martes, 22 de febrero de 2011

PRETÉRITO IMPERFECTO




La primera vez que la vi me quedé boquiabierto, me la presentó mi jefe de zona y yo supuse que la destinaria a mi grupo, pero no, se la adjudicó al grupo de mi amigo y rival en la contienda. Tenía el cabello largo y castaño, los ojos verdes y la mirada retadora, se movía como una pantera y los hombres se giraban a su paso, jamás me hice ilusiones, era demasiado para mí.
A mis 17 años, acababa de superar el trauma de un internado religioso, y había roto la presa de mis instintos llevándome todo por delante. Me monté en mi habitación una discoteca a la que llamaba "El templo de Eros" en donde celebraba mis bacanales aprovechando que mis padres salían los fines de semana. Dieciséis metros cuadrados música, mueble bar bien surtido, luces psicodélicas  y quemador de incienso al estilo botafumeiro, todo ello acompañando a un sofá y a una cama preparadas para la ocasión. 
Por aquel templo habían desfilado una pléyade de vestales, pero ninguna dejó en mí más huella que la del hastío y el desencanto, y aquella diosa me parecía fuera de mi alcance.
Conversamos alguna vez, pero siempre me mantenía a la defensiva, quizás me sentía amenazado por aquellos ojos verdes como lagunas sin fondo.
Algunos meses después de abandonar la empresa, nos encontramos casualmente y me saludó con un beso, yo me quedé perplejo pero acepte vernos al día siguiente para charlar largo y tendido. En nuestro reencuentro hablamos de nuestro trabajo de nuestra vida, y poco a poco ese temor se fue transformando en cariño.
Un día la invité a venir a casa, escuchamos música, tomamos un trago, y la tarde se nos pasó en un suspiro. Poco a poco aquella habitación se transformó en nuestro mundo, cada día después del trabajo, nos reuníamos y compartíamos las horas y la vida como en una oración.
Para mí el sexo era algo secundario, por primera vez en mi vida sentía arder en mi pecho un sentimiento como jamás había experimentado hasta entonces, solo pensaba en sentirla cerca  acariciarla y besarla. Pero ella tenía otros planes, jamás me engañó, fue integra y sincera conmigo, por eso quizás jamás se entregó del todo para que yo tampoco lo hiciera.
Fue una relación agridulce, con momentos duros, con momentos tántricos, pero poco a poco se fue alejando hasta que el verano me la arrebató del todo. Creí que el mundo se hundía, me sentía solo y abandonado. Volví a mi trabajo de D.J. y pasé el verano en una discoteca de Playa de Aro intentando olvidar y no dormir para no soñar con ella. La busqué en decenas de brazos, en tormentas de alcohol y de sexo de las que salía al borde de la locura...
Pero un día, cuando ya había perdido la fe y la esperanza, el destino me mostró sus cartas, y un nuevo camino se abrió ante mis pasos, alguien había escuchado mis mudas plegarias y un Domingo de carnaval me llevó de la mano a cruzar el umbral de mi nueva vida.
Pero nada podrá borrar aquellos meses en los que la vida se detenía cada tarde sentada en un sofá  me tomaba las manos y me hacía sentir el hombre más feliz del mundo.

JUANMAROMO

"Somos una sociedad anestesiada a base de subsidios"

 

Marc Vidal, emprendedor

Horizontes
Ha montado una docena de empresas asociadas a la red, se ha arruinado dos veces, tiene fundaciones en Latinoamérica para jóvenes emprendedores relacionadas con la tecnología, internacionaliza compañías porque no cree en la Administración pública y da clases en la universidad, aunque asegura que hoy universidad y emprendedor son antítesis; y critica el espacio 22@: simple negocio inmobiliario. Con ese espíritu crítico ha escrito Contra la cultura del subsidio (Planeta), libro demoledor que retrata el momento socioeconómico actual: el ineludible cambio de sistema mundial, una Administración inoperante y una sociedad anestesiada. Sólo la capacidad emprendedora nos abrirá horizontes
Estamos al final de la crisis?

Sí, pero lo que hay es lo que va a quedar.

