PECHONALIDAD
Cuál es la mejor idea que ha tenido el ser humano?
El Estado de derecho y la igualdad de todos bajo la ley. Que prime el criterio del mérito personal sobre el del nacimiento es un gran invento, el invento del individuo.
¿Qué ideas le han abierto la mente?
Siempre recuerdo la impresión que me causó durante el bachillerato saber que el sistema solar y el propio Sol acabarían un día.
La finitud.
Y luego están los griegos, y una idea que está en todos, desde las tragedias hasta Platón y Aristóteles: el hombre es más fuerte que el destino. Estamos destinados a la mortalidad y aun así obramos como si fuéramos a vivir siempre, como si pudiéramos transmitir a los demás parte de nosotros mismos.
¿Y qué idea le ha abierto el corazón?
La empatía, tiendo a creer en la buena voluntad de los demás. Nietzsche definía la maldad de una manera que también me impresionó: "¿A quién llamamos malvado?", se preguntaba. "A quien procura siempre la vergüenza ajena", respondía. He procurado alejarme de ese tipo de personas.
¿Dónde ha visto mejor reflejada la empatía a lo largo de la historia?
De nuevo los griegos. Ya Homero en La Ilíada se pone en el lugar del vencido. Esa capacidad de distanciarse de uno mismo, de cierta autocrítica, no sólo es una actitud fundamental para relacionarse con los demás: lo es también en la ciencia, que no existiría si no fuéramos capaces de verlo todo con otra mirada distinta de lo que nos han enseñado, de los prejuicios.
¿Qué admira en los otros?
La inteligencia entendida como capacidad de comprensión unida a cierta bondad, la compasión en el sentido profundo del término, de ponerte en la piel del otro.
¿Lo practican los historiadores?
¿Por qué lo dice?
Porque se suele atribuir lo malo de hoy a errores pasados.
Confundimos la casualidad con la causalidad, y eso nos lleva a creer que lo sucedido era inevitable, y no lo era. La realidad y la historia es siempre abierta; es un consuelo.
A nivel personal, mucho...
Por supuesto, puedes construirte e intentar que tu vida sea en la medida de lo posible una obra de arte.
¿Sufrimos de pesimismo histórico?
Sí, en España solemos pensar que ocurrirá lo peor. Y si tiendes a pensar que todo va a salir mal, ocurre lo que en las ciencias sociales llaman "la profecía autocumplida".
¿Cuál de todos los tópicos españoles le llama más la atención?
Lo de las dos Españas, que se deriva de la falta de historia comparada con los demás países. Hay dos Españas, y tres y cinco, como hay seis Francias. Proyectar sobre el pasado los valores del presente, el presentismo, nos lleva a afirmar que este país no tiene arreglo. Hay quien piensa que la historia no es lineal, sino en ovillo o en espiral.
Pero no dejamos de repetirnos.
Cierto, pero al mismo tiempo hacemos saltos de vez en cuando. El duque de Mauri decía que ni en ovillo ni en espiral, en zigzag como los borrachos.
¿Qué nos enseña nuestra historia?
Qué España no es diferente, y que la historia no se puede contemplar en términos de pesimismo u optimismo, éxito o fracaso. Nunca hay ganancias absolutas, avanzamos por un lado, y eso crea una serie de problemas y retos.
¿El humano evoluciona o seguimos siendo el mismo mono peludo?
Creo que evoluciona moralmente, pero eso no quiere decir que se acabe con la barbarie. Ahí están los gulag, los Guantánamo y las miserias, pero por primera vez somos capaces de condenarlo, de tener conciencia del valor de la vida humana, pero es un criterio frágil que hay que ir manteniendo.
Para que no se repitan los totalitarismos denostamos las ideologías.
Se confunde idea e ideología. Los salvadores de patrias son siempre muy peligrosos porque creen que tienen la verdad. Mucha de la sentimentalidad religiosa que lleva a la gente a creer contra toda racionalidad se ha traspasado a veces a la política, que llega a sistemas totalitarios cuando intenta penetrar en el interior de las conciencias.
Papá Estado.
Las ideologías como visiones del mundo hay que desecharlas, pero no las convicciones y las ideas, aunque siempre hay que contrastarlas con los demás.
