Hoy he recibido un furioso ataque de un seguidor que me acusa de que mi poesía es una apologia del boxeo y la tauromaquia y que deberia avergonzarme hacer proselitismo a tales barbaries.
Me temo que este caballero es el típico analfabeto funcional que lee como un loro pero no entiende lo que lee.
En mis versos abundan las matáforas taurinas porque considero que nuestra sociedad es una metafora de "la fiesta", sangre barbarie, espectaculo, sacrificio, tortura y todo ello adornado con banderas, himnos y aplauso del "respatable". En cuanto al boxeo, tambien utilizo su estética porque veo reflejada en ella la podredumbre de los jueces comprados, de los arbitros sobornados y de un público sediento de sangre bebiendo litronas mientras dos hombres se machacan y se destrozan hasta que uno de ellos cae para no levantarse, todo un simil de lo que nos acontece. Los cosos taurunos están desapareciendo, pero la arena ensangrentada se extiende por todo el orbe; guerras, hambrunas, pandemias y miseria, mientras nosotros aplaudimos el espectaculo sentados en nuestras comodas butacas sin pensar que mañana podemos estra nosotros al otro lado de la pantalla.
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