miércoles, 23 de enero de 2019

LA VERDAD



La verdad es como la eternidad, inmensa pero inasequible, cada uno tenemos un pedacito de ella y nos la vamos intercambiando, lo que pasa es que algunos hacen (hacemos ) trampa y escondemos lo que no nos interesa que trascienda. La verdad es como la luz, podemos ocultarnos. bajar las persianas, encerrarnos bajo tierra, pero la luz seguirá brillando más allá de nuestros ojos. A veces su resplandor puede cegarnos, pero debemos darle tiempo y dejar que los ojos del alma se adapten a su brillo, negarnos a aceptarla es entregarnos a la oscuridad de la mentira y de esa trampa es casi imposible liberarse. Podemos dar palos de ciego o aferrarnos a un lazarillo para no abrir los ojos, pero tarde o temprano, deberemos mirarnos al espejo y seguramente seremos incapaces de reconocernos y mucho menos, de aceptarnos.

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