No es muy halagüeño.
En el nuevo modelo económico mundial unos países emergen y otros se estabilizan en un lugar más bajo del que estaban; y España, en un lugar extremadamente más bajo.


¿Nos subirán más y más los impuestos?
Sí, los irán subiendo progresivamente y en cuatro años la presión fiscal será altísima porque alguien tiene que pagar todo esto.


¿La clase media se hunde?
Se estrecha, porque depende en gran medida de que el consumo se mantenga, y el consumo se está reduciendo sin remisión.


¿Y emerge una nueva clase?
Sí, la que yo llamo microburguesía low cost: millones de personas que se manejan con apenas 1.000 euros al mes. Una clase social satisfecha por comer en el Pans & Company, viajar con EasyJet y montarse sus propios muebles de Ikea.


Es usted cruel.
La sociedad está cloroformizada, es drogodependiente: vive de ayudas, subvenciones, soportes del Estado, servicios que acaban reclamando como derechos fundamentales. Y a la Administración ya le va bien una sociedad anestesiada a base de subsidios y entretenimiento, no sea que salgan a la calle.


¿Una clase social formada por la clase media que ha ido cayendo?
Sí, la sociedad se está desequilibrando, hay una clase baja y una alta que se mantiene por la endogamia del consumo entre ellos, pero cuando uno cae, lo hace abajo del todo.


¿Sin remisión?
En España el número de familias que tienen a todos sus miembros en paro supera ya el millón y medio; y hay un millón largo de personas (entre 45 y 50 años) que llevan más de un año en paro y que no volverán a encontrar trabajo. No hay una respuesta laboral prevista para ellas ni ningún impulso para que se pongan en marcha por sí mismas. Vivirán de los subsidios y las ayudas.


¿No se acabarán?
No, simplemente nos subirán los impuestos, hemos llegado al límite de la deuda externa. En Occidente muy pocos trabajarán mucho para que muchos no trabajen. El Estado providencia ha convertido a la sociedad en un grupo homogéneo que vive a la expectativa, esperando que alguien les solucione sus problemas.


... Es sangrante con la Administración.
El Estado es interventor e inconveniente para los ímpetus emprendedores. Las cargas que debe soportar una persona que monta su empresa o se declara autónomo son un peso insignificante en otros países. En el Reino Unido apenas hay cláusulas para iniciar una actividad, a medida que la empresa crece van apareciendo requerimientos.


¿Con qué resultados?
Como muchos lo intentan, son más los que lo logran, y con el tiempo el empleo se multiplica. Nuestro país tiene la tasa de paro más alta del mundo civilizado porque aquí no hay manera de montar una empresa con pocos recursos. Si aun así lo logras, los salarios con sobrecoste acaban contigo.


También hay ayudas, ¿no?
Sí, que acaban siempre en manos de los grandes grupos financieros e industriales y nunca en las pymes y los autónomos. Es un error histórico de este país gastar demasiado en estimular sectores desde arriba en lugar de dinamizar desde abajo. Además, las ayudas a los emprendedores suelen ser más un discurso que una realidad.


Aquí el que innova es el inmigrante.
Sí, sólo un 7% de los españoles decide poner en marcha un negocio,  mientras que más del 14% de los inmigrantes lo hacen. Somos uno de los tres países europeos con el nivel más bajo de empresa innovadora de nuevo cuño; y la mitad de los nuevos negocios cierra en menos de un año.


La burocracia no ayuda mucho.
Para montar un negocio en España requieres una media de cuarenta y siete días, en EE.UU., tres. Y las teóricas ayudas de la Administración acaban siendo un inconveniente porque ralentizan el proceso.


¿Qué podemos hacer?
Reducir impuestos, porque aumentándolos lo único que logramos es que las empresas tengan menos capacidad de inversión; apostar a largo plazo, hay que empezar a pensar de qué vamos a vivir, e impulsar la  internalización de las pymes, porque si no es en el exterior no van a crecer.


Y nadando en esas aguas coloca usted a la generación perdida.
Sí, gente entre 35 y 45 años que debe una hipoteca a 30-40 años y que está a las puertas del embargo. Toda una generación hipotecada en un patrimonio que no vale lo que cuesta y que los bancos ejecutan como parte del botín.


