jueves, 5 de mayo de 2011

"El ser humano es estúpido, hay que ser consciente de eso"

Gao Xingjian, pintor, dramaturgo, cineasta y novelista, premio Nobel de Literatura del 2000

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet


05/05/2011 - 00:50
Foto: Àlex Garcia

En su casa se leía y se discutía de arte, motivos suficientes para que la revolución maoísta los enviara a todos a campos de reeducación. Sus padres no lo superaron. Gao Xingjian, tras años de reeducación, pudo huir de China –la gran mayoría de sus amigos decidieron suicidarse–. Exiliado en París, fue un oriental más hasta que el premio Nobel lo sacó del anonimato. Las ideologías representan para él la alienación humana y ve en el arte la única salvación. Es amable pero difícil de entrevistar, yo buscaba un poco de esperanza, pero se nos hizo de noche y no me la dio. Ofreció una conferencia en el Círculo Ecuestre sobre sus diferentes expresiones artísticas y expone en la galería Senda de Barcelona.
¿Qué sabe?
Que el ser humano es muy frágil, el temor a la muerte lo domina, y esa es la razón de las religiones.

¿Ningún valor?
Puede tener compasión, pero no conviene sondear las almas, ni buscar sentidos, todo no es más que caos.

¿Qué aprendió de su infancia?
Nací durante la Segunda Guerra Mundial y tras ella viví la guerra civil, pero tuve la suerte de pertenecer a una familia que supo y pudo protegerme. Mis padres amaban el arte y la literatura, vivíamos rodeados de cultura. Aprendí que se podía ser feliz.

¿Cuándo acabó la felicidad?
Cuando la política invadió nuestra vida. A mis padres se los llevaron a un campo de reeducación y murieron pronto. Me hubiera gustado decirle a mi madre que todo lo que soy ahora, todo lo que tengo, se lo debo a ella.

Usted también fue reeducado.
Estuve más de cinco años en uno de esos campos, allí comprendí a la sociedad, el mal que causan las ideologías, la política, la revolución. Un mal mucho más cruel que las tragedias naturales.

Se ha dado el caso de que ciudadanos comunes se convirtieron en torturadores.
Los sufrí a diario. La política envenena a la gente, puede llevar a toda una nación a la locura. Los europeos se han pasado el siglo XX matándose en nombre de la justicia.

¿Cómo nos organizamos sin política?
Es prácticamente imposible, todo el mundo persigue el poder y para conseguirlo se organizan en partidos políticos que, a través de la ideología, movilizan a las masas. Y esa masa es como las hormigas.

¿No cree usted en el ser humano?
En la naturaleza humana habita el mal, el infierno no es sólo los otros, también está en uno mismo, y uno debe de ser consciente. La literatura juega este papel, despertar la conciencia. Hay que salir de los ismos.

¿Hacia dónde?
Es esencial conocer la condición humana, saber que un verdugo no es el diablo, es un ser humano.

¿Ha comprendido a Mao?
No era ningún loco, era un hombre muy inteligente que conocía bien las debilidades humanas, sabía del mal que albergamos; por eso fue capaz de manipular a todo un pueblo para obtener el poder absoluto.

¿Cómo podemos cambiar?
No podemos cambiar este mundo, sólo despertar a nivel individual la compasión y la conciencia, y ese es el papel de los artistas.

El arte es elitista.
El artista es un individuo como los otros, pero es más lúcido, tiene criterio propio que lo distancia de la masa.

A los 47 años huyó de China, ¿qué dejó?
La maldad, la locura, el sinsentido, todo eso que he escrito en mis libros y que dejé atrás definitivamente.

Ha tenido usted más de una vida.
Estoy viviendo mi tercera vida: la primera en China, la segunda en el exilio y la tercera después del premio Nobel, que pone fin al exilio, que me hace conocido en el mundo.

¿Qué le duele hoy de esa primera vida?
Nada, llevo escritos cinco libros en francés y no tienen nada que ver con mi vida en China.

¿Qué palabras tienen más sentido para usted?
La verdad es inmensa, pero la ley universal no se puede conocer. Esta sociedad humana no puede prever la guerra ni detenerla. La guerra es muy estúpida, pero hacemos la guerra. El mundo es estúpido, el hombre es estúpido, y hay que ser consciente de eso.

¿Sin remedio?
Sólo nos queda controlarnos a nosotros mismos siendo lúcidos.

¿Usted es feliz?
Sí.

¿Cómo puede ser feliz pensando que estamos abocados al desastre?
Si uno no es consciente, es siempre desgraciado, si eres consciente tienes la posibilidad de cambiar y de ser feliz.

¿Cree en el amor?
El amor no es una creencia, es un diálogo.

Dicen que la próxima gran revolución será la de los chinos.
No lo creo. La revolución triunfó en Egipto porque tenían un gobierno lúcido que fue capaz de retirarse.

¿No cree en la posibilidad de que la gente se rebele contra la injusticia?
La revolución rusa o la francesa ¿fueron positivas? Miradas con distancia, ¿cree que ese terror fue necesario? Hay que desembarazarse de las ilusiones.

¿Qué esperanza le ofrecería a un joven de 20 años?
Le diría que abriera mucho los ojos para mirar el mundo, que no se crea lo que le dicen, que reflexione por sí mismo. Yo no creo en la juventud, todos hemos pasado por ella.

¿Es usted un hombre desesperanzado?
Prefiero la lucidez a la ceguera. Todo lo que he hecho desde que me fui de China no lo habría podido hacer si me hubiera quedado a luchar por la libertad.

Entonces la democracia es un valor.
Es un progreso. Aun así, los occidentales tienen una tradición de democracia muy antigua que no tiene China ni los países árabes.

Pero es una conquista.
No, es una tradición.

¿Qué merece la pena en la vida?
La vida misma. Sólo tenemos una, eso la hace preciosa.

miércoles, 4 de mayo de 2011

ASÍ LO QUISO EL SEÑOR


Benedicto XVI afirma que ha sido voluntad de Dios la meteórica beatificación de su predecesor, Juan Pablo II. Quizá los designios del Señor sean inescrutables, pero tampoco hace falta regresar al medievo y burlar a la razón. Esa facultad puesta a prueba ante el supuesto milagro del nuevo beato: la sanación de una religiosa enferma de párkinson. La misma enfermedad que sufría el homenajeado.
Este acelerón hacia los altares es una muestra de agradecimiento del actual Papa al hombre que le encaró hacia el trono de Pedro. Es un modo de seguir aprovechando la estela mediática de un vicario que entendió como nadie la comunicación de masas. Y es, también, la reafirmación del camino que ambos emprendieron: el retorno de la Iglesia a sus posiciones más integristas.
Juan Pablo II era el carisma bajo los focos, y su estrecho colaborador, el entonces cardenal Ratzinger y actual Papa, como presidente de la antigua Inquisición, era el represor de los teólogos discordantes. Ambos ensalzaron la familia tradicional, se enrocaron en la moral más retrógrada, silenciaron las denuncias de pederastia y se olvidaron de los cristianos de base. Aquellos que, fieles al Evangelio, defienden una Iglesia que luche por la justicia y la igualdad, despojada de poder y riqueza. Juan Pablo II animó a los cristianos a no tener miedo de llamarse cristianos. Algunos espectáculos, más que miedo, provocan vergüenza.
 Emma Riverola

martes, 3 de mayo de 2011

DEBO SER UN INGENUO

 