Con el poder hay que ser crítico.
Exacto, y no hay que temer al conflicto si se cuenta con las instituciones necesarias para resolverlo con cierto consenso. La paz de los cementerios, donde nadie disiente ni se levanta, es la paz de las dictaduras.
¿Qué ideas la han acompañado?
Suelo apuntar frases, la primera que recuerdo la dice un personaje de Truffaut: "Hay que fortalecerse, que no endurecerse, porque la vida es dura pero hermosa". Otra es de una novela policiaca: la chica le dice al detective: "¿Cómo siendo tan duro puedes ser tan tierno?". Y él responde: "Si no fuera duro, no habría sobrevivido; si no fuera tierno, no habría merecido la pena sobrevivir".
¿Qué ayuda a una civilización a superar sus problemas?
Saber reírnos de nosotros mismos en la vida personal y la colectiva debería ser casi obligatorio.
Cuando nacemos, a todos se nos entrega una vela encendida, es la llama de la vida. A veces esa llama se extingue nada más prendida, otras crepita durante un tiempo, e inesperadamente se apaga. En ocasiones se nos cae de las manos por una imprudencia, o puede que alguien nos la quiebre por accidente, otras se va consumiendo a través de los años iluminando a los que nos rodean hasta languidecer tras haber agotado toda su cera.
La vela de Fran era joven y fuerte y lucía una intensa y luminosa flama, pero hace un año empezó a chispear. Durante meses, se intentó desesperadamente mantenerla viva. Según parece, su mecha estaba rota y no podía seguir luciendo, alguien a quien Dios proteja para siempre, le dejo parte de la suya, y renació las esperanza, pero no conseguimos empalmar los cabos y la vela dejó de arder.
Fran, hijo mío, sé que aunque tu cirio se haya apagado, ahora brillas por ti mismo, que desde tu nueva casa, más hermosa aún que aquella que no estrenaste, nos proteges y nos consuelas. A pesar de tu mecha todavía humeante tú amor nos acompañará para siempre.
Gracias por habernos dado lo mejor de ti mismo y por haberte adelantado para abrirnos camino entre las tinieblas. Tarde a temprano nos reuniremos todos a ese lado de la puerta, donde no hacen falta ya velas, porque la luz es apacible y eterna.
JUANMAROMO
Yo tenía siete personas en mi laboratorio, así que debía buscarme la vida: descubrir cosas, darles trabajo. Era mucha presión, y entonces ya sabíamos que el futuro era el conocimiento y manipulación del ADN.
Eso resultó ser muy cierto.
Pero las técnicas para descubrir los defectos en las secuencias que explicaban enfermedades eran muy lentas. Yo sabía que podían mejorarse, y eso me obsesionaba.
¿Y cómo se le ocurrió la solución?
Las buenas ideas llegan cuando tratas de cerrarles el paso, porque estás concentrado en lo que crees la solución cuando en realidad es la distracción. Al final, cuando te relajas, ese pensamiento intruso se puede colar y entonces descubres que era la solución.
¿Y cuándo se le coló esa buena idea que en realidad era la solución?
Cuando dejé de obsesionarme: en vacaciones. Conducía hacia mi cabaña de las montañas y me relajé, y de repente dejé que la tontería - a partir de considerar que las dos tiras del ADN estuvieran correlacionadas-se transformara en lo serio.
¿Qué pasó?
Se me ocurrió la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Así ocurren las ideas: el foco de tu conciencia es muy estrecho, pero siempre tienes la inquietante sensación de que te dejas cosas fuera de foco...
Y gracias al PCR la genética despegó.
Por ello me dieron el Nobel; pero, desde entonces, en estos doce años, mi propia disciplina ha cambiado de arriba abajo.
¿Cómo?
Como casi siempre en ciencia, un avance nos ha llevado a un problema mayor y lo que creíamos material inservible - junk (basura)-en el proceso resulta que en realidad es valiosísima información que determina dónde y cuándo se forma una célula.
El rompecabezas de la vida.
Complejísimo. Y yo ahora trabajo en otro: enfermedades infecciosas que no podemos controlar con antibióticos, como la gripe.
