martes, 18 de abril de 2017

PARA RECOLECTAR HAY QUE SEMBRAR


Empecé a trabajar a los quince años, acepté todo tipo de trabajos, pero siempre tuve claro una cosa, deberian afiliarme a la seguridad social. Rechacé sueldos mas altos, incluso me despedí cuando comprobé que la empresa no cotizaba. En alguna de las empresas en las que trabajé, habia compañeros que cobraban mas que yo porque se repartian con la empresa la cuota del seguro. Durante cincuenta años una parte de mi salario ha servido para financiar el desempleo, las incapacidades y las pensiones de mis mayores, siempre tuve muy claro que preferia cobrar menos, o seguir buscando trabajo a aceptar empleos en negro.
Todo esto viene a cuenta porque mucha gente se queja, ahora que tienen la edad de jubilarse, o de que buscan una incapacidad, de que no tienen derechos por no haber cotizado o no haberlo hecho en los plazos requeridos. La vida es un barbecho que tenemos que limpiar, sembrar, cultivar y regar con sudor y lágrimas, no esperemos recojer la cosecha de algo que no hemos sembrado.

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