    Aquí hay una trepidante película de acción. Un grupo de soldados americanos, la más pura esencia de la élite, bajan del helicóptero en Abottabad, entran en la casa de Bin Laden y, en una operación relámpago, tienen tiempo de cargarse al malo más malo de todos, de recoger el cuerpo, subirlo al helicóptero y, antes de regresar a la base, lanzarlo al mar, una solución muy cinematográfica para el final de la historia que empezó aquel día de septiembre. Antes de la acción violenta y decidida, planeada con todos los detalles, quizá veremos como los soldados se preparan, hacen la última comida, se conjuran ante el momento más importante de sus vidas. También podría ser que uno de ellos tuviera parientes que murieron en el atentado de las Torres Gemelas. Podríamos ver escenas de una barbacoa familiar en momentos de placidez y una foto de grupo que ahora, en el instante del ataque definitivo, el soldado lleva en un bolsillo del uniforme. El último plano es el que decíamos: el cuerpo del terrorista va cayendo, inerte, al mar. Todo esto sucederá. A mí, que lo miro con distancia, me molesta tanta euforia por la muerte de este individuo. Debo de ser uno de los ingenuos que cree en los tribunales internacionales y en el dominio de la ley, y creo que matar a alguien de este modo (y lanzarlo después al mar, si es que esto se confirma) es indecente y va contra mis principios.Debo de ser un ingenuo. Seguro.

J.M. Fonolleras

lunes, 2 de mayo de 2011

LA FRUTA MÁS JUGOSA



Ayer me emborraché de tu perfume
y perdí los sentidos en tus brazos
bebiendo la mistela de tus besos
libando tus peciolos encrespados

Ayer mordí tu fruta más jugosa
y mi lengua segó tus matorrales
lamí tu pulpa, y derramé tus jugos
y me estalló la guayaba entre los dientes.

Ayer se desplegó mi envergadura
y tus vientos inflaron mi velamen
salpicando de espumas la cubierta,
surcando por tu piel los siete mares.

Y cabalgué tu grupa sin montura
y recorrí tus más íntimos caminos
con mis dedos mis manos y me lengua,
arrancando tus últimos gemidos.

JUANMAROMO

EL PRÓXIMO DEMONIO



Por fin se ha cazado a Bin Laden. este ex agente de la C.I.A. armado por lo Yankees hasta los dientes para fustigar a la URSS en Afganistan, se convirtió tras la voladura de las torres gemelas, en el nuevo Satan, el origen y la causa de todos los males.
A estas alturas y tras el análisis de los expertos, nadie duda de que Las Torres Gemelas fueron voladas desde el interior, el impacto de los aviones no hubiera causado más que incendios y algún derrumbe en los pisos superiores, pero jamás una demolición total. 
Tal como ya habían hecho con la voladura del Maine o el ataque a Pearl Harbour, la cia y el pentágono, no dudaron en sacrificar a unos miles de conciudadanos, a fin de arrastrar a la país hacia una guerra no deseada.
Para justificar un dios, tiene que inventarse un demonio, desde la antigüedad se sabe que nada une más que el miedo y el odio a un enemigo común.
Tras la caída del Telón de acero, había que buscarse un enemigo global e intangible para seguir justificando la carrera armamentística, y el Islamismo fue elegido el nuevo demonio.
Bin Laden fue coronado emperador de las fuerzas del mar. y con la excusa de su captura se precedió a la invasión de Afganistan y se eliminó a otro antiguo aliado  para controlar el petróleo Iraki. 
Podía habérsele apresado vivo, pero a nadie le interesaba que hablase, tenia inevitablemente que morir en el asalto, aunque ellos mismos reconocen que hubo poca resistencia
Una vez eliminado Bin Laden, los usacos necesitan un nuevo demonio, Gadaffi no deja de ser un pobre diablo y habrá que buscar un nuevo Lucifer a quien odiar y a quien temer.
Me temo que ya están barajando nuevos candidatos al cetro de Satán e ideando la campaña de promoción. No nos extrañemos si en los próximos meses ocurre alguna hecatombe que nos recuerde que el mal existe y que las fuerzas del bien necesitan enormes presupuestos para combatirles, estoy impaciente por saber quién será el próximo demonio.
JUANMAROMO

ODA A LA INUTILIDAD

Mi hijo me preguntaba el otro día, mamá, ¿por qué cantas? Porque cantar me hace feliz.

Esa es la respuesta que da sentido. La única. La única que he sido capaz de encontrar. Y la única que importa. Para todo.
Lo que me hace feliz es lo que me convierte en quien soy, es lo que me da coherencia, es lo que me define, es lo que hace dar lo mejor de mí, lo que me impulsa a ser mejor.
Las elecciones vitales que se argumentan con la utilidad son tan equivocadas, vacías, y carentes de sentido y coherencia como el propio argumento. Sin embargo son las que encuentran una mayor comprensión. Nuestro criterio de racionalidad va muchas veces unido al de utilidad. La racionalidad es relativa.
Algunas veces utilidad y corazón van de la mano. Pero igualmente, el impulso debería ser el segundo. Otras veces no, y entonces aparece el conflicto. Hay que elegir. Y por tanto renunciar. El sacrificio del corazón en aras de una utilidad, es un precio muy alto. Porque supone sacrificarse a sí mismo. Supone dejar de contestar “porque me hace feliz, porque es lo que siento, porque es lo que soy, porque es en lo que creo” por cualquier otra respuesta. Supone abandonarse, traicionarse. No hay peor traición.
Una flor en el balcón es inútil. Una sonrisa es inútil. Jugar al escondite es inútil. La cosquillas son inútiles. Votar a los verdes es inútil. Inventar historias es inútil. La poesía es inútil. La música es inútil. Soñar es inútil. El amor es inútil. Tener hijos es, además de inútil, absolutamente irracional. La vida es maravillosamente irracional. E inútil. Y sin embargo, todo eso me hace feliz.

LA MIRADA DE PAT

"Quizá nuestro cerebro sea un ordenador cuántico"

Sonia Fernández-Vidal, física cuántica


 

Los tres cerrojos
Fernández-Vidal ha trabajado en el acelerador de partículas del CERN, artefacto que hace aflorar las primeras partículas del universo. También ha trabajado en Los Álamos en experimentos para desentrañar la esencia de la materia... “De allí salió la bomba atómica: reflexioné sobre la responsabilidad del científico...”, comenta. Sus investigaciones son teóricas, pero ayudarán a intuir cómo funciona el cosmos, hecho en un 5% de materia... “y el resto, de energía y materia oscuras”. Hablar hoy con un científico puntero es como tratar con un mago delirante. Para digerir esos arcanos, Fernández-Vidal publica el ameno relato La puerta de los tres cerrojos (Narrativa Singular, en catalán en La Galera).
¿De qué está hecho todo?
 De quarks y electrones.