Menudo panorama.
Son la generación de las tarjetas de crédito sofocadas, de yeseros cobrando como ingenieros de la NASA. Gente que pensó que sus negocios no requerían esfuerzo, que tuvieron en sus manos la opción de mejorar su entorno y sólo mejoraron su trono.


Puro pelotazo, ¿pero ahora qué?
En el tercer mundo los emprendedores están por todas partes porque es la única opción, aquí la opción es el subsidio. Los poderes políticos y económicos son siempre los mismos, muy poca gente accede ahí y muy pocos caen, y eso se logra cloroformizando a la sociedad; hay que reaccionar.

¿PARA QUÉ SIRVEN LOS GOYA?



Por si ustedes todavía no lo saben, la gala de los premios Goya es una especie de gala de los premios Óscar al estilo español en la que -si me equivoco me lo dicen- usted y yo pagamos la cuenta pero no se nos permite la entrada.
Es una gala en la que lo más importante no son las películas premiadas -pues al final la mayoría de la gente no suele ir a verlas- sino todo lo que pasa alrededor: protestas contra la guerra, el reencuentro con un director que un día se enfadó, la dimisión del presidente de la academia, etc.
Normalmente las películas que compiten suelen llevarse unos eurillos que usted y yo pagamos -subvenciones, las llaman- para que puedan realizarse. Da igual que la película sea un bodrio pues jamás tendrán que devolver el dinero. Y lo mejor de todo, si la película triunfa y recauda un dineral, tampoco tienen que devolver una parte de los beneficios. ¿A que es genial?
En estas circunstancias lo lógico sería que las películas subvencionadas tuvieran también la entrada subvencionada, ¿verdad? Pues tampoco, porque a usted le cuesta el mismo dinero ver la próxima de Woody Allen que una de cine español.
Pero si algo tienen de especial estos premios es que uno puede ser juez y parte, les explico. Por ejemplo este año hay dos películas que se han presentado a los Goya -y además han sido premiadas- cuyos directores pertenecían a la dirección de la Academia, y además eran el presidente y vicepresidenta. Como lo oyen.
Por eso, cuando oí por primera vez que Álex de la Iglesia iba a dimitir pensé que era por ese motivo, pues su conciencia no le permitía saber que era presidente y además su propia película participaba en los premios. Pero no.
.
P.D.: Al final uno saca la conclusión de que la gala de los Goya al menos sirve para que los diseñadores, joyeros y estilistas de moda tengan trabajo, y los actores luzcan palmito. Bueno, todo sea por eso.

http://www.terceraopinion.net/

lunes, 21 de febrero de 2011

UNA TARDE COMO HOY



Una tarde como esta hace apenas cuarenta años, divagaba por la vida desorientado y perdido. Hacía unos meses mi chica me había abandonado y buscaba refugio en el alcohol y la música. 
Era un Domingo de carnaval y una amiga a la que me aferraba como un náufrago a una tabla, me invitó a una fiesta de disfraces. Por la mañana, me compré un antifaz negro y pasé a recogerla sin mucho entusiasmo. La fiesta era en Hospitalet, por aquel entonces un suburbio de Barcelona, tomamos el metro y al poco rato nos dirigíamos hacia el local. Cuando unas chicas se acercaron a saludarnos, me quité por un momento el antifaz, y seguimos calle abajo hasta llegar al guateque.
Mi primer disgusto, no había alcohol, tan solo coca-cola, fantas y similares, la música tampoco era una maravilla, un tocadiscos de maletín y los éxitos de momento. Cuando mi partenaire, se enrolló con su amigos, aproveché para fugarme al bareto de la esquina a tomarme unos cubatas, pero jodido de mí, me había olvidado la pasta en casa y sólo llevaba unos cuantos duros, así es que tuve que conformarme con uno, sin pensar que aquel olvido fue providencial.
Cuando volví a la fiesta, había empezado la tanda de "agarraos", me dirigí hacia un rincón, y me encontré con los ojos de un chiquilla menuda, tímida y preciosa iluminando la sala. Le pregunté : - ¿Quieres bailar conmigo?-  aunque intuia que me diría que no, -ya estaba acostumbrado a semejantes desplantes y desprecios- pero sorprendentemente, se acercó a mí y la tomé del talle.
Era una niña tierna, de una mirada dulce y melancólica, cuando escuché su voz, quedé prendado de ella. Bailamos y conversamos el resto de la tarde, y sin darnos cuenta se hizo de noche. Cuando ya cerraban, le pedí el número de teléfono y ella gentilmente me lo escribió en la agenda. Nos despedimos, y yo salí a la calle envuelto en una nube, tuve la convicción de que algo muy importante había sucedido en mi vida.
Busqué por los  bolsillos y a penas me quedaban una pesetas, no me llegaba para el billete del metro, así que subí a la playa de vías que cruzaban Hospitalet, y caminé por entre los raíles cantando y soñando despierto hasta llegar a la estación , por donde me colé sin pagar billete.
Han pasado cuarenta años, pero siempre recordaré que una tarde como hoy, encontré a la mujer de mi vida, que una tarde como hoy, por fin encontré el verdadero amor.