¿En qué línea?
Creo que podemos redirigir nuestras reacciones inmunológicas de manera que sean capaces de modificar la especificidad de un anticuerpo para una enfermedad concreta y lograr que también sea efectivo contra otra.
Su concepción del sida ha sido muy contestada desde el establishment médico.
Me temo que no podría resumirse aquí en un párrafo. También es cierto que quien bucee en la literatura científica sobre el sida de los últimos veinte años verá que es desinformativa, pero eso es todo lo que tenemos.
¿Y qué piensa usted?
He publicado mi hipótesis en Genética:creo que el problema no es un tipo de retrovirus especifico, sino los retrovirus en general. Allí describo un mecanismo para explicar el desarrollo de la enfermedad con el que hago predicciones. Estas predicciones pueden ser experimentadas en roedores y, por lo tanto, confirmadas o falsacionadas.
¿Por qué causa tanto revuelo?
Porque es una hipótesis que puede o no ser cierta y por eso mismo es una hipótesis científica útil. En contraste, yo diría que el establishment médico ha expresado su posición sobre las causas del sida y que esa posición podría resumirse con la frase del doctor Anthony Fauci, responsable de enfermedades infecciosas de EE. UU: "¡Es el virus, estúpido!". En cambio, no se ha realizado nunca un experimento que testara la hipótesis oficial del virus VIH.
Pues se diría que era incontestable.
El hecho hoy por hoy es que las terapias con antirretrovirales pueden prolongar la vida de algunos infectados, pero eso no demuestra más que los otros casos en los que esos mismos medicamentos no son efectivos.
¿Entonces...?
Hay algo en el sida que no comprendemos y los científicos deberían tenerlo en cuenta.
También usted es escéptico, contra todos, al describir el calentamiento global.
Cualquiera que tuviera interés profesional en la climatología debería admitir que el objeto de estudio es anterior al hombre. El clima ha variado radicalmente en los últimos cuarenta millones de años.
¿Y...?
En el eoceno, por ejemplo, el nivel de carbón dióxido era varias veces mayor que en la actualidad y, sin embargo, la temperatura era perfectamente compatible con la existencia de vida en la Tierra de polo a polo.
¿Y qué?
Hasta que podamos comprender esto o cómo la Tierra evolucionó hacia el mioceno, después el plioceno y luego el holoceno y entendamos bien cada uno de esos periodos con su propio clima, flora y fauna...
¿. ..?
... no tendremos una buena razón para pensar que comprendemos el clima.
¿Y eso qué quiere decir?
Que hacer cualquier predicción sobre lo que va a pasar desde ahora y comenzar de esa forma tan osada un debate implicando en él a nuestra humilde especie...
¿Entonces cree que no somos culpables nosotros y nuestro desarrollo?
... implicar a nuestra humilde especie en todo ese complejísimo proceso y darle un papel protagonista y decisivo al suponer que somos capaces de cambiar el clima es más que osado... ¡Es penoso!
Pues no hay poco en juego.
Ya le he dicho lo que pienso, pero sólo soy un científico.
SALAM RASHID Te lo dijeron allá abajo en la tierra de tus padres. Te lo dijeron que Europa era muy grande, por eso fuiste desde el gran Sur, donde la sombra de las palmeras es dulce y el agua de los ríos camina de puntillas, cautelosa. Te lo dijeron, de noche, los pasos lentos de las dunas. Te lo dijeron, que el desierto se hace grande a medida que los ricos del Norte rompen sus relojes de arena de mala gana. Y tú sólo tenías ganas de correr. ¿Qué haces, Rashid, perdido en la bisagra de un Norte miedoso y un Sur que se desespera? Te han desgarrado el honor y la camisa y una vez aquí no has de volverte atrás. Piel de color de dátil o de hollín que siempre está haciendo cola en Layetana¹, no eres inocente sea quien sea el juez. Eres el pecado, el camello, la fulana. Décimo roto, propina de urinario, eres todo aquello que los fariseos rechazan. Trinca la cruz y sube a tu calvario. Salam Rashid. Ya ni sabes cuánto hace que caminas por ciudades alquiladas arrastrando la sensación que en todas partes sobrabas. Te conocemos. Eres carne de subterráneo y de conquista, la cuña justa para que no se tambalee la mesa de la fiesta. Hierves en el perol sueños del Sur contra la incierta rabia de morir a solas. Querías volar, y Europa es una jaula y vas perdiendo poco a poco recuerdos por las aceras torpemente, pero te sientes vivo y esperas como las fieras. El mundo se mueve por los que como tú caminan más de lo que quisieran. Mano de obra barata. Sobrevivientes de cárceles y palizas que han decidido que les guíen los zapatos. Mañana para ti sonreirá la Mona Lisa. Usarás el Louvre de nevera. Las catedrales alternarán la misa con el Corán y las danzas bereberes. Entretanto, Europa sigue con su rutina. Ha envuelto las porras con banderas y a ti te reserva un jardín del Maresme². Salam Rashid.
