablar de contaminación electromagnética- se relaciona con problemas de salud como jaqueca, fatiga crónica, alergias, lipoatrofia e, incluso, cáncer. Diversos expertos alertan de que los niveles de exposición en España son demasiado altos, si bien no existe una homogeneización de los valores admisibles y éstos están sujetos a los escasos estudios científicos que se han hecho hasta el momento.
El real decreto 1066/201 establece restricciones básicas de la densidad de potencia en campos electromagnéticos de hasta 300 GHz. La Unión Europea (UE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) también han puesto limitaciones. “Las medidas adoptadas por estos organismos eran aceptables hace 40 años, pero no en la actualidad debido a la saturación del campo electromagnético español”, explica Joan Carles López Sancho, especialista en Geobiología y Radiaciones en el Hábitat. “En España el límite para transformadores, líneas de alta tensión y torres eléctricas se sitúa en 100 MT, un nivel de exposición muy perjudicial para la salud, según organismos como el Instituto Alemán de la Bioconstrucción”.
Por su parte, las autoridades sostienen que los niveles de radiación electromagnética se mantienen dentro de los límites permitidos por la ley, aunque sólo exista un control para las radiaciones producidas por las estaciones de telefonía móvil. Catalunya dispone de un sistema monitorizado de 224 sondas distribuidas por el territorio que miden de manera continua los campos electromagnéticos de Radiofrecuencia (SMRF) que generan estas bases. Los niveles de emisión y las distancias de protección se regulan en el decreto 148/2001 (ver documento adjunto). No obstante, la administración catalana no ha encargado ningún estudio específico sobre electropolución. “Si se demostraran los efectos perjudiciales que podrían tener los campos electromagnéticos sobre la salud a largo plazo”, comenta la directora general de Calidad Ambiental de la Generalitat de Catalunya, Assumpta Farran, “probablemente éste sería uno de los problemas más graves de salud pública al que nos tendríamos que enfrentar ya que las ondas electromagnéticas están por todos los sitios”.
Los posibles efectos en la salud de la electropolución
Existen estudios que han intentado esclarecer los efectos que pueden tener sobre la salud humana ciertos tipos de ondas electromagnéticas no ionizantes. Elisabeth Cardis, directora del programa de radiaciones del Centre de Recerca en Epidemiologia Ambiental (CREAL), llevó a cabo una investigación con más de 5.000 adultos con el fin de confirmar o descartar si el uso del teléfono móvil influye en la aparición de tumores cerebrales. “No pudimos demostrar de manera clara si existe o no una relación entre la exposición a radiofrecuencia y la aparición de cáncer, aunque pudimos comprobar que el riesgo de mioma aumenta en el lado de la cabeza donde apoyamos el teléfono”. Los pacientes en los que se había basado el estudio eran personas mayores que habían usado el móvil durante un máximo de media hora al día. Una exposición bastante inferior a la que se someten actualmente muchos ciudadanos. Por este motivo, CREAL ha decidido poner en marcha otro estudio que investiga las causas de la aparición de tumores cerebrales en edades comprendidas entre los 10 y los 24 años.
En las últimas dos décadas ha aumentado la detección de miomas en el cerebro en adultos, un fenómeno que también se atribuye a la mejora de los diagnósticos. En este sentido la doctora Cardis señala: “Si existe un riesgo a nivel individual debe ser bastante pequeño porque, si no, ya hubiéramos visto sus efectos”. Y concluye: “Al haber tanta gente expuesta a este tipo de radiación, en el futuro podrían aparecer muchas enfermedades derivadas de este riesgo”.
La dificultad de evitar la electropolución
La telefonía móvil no es la única fuente de contaminación electromagnética. Estas radiaciones no se pueden ver, pero sí escuchar, como podemos apreciar en el vídeo y en esta página web. Vivimos rodeados de estas ondas: la instalación eléctrica, la radio, la televisión, los aparatos eléctricos y electrónicos, la telefonía móvil, hasta llegar a la luz en todos sus espectros.Sin ir más lejos, dando un paseo se reciben radiaciones procedentes de distintas fuentes electromagnéticas: líneas de alta tensión, contadores de electricidad y antenas de telefonía móvil encabezan la lista. “En la calle el medidor de electropolución puede registrar radiaciones altísimas, superiores a los límites establecidos”, comenta Joan Carles López.
Además, la contaminación electromagnética puede estar también dentro de casa. Cada día somos más dependientes de la comodidad que nos proporcionan los aparatos eléctricos. Microondas, radiodespertador, Wireless, ordenadores, teléfonos móviles e inalámbricos, aire acondicionado, entre otros, son fuentes de radiaciones electromagnéticas de alta y baja frecuencia. López Sancho recomienda reducir mediante algunas técnicas y medidas de protección la exposición a las emisiones de estos aparatos. Por ejemplo, evitar situar la torre del ordenador y el sistema de alimentación ininterrumpida (SAI) debajo de las piernas, no usar el móvil como despertador y separarse del microondas dos metros y medio cuando esté en funcionamiento”. Pero sobre todo Joan Carles López recomienda utilizar el dormitorio sólo para dormir. “Y es que hay habitaciones que parecen salas de estar donde no falta ni la consola”.
martes, 29 de marzo de 2011
SOÑANDO DESPIERTO
Esta madrugada me he despertado con el corazón en un puño, ha sido una noche de pesadillas y de negros presagios, inquieta como la espera en “la milla verde”. Pero de pronto, el suave murmullo de una voz tranquila y amorosa me ha devuelto a la vida. Soñabas en voz alta y tus susurros sanaban mis heridas como gotas del grial.
Mis manos se han trenzado entre tus cabellos suaves y perfumados y he besado tus ojos como quien besa el cielo, me he enroscado entre tus muslos, suavemente para no despertarte y he sentido como nuestros corazones latían al unísono como si fueran uno.
Mis manos se han deslizado bajo tu leve camisa y han celado los racimos jugosos de tus pechos, pero no he querido romper el hechizo, me he quedado enredado entre tus brazos, bebiendo el perfume de tu aliento mientras la paz me acogía también en su regazo …
JUANMAROMO
EMAN Y EL CORMORÁN
Emma Riverola
Durante la Guerra del Golfo, la agonía de un cormorán cubierto de petróleo fue convertido en el símbolo de las maldades de Sadam Husein. Con el tiempo se descubrió que la imagen había sido un montaje. Las imágenes de las verdaderas víctimas, los civiles, se nos ocultaban para evitarnos problemas de conciencia.
Las webs contrarias a la intervención occidental no tardaron en denunciar el supuesto montaje de la escena. Aducen que a la mujer no se le aprecia ningún rastro de la agresión y se preguntan cómo pudo sortear los controles del hotel. La duda nos duele. Necesitamos creer el desgarrador y valiente testimonio de Obeidy. Pero la sombra de la manipulación siempre acecha. Pegajosa y letal, como el crudo del cormorán. Al fin, solo nos queda aceptar una verdad: de tanto que sabemos, no sabemos nada.
PARO, EMERGENCIA DE SALUD PÚBLICA
El desempleo puede multiplicar por siete el riesgo de contraer enfermedades mentales
Joan Benach
La última gran crisis del capitalismo, generada y aprovechada por banqueros, grandes empresarios y gobiernos conservadores, ha aumentado la desigualdad, la pobreza y el desempleo en el mundo, una gran parte de cuya población está desprotegida. De los más de 205 millones de parados, solo el 13% tiene protección social, y solo una de cada cinco personas accede a una pensión y a la protección de la salud. En España, unos pocos años de profunda crisis han empeorado dramática y desigualmente el desempleo, el más alto de los países ricos. Las cifras lo dicen casi todo: España ha generado uno de cada 20 nuevos parados en el mundo. Desde el 2007 se ha pasado de 1,7 a 4,7 millones de parados (del 8% a más del 20% de la población activa) afectando más a los jóvenes (43%), inmigrantes (más del 30%) y clases sociales pobres con menos educación (43% en analfabetos y 30% con educación primaria frente al 11,7% y al 2% en quienes tienen educación superior o doctorados). En 1,3 millones de hogares nadie tiene trabajo, hay un millón de parados de larga duración (más de dos años), y 1,5 millones de parados sin ingresos.
Aunque mucho menos visible que un terremoto o una inundación de grandes proporciones, el brutal impacto del paro sobre la vida y la salud de la población comporta una situación que cabe calificar como de emergencia nacional. El paro produce una incontable cascada de efectos que incide sobre muchos aspectos cotidianos. La inseguridad de parados y trabajadores incrementa la desesperanza y el miedo, la xenofobia y la violencia. La amenaza de quedar sin trabajo se convierte en un mecanismo disciplinario y de presión sobre la clase trabajadora, que aumenta a medida que crece el desempleo. El paro paraliza carreras profesionales, reduce la autoestima, genera estrés psicológico y numerosos riesgos que dañan la salud. Aumenta la probabilidad de enfermar, tener problemas de ansiedad o depresión (tres veces más que en quienes trabajan), engancharse a drogas como el alcohol o tabaco, morir prematuramente o suicidarse.
