viernes, 13 de junio de 2008

PALABRAS EN LA ARENA


Acabo de recibir un correo de una persona a la que quiero mucho, una persona a la que he entregado mi amistad sin condiciones, a la que me unen aficiones, circunstancias, recuerdos… He abierto el sobre, y el contenido ha saltado sobre mi cuello como una cobra, clavándome los colmillos en la yugular del sentimiento.

Posiblemente ha sido culpa mía, me gusta montar a pelo y hacer el amor sin preservativo, y a veces cuando voy a nadar no guardo la ropa, y acabo volviendo a casa en pelotas … Lo que más me duele es que alguien que significa tanto para mí haya llegado a creer que soy una persona aprovechada, y ladina, capaz de quitarle e los demás el crédito de su trabajo.
Supongo que habré deshecho el malentendido, porque solo ha sido eso, un malentendido, pero las cicatrices en mi corazón tardarán en curar más que las de mi piel. La vida te va marcando poco a poco y cada desengaño, cada desamor, cada desaire, dejan en tu alma una huella indeleble.
Como el personaje del relato, escribo en la arena los sinsabores y grabo en la roca los gratos momentos que cada uno de mis amigos me proporcionan, por eso, cuando acabe de escribir esta nota, la ola del olvido ya habrá borrado unas palabras que nunca debieron de ser escritas.
Perdona por el daño que te haya podido hacer, el que tú me has causado ya está descansando en el seno de la madre mar. Un abrazo de oso

JUANMAROMO

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