¿Todo?
Todo.


¿Y de dónde vienen?
Del big bang.


¿Y dónde estaban antes?
  No hay antes: tiempo y espacio comienzan ahí.


Cuesta pensarlo.
Podemos teorizar una sístole-diástole de universos, o constantes big bangs en múltiples dimensiones...


¿Qué es un quark? ¿Y un electrón?
Las partículas más elementales de la materia: el núcleo del átomo está hecho de protones, y los protones están hechos de quarks.


¿Y los quarks?
Son partículas vibrantes. Las hay de diversos tipos, algunas muy raras, siendo dos las más comunes: Up y Down.


¿Y los electrones? Partículas que son corpúsculo y onda: orbitan en torno al núcleo. Si el núcleo del átomo fuese una canica en el centro de un estadio de fútbol, ¡el electrón sería la cabeza de un alfiler orbitando por las gradas!


¡Buf, qué distancias!
Sí, el átomo es casi vacío. La materia es una suerte de vacío, una tensión energética.


Así, la materia es casi una ilusión...
Y las propiedades de las partículas subatómicas desafían la lógica de la física clásica.


¿Qué propiedades son esas?
Una partícula está aquí y allí ¡a la vez! Todas están… en todas partes a la vez. Entrelazadas con todas. Y una partícula se teleporta: su estructura puede pasar instantáneamente a otra. Como estar vivo y muerto a la vez.


¿Perdón?
Las partículas elementales ignoran el espacio- tiempo.


Es un desafío para la lógica racional...
Pero nuestro cerebro puede pensar también con lógica cuántica: la fantasía, la imaginación, la intuición, los sueños, la magia... ¡son también funciones neuronales nuestras!


¿La física cuántica explicará un día fenómenos extrasensoriales, la telepatía...?
 Inspirará vías de comprensión, propondrá algunas explicaciones desde otra lógica no mecanicista. Entretanto, la ciencia ya estudia la neurología de las emociones, cómo se transmite la información cerebral...


¿Y?
Los microtúbulos neuronales y su entramado en malla pueden ser mecanismos cuánticos en nuestro cerebro. ¡Tu cerebro, máquina cuántica! Quizá llevemos sobre los hombros un ordenador cuántico sin saberlo.


¿Estamos ante un salto científico?
  Ante un cambio de paradigma. La física clásica escrutaba la realidad como si fuera algo externo y objetivo, buscándole una explicación mecanicista y determinista...


¿Cómo ve la realidad la física cuántica?
  ¡Como un continuo del que nuestra conciencia no está separada! Así, en el momento en que te pones a observar esa realidad subatómica… ¡la estás ya modificando!


¿Cómo es eso?
  La conciencia del observador interfiere en el comportamiento de las partículas elementales, que reaccionan a la observación. Así, si esperas que una partícula subatómica se comporte como onda, ¡lo hace! Y si esperas que lo haga como corpúsculo, ¡lo hace!


¿Conclusión?
Que la ciencia no puede ya afirmar: “La realidad es tal verdad objetiva”. Hoy debe decir: “La realidad no es tal verdad fija y objetivable, es voluble y cambiante al observarla”.


Pero sólo a escala subatómica, no a escala macroscópica...
Por eso, un gran desafío de la ciencia actual consiste en conectar ambos ámbitos de la física, unificarlos.


¿Con qué implicaciones?
  Habrá que aceptar que la lógica racional no va a poder explicarlo todo. Habrá que aceptar la maravilla de la contradicción... que responde a otra lógica.


¿Cuándo nació la física cuántica?
  Hace ya un siglo, con Einstein, y luego Planck, Böhr, Schrödinger y su gato...


¿A qué gato se refiere?
Planteó un experimento especulativo: metes un gato vivo en una caja opaca con dos agujeritos, a los que lanzas un electrón. Si pasa por el de la derecha, libera un veneno y el gato muere. Si pasa por el de la izquierda, no hay nada y el gato vive. ¿Y qué hace el electrón? ¡Pues pasa por los dos a la vez! Así, ese gato... ¡está vivo y muerto a la vez!


¿Y de qué sirve todo esto?
  Está empezando a aplicarse como técnica de encriptación. En cuanto intentes descifrar un código, este se modificará: ¡será imposible de desencriptar!


¿Podría la física cuántica, por ejemplo, explicar la virtualidad de la homeopatía?
Sugerirá, al menos, caminos nuevos que explorar.


Ser científica y física cuántica, ¿afecta a su manera cotidiana de ser?
Sí, en tres aspectos: uno, me induce a pensar de modo más creativo, lateral; dos, me impulsa a actuar sin victimizarme, a construir mi realidad; y tres, me ayuda a sentir que estamos todos entrelazados.


¿Comprenderemos mejor el funcionamiento del universo con todo esto?
  Es lo que anhelan los artistas, los místicos y los científicos: anhelamos lo mismo... Y cada día nos parecemos más.


¿Demostrará la física cuántica la existencia de Dios?
  Defíname Dios y entonces hablamos.

viernes, 29 de abril de 2011

La dimensión paralela

No sé cuándo comencé a traspasar la frontera. Quizá cuando la pradera se convirtió en oficina.
No lo hacía de forma consciente, simplemente, de pronto, no estaba allí, en mi puesto. Dejaba de escuchar comentarios molestos, dejaba de hacer tareas monótonas, dejaba de ver rostros de expresión lectiva, dejaba de escuchar el hilo musical. Lo dejaba todo.
En mi dimensión paralela soy libre. Libre para estar en el lugar que quiero, con las personas que quiero, libre para elegir las melodías de mi cabeza, las palabras, y todo lo que elijo es bonito, y es en color, o en sepia, o en blanco y negro. Pero jamás es gris.
Sin embargo siempre hay algo que me hacía volver a la oficina, una sonrisa, un comentario cómplice, una mirada, un café… siempre algo bonito, las cosas que la convierten en pradera.
El día en que me di cuenta de que era más frecuente el tiempo que permanecía en mi dimensión paralela que aquello que me hacía volver de ella, supe que me tendría que ir.
Y no voy a echar de menos. Porque tengo esa suerte de escapar de las leyes del tiempo y el espacio, y podré volver a la pradera, ingrávida. Y cuando lo haga procuraré reírme fuerte, para que quienes no están acostumbrados a traspasar la frontera, puedan oírlo, y se den cuenta de que, aunque lo parezca, cuando miren hacia mi sitio, no estará vacío.
Es lo bueno de tener una dimensión paralela.

LA MIRADA DE PAT

Josep M. Albaigés, analista de frases hechas


"El peor tirano fue Tirano de Bergerac', dijo Pich i Pon"

 
Paso un buen rato con Albaigés, ingeniero de caminos, economista, estudioso de la onomástica y coleccionista de frases célebres en 400 frases que uno dice a menudo y no sabe por qué (mr), libro elaborado en compañía de su esposa, María Dolores Hipólito, filóloga y políglota, repleto de saberes pintorescos, curiosidades históricas y buen humor, frase a frase. Así me entero de que en las novelas de Conan Doyle, en ningún momento Sherlock Holmes dice eso tan parafreseado de “elemental, querido Watson”, o que “el cliente jamás se equivoca” lo formuló por vez primera el hotelero Carles Rich. Albaigés publica también ahora Un viaje por la historia en 365 días (Viceversa)
¿Sabemos lo que decimos?
 No siempre: ignoramos el sentido original de muchas frases.