Hace siglos que dejé de ser un “hombre de fe” al uso. Los años, las injusticias y sobre todo el ejemplo de quienes deberían dar ejemplo me alejaron del camino de hierro marcado en mi adolescencia, pero siempre conservé en mi interior una llama que me ilumina y me protege del frio, la certeza de que no estamos solos en el universo y que tras pasar al otal otro lado, entraremos en un mundo nuevo y mejor. En estos momentos, estamos atravesando un túnel de amargura, un ave negra planea sobre nuestras cabezas como un mal presagio , amenazando con lanzarse sobre nosotros y arrebatarnos a un ser querido en plena juventud. Ha sido un año de lucha desesperada, de esperanzas maltrechas y de ilusiones abortadas, meses de sufrimiento, de luces y de sombras, y ahora nos dicen que llega el invierno. Pero esa llama me dice que la noche se acaba, que la salida del túnel se vislumbra en la sombra. Cuando todo está en contra, cuando ya nadie espera, mantengo encendida la luz de la esperanza. No sé si eso es fe o es tan solo un engaño, un placebo que tomo para seguir viviendo. Puede que mañana ya no esté entre nosotros, pero de lo que estoy seguro hasta la médula, hasta esa misma médula que quiere matarle, que de una manera o de otra, muy pronto acabará de sufrir y se abrirá para él un nuevo futuro, una nueva vida donde nada ni nadie podrá ya hacerle daño.
JUANAMAROMO
Cuántas veces hemos visto a un pobre hombre, muchas veces mayor, tirado en la calle y el comentario que hemos hecho o el que hemos oído ha sido: "Es un alcohólico".
Y cuántas veces hemos tenido un amigo o conocido, con problemas de alcohol y el comentario que hemos hecho o hemos oído ha sido: "Tiene un problema".
En el primer caso el comentario siempre ha sido despreciativo, como si ese pobre hombre hubiera elegido su enfermedad y su forma de vida y no tuviera remedio.
En el segundo como un análisis de un problema habitual en la sociedad pero que tiene remedio.
Y yo me pregunto: ¿Cuál es la diferencia entre un alcohólico con casa y un alcohólico con dos cartones?
Muchos dirán "la casa". Pues sólo en parte.
El principal problema es la capacidad de acceder a una correcta asistencia sanitaria.
El alcoholismo, no lo olvidemos, es una enfermedad, definida así por la OMS: "Un estado de cambio en el comportamiento de un individuo, que incluye, además de una alteración que se manifiesta por el consumo franco de bebidas alcohólicas una continuidad de este consumo de manera no aprobada en su ambiente socio-cultural, a pesar de las dolorosas consecuencias directas que puede sufrir como enfermedades físicas, rechazo por parte de la familia, perjuicios económicos, y sanciones penales... un estado de alteración subjetiva, en el que se deteriora el dominio de la persona dependiente, sobre su forma de beber, existe la urgencia de ingerir alcohol y se pone de manifiesto una IMPORTANCIA FUNDAMENTAL DEL ALCOHOL, en que el planteamiento de las ocasiones de beber, puede tener preferencia sobre resto de sus actividades. Además de estos cambios, se observa un estado de alteración psicobiológica, con signos y síntomas a la privación del alcohol. Ingestión de bebidas alcohólicas para lograr su alivio y aumento de la tolerancia".
