miércoles, 16 de enero de 2008

UN BESO...

Un beso de rodillas atrevidas,
de labios húmedos, voluptuosos,
mano impúdica, dedos temblorosos,
figuras lentamente desvestidas.

Beso requeridor de varias vidas
para agotar sus fondos amorosos,
desdeñador de afectos nebulosos
más huérfanos de espuelas que de bridas.

Beso que he fabricado en muchos años
en modos, longitudes y tamaños
que nadie fue capaz de merecer.

Traigo este beso para ti, absorbente,
encrespado, expansivo, irreverente,
porque sé que le vas a responder.

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