De pueblo
Lo mejor de las manos
son las manos del pueblo,
la aventura callosa
que recorre sus dedos;
lejos de aquellas manos
que disparan las armas,
que fabrican cadenas
y que cuentan dinero.
Lo mejor del trabajo
es trabajo de pueblo
(ese vientre empeñado
en parir hijos buenos).
El que labra la tierra,
el que hornea ladrillos
conquistándole al hambre
el derecho a los sueños.
Lo mejor de los chicos
son los chicos del pueblo
son los chicos más niños,
son los niños más ciertos
arroyos en verano,
brasitas en invierno
ellos serán el agua
y la tierra del huerto.
Lo mejor de la vida
permanece en el pueblo.
Yo me pongo sus alas
y levanto su vuelo.
En mi sangre camina
su dolor y su aliento:
lo mejor de mi sangre
es mi sangre de pueblo.
Autora: Elida T. González
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