EL JUEGO DE LA VIDA

  

Me siento como una hoja en medio de un tornado
arrastrado por los suelos, izado hasta zenit,
girando en un círculo infernal de hielo y fuego
gozando la ambrosia en el Olimpo
o ardiendo en el averno.

He perdido mi norte y mi sextante
y voy al pairo de la vida casquivana
que me seduce, me inspira, me emociona,
para después reírse en mis espejos
con burla cruel y rostro despiadado.

No le pedí a la fortuna  más que amor,
un resquicio de paz y un soplo de fuerza
para sentirme digno, para sentirme hombre,
ni siquiera le exigí salud y exuberancia
que acepté dolor y al sufrimiento,

Más la vida juega con mi vida
como un gato se ceba con su presa
y me da y me promete y me anticipa
y me guarda para el último zarpazo
en la infinita alcancía del futuro
sabiendo que hasta el último momento
defenderé a sangre y fuego mi pellejo.

JUANMAROMO

YA NADIE NOS MIRA A LOS OJOS

 
Y llega el momento del currículum vítae. Todo para que alguien pueda establecer la idoneidad de eso que ahora se llama perfil del candidato a un trabajo. Leemos que en los ciudadanos ya maduros hay una tendencia curiosa: los currículos tienden a minimizar sus conocimientos. Intuyen que, si dicen todo aquello que saben, los supuestos expertos de recursos humanos los van a excluir de la selección previa. No hay trabajo, es cierto. Pero menos lo va a haber para los que demuestren demasiados conocimientos y experiencia, porque eso implica unas pretensiones económicas que la empresa supuestamente contratante no está dispuesta a pagar. Nada mejor que hacerse el tonto, porque más vale contrato en mano que elogios que no sirven para nada.

En el otro extremo están los jóvenes. Llegan al mercado laboral cargados de títulos y de másteres y tienen ganas de lucirlos. Lo grotesco es cuando se exige un currículo para ocupar un puesto de lavaplatos y recogedor de mesas los fines de semana en la cafetería de un establecimiento más o menos público. Cuatrocientos euros al mes era el sueldo. Pero gracias al currículo de ese licenciado en químicas o en geografía quedarán excluidos de esa fortuna. Simplemente porque la externalización del personal hará que la empresa contratadora ya no sea directamente la responsable de la cafetería. Recoger los platos es un acto que depende de recursos humanos. Y los 400 euros van a convertirse de esta manera en 300 con un contrato por obra.
A veces se dice que la formación de nuestros jóvenes ha de contemplar la profundización de los conocimientos y de los valores. Ya lo ven: los conocimientos molestan y eso margina de la miseria de recoger platos. Y los valores los marca el sistema: «Mira, chaval, tú trae un currículo y ya te diremos algo». Nunca dicen nada, por supuesto. No sabrían qué decir. El currículo es un papel que convierte a los recursos humanos en inhumanos. Nadie mira a los ojos del candidato. Nadie habla con él. Al joven aspirante a fregar platos se le paga como a Dickens pero se le exige ser un físico nuclear como Von Braun. Así se hace la sociedad futura.