Tengo amigos que empezaron a beber con 8 años, siguiendo el ejemplo de sus padres, con 13 años, "la gracieta malagueña" como lo define él, otros que empezaron en la calle y después de más de 3 años de calle son enfermos del brick.
El problema es que en nuestra cultura todavía no lo consideramos una enfermedad real, más bien un vicio. Culpabilizamos al enfermo.
Por ello es difícil acceder a un correcto tratamiento sanitario.
Y para alguien que está en la calle ni les cuento. ¿Saben cuánta gente se ha hecho alcohólica después de llegar a la calle?
Pedro Cluster (CON DOS CARTONES. Historias de la vida de la calle)
Las brujas, aquellos seres que abundan en los cuentos de la infancia, aparecían enmis sueños vestidas de negro,con una verruga en la nariz y una escuálida escoba que siempre me pareció el más débil medio de transporte.
Pero a medida que pasa el tiempo, aparecen brujas más modernas, las brujas chicas, las viejas brujas, las brujitas, etc. También aparecen los brujos, pero son más escasos por cuanto el campo ocupacional es bastante sexista. En su defecto, aparecen los lobos comorepresentación de la masculinidad. Estos consumen como dulces manjares las carnitas tiernas de niños, cabritillos o cerditos. Siempre acechan a la vuelta del camino del bosque y son los que se disfrazan de corderos para darse los festines más audaces.
Son estos mismos lobos los que recorren las calles de pueblos y ciudades, sólo que ahora visten de jeans, trajes de paño fino entre otras alternativas de disfraces. Lobitos con más años, lobitos con pocos años, lobitos instruidos y también lobitos muy instintivos...
Los lobos y las brujas. He aquí el asunto. Pero qué ocurre si estos dos personajes comparten una misma historia?
Si un lobo seduce a una bruja, ésta sabe que él tiene puesto su disfraz de cordero, por lo tanto se va con cuidado y piensa en cómo poder trasquilarlo. En cambio el lobo, muy astuto, omite la verruga en la nariz de la bruja y piensa: "todas son iguales. Me haré el tonto y la haré chuletas en un dos por tres". Es así entonces que mientras dura ese momento de encantamiento entre los dos personajes, se derraman flores por el aire y el mundo gira, gira como si fuera el más grande corazón.
Por otro lado, si la bruja seduce al lobo, también escondedetrás del maquillaje, sus intenciones y la verruga desproporcionada. Se va con pie de plomo, sabe que este animal es puro instinto, pero que lo disimula muy bien, parapetándose detrás de un aire de intelectualidad. Entonces el lobo conversa, en sus caminatas por la selva de cemento, de política, de proyectos futuros, hasta de poesía. Trata con dulzura a la brujita y esconde bien sus colmillos. Ella mansamente le hace creer que él domina la situación. El lobo se la cree. La brujita en tanto, teje. El lobito se apasiona, la brujita sigue tejiendo. El lobito quiere mostrarse como es, pero lleva puesto el disfraz de oveja y se acalora... la bruja teje con el pensamiento...
Finalmente, cuando ya no hay nada más que decir, la brujis mira con profundos ojos brujos a su lobo y decide no tejer más redes... el lobo queda libre... y una vez más se creyó el cuento.
Y colorín colorado, este cuento muchas veces ha comenzado.
ZULEMA RETAMAL
Sigue preguntándose sobre el sentido de la vida?
Tenga sentido o no, es la pregunta fundamental. Hay que preguntarse seriamente si podemos sacarle jugo a esta vida.
En eso estamos todos.
Sí, pero lo que más nos importa se nos suele ir por las rendijas de la trivialidad: al margen de que uno sea futbolista o ajedrecista, nuestra felicidad depende de cómo posamos el pie en este mundo.
Aprendemos caminando.
Hay que tener muy despierta la inteligencia y la sensibilidad, porque hay cantidad de estímulos que nos vienen de fuera y que deberíamos aprovechar. Hay que estar como los indios: con la oreja siempre pegada al suelo. Y me parece decisivo tener carácter, es decir, querer estar bien, no dejarse llevar por los acontecimientos, ir directamente a las cosas con una voluntad fuerte.
Eso es tarea de una vida entera.
