martes, 12 de febrero de 2008

NIGHTS IN WHITE SATIN


Siempre he sido un hombre afortunado, con una mujer dulce y tierna, y un corazón cargadito de amor, pero estos últimos meses sencillamente estoy en el cielo, mi hembra me esta haciendo vivir con una intensidad vertiginosa.
Cada noche se cubre con un manto de estrellas que caen en mis labios y en todo mi cuerpo en forma de besos y caricias. Siempre ha sido una mujer hermosa, pero ahora florece con la frescura de una rosa temprana, en sus ojos resplandece el amor, su cuerpo se abre a mis labios y a mis manos como una flor salvaje del amazonas. Sus senos se llenan de amor al roce de mis labios, y toda ella se enrosca en mi cuerpo y en mi alma como una boa que acaba devorándome en un orgasmo cósmico que se prolonga durante horas, ya solo pienso en ella, en su amor en sus besos en su abrazo mortalmente bello... 
Aquí estoy contando las horas que faltan para caer entre sus lazos y ser engullido por el remolino de sus besos, morir de amor para nacer de nuevo, limpio, renovado y feliz como un niño recién nacido.

No hay comentarios: