domingo, 7 de febrero de 2016

PLUSQUAMPERFECTOS

Hay personas que nacen ungidos por el óleo de la perfección, son metódicos, equilibrados, racionales y matemáticamente perfectos. No se permiten errores, son analíticos y observadores hasta en los temas que no se pueden analizar y mucho menos diseccionar. Desde la cima de su perfección, juzgan y condenan al resto de los mortales que pecan, yerran y tropiezan de nuevo en la misma piedra. Nos los encontramos entre nuestros maestros, nuestros padres y a veces entre nuestros cónyuges , y este es el problema mas grave. 
 Si te enamoras de un ser pluscuamperfecto, te enamoras de un ángel, bellísimo e inmacuado, pero fuera de tu alcance terrenal, siempre tendrás que correr tras sus pasos implorando el perdón de tus pequeños y grandes pecados, tendrás que asaltar sus fortalezas, conquistar sus torreones y sentir el acero de sus corazas cuando pretendes abrazarlos. Se olvidan que Pedro negó tres veces a Cristo y que incluso el maestro fue tentado, y aunque la biblia lo oculta, sucumbió a la tentación en repetidas ocasiones. Lo verdaderamente grave no es tropezar, aunque sea repetidamente con la misma piedra, lo verdaderamente grave es, no levantarte y no apartar el pedrusco del camino.
 La vida es una carrera de relevos y lo importante es no quedarte tirado tras un tropiezo, si no luchar por pasar el testigo a quien amas y te ama, para que mas tarde, te lo pueda devolver y alcanzar juntos la meta aunque sea con la camiseta desgarrada y manchada de fango.

Jose Luis Posa

LA ÚLTIMA SINGLADURA



Los lectores asiduos ya conocen mi fijación por la mar. En muchos de mis poemas y reflexiones aparece la madre mar como escenario y a veces como protagonista, tal vez porque como Serrat, nací en el Mediterráneo o tal vez porque vi la muerte entre sus brazos, llevo su luz y su olor por dondequiera que vaya.
Para mí una travesía es la mejor metáfora de la vida, en nuestro endeble cascarón  afrontamos galernas y tempestades, tornados y calmas chichas. A veces debemos recoger trapo y enfilar las olas de proa, otras, una suave brisa nos empuja de popa y en ocasiones  debemos empuñar los remos para librarnos de los sargazos.
Como en una singladura, sabemos de dónde partimos y cuál es nuestro destino, marcamos el rumbo e intentamos llegar a buen puerto, pero en demasiadas ocasiones la brújula enloquece, el cielo se enladrilla y debemos guiarnos por el instinto o quedar al pairo en espera de mejores tiempos. 
Un crucero en buena compañía es muy grato, nos amaina la soledad y nos proporciona nuevos brazos para izar las velas o controlar el timón con firmeza, pero conviene estar bien avenidos, porque las discordias  se pagan muy caras y a menudo acabamos naufragando o arrojados por la borda en medio del temporal.
Como en una regata, no todos llevamos la misma embarcación. Algunos disfrutan de lujosos yates con poderosos motores, otros tripulan gráciles y raudos veleros, pero la mayoría, partimos con naves de poco calado y exiguas provisiones y debemos a aprender a sacar a nuestro cascarón el máximo partido.
La travesía es a veces terrible, olas gigantescas, y  fuegos de San Telmo amenazan con llevarnos a pique, pero con valor, pericia y la ayuda de las sirenas bondadosas capeamos el temporal y seguimos surcando las aguas.
¿Quién no recuerda esa noches inmensas mirando el infinito cuajado de estrellas? ¿Quién no se maravilla con las vibrantes auroras o los hirvientes ocasos?.
Lo más terrible es cuando un golpe de mar nos arrebata al compañero de viaje y debemos continuar en soledad, pero siempre nos queda la esperanza de encontrarlo sano y salvo al amarrar en el puerto.
La vida es tan maravillosa que cualquier semblanza palidece ante ella, pero a veces me veo en el puesto de mando dirigiendo con mano firme mi nave hacia ese punto de no retorno al que tarde o temprano todos llegamos, solo pido que el viaje sea largo y en buena compañia.
JUANMAROMO

TIEMPO DE AMOR

                               Lienzo de Carolina Comba

Dicen que los árboles no nos dejan ver el bosque. A veces los pequeños “vicios” de cada día, esos tics que con el tiempo adquieren carta de soberanía nos hace perder tanto tiempo que relegamos lo más importante.
En la relación de pareja, el diálogo y la comunicación son un pilar básico, pero sobre todo ese contacto diario piel a piel que nos libera de las toxinas del alma y nos recarga las pilas del corazón. El acto de sumergirnos juntos en el lecho, debería ser un acto mágico, el tiempo del abrazo íntimo, de la confidencia, del silencio cómplice.
Un abrazo integral, donde corazón y corazón se conectan sin palabras, donde la piel comparte secretos y esperanzas y los olores nos transportan a un mundo por encima del bullicio cotidiano. Por desgracia, a veces anteponemos tareas rutinarias o nos quedamos enganchados en la red, y cuando queremos darnos cuenta se nos ha hecho tan tarde que caemos en la cama con el único objeto de entregarnos en los brazos de Morpheo.