Por ejemplo.
  “La excepción confirma la regla”: significa que cada excepción somete al fuego de la prueba a una regla. Si la supera, la regla se confirma; si no, ¡fuera regla! Es el principio de la ciencia.

¿Qué frase hecha es más remota? “No quieras para los otros lo que no quieras para ti”, del Mahabharata (siglo VI a.C.). O el “alea jacta est” (la suerte está echada) de Julio César..., citando un verso del comediógrafo griego Menandro (siglo IV a.C.).

¿Copiamos mucho?
“No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país”, la copió Kennedy de un cartel de la Primera Guerra Mundial. También copiaba la Pasionaria: “No pasarán”, era de Benito Juárez..

Hoy es difícil que no te pillen.
Parafraseamos a otros sin citarlos, en el sobreentendido de que nuestros coetáneos conocen el original: cuando Calomarde, abofeteado por una mujer, dijo “manos blancas no ofenden”..., citaba el título de una obra de gran éxito en un teatro de Madrid.

¿Cuál es su frase favorita?
“Ojo por ojo, diente por diente”, justicia judía en el Antiguo Testamento con la que se limitaba la venganza desmedida. A esto replicó Gandhi con su filosofía: “Ojo por ojo… ¡y acabaremos todos tuertos!”.

A mí me gusta “No puedes bañarte dos veces en el mismo río”.
Del presocrático Heráclito, que postulaba que todo está en movimiento..., como Wilhelm reformuló con otra frase: “Lo único que no cambia es el cambio”.

Una misma idea en distantes épocas.
  “Las ideas son pulgas que saltan de una persona a otra, ¡pero no pican a todas!”, decía George Bernard Shaw... Las ideas nos necesitan para perpetuarse...

¿Cuál ha sido la más citada?
Quizá “conócete a ti mismo” (oráculo de Delfos) o “la verdad os hará libres”, del evangelista Juan, gran verdad. O “si vis pacem para bellum”, del poeta Vegecio (siglo IV).

¿Quién acuñó “el poder corrompe...”?
“... y el poder absoluto corrompe absolutamente”: lord Acton. Matizada por el astuto Giulio Andreotti: “El poder desgasta... sobre todo al que no lo tiene”, ja, ja...

Hay personas con el ingenio muy bien afilado para la frase...
Me gusta “la vida es lo que te sucede mientras haces otros planes”, del humoristaGamble Rogers, que luego hizo suya John Lennon. Más drástica me parece la frase de otro humorista, José Luis Coll: “A partir de los siete años, todo es decadencia”.

Dígame alguna sobre la música.
“La música tiene encantos capaces de calmar a una bestia salvaje”, dijo William Congreve, pero el saber popular la mejoró: “La música amansa a las fieras”.

Otra de animales: “Cuanto más conozco a los hombres, más quiero a mi perro”.
Esto lo dijo lord Byron..., pero citaba al cínico Diógenes de Sínope. Se parece a “es más fácil amar a la humanidad que al vecino”, de Eric Hoffer. Aunque a veces citamos frases erróneamente...

Por ejemplo.
¡Don Quijote jamás dijo “con la iglesia hemos topado”! Y menos en sentido figurado. Estaba buscando el palacio de Dulcinea, de noche, y encuentra un gran edificio... que resulta ser una iglesia, así que dice: “Con la iglesia hemos dado”, en sentido literal.

Sobre la relación hombre-mujer debe de haber muchas frases…
“Tras todo gran hombre hay una gran mujer”, reza el dicho popular. Y otro dicho anónimo añadió: “Una mujer... ¡sorprendida!”.

¿Y sobre el amor?
  Me gusta “el corazón tiene razones que la razón no entiende”, de Blaise Pascal, autor de muchas y muy buenas frases.

¿Y sobre arte?
Tenemos la famosa frase de Picasso: “Yo no busco, encuentro”.

¿Y humorísticas? Cíteme alguna.
“Hay tres clases de mentiras: las pequeñas, las grandes y las estadísticas”, de Benjamin Disraeli, luego citada por Mark Twain. Pero las que me hacen gracia de verdad son las involuntariamente humorísticas de Joan Pich i Pon (1878-1937), el que fue alcalde de Barcelona...

¿Qué dijo?
Muchas barbaridades divertidas, a merced de su sólida incultura (Màrius Serra dixit): hablando con amigos sobre los peores tiranos de la historia, les dijo que el peor de todos fue sin duda “el tirano de Bergerac”. Otra: un día en que empuñó una espada dijo sentirse como “¡un radiador romano!”.

Ja, ja... Más, por favor...
Ya en esa línea, definió el caviar como “huevos de centurión” (en vez de esturión), dijo que sorbió “el cáliz hasta las hélices”. Dijo de alguien que era “más sórdido que una tapia”. Dijo que vio una “luz genital”... Y describió el 14 de abril como una jornada revolucionaria “sin infusión de sangre”.

Qué tipo tan gracioso...
 “No he sido hombre de ir con mujeres: sólo con mi esposa y mis hijas”. Todo lo dijo de buena fe: era un bonachón muy bobo. Describió a un amigo como “sifilítico”, siendo sólo filatélico. A alguien que se desmayó le atribuyó “una linotipia”. Y durante la Gran Guerra sentenció: “¡Barceloninos! Aquí no hay bifias ni bofias (filias ni fobias), aquí todos somos hermafroditas (neutrales)”.

jueves, 28 de abril de 2011

TARDE DE VERANO

   

Era verano, hacía calor y la vida corría a borbotones por mis venas . Aquella tarde el cielo tenía un color inmensamente azul, mezclado con risas y horizontes abiertos, y en los campos de margaritas se escribía una breve historia de amor. Era la hora en que las lagartijas brincaban de piedra en piedra y los árboles extendían sus ramas sobre las jaras. Se estaba bien allí: estaba claro; uno podía ser feliz.


