miércoles, 16 de marzo de 2011

PURGAMOS COMO INDIVUDUOS LOS PECADOS QUE COMETEMOS COMO ESPECIE



En los últimos tiempos, se están desarrollando enfermedades que hasta hace unos años eran anecdóticas. Conforme erradicamos plagas como el cólera, la peste o la viruela, aparecen otras aún más virulentas si cabe. El sida, el cáncer, la leucemia se han disparado en los últimos años de tal manera que uno de cada seis habitantes del mundo occidental contraerá en algún momento alguna de estas afecciones.

Hasta el siglo pasado, a pesar del elevado indice de mortalidad, los niños que superaban la adolescencia, tenían casi asegurada una juventud sana si lograban esquivar la tuberculosis y algunas formas virulentas de gripe. Con la llegada de los antibióticos, las plagas bacterianas fueron prácticamente erradicadas de la sociedad moderna, la vacunas, la higiene y la alimentación hicieron descender drásticamente la mortalidad infantil, pero de un tiermpo a esta parte, un nuevo tipo de peste se está cebando en nuestros jóvenes.


Dejando a parte el Sida, un síndrome muy controvertido y del que cada día se genera más discrepancia a nivel médico y científico, nos encontramos con que el índice de afectados por cánceres, leucemias o linfomas se ha multiplicado por diez en los últimos decenios.
¿A que se debe la eclosión tan disparatada de este tipo de afecciones?.
Está claro, y a pesar de que por razones obvias, nadie ha realizado un estudio científico a nivel mundial, que la explosión de Chernobyl, ocasióno una contaminación radioactiva de tal magnitud, que en los años posteriores, millones de personas residentes incluso a miles de Kilómetros de la URSS se vieron afectadas por la nube letal que llegó hasta el norte de Africa.

El uso intensivo y desproporcionado de electrodomésticos y terminales que generan microondas y radiaciónes en todo el espectro, como los teléfonos móviles, la wifi o los monitores informáticos, tiene mucho que ver en esa nueva plaga. Las señales procedentes de las antenas o de los cables de alta tensión, interactuan con el código genético de las células del organismo, pudiendo llegar a producir mutaciones que degenerarán en cancer o tumores malignos, así mismo atácan a la médula donde se generan las defensas del cuerpo, reprogramando sus códigos y generando leucemias y linfomas.


El uso incontrolado de transgénicos, pesticidas y piensos artificiales, así como la agricultura “de camara fria” y la ganaderia “estabularia”, nos han conducido a la paradoja de que la sociedad más obesa de la historia es la que está peor alimentada. Exceso de grasas, y carencia de oligoelementos, minerales y vitaminas naturales, contribuyen a bajar las defensas del organismo y hacernos más vulnerables a este tipo de ataques. Si completamos el cuadro con una sobredosis de stress, insatisfacción personal y carencias afectivas, tenemos todos los ingredientes para un cóctel emponzoñado del que todos bebemos a diario.


Purgamos como individuos los pecados que cometemos como especie, hemos envenenado el medio ambiente, destruido la capa de ozono y contaminado tierra, mar y aire. Los frutos de tal amarga cosecha, los estamos recolectando ahora, pero puede que nuestros hijos se lleven la peor parte.



JUANMAROMO

La mujer en la ventana

 
Emma Riverola 

El escritor israelí Amos Oz, al recoger el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, habló de una mujer. No de una en concreto, sino de la imagen de una mujer asomada a una ventana. Podía ser una mujer palestina o israelí. Desde la calle solo se distinguiría un rostro, pero si nos acercáramos a ella a través de las páginas de una novela, podríamos pasar al salón de su casa, visitar el cuarto de los niños, su dormitorio; conocer sus penas, sus alegrías y hasta sus sueños. Oz reivindicaba el papel de la literatura como puente entre pueblos, la imaginación del prójimo como un modo de inmunizarse contra el fanatismo.

El hombre que la noche del viernes pasado penetró en el hogar de una familia de colonos judíos y asesinó a los padres y a tres de sus hijos mientras dormían no sabía nada de los sueños de aquellas personas. Solo conocía su propia rabia y, quizá, su miedo. Las imágenes de esos cuerpos ensangrentados, incluida la del bebé de tres meses apuñalado junto al padre, han sido difundidas por el Ministerio de Información israelí «para mostrar al mundo con qué tipo de animales están tratando». Pero esas fotografías no hacen más que profundizar en la oscuridad. Los israelís y los palestinos lo saben todo de su propio odio y terror, pero solo ven en el otro el reflejo de su crueldad. Mientras, la mujer en la ventana, sea quien sea su dios, suplica un sueño de paz para sus hijos.

martes, 15 de marzo de 2011

HIJA...



Hija, gota de rocío, flor de loto
ranita juguetona y cantarina
ruiseñor que despertaba la mañana
en el plácido estanque de la vida.

Hija, frágil capullo primigenio
que brotaste en el rosal de la ternura
y te abriste al abrigo de mi pecho
e iluminaste el jardín con tu hermosura

Hija de la luna y  los planetas
mujer de belleza turbadora
con la fuerza del mar entre tus venas,
con la luz de la aurora en tus pupilas

 Tienes el cósmico hechizo de las diosas
el empuje ancestral de las mareas,
el fuego redentor de Prometeo
y la furia de Eolo en tu melena.

que la montura no encorve tus espaldas
que el miedo no te emboque con sus bridas,
que la vida te sirva de pradera,
y que el cielo ilumine tu andadura.