Deberíamos reservar a toda costa esos minutos diarios que nos renuevan y nos regeneran el alma, esos momentos mágicos en los que Cronos se detiene y Eros juguetea como un niño travieso. 
Nuestra salud física y psíquica nos lo agradecerán con creces.

Jose Luis Posa

sábado, 6 de febrero de 2016

APRENDIZ DE POETA



Si fuera pintor, crearía nuevos colores,
plasmaría el brillo irisado de tus ojos,
la mágica luz de tu cuerpo desnudo
apenas alumbrado por el temblor de una vela.

Si fuera escultor, crearía nuevas materias
de donde extraer la textura sedosa de tu pelo,
el tacto encendido de tu piel acariciada
por las llamas de mis manos viajeras.

Pero solo soy aprendiz de poeta,
y las palabras se me escurren entre los dedos
como húmeda arena
cuando intento esculpir
la cálida morbidez de tu vientre,
las esponjas doradas de tus pechos,
las boas de tus muslos ciñendo mi cintura,
tu grupa altiva que incita a galoparla
por sendas de locura.

Mi pluma moja en tu cáliz de fuego
pero la tinta se niega a secarse
y emborrona la hoja de mi deseo hasta hacerla ilegible.
Solo mi lengua eleva sin palabras,
embriagada por tus mágicos besos,
una eterna elegía a tu belleza,
una oda a tu cuerpo de diosa,
mientras mis manos arrojan una tras otra las emborronadas cuartillas al pozo sin fondo de mi impaciencia.

Jose Luis Posa




EL MAGMA DE LA VIDA

Fundirme entre tus brazos
es retornar al magma de la vida,
sumergirme en el útero primigenio,
sumirme en el tiempo hasta el cero absoluto.

Enfilarme a tus ojos es viajar a los confines
donde el polvo de estrellas engendra las galaxias,
es asumir la inmortalidad muriendo en el intento,
resucitar al tercer día en tu regazo

Beber de tus racimos es recibir el maná de los desiertos,
embriagarme del olor a pan recién horneado,
recorrer tu cuerpo con  manos de ciego
descubriendo a cada instante valles secretos y colinas ardientes;
fundirme en tus simas es el bautizo absoluto
que me devuelve limpio, con el alma recién parida
y el cuerpo impregnado en la tibia placenta de tu seno.

Hacerte el amor es renacer mil veces,
ciego desnudo, bañado en tus efluvios,
hasta perder la noción de mi mismo,
hasta sentir que mi cordón umbilical
se pierde en el pozo sin fondo de tu tiempo.

El nacimiento y la muerte se abrazan en ese cenit
en el que vislumbras el túnel de luz que nos trajo a la vida,
en el ígneo cráter de tus muslos ,
en la insondable laguna de tu vientre,
en las montañas sagradas de tu grupa,
en tus pechos de luna.

Jose Luis Posa





domingo, 31 de enero de 2016

TITANIC


Ni tan siquiera la ígnea lava de mi deseo,
la tórrida lluvia de mis lagrimas
o el magma irisado de mi desesperación,
lograron fundir el iceberg acerado de tu pecho
Y mi proa envistió tu corazón
con las maquinas hirviendo soledades.
mi costado se abrió contra tus hielos
Inundándome el alma de agua helada,
mas ni los afilados tempanos del desprecio
pudieron apagar la luz de mis calderas.

Y mi nave se hundió en las profundidades del tiempo,
palpitando pasiones, retumbando recuerdos,
mi casco se partió y descendió a los helados infiernos
pero ni la aguas eternas del océano glacial
consiguieron extinguir ese fuego
que un carnaval descarnado y desalmado
prendiste en los troncos de mi alma.

Ni los siglos, ni el frío ni el olvido
detendrán los motores de mi vida,
mi corazón seguirá bombeando eternamente
ese amor que una tarde de verano
encendiste en mi cuerpo con tu cuerpo
en mi alma con tus ojos, en mi aliento con tus besos
y mi casco yacerá bajo tus hielos
mas allá de los tiempos y del tiempo.

Jose Luis Posa

LAS MENTIRAS DE LA VERDAD


Cada vez que una patera se hunde, cada vez que un niño perece ahogado, los medios de comunicación se vuelcan como buitres sobre la carnaza, es noticia, es tirada, es dinero... Lo que no cuentan los mercenarios de la prensa es el porqué millones de personas abandonan su hogares sus pueblos y sus tierras y se juegan la vida en una travesia hacia la nada, lo que esconden los sicarios de las ondas es el hambre, la enfermedad, la guerra perpetua, la explotación, la desesperación y la muerte.
Millones de niños mueren cada años en sus chozas por falta de agua, de alimentos y medicinas, pero eso no es noticia, pero si uno de estos pequeños aparece en una playa arrastrado por las olas de la miseria y de la injusticia, entonces las campanas repican para que el pueblo contemple el espectaculo.
Mientras, nuestras multinacionales, si, si, las nuestras tambien, financian genocidios, guerras fratricidas y siembran la tierra de venenos y odios, Wall street, la City y el Ibex pueden dormir tranquilos, la sangre se cotiza por debajo del crudo, y eso que ahora el petroleo está de rebajas.

Jose Luis Posa