De pronto se levantó viento. Tú diste un grito y con un gesto alegre me señalaste al cielo. Sobre el bosque de pinos se elevaban nubes inmensas de polen amarillo. Luego, despacio, el ciclo de la vida se fue extendiendo valle abajo. El bosque entero parecía estar envuelto en niebla.
Contemplamos aquella escena en silencio, abrazados, y yo en aquel instante sentí en cada poro de mi piel que el mundo era un lugar muy especial.
Recuerdo aquel verano donde uno podía ser feliz en cualquier parte.  
http://lacomunidad.elpais.com/undos333/2011/4/27/tarde-verano

miércoles, 27 de abril de 2011

CARTA DE AMOR A UNA VIEJA AMANTE



Desde niño te busco, nunca me importó encontrarte en una de mis aventuras hasta que comprendí que la vida vale la pena ser vivida, hasta que encontré una mano a la que asirme cuando el vacío se abría ante mis ples.
He bordeado desfiladeros , me he quedado sin oxígeno por admirar las belleza de una cueva submarina y me he arrojado al vacío sin abrir el paracaídas hasta rozar las ramas ,  hay algo en ti que me atrae con una fuerza incomparable aun a sabiendas del riesgo que conlleva.
Soy un hombre tremendamente sensual. Para mí hacer el amor es  una ceremonia iniciática que me acerca al infinito y en la que el sexo es uno de sus muchos ritos, por eso te deseo y a la vez te temo, por eso he jugado contigo al escondite innumerables veces.
¿Qua pasará cuando nuestros labios se rocen, cuando nuestros alientos se mezclen en un cóctel embriagador y mis manos te envuelvan en una caricia cósmica?.
Sé que si escalo tus colinas , si desciendo a tus húmedas fuentes, ya no podré liberarme de tu abrazo. Sé que si  entramos en erupción abrasando el universo con nuestro fuego, arderé entre tus llamas para siempre.  Cada día que pasa te siento más próxima, y tu llamada me desborda cuando imagino tu incógnita mirada.
Quiero enfilarme al borde de tu cráter y saber si puedo resistir el vértigo, y si no lo consigo, arrojarme desnudo a tu caldera de lava y morir de amor y de placer entre tus simas.  Te añoro  y te deseo pero sobre todo te desafio con un tesón que oculta el sol y apaga las estrellas.
Pero no te hagas ilusiones, no seré presa fácil, te haré desearme y desesperarte con la misma vehemencia con la que tú me eludiste durante cientos de años.

JUANMAROMO

"Assange quiere ser un gurú y que Wikileaks sea su secta"

Daniel Domschett-Bere, ex socio de Julian Assange en Wilileaks


  
Foto: Jordi Play
Ahora, Openleaks

Me recibe tecleando su portátil, le cuesta levantar la vista. Pero cuando le pregunto sobre Assange alinea todas sus neuronas para siluetear al fundador de Wikileaks como un caudillo egótico, megalómano y paranoide. Daniel es un idealista ácrata que tocó demasiado las gónadas al gurú de la transparencia pidiéndole más transparencia... Supongo que también conviene rebajar lo que dice Daniel, si bien lo argumenta con harto detalle en su libro Dentro de Wikileaks (Roca Editorial). El que fue principal colaborador de Assange funda ahora Openleaks, nueva plataforma diseñada para garantizar protección a las fuentes que se animen a divulgar información secreta en el grado que la fuente decida.

¿Cómo es Julian Assange?
Es un genio... y un sociópata.

Explíquese.
Muy brillante, e intratable.

¿Por qué?
Desprecia a todo el mundo. Se cree superior, rechaza toda crítica, no escucha opiniones y no da explicaciones. Quiere ser líder autoritario y solitario de Wikileaks, controlarlo todo sin rendir cuentas.

¿Desde cuándo conoce a Assange?
Desde que chateé con él, en noviembre del 2007, yo en Alemania y él en Kenia.

¿De qué hablaron?
De lo que convenía hacer con Wikileaks y de lo que yo podría aportar.

¿Desde cuándo existía Wikileaks?
Desde diciembre del 2006.

¿Con qué propósito?
Erigirse en el primer servicio de inteligencia público. Ser una plataforma para publicar informaciones de interés colectivo, y así ensanchar el conocimiento y la democracia.

¿Por qué le interesó?
Encajaba con mi ideología anarquista: abogo por la transparencia como norma general y por el reparto de poder. El secretismo debiera ser la excepción, ¡y no la norma!

¿Y qué aportó usted a Wikileaks?
Éramos cinco personas, y yo puse un esfuerzo ingente durante dos años y medio: dejé mis trabajos previos como ingeniero informático y me volqué absolutamente, fue mi proyecto vital y laboral, puse dinero...

¿Cuánto?
He perdido ahí 30.000 euros.

¿De dónde saca el dinero Wikileaks?
¡Buena pregunta! Esta es la razón principal por la que rompí con Assange: por no ser transparente en la financiación. Quise saber de dónde llega el dinero y adónde va, quise saber si hay desvío a cuentas de Assange.

¿Y?
Imposible: él oculta todo esto.

¿Se arrepiente ahora de haber trabajado junto a Assange?
Me arrepiento de haber pospuesto la tarea de organizar la estructura de Wikileaks de un modo que dificultase lo que ahora puede pasar: que Assange convierta Wikileaks en una secta de la que él sea el gurú.

¿Cuándo empezaron las discrepancias?
Cuándo le pregunté por el dinero y por los acuerdos que estaba cerrando con terceros.

¿Cómo reaccionó Julian Assange?
Me ordenó callar y me dijo: “Si me jodes, te perseguiré y te mataré”.

Formula una acusación muy grave...
Me amenazó de muerte, y es comprobable: lo repitió luego ante dos periodistas.

¿Cree a Assange capaz de matarle?
“Perro ladrador, poco mordedor”, me dijeron algunos... ¡Pero yo no tengo por qué soportar trabajar con un perro ladrador!

Desde luego.
Y se fue. Me echó él antes.

¿Qué temía más Assange de usted?
Tres cosas: una, me veía como alguien que iba a traicionarle y quitarle Wikileaks...

¿Paranoia?
Su psicología tiene mucho de paranoide. Me acusó de deslealtad, insubordinación y desestabilización: ¡como si trabajar para Wikileaks equivaliese a alistarse en el ejército! Assange reacciona agresivamente, le cuesta autocontrolarse. Dos, me acusaba de ser “demasiado alemán”, organizado...

Él es australiano, ¿eso les alejaba?
Está menos acostumbrado a la multiculturalidad que un europeo: es menos tolerante. Y tres: le molestaba mi anarquismo, ¡él adora la jerarquía!

¿Qué horizonte judicial tiene Assange?
Acabarán juzgándolo en Suecia: podría caerle un año de cárcel. Pero lamento que todos hablen del lío de faldas de Assange y nadie apoye al único héroe: Brandley Manning.

El oficial que sacó la información secreta del Pentágono, ¿no?
La Administración Obama está torturándole: no le dejan dormir, no puede ver a nadie... Quieren quebrarlo psicológicamente o para que hable o para que reviente...

¿Qué le pasaría a Assange si le atrapa la justicia norteamericana?
Podría aplicársele la pena capital. Horrible. Y dramáticamente desmotivador para los que luchamos por la transparencia.

La perjudicada por Wikileaks es siempre la Administración norteamericana.
  Está claro. Yo me alegro de que se desenmascaren las torpezas de sus embajadas...

¿Y si se publicasen sus cartas de amor y cuentas bancarias?
No me gustaría, pero si hubiese una buena razón pública... Como norma, abogo por el principio de transparencia para corporaciones... y el de privacidad para individuos.

¿Ha cometido alguna ilegalidad?
No, según mi filosofía.

¿Y Assange?
Assange trafica con información, chantajea a corporaciones... ¡Assange está haciendo política!

¿Con qué beneficio?
Publicidad, donaciones, la ilusión de ser poderoso...

¿De dónde proceden las donaciones?
¡Misterio! Hay intereses ocultos... Tengo hipótesis, pero callo para no perjudicar las indagaciones de un par de periodistas.