Hija de un amor tan inmenso como el tiempo
que ese amor reverdezca en tu cintura.
 

¿EL FIN DEL PRINCIPIO O EL PRINCIPIO DEL FIN?



Nunca he creído en profecías ni en pronósticos apocalípticos, pero está claro que algo está sucediendo. Hay quien lo achaca a la era de Acuario hay quien da la razón al calendario Maya, pero sea como fuere, algo se está moviendo en el mundo a una velocidad nunca vista hasta ahora.
Siempre han habido cambios climáticos extremos, pero han tardado milenios en hacerse perceptibles, durante siglos los avances de la humanidad eran lentos y a veces regresivos, pero en el último siglo todo se ha disparado.
Quizás el detonante fue el descubrimiento de la electricidad. La máquina de vapor era ya conocida por los Griegos, pero la mano de obra barata no la hizo rentable hasta el comienzo de la revolución industrial.

La electricidad permitía generar y transmitir energía desde los más recónditos lugares, paisajes que habían permanecido aislados durante siglos, se convirtieron en asentamientos de presas y turbinas desde donde exportar electricidad a lugares lejanos. Durante milenios, se conocía el petróleo, de hecho, los Bizantinos defendieron Constantinopla de los Turcos a base un arma conocida como "fuego griego", un compuesto a base de nafta, pero la invención del motor de explosión cambió el signo de la historia.
La energía eólica que movía barcos y molinos, la animal, que mecanizaba la agricultura y el transporte y la humana que manipulaba la industria artesanal fueron barridas en pocos años por  locomotoras,  vapores,  y  máquinas de todo tipo que "liberaban" al hombre del trabajo duro. Pero la realidad es que fueron aprovechadas por los industriales y los poderosos para enriquecerse y aplastar a los movimientos sindicales. 
La era industrial se basaba como las anteriores en la explotación del hombre por el hombre, pero la ciencia no conocía límites. El hombre empezó a creerse todopoderoso, socavó la tierra para extraerle minerales y la desangró con millones de pozos de petróleo, pero faltaba lo peor, descubrió como robarle la energía de su propia esencia, el átomo.
Desde sus orígenes la energía atómica fue genocida, tanto nazis como americanos se enzarzaron en una carrera contrarreloj por obtener la primera bomba nuclear, tuvimos suerte de fueran los asesinos más prudentes los primeros en alcanzarla, pero en Hiroshima y Nagasaki jamás olvidarán sus zarpazos.
Con la llegada de la guerra fría,  se almacenaron arsenales capaces de destruir cien veces el planeta, era "el equilibrio del terror", durante decenios la humanidad vivió bajo la amenaza de una hecatombe nuclear, pero por otro lado había que dar una salida comercial al Uranio, un mineral relativamente abundante, que debía ser "enriquecido" para poder ser utilizado como combustible, y como siempre solo unos poco países tenían tecnología para el proceso, la pirámide del poder se hacía cada vez más alta y estrecha.
Se empezaron a construir centrales nucleares, según sus defensores era una energía barata y segura, y sobre todo nos liberaba de la dependencia energética, de nada sirvieron las protestas de los ecologistas ni los desastres de Harrisburg y Chernóbil, el planeta se vió invadido por cientos de generadores  cuyos residuos, radioactivos  durante milenios  eran sepultados en sus entrañas.
Durante decenios hemos incendiado bosques, talado selvas y envenenado mares. Hemos explotado al resto de la humanidad y expoliado la tierra, pero hemos llegado al límite.
La temperatura global sube inexorablemente, los mares aumentan de nivel, los pueblos oprimidos se revelan y la tierra se estremece. ¿Es el principio del fin de la humanidad ? ¿Es el comienzo de una nueva era?. 
La tragedia que está sucediendo en Japón debería hacernos recapacitar, nos hemos creído dioses cuando apenas somos unos pobres diablos, no hemos creído sabios cuando solo nuestro egoísmo es comparable a nuestra ignorancia. Formamos parte de un ser que nos ha dado la vida, si seguimos agrediendo a la madre tierra, tarde o temprano se librará de nosotros, y me temo que estamos muy cerca del límite.

"Eres libre de lo que amas y esclavo de lo que rechazas"

Emilio Fiel, pionero en España de la nueva conciencia y aventurero del espíritu

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amigue

Foto: PEDRO MADUEÑO
Silencio, amor y Gaia
Fue un economista marxista, vinculado a las primeras cooperativas vascas. Paralelamente, con 18 años, dirigía grupos de yoga y meditación. “El silencio, el amor, la fusión con la naturaleza son prácticamente lo mismo”. En 1977 montó la Comunidad del Arco Iris, que dirigió durante diez años, la más grande en esos momentos de Europa. Después se retiró y comenzó una etapa más cercana al chamanismo y contactó con los ancianos mexicanos, de los que heredó algunos de sus linajes, e impartió cursos en la escuela Chrisgaia. El día 22 dará una conferencia y presentará su libro El sol que mora en las tinieblas (editorial G&A) en El Corte Inglés, acto en beneficio de la Fundación Barraquer

Es usted un explorador del alma humana, ¿qué ha descubierto?

