miércoles, 20 de mayo de 2015

EL CAMINO DE VUELTA


Todas las enfermedades se curan, todos los pacientes pueden sanar. Se cura el cáncer, se vence el SIDA y el Ébola, incluso en la época de las grandes epidemias, había gente que sobrevivía a la peste o al cólera, pero lo primero que necesitamos es el convencimiento y la voluntad de sanar.
La enfermedad es una camino que recorremos desde la salud hasta la muerte y la única manera de sanar es desandarlo. Esta demostrado que la fibromialgia está generada, entre otras causas, por una intoxicación compleja producida por la alimentación, la inhalación de productos químicos y la exposición a radiaciones todo ello amplificado por el estrés y el perfeccionismo que nos somete a un estado de vigilia perpetua en el que no existe ni el relax ni el descanso.
Si queremos salir de este pozo no hay otra manera que desandar el camino, cambiar todo aquello que nos ha conducido hasta aquí y regresar a los orígenes. Es un proceso largo, que necesita mucha constancia y con altibajos, pero el único que nos puede salvar. Una alimentación exenta de tóxicos, azucares  y todo tipo de productos industriales, eliminar detergentes, limpiadores y aerosoles que son un poderos veneno, proporcionar al organismo los minerales y oligoelementos que la alimentación actual a base de refinados no nos proporciona. Suprimir la bebidas gaseosas, el tabaco y todo tipo de pastelería industrial,  suprimir en lo posible la medicación agresiva que ataca al hígado, al intestino y al sistema inmunitario. Regalarnos lo que nos gusta, un buen libro, una buena música, salir al campo todo lo que podamos y poner nuestra salud por encima de compromisos sociales, practica las terapias alternativas, el reiki, la meditación y dedícate más tiempo a ti mismo.
Ya se que es difícil, que tenemos compromisos sociales, laborales y económicos algunos de ellos inaplazables, pero lo que está claro es que la salida existe, encontrarla o no depende mas de nuestra circunstancia que de su propia existencia, una situación acomodada hará mucho más fácil la posibilidad de elegir en todos los ámbitos de la vida, pero lo que está claro es que la sanación es posible. Una cosa es que no esté a nuestro alcance por motivos económicos y otra, que no exista, por eso debemos exigir al estado que asuma esas terapias que pueden regenerarnos. Negar la posibilidad de curación es cerrarnos la puerta e ignorar la evidencia, muchos pacientes llevan una vida plena e integrada siguiendo estas pautas mientras que la mayoría de los que se han entregado a la farmafia están en un estado físico y mental lamentable e irreversible.

Toda enfermedad tiene una sanación, depende de nosotros encontrar el camino y seguirlo hasta el final, puede que sea larga, puede que sea dificil, pero al final, nos espera la luz.

JUANMAROMO

1 comentario:

Sukinta dijo...

Me ha encantado. Pero a veces no encontramos las herramientas