¿Mafias rusas, Daniel?
… ¡No sé! Assange cree utilizar a los demás, y quizá estén utilizándolo a él... Creo que su prepotencia puede estar cegándole.

¿Qué le diría de tenerlo delante ahora?
Todo se lo he dicho ya a la cara. Ahora a él le tocaría excusarse conmigo

martes, 26 de abril de 2011

EL SILENCIO DE LOS BORREGOS


  
Después de leer las noticias sobre los últimos suicidios en France Telecom, me vienen a la mente escenas de películas de los años 60 en los que los protagonistas se encontraban encerrados en una sala cuyas paredes se iban encojiendo hasta aplastarlos.
Las empresas tanto estatales como privadas, han reducido plantillas drásticamente, y sin embrago, pretenden aumentar la productividad, una meta muy loable en tiempos de déficit presupuestario, pero el camino elegido  no ha sido los incentivos, ni las mejoras en las condiciones de trabajo, el látigo ha tomado el mando y descarga con saña sobre las espaldas de los trabajadores.
Toda la parafernalia de seguridad e higiene se malgasta en minucias y hace la vista gorda al asedio laboral y al acoso continuo al que son sometidos miles de trabajadores en lo que venimos a llamar pomposamente "el primer mundo".
Pero no creamos que este fenómeno se da en pequeñas empresas y que son amos negreros los que fustigan a sus esclavos. La mayoría de los casos de mobbing se dan en la administración y en los organismos oficiales, la filosofía militar que impera en muchos de estos dinosaurios, la estructura piramidal del poder y la falta de sensibilidad de los altos directivos han hecho de estos centros, auténticos paraísos para maltratadores, explotadores y resentidos.
La cúpula de poder, coloca sus piezas estratégicamente para que les hagan el trabajo sucio, mientras ellos sonríen, salen en la foto y se cuelgan las medallas. Jefecillos cuyo único mérito es el de recorrer pasillos y hacer la pelota, acceden a lugares de responsabilidad y desde sus termiteros presionan inclementes a los que tienen a su cargo, cada día más, cada día un poco más.
Cuando alguno se rebota o sencillamente estalla, se le organiza un boicot, se le monta una operación de acoso y derribo hasta que se desmorona o escapa, mientras los otros borregos balan complacientemente sin pensar que cualquiera de ellos puede ser el próximo.
Con una legislación obsoleta, unos jueces indulgentes y unos sindicatos inoperantes, la situación de estos trabajadores se hace insostenible hasta acabar en la enfermedad o en el suicidio. 
Si estuviéramos en Estados Unidos, donde una ametralladora está al alcance de cualquiera, seguro que muchas de estas entidades estarían salpicadas de sangre, pero en este país donde las armas solo las tienen los delincuentes y los poderosos, al pueblo llano solo le queda implorar porque aparezca de una vez "El tío de la vara" y  cruja a toda esta colección de enchufados y chupópteros que no solo nos chupa el dinero si no también la sangre.

JUANMAROMO
    

GRITOS AL CIELO

 


 
 
Emma Riverola.
Cerca del árbol del que habla mi vecino Fonalleras, hace 74 años hombres, mujeres y niños elevaron su mirada al cielo y encontraron la muerte. El horror del bombardeo de Gernika, triste ensayo de lo que vendría, permanece vivo a través de las geniales pinceladas de Picasso. Ese cuadro de luto no deja de gritarnos. Chilla la madre con su hijo muerto en brazos. Grita el hombre mutilado en el suelo. Aúlla la mujer envuelta en llamas. Brama el toro. Bufa el caballo agonizante. Son los alaridos del terror y del miedo. Los lamentos del perseguido por la muerte.

74 años… y el cielo sigue tiñendo la tierra de un blanco y negro de duelo. Hoy leemos que en Libia aviones cargados de bombas también han cercenado la mirada de hombres, mujeres y niños. Más gritos para el cuadro. Rugidos que se suman a los rugidos de tantas víctimas que nunca quisieron ser mártires ni héroes. Inocentes sacrificados por otros inocentes convertidos en verdugos. Sus muertes se enlazan con las muertes de tantas guerras. ¿Cuántas personas habrán muerto bajo las bombas durante todos estos años? ¿Cuántos lamentos será capaz de resistir este cuadro que parece cargar con todo el dolor de las guerras? El pintor sólo consintió que el negro y los grises mancharan su pincel. Quizá no quiso competir con el rojo rabioso de la sangre que empapa las hebras de su lienzo. 74 años… y el hombre sigue escupiendo muerte.

"El hombre es el sexo débil, es una cuestión metabólica"

Gerald Hüther,doctor en Ciencias Naturales y Medicina; ha estudiado al hombre y su cerebro

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet

Foto: Markus Klepper


¿Para qué sirven los hombres?
Biológicamente servimos para ser exploradores, pero no somos importantes para la reproducción.

¿Ah, no?
Estamos diseñados para abrir nuevos caminos y las ideologías también son cosa nuestra; pero con la eyaculación de un solo hombre se podría reproducir a la población de Norteamérica dos veces. Nacemos con una dificultad biológica.

¿Dificultad biológica?
Sólo tenemos un cromosoma X y eso nos hace más débiles. Las mujeres tenéis una fortaleza que el hombre no tiene. El hombre es el sexo débil, es una cuestión metabólica, de cómo funciona y está organizado el cuerpo.

Entonces, ¿por qué mandan tanto?
Precisamente porque somos débiles necesitamos coger de fuera. Los que tienen el poder son los hombres más débiles. El primer hombre moderno, el primer hombre fuerte, fue Jesucristo, porque no se dedicó a apropiarse cosas de fuera, sino a dar.

Cuanto más débil eres más necesitas tomar el poder de fuera, ¿es eso?
Sí, y ya se nota desde la infancia: los bebés varones tienen una tendencia mucho mayor que las niñas a mirar alrededor en lugar de mirar directamente a los ojos, buscan todo tipo de anclajes en el exterior, y para jugar escogen objetos resistentes y fuertes.

Pues van cargaditos de testosterona.
La generamos para fortalecer nuestro cerebro, nos da el empuje que necesitamos para que determinados procesos se den con mayor impulso, pero se dan desconectados. Y es la responsable del aspecto físico masculino.

¿Y si castramos al niño?
Cambiará su cuerpo, pero no su cerebro, porque está determinado desde lo prenatal.

¿Hay algo que determine la formación de un macho o una hembra?
Los machos son producto del azar, de las circunstancias o de la decisión de la madre.

¿Decisión de la madre?
Existen las tres posibilidades. En algunos casos las condiciones medioambientales determinan la producción de machos o hembras. En el caso de los cocodrilos, nacen machos sólo si la temperatura es óptima. En el caso de las pulgas de agua, las madres determinan qué sexo tendrá la prole.

¿...?
Por regla general se reproducen asexualmente: hembras que engendran hembras, pero cuando la charca empieza a secarse engendran machos que se aparean con las hembras para producir los huevos de invierno, que sobreviven si la charca se seca.