Que merece la pena vivir el instante presente con alegría; que el amor es posible en cualquier momento, pero que nadie puede llegar a ese punto si no ha abrazado su propia sombra.

¿Es decir?
Todo lo que teme, todo lo que rechaza, todo lo que no se atreve a afrontar, todo lo que le provoca reacciones fuertes, todo lo que de alguna forma es exagerado en su vida, todo lo que no soporta en los demás es lo que no ha resuelto en sí mismo. La sombra es la clave de nuestro poder interno.


¿Cómo la descubres y cómo la vences?
Lo primero que hay que entender es que hay una forma de cambiar el pasado liberando las energías que nos atan con otros seres con los que hemos mantenido relaciones estrechas: la familia, las ex parejas y los amigos. Cada vez que tengo una relación emocional con alguien y es fuerte y es negativa, intercambiamos emociones y energías.


¿Y eso nos deja atados?
Sí, así que si odiamos a nuestra madre nos convertiremos exactamente en ella, viviremos su vida. Eres libre de lo que amas y esclavo de lo que rechazas. En este mundo todo viene en parejas: si quieres el bien tienes que aprender a vivir dignamente el mal; si quieres salud tendrás que abrazar la enfermedad, vivirla con calma y alegría.


Difícil.
En ese juego entre la luz y la oscuridad, si estamos en nuestro centro, la ira es sagrada y conduce las energías del espíritu. Pero, si no estamos en nuestro centro la ira, o cualquier emoción puede causar destrozos. No hay emociones positivas o negativas. En tu centro la ira, la tristeza, cualquier  emoción es rica y productiva.


Definamos qué es el centro.
El lugar de la sobriedad, en el que las emociones no nos dominan. Estamos en un mundo en el que no sólo la cabeza ha causado estragos, también el corazón. Ya basta de tener el alma en el corazón, el alma hay que bajarla a las tripas.


¿Instinto?
Sí, tiene que haber una espiritualidad instintiva, sin razón y sin sentimiento, en el sentido de no mover las emociones ni la mente.


¿Hay que controlar?
Controlar no significa reprimir, que es lo peor que uno puede hacer;  significa llevar nuestra vida desde el interior. Lo importante es entender que los cambios del juego de la vida no deben mover tu realidad, deben mantenerte sereno, sensato.


Eso quisiéramos todos.
Cuando dos personas se juntan, la vibración de ambos tiene que  unificarse, o tú bajas a que te duela lo que al otro le duele y entonces a los dos os duele, o tú te quedas en tu lugar sereno mientras el otro sube de frecuencia. Tú tienes que mantenerte en tu centro y respetar al otro.


¿Cómo transformar la oscuridad?
La vida hay que cambiarla en el instante, cuando surgen las emociones negativas es el momento de recapitularlas. Hay que entender que en nuestros miedos se encuentra nuestro poder. En lo que tenemos oculto en el cuarto de los trastos no sólo está nuestra sombra oscura, lo que más tememos, también está nuestra sombra dorada.


Preséntemela.
Es el dios que somos, el poder de los dones internos que están ahí dentro escondidos.


¿Cómo entras en la sombra?
Cualquier cosa que rompa la lógica mental hace entrar en las sombras, por eso hay procesos de catarsis muy sofisticados o simplemente directos, como un retiro en la naturaleza cuatro días sin comer ni beber.


Radical.
Si no, habrá que esperar a que una enfermedad grave, la muerte de un ser querido o tantas injusticias como hay te saquen la sombra y no tengas más remedio que verla.


Dígame cómo puedo trabajarla.
Uno tiene que volver a entrar en el dolor que la oscuridad le causó: si en otro tiempo la locura te rodeó y estuviste a punto de perder el control, tienes que volver, pero con más conocimiento. Si no, no resuelves nada, sólo lo guardas en el cuarto oscuro. Tú ya llevas todo aquello en lo que puedes trabajar dentro de ti.


Sí, eso dicen todos, ¿pero dónde está?
¡Jolín! En tu mala gaita, en tus miedos. Cuando entras en tristeza, cólera, depresión, no te vayas a tomar unas copas o al cine, enciérrate con esa rabia, déjala salir, escúchala.


¿Cómo se expresa la sombra?
Quien más miedo tiene más sombra tiene, quien más hostil y violento es más la reprime. Le diré algo importante: primero hay que controlar la sombra y segundo poner conciencia en la sexualidad.


¿?
Ya es hora de que los hombres controlen su sexualidad. No hay que confundir eyaculación con orgasmo masculino. El orgasmo está fuera de la eyaculación y el amor debe durar más de media hora para que la mujer se entere de algo. La eyaculación es un acto egoísta de lo masculino.


