miércoles, 13 de enero de 2021

LA FALACIA DE LA RECONQUISTA

 



Acaba de finalizar la serie Isabel de Diagonal tv, y durante su visionado he podido meditar sobre la gran falacia de la reconquista. La historia que nos enseñaban en el bachillerato era un compendio de historietas, batallas y hechos heroicos que poco tenían que ver con la realidad histórica y que en el fondo, no eran más que propaganda de la España nazionalcatolicista.

La llamada Batalla de Guadalete fue una escaramuza entre los partidarios de Witiza, reclutados en el norte de África y las fuerzas de Roderico, el último rey Visigodo que desapareció durante el combate y dejó el campo abierto a las posteriores invasiones berberiscas. Unos siete mil hombres, que como máximo llegan a ser treinta mil, cruzan la península sin resistencia contando con la simpatía de los hispano romanos que siempre consideraron a los godos como invasores y herejes (eran de religión arriana); llegan a la cordillera cantábrica y atraviesan los Pirineos, pero allí se encuentran con el ejercito de Carlos Martel que en pocos años los empuja hasta el Ebro creando la marca hispánica, origen de los condados catalanes. Eran en su inmensa mayoría hombres, guerreros que se mezclaron con las mujeres hispanorromanas nativas y que crearon una etnia que nada tenia que ver con la imagen de "moros" que nos presenta la historia oficial. La mal llamada batalla de Covadonga, fue una reyerta entre Pelayo, rey de una de las tribus cántabras y las tropas de Menuza, originada por un desavenencia en el pago de tributos exagerada y falseada por los historiadores cristianos para mayor honor y gloria de la causa..
La desintegración de Al Andalus, se debió, como siempre, a su podredumbre interna, la invasión de Almorávides y Almohades y la división en reinos de Taifas hizo que los pequeños focos de resistencia cristiana fueran formando conglomerados en Asturias, Galicia y León que acabarían absorbidos por el condado de Castilla dejando la zona cristiana dividida en cuatro reinos, Castilla, Aragón, Portugal y Navarra que guerreaban mas entre ellos que contra los reinos musulmanes. Un ejemplo preclaro, lo tenemos en Rodrigo Diaz "El Cid", un mercenario convertido en mito, que igual luchó a favor del rey moro de Zaragoza contra Ramón Berenguer, que después se alió con este para la conquista de Valencia.
Desde la toma de Sevilla por Fernando III pasaron dos siglos de paz y escaramuzas entre unos y otros y que acabaron con la entrega de Granada debido a la mesiánica obsesión de Isabel por unificar Hispania bajo su cetro y acabar con la diversidad racial, religiosa y política que la caracterizaba hasta entonces,
La reconquista tal y como nos la han vendido es una falacia, fue un guerra civil que duró ocho siglos y que en algunos aspectos, todavía no ha terminado.

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