Los problemas empeoran en las familias obreras, los pobres y las madres solas con hijos. En los parados sin subsidio, por ejemplo, los problemas de salud mental se multiplican por tres si son profesionales y por siete si son obreros, riesgos que se reducen mucho cuando hay ayudas. Tras cada dato, se esconde una invisible retahíla de historias vitales llenas de desesperación, lucha y dolor: «Estoy sin trabajo y pago un préstamo hipotecario, si dejo de cobrar me quitarán el piso, no quiero ni pensarlo»; «soy una madre de 35 años desesperada, en poco tiempo me veo en la calle y sin nada, tengo una hija de 13 años a la que no puedo ofrecer nada»; «en casa vivimos ocho personas, con tres niños, solo una trabaja y no entran ingresos, estoy dispuesto a robar si es necesario para sacar adelante a mi familia»; «voy a cometer alguna locura si esto no se arregla»…
Los efectos del desempleo sobre la sociedad y la salud pública son la punta del iceberg de otras condiciones de empleo. Junto a los desempleados oficiales hay parados encubiertos (quienes dejan de buscar trabajo), subempleados (quienes quieren trabajar más horas o buscan un trabajo más regular), múltiples formas de autoempleo marginal y empleo informal (actividades laborales remuneradas sin cotizar a la Seguridad Social de las que se benefician empresarios sin escrúpulos) y la precariedad laboral (asalariados inseguros con salarios bajos, alta vulnerabilidad, escasa protección y derechos e incapacidad de ejercerlos). A diferencia del paro, los indicadores de esos empleos son mucho menos precisos o no existen. Por ejemplo, la elevada cifra de contratos temporales (25%) no refleja la situación real de precariedad laboral que se distribuye desigualmente (90% en mujeres obreras inmigrantes jóvenes, por 20% en hombres profesionales españoles mayores de 30 años). La precariedad, o trabajar intermitentemente con periodos de paro y precariedad, daña la salud: a peor situación laboral, peor salud.
Las políticas neoliberales que flexibilizan una supuesta rigidez laboral, recortan servicios públicos y debilitan la negociación colectiva y la protección social crean inseguridad en los trabajadores forzándoles a ser sumisos y aceptar la explotación. Un Estado del bienestar merecedor de ese nombre debe tener políticas de protección social que permitan vivir dignamente y con buena salud. El devastador impacto del desempleo y la precariedad requieren realizar con urgencia políticas fiscales progresivas y redistributivas que permitan mejorar la protección social. Instaurar una renta básica universal no condicionada, por ejemplo, reduciría la pobreza (nueve millones de pobres; 650.000 de ellos con menos de 250 euros al mes), desmercantilizaría las relaciones laborales y aumentaría el poder de negociación de unos trabajadores que no tendrían que aceptar empleos degradantes, injustos y peligrosos. Sin políticas como esas, millones de personas seguirán pagando los efectos de la crisis con su salud y con su vida.
TUS AMIGOS DE BANKIA
Si hoy en día usted ve un anuncio de un desodorante que puede convertirle en machoman al instante, o de un tipo entrajetado que, mientras anuncia una colonia, nos dice que no nos dejemos llevar por lo establecido, quizás pueda darle la impresión de que se están burlando de nosotros. Pero bueno, al fin y al cabo, usted puede decidir comprarlo o no.
El problema viene cuando este tipo de anuncios -los que se ríen en la cara de uno- llega de aquellos que nos han llevado a la ruina. Ésa es la sensación que tuve cuando me topé con el nuevo anuncio de la “nueva banca“, ésa que, después de arruinarnos, vuelve a querer nuestro dinero. Y es que el otro día vi un anuncio de Bankia.
El anuncio comienza con una música relajante y unas cuantas personas que, una tras otra, aparecen en pantalla el tiempo suficiente para decirnos qué significa mejorar: “Mejorar es un gesto, mejorar es un número, mejorar es llegar antes, mejorar es estar más cerca…”, dicen.
Yo he tenido la desgracia de interactuar con una de las cajas que forman esta “nueva banca” y les voy a decir qué es para ellos mejorar: mejorar es obligarle a pagar cualquier recibo antes de las 10:00, si llega más tarde no le atienden; mejorar es decirle a una persona mayor que si el importe a sacar es menor de 300 euros se tiene que ir al cajero automático, y no atenderle; mejorar es cobrarle una comisión por transferir dinero a otra cuenta de su propia caja…
Mejorar es cobrarle una comisión cada vez que su cartilla tiene menos de x euros, de esta forma es posible -esto lo he visto con mis propios ojos- que a base de comisiones usted se quede sin el poco dinero que tenía en la cuenta. Mejorar es crujirle a comisiones por sacar de un cajero su propio dinero, simplemente porque no es el cajero que corresponde.
Pero, sobre todo, mejorar es cargarle “por error” -de vez en cuando- una comisión por mantenimiento de unos pocos euros, lo suficiente para que usted no se moleste en coger el coche, buscar aparcamiento, e ir hasta la entidad bancaria a protestar. Multiplique esos euros por miles y miles de clientes…
Pero bueno, eso era la antigua banca, ahora todo será mucho mejor, ya verán.
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P.D.: Los tipos que ustedes ven en la foto no sólo están felices, sino que se están partiendo de risa. Están así de contentos porque se han dado cuenta de que, hagan lo que hagan, arruinen a quien arruinen, ellos siempre recibirán una buena ayuda del estado para repartírsela en sueldos.
Como ven, cuando en Bankia hablan de mejorar no mienten, el problema es que se refieren sólo a ellos.
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