No haré comentarios maliciosos...
El tantra o ciertas partes de la sexualidad sagrada enseña a fundir los  corazones. La propia sexualidad guarda el camino más directo hacia la fusión con todo. La eyaculación debilita al hombre, y a las mujeres las debilita su caída en el caos emocional.

lunes, 14 de marzo de 2011

VENCIDOS

 
Acabo de regresar de una travesía en el desierto, con la armadura abollada, el casco colgando de la espalda, y la espada mellada de golpear la piedra. Como en el poema de León Felipe, yo también voy cargado de amargura y no puedo batallar.
Podría consolarme como Felipe II pensando que "No mande mis naves a luchar contra los elementos", pero la lluvia de hoy no es escusa. Nos han vencido esos enanos disfrazados de gigantes que son la desesperanza, el agotamiento, la falta de fe y la comodidad.
Un colectivo con más de cien mil afectados no puede presentarse en al campo de batalla con seis lanceros. ¿Dónde está el resto? ¿Cuántos heridos? ¿Cuántos enfermos?... Los demás han optado quedarse en las trincheras con el culo pegado en tierra, mientras unos pocos se lanzaban al combate en medio de la lluvia, el barro y los disparos del enemigo.
Acabo de ver publicado en las paredes de INSS un parte de guerra que reza:
"Vencido y desarmado el ejército de las SSC", se han conseguido los últimos objetivos militares. La guerra ha terminado".
He arrojado al fango mis insignias, mi lazo azul, y mis hojas de firmas, a partir de ahora seré un partisano, un guerrillero traicionado por sus propios compañeros, pero aun así, como un lobo solitario nada ni nadie conseguirá callarme, seguiré enviando manifiestos, escribiendo en mis blogs, guerreando en la radio, hasta que las puertas se abran o las aspas de un molino consigan derivarme.
Ya no  ladran los perros, porque ya nadie cabalga por las playas de Barcino, ni por la manchega llanura. Dulcinea languidece postrada ante el hogar, mientras el invierno da sus últimas bocanadas de hielo. El Gran Hermano esboza una sonrisa, mientas yo me elevo cabalgando a lomos de Clavileño en busca de la utopía perdida.
 "En un lugar de esta España de cuyo nombre no quiero acordarme..."

JUANMAROMO




LA AURORA BOREAL Y LA CÓPULA

 


Si Dios hubiera querido que sus representantes en la Tierra fueran estos señores de negro, no habría puesto tanto colorido en la naturaleza. No tendríamos, en fin, pavos reales ni claveles ni orquídeas ni papagayos ni peces de colores. No habría mares ni ríos ni auroras boreales. No conoceríamos el arco iris ni el Sol de medianoche ni la Luna llena ni el reflejo de la luz en tus pupilas. No existiría la selva ni el desierto ni la sabana ni el bosque mediterráneo. Resulta absurdo fabricar un mundo lleno de matices cromáticos y seleccionar, para su administración, a un licenciado en pompas fúnebres. Sería como colocar la embajada de un país caribeño en un piso interior. O como poner al frente de una floristería a un tipo con cara de vinagre. O como nombrar rector de una universidad a un analfabeto. O como encargar a Frankenstein la gestión de un establecimiento de cirugía estética. O como nombrar representante sindical de las aves a una rata.
Si Dios estuviera en contra del sexo, no lo habría hecho tan divertido, tan higiénico, tan alegre. No permitiría que las moscas se aparearan a la vista de todos ni que los mirlos compusieran una sinfonía pública cada vez que echan un polvo. Tampoco le parecería bien que fuéramos por la calle tragándonos las poluciones de las plantas. Pero es que las poluciones, mira por dónde, están ricas porque el sexo, venga de donde venga y vaya donde vaya, tiene un sabor incomparable. Es absurdo estar en contra de él y diseñar un mundo fundamentalmente venéreo. Sería como crear un ciempiés que no anduviera o una libélula que no volara. Los señores de la fotografía, todos obispos, hablan en nombre de Dios, pero observen el daño que les hace la luz. Parece que acaban de salir de una cueva prehistórica y es que acaban de salir de una sacristía, que viene a ser lo mismo. De ahí ese aire fúnebre, crispado, triste y agresivo (no se pierdan la mirada hiriente del personaje central ni las gafas de policía de los otros dos).
Si Dios detestara los olores, no habría creado la jara ni la menta ni el tomillo. Viviríamos en un mundo sin hierbabuena, quizá ni siquiera tendríamos nariz, pues para qué un vehículo del olfato sin olfato. Pues bien, los señores de la fotografía, empeñados en hablar en nombre de Dios, que es lo mismo que si usted se empeñara en hablar en nombre de Sócrates, están en contra de que nos gusten los colores y el sexo y el olfato, como en otro tiempo estuvieron en contra de que la Tierra girara alrededor del Sol, o de que las especies evolucionaran como la ciencia ha demostrado que evolucionan. Cuando no se cabrean por la gravitación universal, se cabrean por que usted se divorcie y sea feliz. Para qué pasarlo bien pudiendo pasarlo mal, gritan desde el púlpito a sus adeptos, que se cuentan entre millones porque no hay nada más democrático que el masoquismo.
La foto corresponde a una manifestación callejera que los señores de negro llevaron a cabo el 18 de junio para defender -decían- a la familia. Como la familia goza de muy buena salud, puesto que el mundo está lleno de familias, hay que suponer que mentían. Y es que otra cosa que les pone enfermos, junto a la aurora boreal y la cópula, es la verdad. Escuchen, si no, la Cope, de la que son propietarios.

