miércoles, 22 de agosto de 2018

LA FIBROMIALGIA Y EL SEXO



He leído en determinados foros a mujeres desesperándose ante la imposibilidad de tener una relaciones sexuales satisfactorias sufriendo esta enfermedad. El agotamiento, los dolores, la pérdida de movilidad y sobre todo la incomprensión del hombre, han hecho que la lívido desaparezca con el consiguiente riesgo de rotura de la pareja.
Nada más lejos de la verdad, es cierto que podemos despedirnos de practicar alguna de las posturas del Kamasutra , pero nuestra actividad sexual puedes seguir siendo altamente satisfactoria, no debemos olvidar que el orgasmo es un revulsivo hormonal y corporal, capaz de deshacer nudos musculares, tensiones y sobre todo de relajar el sistema nervioso y emocional de una manera más efectiva que cualquier medicación.
Lo primero que debemos considerar, es que el tiempo de preparación de la mujer será más largo, en estas condiciones, el cariño, las palabras tiernas y los mimos, son imprescindibles para encender las primeras llamas del deseo, el reloj debe pararse y pensar que vamos a tener unas horas de exquisita intimidad para gozar de caricias sin fin y saborear de un amor cocinado a fuego lento.
La mujer debe buscar la posición en la que se encuentre más cómoda, procurar que la habitación esté caldeada y entregarse en cuerpo y alma al placer. El hombre por su parte deberá actuar con un tacto exquisito, dedicar especial atención a los besos y a las caricias, mimar con delicadeza los senos, el vientre y los muslos de su pareja hasta provocar las primeras reacciones lúbricas, poco a poco notaremos, como la temperatura de la piel sube, los pezones se encrespan, y la dermis adquiere una coloración rojiza.
Es el momento de excitar la corola, primero con los dedos ligeramente humedecidos, luego con la lengua y los labios, hasta conseguir llevarla a un alto nivel de excitación.
Mientras sigues acariciando su punto dulce, beso con delicadez los pezones, estando al tanto del ritmo de su respiración y de sus jadeos, deja que acaricia tu báculo, pero resérvate para el momento culminante. Cuando sientas que está a punto de llegar al clímax, tienes dos opciones, o sigues acariciándola hasta el estallido final, y tras unos minutos de caricias para que se relaje, la abrazas íntimamente hasta que ya no puedas contenerte, con lo cual puede que consiga otro orgasmo, o por el contrario, con mucho cuidado para no romper el climax, la abrazas y la llenas con tu amor, bombeando muy lentamente y con cuidado de no forzar su espalda, hasta que alcance el orgasmo, luego puedes verter tu regalo en su seno, y entregarle tu mensaje de amor en un lazo cósmico.
Sigue acariciándola y musitándole palabras dulces, abrázala y dale tu cariño, muéstrale que tu amor es superior a tu deseo, y que para ti, ella es lo más importante del mundo.
Esto no pretende ser un manual, solamente una guía sobre lo que creo debe ser una relación sexual satisfactoria y deseada y que le ayudará mucho más que ansiolíticos y antiinflamatorios, sin lugar a dudas, las endorfinas son la mejor terapia contra el dolor y la depresión.
Ahora solo tenemos que llevarlo a la práctica.

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