martes, 20 de noviembre de 2007

LA ROSA DEL ADIOS


¿A quien no se le ha marchitado alguna vez, ese rosal que cuidaba con esmero y pasión? es doloroso ver como las rosas pierden sus petalos, el aroma desaparece, y hasta las espinas dejan de clavarse en tus dedos, pero hay que luchar hasta el ultimo momento, a veces, cuando ya lo damos todo por perdido, de la base del tallo, asoma un tierno capullo, mimalo dale tu calor y tus mimos, y en poco tiempo, el rosal, reverdecera de nuevo, en el peor de los casos, todo el amor, todo el cariño que has puesto para conservarlo, siempre anidará en lo mas profundo de tu corazon.

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