Publicado por Juanjo Millas  )

"Tras forrarse con trampas nos aplican la cultura del esfuerzo"

Eva Illouz, filósofa; deconstructora de la autoayuda, la psicología y las nuevas religiones

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet
 
Foto: KIM MANRESA

Creo en ser madre
"Los hijos son la única y la última religión universal: se lo damos todo sin esperar nada. Tan sólo nos brindan una vaga promesa de recordarnos tras la muerte. Hoy la paternidad es el más abnegado y generoso de los sacerdocios contemporáneos. Porque la religión ocupa cada vez menos espacio en nuestras vidas, pero nuestras vidas tienen espacios cada vez más religiosos: regale una cena romántica a su pareja y verá cómo las luces, los vestidos y el menú se convierten en símbolos que separan lo cotidiano de lo sagrado y así crean un ritual ¿una misa de pareja¿ que, como todo rito, renueva un vínculo entre dos: lo fue entre Dios y los creyentes y hoy es entre los dos creyentes en un mismo amor"
Durante siglos, el ideal del hombre culto era el equilibrio.

¿En qué sentido?
Lograr la ausencia de emociones intrusas en la paz del alma. Si las dominabas, alcanzabas la ataraxia.


Y si no, eras un esclavo de tus pasiones.
El cristianismo transforma ese ideal de la paz interior en el de “la paz de Dios”; y las pasiones, en pecados. Y va un punto más allá en cuanto a reprimir el  exo. Ahora ya no se trata de no practicarlo: eso es fácil...


¡Qué me va a contar!
El cristiano debe conseguir no desearlo. Y eso requiere un cambio profundo en su conciencia, que es lo más importante de su vida.


Entonces el dinero era un pecado más.
Hasta el protestantismo, que da una vuelta de tuerca materialista a ese ideal; ya no se trata de dominarse y contemplar a Dios en la pobreza; para ser bueno y feliz debes trabajar duro y ser honesto y así llegarás a rico, que equivale a ser santo. Y, con esa moral victoriana, Inglaterra conquista el mundo.

La cultura del esfuerzo que hoy revive.
Siempre vuelve en las refundaciones del capitalismo como la que ahora vivimos. Esa moral victoriana niega la buena suerte, porque, para un buen hombre, la buena suerte sólo es el fruto del trabajo duro de cada día.


Y habría que tener algún talento...
El talento supone haber tenido la fortuna de nacer con él, y la moral victoriana sólo reconoce lo ganado con esfuerzo y honestidad.


Siempre recompensados... En el cine.
Se trataba de que aceptaras el orden establecido, y, a cambio, te brindaban la ilusión de que había una escalera social para que cualquiera –con o sin talento o apellidos– que sudara lo suficiente llegara a ser rico.


¿Y usted no cree en ese esfuerzo?
Yo creo en la historia, que muestra la cantidad de casualidad y a menudo desvergüenza requeridas para amasar fortunas. Después, el mito lo forjan los ganadores, que suelen preferir que se les admire por sus méritos personales que por su suerte, porque, como ellos, puede tenerla cualquiera.


¿Por qué vuelve esa moral victoriana?
Porque el colapso financiero ha puesto en evidencia que quienes manejan el sistema hacen trampas y aun así al fin acaban ganando. Y eso hace sentirse idiotas a quienes no las hacen y van a trabajar cada día.


También hay quien disfruta su trabajo.
Para controlar y regenerar el sistema deben volver a convencernos de que si trabajamos duro, tendremos recompensa. Por eso ahora resucitan la cultura del esfuerzo para neutralizar la de casino y la del favor político, que acaban de demostrar que sí son efectivas.


¿Y dónde está la felicidad?
En el XIX estaba en la honradez y en la riqueza, hasta que el psicoanálisis y la psiquiatría, que hasta entonces sólo se habían preocupado de los enfermos mentales, crean una categoría genial: los neuróticos. Y en los 70 democratizan la enfermedad mental.


Ya puedes ir al psicólogo sin estar loco.
Neurótico es cualquiera que sufra un conflicto interno. Es una gigantesca operación de marketing sanitario: si te enamoras de una chica, pero no te conviene, tienes un conflicto y tal vez una neurosis; o si te peleas con tu padre o los vecinos o con tu perro..., tienes conflictos y eres un neurótico.


Y tal vez necesites medicación...
Antes que las píldoras, los psicólogos conciben otro provechoso invento: la autorrealización. Ya ni siquiera necesitas un conflicto para ir a terapia. Ahora, basta con que no te "sientas realizado" para cobrarte la visita.


O al menos para venderte su librito.
Cualquiera puede pagarse ese libro que le ayude a realizarse. Y entonces aparece toda una narrativa –en su mayoría, banal– para ayudarte a realizar “todo tu potencial”.


Género en auge.
Si trabajas mucho, eres workahólico y necesitas ayuda, pero si trabajas poco  y no eres ambicioso, también necesitas ayuda, porque te falta autoestima... Debes ir a terapia.


