miércoles, 5 de marzo de 2014

LA INVASIÓN DE LOS BÁRBAROS


Vivimos en una sociedad hipócrita que solo se preocupa de las formas pero ignora los fondos. Nos estamos enfrentando a una crisis que amenaza con desbordarnos, el alud de inmigrantes desesperados que intentan entrar en Europa, tanto por España como por Italia o Grecia.
Cuando miles de personas atraviesan el Sahara, se enfrentan a la policía marroquí, malviven en las montañas y arriesgan sus vidas cruzando el mar en pateras es porque su situación es desesperada, y lo que es peor, sin futuro para sus hijos.
Los pueblos subsaharianos tenían su agricultura y su ganadería ancestral, durante siglos habían cultivado sus tierras y luchado contra sequías e inundaciones, los niños jugaban delante de las chozas con una sonrisa de oreja a oreja, pero llegaron las blancos.
El desembarco de las multinacionales fue un crimen de lesa humanidad, inundaron el mercado con arroz, leche y productos subvencionados mucho más baratos que los autóctonos arruinando la agricultura local, y una vez destruido el tejido agrícola nacional, subieron los precios condenando a la gente a las hambrunas. Uno de los peores crímenes de la descolonización, fue la creación de estados artificiales en los que se englobaban etnias ancestralmente enemigas condenando a estos pueblos a una perpetua guerra civil, la venta de armas a unos y a otros a cambio de petróleo y materias primas fue el peor latrocinio cometido en los últimos 50 años, pero la guerra es un gran negocio para los buitres que viven de la carroña.

Con una economía en bancarrota, sin estructura sanitaria y con gobiernos corruptos, títeres de las multinacionales, África está condenada a la esclavitud pasto de la codicia de europeos, norteamericanos y chinos, es el neocolonialismo, una mutación todavía peor que la anterior.
Si queremos frenar las avalanchas migratorias, solo tenemos dos medios, o acabamos con la explotación de sus pueblos y les devolvemos la esperanza o los tratamos como invasores y atacamos sus pateras con aviones, submarinos y misiles, ametrallando a los que consigan llegar a las playas. Ya se que esta medida seria del agrado de muchos filo fascistas y de algunos explotadores que se enriquecieron con la inmigración pero que ahora ya no la necesitan porque ya tienen los esclavos en casa, pero la historia nos demuestra que cuando los imperios se pudren, nada es capaz de frenar a los "bárbaros", y el imperio de occidente, está llegando al ocaso.
JUANMAROMO

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