La vida buena, la felicidad, hay que currársela, no viene dada como un don del cielo. Y al final lo que uno hace es respirar bien: algo que está en potencia y uno lo pone en acto.
¿Con qué herramientas contamos?
Al final el objetivo es llegar a ser tú mismo, construirte, y para ello es necesario conocerse bien, saber lo que uno puede, cuáles son sus poderes, y desechar lo que no puede. Otra es saber estar bien con los demás.
Eso es muy difícil.
Habría que repetir una y mil veces aquella frase de Bergamín: "Sólo los solitarios son solidarios".
Hay que empezar por uno mismo.
Hay que saber de uno y, después, saber salir a los demás. Si uno es egoísta, aparte de que no hay nada más feo, se achica a sí mismo. Uno crece si crece con los otros. Desarrollar un altruismo inteligente es al final lo que merece la pena.
¿Qué impide la buena vida?
Aparte de uno mismo, en esta época sobreestimulada, ir deprisa por la vida y cierta patología sociopolítica que nos está hundiendo, que ha extendido el reino de la mentira, que valora muy poco a la gente por lo que ella pueda dar. Se trata de un paternalismo desilustrado.
Eso suena terrible.
En los países desarrollados hay un desequilibrio entre el desarrollo tecnocientífico y los sentimientos morales. Una inmensa disfunción entre lo que podríamos hacer y lo que hacemos.
Ponga el énfasis...
Lo pondría en la sensibilidad y los sentimientos, que son la llave para entrar en la vida buena, en nosotros y en los otros, y como guía la inteligencia, que es esclava de las pasiones pero siempre es un gran faro.
¿Y por qué estamos tan perdidos?
Deberíamos reflexionar más sobre aquello que está en nuestras manos hacer y crear unas relaciones mucho más auténticas. Hemos sido cómplices de unas instituciones que no han sabido hacerlo, y por eso estamos tan perdidos.
Igual lo que habría que hacer es eliminar unas cuantas.
El fracaso del avance democrático tiene mucho que ver con la alienación política de las instituciones, que en vez de ser los depositarios de la voluntad popular se han convertido en los que mandan e imponen sus intereses. Yo abogo por la abstención consciente.
... Pues le llamarán inconsciente.
La vida política se ha convertido en una noria de la cual no se sale: vienen unos, luego los otros, y todos son muy parecidos. La única forma de liberarse sería crear semilla en la sociedad, que cada uno viera que la vida política no va a cambiar desde la política, sino desde la acción cotidiana.
Usted dice que todos nacemos con un don, ¿está seguro?
Como decía Descartes, todos somos muy parecidos en inteligencia, pero después es una cuestión de disciplina, suerte y saber estar. La gente tiene capacidades ocultas que bien aprovechadas te pueden hacer la vida feliz.
¿Y para descubrir ese don?
Por una parte está el pensar, el ver como decía Wittgenstein, traspasar las cosas. A veces, callarse y esperar, y la gran mayoría de las veces, callarse y escuchar, fuera y dentro.
Yo, que me paso la vida escuchando, le diría que la acción es básica.
Sí, Wittgenstein decía que un concepto que no se aplica es vacío. Al final hay que comprometerse, hay que jugársela. Uno de los aspectos más deleznable de nuestros días es que no nos la jugamos, hay un miedo difuso que es paralizante. Todo el mundo teme salirse de la raya, ser considerado incorrecto, y las cosas cambian cuando uno actúa en consecuencia con lo que piensa.
¿Persigue la inocencia?
Persigo por lo menos la disposición a la inocencia: saber que las cosas pueden ser de otra manera. "Hay que vivir ingenuamente, y lo digo sin ingenuidad", decía Dostoyevski. De tonto no hay que ir, pero sí esperando siempre lo mejor de los otros, por lo menos como actitud de entrada.
¿El valor supremo?
Lo más artístico e interesante que hay en la vida es construir la propia bondad. El bueno inteligente es la más rara avis que existe, y ese me parece el valor supremo.
¿Y el humor?
Hay un nexo importante entre el humor y el amor, no sólo porque el humor es lo más erótico que existe, sino porque una persona con mucho humor es persona empática.