Y se titulan por miles los psicólogos.
Nuestra vida se ve invadida por su palabrería: si te gusta el sexo y lo practicas sin cesar, eres sexoadicta y tienes miedo al compromiso; pero si, en cambio, te enamoras perdidamente de alguien y le eres fiel, eres dependiente e insegura de ti misma.


¡Qué estrés!
El gran cambio respecto a san Agustín o la moral victoriana es que hoy tu objetivo es inalcanzable: está siempre en movimiento.


Y la cartera, tras él...
Te convencen de que debes estar toda tu vida “trabajándote” y para ello  necesitas guías, terapia, libros, consultas, pastillas...


¿Y si vas a tu bola y punto?
Somos humanos y requerimos de marcos de referencia e instituciones, pero,  como están en crisis, sólo nos queda la psicología para buscar algo de coherencia. Así que ellos siguen ganando. Y ahora, con pastillas: se muere un familiar, te las dan para superar el luto; te abandona la pareja, igual. Llorar, que era lo más natural del mundo, hoy es un trauma que debe tratarse a pastillazos.


Se han medicalizado los sentimientos.
Y las carreras. Un profesional ahora debe lograr lo imposible: ser cordial con sus compañeros, pero competitivo; buen jefe, pero también buen amigo; ser simpático, pero no demasiado, porque sería débil... Ni muy enérgico, porque sería autoritario. Por eso también necesita coaching psicológico.


¿Y si te aceptas como desastre?
Siempre habrá gurús dispuestos a ayudarle: esté tranquilo.

domingo, 13 de marzo de 2011

SUFRIMIENTO, CIENCIA Y SABOTAJE




Muhammad B. Yunus MD

(“Suffering, Science and Sabotage”, Journal of Musculoskeletal Pain, Vol. 12(2) 2004, pp.3-18)

La medicina moderna se siente incómoda ante el tema del sufrimiento y el sufrimiento hace que la medicina sienta vergüenza. La mayoría de las enfermedades crónicas causan un sufrimiento continuo que hace que la persona enferma se sienta desesperada. Él o ella no siente control ante la incertidumbre de cómo evolucionará su enfermedad. Esta persona está sufriendo ya que lo que era está amenazado o se ha perdido. Él o ella no puede huir de la sombra invisible que le persigue cada día y cada noche…
Los seres humanos pueden aguantar mucho dolor si tiene razón y sentido (como en un parto). Pero el dolor crónico (como en la fibromialgia) no tiene sentido. No promete luz al final del túnel. En realidad, el paciente siente que él o ella está constantemente atrapado en una existencia subterránea a la cual no llega el sol...
El sufrimiento es una cuestión individual, personal, algo de la cual su presencia y envergadura sólo la puede conocer el que sufre.
La medicina occidental está tan reforzada por su mantra “la Medicina Basada en la Evidencia” que no puede ver el sufrimiento más allá de la Sustancia P (uno de los biomarcadores de la fibromialgia)…
Son muy pocas las escuelas de medicina que ofrecen cursos sobre temas claves como el sufrimiento, la esperanza, la desesperación, el miedo, la empatía, etc.
Muchos médicos hacen una escala con los síntomas del paciente (por ejemplo una escala del dolor de 0 a 10), pero raramente preguntan al paciente que hable de sus síntomas si no hay una patología estructural presente y se les dice que sus síntomas son subjetivos o sea, que no son fiables.
Aunque en las últimas décadas ya se ha avisado a los médicos de que deberían tratar al paciente como un ser integral, la mayoría de los médicos siguen sin atender elementos claves para poder tratar al paciente. Se habla mucho de lo “psico-social”, pero es más una moda en vez de realmente ponerse a trabajar para comprender, empatizar y ayudar al paciente con su sufrimiento. Muchos pacientes se quejan de que el poco tiempo que tienen con el médico, está lleno de interrupciones y de que los temas que realmente preocupan al paciente nunca llegan a ser hablados…
Hay muchos médicos que no se ocupan de las nuevas enfermedades porque no ven una patología objetiva. Estoy hablando de un grupo de enfermedades relacionadas entre ellas como la fibromialgia, el colón irritable y el Síndrome de la Fatiga Crónica. Es bastante seguro de que tienen una patología común de sensibilización central y por eso se les llama “síndromes de sensibilidad central” o SSC.
Muchos médicos no hacen caso a pacientes con SSC diciéndoles directamente o indirectamente que sus síntomas son imaginarios (“usted no tiene nada”) y se aseguran de que ese paciente no vuelva a su consulta. A menudo los médicos son maleducados con los pacientes y se limitan a decir al paciente que está deprimido (sin tener intención de indagar para descartar o confirmar si hay una depresión). El paciente queda abandonado por el sistema sanitario y sufre solo. Los pacientes aprenden a no confiar en los médicos y a verlos como ignorantes y pomposos…
Otros médicos quieren ayudar a los pacientes con enfermedades SSC pero no tienen la formación para hacerlo…
Y luego hay otros médicos que son pasivos-agresivos que, aunque no maltratan a los pacientes de maneras obvias, se los quitan de encima rápidamente.
También hay médicos e investigadores que se dedican a sabotear el trabajo de otros médicos que conocen estas enfermedades y que quieren ayudar a los pacientes. Y los pacientes acaban siendo los daños colaterales de esta situación. Una de las tácticas de estos médicos que quieren hacer sabotaje es la de decir que la fibromialgia no existe porque no hay un tratamiento eficaz. Esto no tiene sentido porque hasta recientemente, hasta la “era metrotrexato”, no había un buen tratamiento para la artritis reumatoide pero, aún así, es considerada una enfermedad desde hace 200 años… ¿Por qué se espera una cura pronto para la fibromialgia cuando hay tan poca financiación para investigar esta enfermedad? El “tratamiento” que se ofrece ahora para la fibromialgia, la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) no cura y es ineficaz como está demostrado en los estudios que utilizan controles correctamente (Williams DA et al 2002, Vlaeyen JW et al 1996, Nicasio PM et al 1997)…
¿Podemos tratar el sufrimiento?
El enfoque en las facultades de medicina es erróneo. Los estudiantes y profesores pasan dos horas discutiendo un caso y dos minutos con el paciente. Y cuántas veces he visto, en un hospital universitario, alguien mencionar la fibromialgia o el SFC, y el profesor de medicina y los estudiantes se ponen a reír y hacer bromas sobre estas enfermedades, cuando estas enfermedades SSC son muy serias y de alto nivel de morbilidad y hasta de mortalidad (McBeth et al 2003)…
Los médicos sólo se ocupan de arreglar las patologías estructurales y mandan a los pacientes a casa sin ocuparse del sufrimiento…
La mayoría de los médicos tratan a sus pacientes con paternalismo y arrogancia. En vez de empatía, la mayoría de los médicos muestran una falta de respeto a los pacientes.
Tratar la patología estructural no cura al paciente. Hay que escuchar sin interrumpir para entender mejor los síntomas. La impaciencia, la falta de sensibilidad, el no querer escuchar, la falta de habilidades de comunicación y una actitud de “yo sé todo”, hacen que el médico tome decisiones erróneas en planes y tratamientos.
Pero la arrogancia y la apatía de los médicos no se puede cambiar sin ir a la raíz del problema: las facultades de medicina tiene que cambiar…hay que formar a los profesores en temas humanistas. Y aún más: hay que hacer una selección adecuada de quién es escogido para entrar en la facultad.
Sí, necesitamos médicos que estén formados científicamente pero también que sean amables, humildes, atentos y muestren respeto por las preocupaciones y quejas del paciente.
Como dice el juramento hipocrático: “Primero no hacer daño”. El médico tiene que asegurar al paciente con una enfermedad SSC que su sufrimiento es real, basado en una patología real. Hay que ser científico y humano…
Se necesita un debate sobre esta profesión y hay que hacer cambios grandes antes de que sea demasiado tarde.