Pero los hombres no son caracoles, ni cocodrilos, ni pulgas de agua.
Si atendemos a las estadísticas, aristócratas y burguesas acaudaladas traen al mundo con sorprendente regularidad más hijos que hijas, igual que las zarigüeyas, los hámsters, los monos araña de rango alto y las nutrias cuando están bien alimentados.

¿Las hembras dominantes suelen tener más hijos varones?
Sí, y bajo determinadas condiciones en las que las mujeres no se sienten bien, están estresadas y las condiciones del embarazo son peores, nacen menos niños. Y todo esto ocurre en los primeros dos meses del embarazo. Los embriones masculinos mueren si el futuro es incierto.

¿Dónde hallan ustedes su fortaleza?
Una fuente importante es pertenecer a grupos de chicos y jugar determinados roles que marca la sociedad según necesidades.

¿Modelos culturales?
Sí, cuando hacen falta soldados se favorecen, cuando hacen falta empresarios o inventores se favorecen. La debilidad biológica de los varones provoca que ellos acepten desarrollar ese tipo de roles que les prometen el poder y la fuerza y que se favorecen desde el hogar, el colegio, la televisión...

La exigencia es social, no biológica.
Sí, pero afecta a la estructura cerebral. Es como los chavales viciados con los videojuegos: han desarrollado una parte de su cerebro para ser hábiles en esos juegos, y les impide ser buenos en otros campos.

¿En qué punto está el cerebro del hombre moderno?
No tiene claro qué tipo de rol debe interpretar para poder llegar a ser importante. Pero su cerebro ya no es tan lineal, se desarrolla de forma mucho más abierta, y por eso hay tanto hombre que se comporta de manera insegura. Algunos debido a esa inseguridad buscan la fortaleza y otros la autenticidad.

¿Qué tenemos que saber las mujeres sobre el cerebro masculino?
Que los hombres siempre están intentando jugar un rol determinado –frecuentemente ni siquiera son conscientes de ello– y que detrás de esa fachada hay un hombre que tiene posibilidades de desarrollar su propia autenticidad.

Eso suena bien.
En el pasado, para convertirse en machos alfa necesitaban coger el poder de los otros (naturaleza, animales, mujeres, hombres); ahora por primera vez (ya que seguir un rol no garantiza el éxito) se sienten atraídos por la idea de dar, por la empatía y la autenticidad. Quizá están encontrando su propia fortaleza interior que les hace capaces de dar. Se trata del hombre que transforma.

Qué bien.
... Pero necesitamos la ayuda de las mujeres. Las madres tienen un gran poder para generar o no la práctica de roles; un gran poder en la programación del cerebro del hijo.

domingo, 24 de abril de 2011

LAMENTO DE GUITARRA



Él era un virtuoso concertista, desde muy joven dominaba como nadie el arte de las seis cuerdas. Un día, paseando por el casco antiguo, una guitarra le llamó la atención, fue un amor a primera vista, cuando la tuvo entre sus manos supo que estaba hecha para él.
Durante decenios admiraron al mundo con sus conciertos, ellos dos solos en el escenario, llenaban el espacio sonoro como una orquesta sinfónica. Nunca interpretaban el mismo repertorio, durante dias se aislaban del mundo y ensayaban nuevas partituras, acordes increíbles y variaciones maestras que admiraban al auditorio, ambos recorrían el mundo como una pareja inseparable.
Un atardecer se sorprendió admirando un escaparate, una flamante guitarra le deslumbró. Allí estaba como esperándole, su diseño atrevido, sus texturas sugerentes y sus formas rompedoras le quitaron el sueño, al día siguiente, esperó impaciente la apertura de la tienda para hacerse con ella.
Cuando acarició sus cuerdas, unos sonidos increíbles brotaron de su alma, porque aquella guitarra tenia alma, la apretó contra su pecho y una sensación desconocida se apoderó de él, algo en su interior le dijo que nada volveria a ser como antes.
Durante semanas se encerraron en su estudio, se olvidó de su vieja guitarra y del mundo exterior. Sus dedos arrancaban de las cuerdas notas de fuego, las viejas partituras cobraban nueva vida y lo que antes había sido armonía, se convirtió en un marasmo de sonidos que le absorbían el seso, casi no dormía y solamente salía para tomar unos bocadillos y regresar de nuevo con su amada.
Pasado unos meses, se decidió a presentarla en sociedad, el auditorio estaba lleno a rebosar y  las entradas se habían agotado a la pocas horas, tal era la expectación que había desatado, subió al escenario y un silencio religioso se adueñó del liceo.
 Cuando sus manos acariciaron el vientre de madera, las cuerdas tomaron vida propia, extraños arpegios surgían de sus dedos y los acordes disonantes inundaron la sala, el silencio se transformo primero en sorpresa y después en indignación, el público abandonó la platea y el telón de desplomó sobre el artista, la guitarra seguía distorsionando sonidos eléctricos que parecían reírse del maestro, presa de pánico la arrojó a patio de músicos y corrió en busca de su vieja guitarra. Allí estaba guardada en su funda, como esperando que volviera a buscarla.
La tomó en su regazo y acarició sus amadas cuerdas pero el sonido desafinaba. Intentó durante horas encontrar la armonía perdida, rogó, lloró e imploró, pero cuanto más lo intentaba más frio era el latido que le arrancaba, sus dedos habían perdido el tacto sublime envenenados por las cuerdas metálicas de la guitarra nueva y tras horas de intentos desesperados presa de la ira, la golpeó contra el suelo destrozando su caja.
En ese momento, un acorde sublime brotó de la guitarra herida de muerte y se clavó en el corazón del músico, un lamento sonoro en el que concentraba todo su amor y todo su dolor. Enloquecido salió gritando hacia el balcón y saltando la barandilla de forja, se estrello contra el asfalto. De su cabeza brotaron notas carmesí que se escurrieron por el pentagrama hasta sumirse en la alcantarilla más próxima mientras el viento ululaba el réquiem de Mozart.

JUANMAROMO

sábado, 23 de abril de 2011

LAS MOLÉCULAS DEL ALMA



Nos gusta pensar que somos dueños de nuestro destino. Al fin y al cabo, la habilidad de tomar decisiones conscientemente y de darnos cuenta de las implicaciones que tendrá cada elección nuestra es un componente vital de lo que nos separa del resto de seres vivos de este planeta: el don (y la maldición) de ser racionales. Por eso en su momento nos inventamos el alma. Porque asignar las cualidades únicas que definen nuestra especie a un concepto intangible legitima nuestra posición en el vértice de la pirámide evolutiva. Justo un escalón por encima de las otras criaturas, que ni siquiera se dan cuenta de que son esclavas del mundo físico.

