jueves, 28 de octubre de 2021

ROMANTICOS FOREVER

 



Dicen que el romanticismo ha muerto, que la poesía romántica es un fósil del siglo XIX, pero nada más alejado de la realidad. El romanticismo supuso la reivindicación del amor libre, del nacionalismo contra el imperialismo, de la lucha por la libertad, de la liberación de la mujer en su papel de pasivo objeto de deseo.
Yo soy un poeta, un hombre romántico hasta las raíces, y sé que el romanticismo está a años luz de la cursilería, de los poemas edulcorados y de considerar a la mujer como un sujeto paciente en el amor, en la sociedad y en la vida.
El romanticismo actual lucha por la libertad, por la igualdad y por la fraternidad en todos los estamentos sociales, políticos y económicos, por seguir persiguiendo esa utopía que por ser inalcanzable nos hace seguir adelante, lucha contra el fascismo en todos sus matices y exprime la palabra hasta extraerle la última gota de verdad.
El machismo sigue vivo, el imperialismo es una lacra a nivel mundial, el fascismo es un cáncer que amenaza con hacer metástasis y provocar una necrosis irreversible en el tejido social.  Reivindico el amor, la libertad, la poesía, la belleza y la rebeldía como ese arsenal cargado de futuro de que nos hablaba Celaya, de nosotros depende empuñarlo y exterminar a esas hordas de hienas, vampiros y ratas carroñeras que esperan que nos rindamos para acabar con nosotros.
“Para la libertad, sangro lucho y pervivo, para la libertad…"

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