https://www.facebook.com/pages/Plataforma-Nacional-para-la-FM-SFC-SQM-reivindicaci%C3%B3n-de-Derechos/183653631931

sábado, 12 de marzo de 2011

MI PUTITA PARTICULAR



Tras salir del trabajo, Lucas y un grupo de compañeros se fueron a una cafetería a tomarse una copa, antes de regresar a sus respectivas casas. Uno de ellos comentó que se fin de semana abrían un nuevo local de alterne en la ciudad y que esperaba encontrar alguna prostituta que le hiciera cosas distintas a las que le hacía su mujer en la cama. Tras la marcha del grupo, Lucas se quedó sólo con Mateo, su mejor amigo. Después de tomarse alguna copa más, Lucas le propuso a su amigo que si le gustaría ser el instructor sexual de su esposa y así de paso se lo pasaría muy bien con ella. Mateo, que conocía a Tania, se quedó extrañado de esa propuesta pero, tras algunos ruegos de su amigo, aceptó. La mujer de Lucas era una belleza madura, a la que observaba cada vez que salían juntos o era invitado a su casa. Lucas le explicó que lo único que deseaba era que enseñara a su mujer distintas formas de hacer el amor pues, después de cinco años de casados, la monotonía reinaba en la cama. Lo único que exigía era que Tania no supiese nada y él poder observar todo lo que hicieran. Con excusas de revisar documentos del trabajo, Mateo comenzó a frecuentar muy a menudo el domicilio del matrimonio. Casi siempre se quedaba a cenar y después a tomarse el café o alguna copa. Lucas intentaba dejarlos un rato a solas, cada vez que veía la oportunidad, para ver qué reacción tenía su mujer con el amigo. Él notaba que no le era indiferente y que de vez en cuando lo miraba de una manera distinta a como lo hacía con otros amigos. Mateo siempre alababa su físico, su indumentaria, lo que hacía que Tania se pusiese contenta.