Hemos pasado milenios satisfechos con las explicaciones que sacábamos de esta ruptura autoimpuesta entre cuerpo y mente. Pero a nuestra inteligencia le gusta complicarnos la vida. Desde que, a finales del siglo XIX, Ramón y Cajal dio el pistoletazo de salida a la neurociencia moderna, hemos aprendido más sobre el cerebro de lo que a muchos les gustaría. Hemos aprendido que los pensamientos tienen un origen tan físico como un dolor de muelas. Y ahora, en plena era posgenómica, la tentación es caer justo en el extremo contrario, en el determinismo genético que transfiere todas las características que nos hacen humanos al simple acto de unas neuronas liberando cócteles de neurotransmisores en la proporción adecuada.
Cuanto más avanzamos, mayor peligro hay de caer en este reduccionismo. Por ejemplo, a principios de abril, el equipo del doctor Ryota Kanai publicaba un análisis de 90 cerebros, hecho con técnicas de resonancia magnética. Habían asociado los datos anatómicos a las tendencias políticas de los sujetos de estudio y habían descubierto que, en un 75% de los casos, el cerebro de alguien de derechas se puede distinguir del de uno de izquierdas solo por su morfología. ¿Somos conservadores o liberales porque ya nacemos así?
La semana pasada se lanzó el primer atlas moderno del cerebro humano, abierto gratuitamente a todo el mundo. Allí podremos empezar a buscar respuestas. Reúne información sobre los genes activos e inactivos en cada zona del cerebro. Lo ha financiado Paul Allen, cofundador de Microsoft, con 55 millones de dólares de su propio bolsillo. Será una herramienta de incalculable valor para los investigadores, pero también dará alas a quienes promulgan que somos esclavos de las cartas que nuestro genoma nos reparte. Pese al intento de algunos abogados, hasta la fecha ningún juez ha admitido un argumento así como eximente de un crimen con violencia.
Desde que abrimos la caja oscura que era nuestro cráneo, no hemos parado de encontrar sorpresas. La primera, que no hay lugar para una alma, por muy incorporea que sea. Pero quizá la más turbadora es que con ciertas sustancias químicas basta para definirnos como personas, dependiendo de la cantidad que tengamos en un momento dado en el cerebro. Una vulgar píldora puede hacer que, hasta cierto punto, dejemos de ser depresivos, hiperactivos, tristes, agresivos, dispersos, obsesivos y otras muchas cosas que antes creíamos que eran parte irrenunciable de nuestro bagaje. Vivir mejor gracias a la química, como suele decirse. O la prueba definitiva de la correspondencia física que tienen los rasgos esenciales de nuestra personalidad.
¿Dónde queda entonces el libre albedrío? La ciencia no lo niega ni podrá hacerlo nunca. Haber descubierto las bases biológicas del comportamiento no nos libra de la responsabilidad de decidir. Solo nos explica de dónde partimos y cuáles son los mares por donde navegamos. Los puertos que elegimos visitar son cosa nuestra y de nuestra voluntad para luchar contra las mareas que nos encontraremos, más o menos fuertes según el caso de cada individuo. Todo lo que la medicina puede hacer es facilitarnos el viaje.
No sé si llegaremos nunca a entender del todo qué significa estar vivos y ser capaces de pensar. Uno de los problemas es que cuando la ciencia empieza a andar por el territorio que antes pertenecía exclusivamente a la filosofía, sus pasos nos parecen menos seguros. Nos cuesta asumir las respuestas que nos da porque llevamos una eternidad buscándolas en otros lugares. Además, no estamos acostumbrados al lenguaje molecular que usa. Quizá lo que ocurre es sencillamente que la materia de estudio, el cerebro, es a la vez la herramienta que necesitamos para llevar a cabo el análisis, y esto nos impide valorar los datos con la abstracción necesaria. Pero estas dificultades no evitarán que sigamos invirtiendo tantos esfuerzos como sea necesario. Es una pregunta demasiado importante para dejarla sin respuesta. Además, una de las cosas que nos hace humanos es precisamente ser sorprendentemente tercos. Aprovecho que es Sant Jordi para recomendar el nuevo libro del neurobiólogo David Bueno (El enigma de la libertad, XVI Premio Europeo de Divulgación Científica) a todos a quienes les interese profundizar en estos temas.

 Salvador Macip.

jueves, 21 de abril de 2011

TODA ELECCIÓN LLEVA IMPLÍCITA UNA RENUNCIA


En la vida estamos tomando decisiones continuamente, algunas banales, otras cruciales pero toda elección lleva consigo una renuncia. Cuando elegimos estudiar una carrera, renunciamos a lustros de diversión y de ocio, cuando decidimos formar una familia, renunciamos a una parte de nuestra libertad personal y cuando escogemos un camino no podemos proseguir por otro.  Hay quien opina que el dinero te permite ampliar infinitamente la capacidad de elección, pero hay un factor que condiciona mucho más que el dinero, y es el tiempo.
Si viviéramos eternamente, podríamos planificar nuestros viajes sine die, conocer el mundo palmo a palmo e incluso comenzar nuevas formas de vida, pero la levedad de nuestra existencia nos obliga a meditar cuidadosamente nuestros proyectos y a aprovechar cada segundo de nuestro tiempo como si fuera el último.
Hay elecciones que son reversibles, podemos cambiar de automóvil incluso de residencia en función del factor económico, pero hay otras que imprimen carácter y que una vez asumidas son imposibles de desandar.
A veces con el paso del tiempo, echamos de menos aquello a lo que renunciamos por adoptar una forma de vida, unos añoran la libertad perdida, y otros la familia que ya no podrán tener , lo que antes llamábamos  libertad se ha transformado en una mazmorra fría.
Cuando tomamos una decisión trascendente, debemos sopesar los pros y los contras fría y concienzudamente, de lo contrario la frustración acabará haciendo mella en nuestra vida y todo aquello que nos pareció maravilloso acabará enmoheciendo como pura rutina, pero el miedo al fracaso jamás debe impedir la elección de un camino, de lo contrario nos sorprenderá la noche, y entonces será demasiado tarde.

martes, 19 de abril de 2011

MARTES DE LIBROS


 
 
Emma Riverola Escritora
  Cuando la asistencia social le envió a aquella marroquí, protestó. No en voz alta, pero durante los primeros días le regaló todo el malhumor acumulado. Ella le advirtió de que los días festivos no podía atenderle, tenía que cuidar de su hijo. Él ni le respondió. Mejor, pensó, así me pondrán a otra. Pero un día ella le preparó una sopa que le recordaba a la de su madre y, entre cucharadas, la dureza se fue derritiendo. Empezó a hablarle. Y ella le escuchó. Con el tiempo, él también quiso escucharla y se acostumbró a tener a alguien con quien conversar. Se acercaban las vacaciones de Semana Santa y él no quería pasar una semana sin ella. Puedes venir con tu hijo, le dijo al fin.
Cuando lo vio, se arrepintió. El crío era más pequeño de lo que pensaba. Temió que empezara a correr o a chillar por toda la casa. Pero el niño no decía nada. Tan solo le seguía a todos lados y no dejaba de observarle. Sus ojos parecían dos bocas con hambre. Tiene cara de espabilado, pensó. Pero no sabía qué decirle ni cómo hablarle. Así que se acercó a la librería y eligió el libro preferido de su infancia. Se sentó en su butaca y empezó a leer La vuelta al mundo en 80 días, de Julio Verne. Al instante, el pequeño se sentó en el suelo a escucharle. El viernes cayó la última línea. El anciano miró al niño de ojos insaciables, cerró el libro y se lo regaló. Mañana es Sant Jordi, le dijo. Y el crío sonrió con avidez.