Esa misma noche, comenzó a planear el momento ideal para que se produjera su fantasía. Cuando llegó al dormitorio observó, con placer, el cuerpo de Tania, que se estaba desnudando. Miró sus proporcionados senos. Después, bajó la vista hasta la flor negra, cuya principal característica era su abundante líquido, que manaba cuando hacían el amor. La sola idea de verla hacer el amor con otro hombre siempre le había excitado, pero jamás se le ocurrió decírselo . Al día siguiente le explicó a su amigo lo que había planeado y que debía suceder esa misma noche. Haría que le llamaran de la oficina, con la excusa de buscar unos documentos que debía entregar con urgencia. Así ocurrió, y tras el café, sonó el
móvil. Mateo se quedó solo con Tania, ambos sabían que Lucas tardaría, al menos dos horas, en regresar a casa. Éste se escondió muy excitado y esperó que sucediera lo que, con tanto esmero, había planeado.  Comenzaron por tomarse una copa y después otra. Cuando ya estaban un poco bebidos, Mateo se decidió ir a la acción. Se acercó a ella y comenzó a besarla, para ver la reacción de la mujer. Como ésta respondía, pasó a besarla con más pasión, a la vez que le comenzó a acariciar la espalda. Tania abría los labios esperando la lengua de su amigo. Poco a poco se fueron desnudando mutuamente, sin que ella supiera que su marido observaba la escena. Mateo bajo su boca hacia los senos de la hembra, quien comenzaba a gemir de placer. Fue succionado y lamiendo, y entre una cosa y la otra daba pequeños mordiscos en los pezones. Tania, por su parte, comenzó a acariciarle el mástil . Cuando ya estaba a punto de eyacular, le acabó de masturbar con su larga melena, a la vez que paseaba su lengua por el miembro. Mateo quería entrar dentro de ella y tras un rato de nuevas caricias y besos, ella abrió su corola y dejó que Mateo la penetrara. El placer fue tan intenso que los gemidos eran muy fuertes, por lo que Lucas comenzó a masturbarse mientras observaba la escena. Cuando todo acabó, Lucas se dijo a sí mismo que a partir de ahora buscaría a hombres que se acostaron con su mujer y él miraría. Esa madrugada, cuando se suponía que volvía de la oficina, se acercó a su mujer y sin decirle una palabra la fue desnudando y le hizo el amor de muchas maneras, a la vez que pensaba que él no necesitaría ir a lugares de alterne, que con su mujer le bastaba, ya tenía su “putita particular”. Por su parte, Tania se reía por dentro, pensando lo infeliz que era su marido, pues ella conocía su “juego” y no le importaba lo más mínimo, pues con otros hombres gozaba mucho más que con el aburrido de Lucas


http://lacomunidad.elpais.com/princesadelnilo1964/2009/1/20/mi-putita-particular

viernes, 11 de marzo de 2011

NECESITO



Necesito tenerte,
recuperar la vida en tu suspiro,
rebobinar el tiempo,
enhebrar el hilo,
bordar en tu piel mi desespero,
sentir la tempestad de tu deseo
aullar entre mis lirios.

Necesito sentirte.
embriagarte en la miel de mis racimos,
desarbolar tu nave,
embarrancar tu proa,
encallarte en las arenas de mi playa,
beber de tus barriles
hasta dejar tu bodega extenuada.

Necesito tocarte,
lamer cada rincón de tu corteza,
acariciar tus hojas,
enraizar tu tronco
en la tierra espumosa de mi vientre,
beber tu sabia
hasta arrancarte la última simiente.

Shemirramis

ESCALERA AL VACÍO



Es la escalera de descenso al vacío ¿o debería decir a los infiernos?  Peldaño a peldaño vas dejando la superficie, la luz, las alegrías,  y te vas sumergiendo en un universo frio y tenebroso  del que es muy difícil salir. Primero dejas atrás los caprichos, esas tapitas en la terraza, esa pipa fumada mientras escuchas un blues, ese libro deshojado en la butaca. En el siguiente peldaño te desprendes de esa ilusión que te hacia el fin de semana, las salidas al campo, los domingos en la playa. Poco a poco deja de interesarte el cine, aquellas películas clásicas que antes te absorbían ahora te parecen insoportables, hasta la música suena en tus oídos como un ruido de fondo.
Paso a paso te rodeas de oscuridad y los fantasmas te asedian, te aferras a la rutina como un náufrago, pero las olas de pánico te arrastran hacia los acantilados de afiladas rocas mientras nadas desesperadamente para alcanzar la playa. En este descenso vas dejando atrás amigos, familia incluso a tu pareja porque nadie puede acompañarte en ese viaje, cada paso hacia el fondo es una palada que clavas en tu propia tumba.
Un día abres los ojos y no ves nada, intentas levantarte pero el cuerpo se revela y te quedas hundido en el fondo del pozo sin luz sin aire y sin esperanzas, nada ni nadie puede ayudarte porque estas solo dentro de ti mismo,  porque el infierno, no es un lugar, es un estado de ánimo.  Es el momento clave, o te levantas y emprendes la escalada, o te pudres en tus propios miedos, hay que clavar las uñas en la paredes, despellejarte las rodillas contra las piedras y desandar el camino, los peldaños han desaparecido y solo queda una débil luz en el zenit de la trampa, el cuerpo no te obedece y el alma arroja la toalla, pero echas el resto y desafías a la vida de farol mirándole a la cara, cuando asomas la cabeza a la superficie la luz te ciega, los oídos te zumban y los esfínteres se abren. Te abandonas sobre la hierba empapado de sangre y de  orines, pero la luz del sol te acaricia de nuevo, cierras los ojos, pero esta vez la paz te arrulla entre sus brazos, has nacido de nuevo, nada ni nadie volverá a sumirte en  las tinieblas.