JOAN BARRIL

IMPRESCINDIBLE

 
 
Emma Riverola Escritora
  Trata de mantener el ánimo. Aún tiene un sueldo. Eso es más de lo que pueden decir sus compañeros recién despedidos. Ni siquiera sabe por qué se libró de la última criba. La cuarta desde que la empresa dejó de lucir los beneficios de antaño. La peor fue la que se llevó por delante a Manel y a Mar, sus colegas de fatigas de los últimos 20 años. Quizá es este arcaico programa de contabilidad, se dice para sí mismo. Él es el único que sabe cómo funciona.

Albert apenas separa la vista de la pantalla. No le gusta ver tantas sillas vacías y le pesa ese silencio pegajoso que envuelve la oficina. Cada vez hay menos trabajo, y aunque él trata de estirarlo todo cuanto puede, la jornada es como un traje que se le ha quedado holgado. Teme las horas en blanco, sabe que son un billete directo al despido. Por eso se pierde repasando balances, revisando cuentas que ya cuadraron u ordenando papeles que nunca se extraviaron.
«¿Muy liado, Albert?», le inquiere cada tarde el director antes de irse, y él aprovecha para hacerle una consulta sobre la que nunca tuvo dudas. Pero hoy el director llega acompañado. Tiene una buena noticia para él, asegura. Van a instalar un nuevo software contable. Mucho más rápido y sencillo, asegura. Albert trata de dibujar una sonrisa de agradecimiento. Pero ya nadie le mira. Y el silencio, ese aliento espeso y persistente, le susurra que ya no es imprescindible.

domingo, 20 de febrero de 2011

EL CUERNO DE CARONTE





Otra vez estoy escuchando el cuerno de Caronte tañer entre la niebla. De un tiempo a esta parte, cada año atraca en mi orilla y se lleva hacia el otro lado a un ser querido, cada año, desde hace demasiados años, la barca va y viene inexorablemente despoblando poco a poco mi playa. La vida nos colma de regalos, de familia, de amigos pero llega un momento que nos lo arrebata todo con la misma largueza. Pienso que cada persona que cruza al otro lado, tira de ti para que le acompañes, los que están a tu lado, te sujetan con ellos, pero llega un momento que las fuerzas te abandonan y entonces el último viaje está cerca.
Ya entreveo la sombra del barquero acercándose, y sé a por quien viene, es una sensación de impotencia y de angustia que me sube a la garganta como un vómito de fuego. Lo recuerdo lleno de vida desde siempre, desde que yo era un niño, incluso hace unos meses me pereció un hombre fuerte y pletórico, pero hoy se que le ha llegado la hora, que su tiempo se agota.
No temo a la muerte, porque sé que es la otra cara de la vida, pero me duele el destierro, la separación, la incertidumbre. Si fuera creyente al uso, si creyera en un dios personal y en todas sus doctrinas, confiaría en la resurrección y en el paraíso, pero soy un pobre mortal agnóstico y confuso que quiere creer que hay algo más allá de la muerte, que hay luz mas allá de las tinieblas.
Otra vez estoy escuchando el cuerno de Caronte, pero esta vez me tapo los oídos para no escuchar lo inevitable, quizás porque cada vez escucho más cerca su tañido.
JUANMAROMO

sábado, 19 de febrero de 2011

Las Nieblas de Avalón - Marion Zimmer Bradley

http://i4.photobucket.com/albums/y146/mm2shields2/avalon.jpgComenzó a escribir con diecinueve años, vendiendo su primer relato a la revista Vortex en 1952. Se graduó en Artes en la Hardin-Simmons University de Abilene (Texas), e hizo estudios de postgrado en la Universidad de California en Berkeley, siendo en este periodo, cuando fue cofundadora de la Society for Creative Anachronism, una sociedad para el estudio de las culturas europeas anteriores al Siglo XVII. Publicó su primera novela en 1957, gozando de un reiterado éxito hasta su muerte. Recibió el Fantasy World Award a título póstumo. Durante la década de los años sesenta, publicó una serie de novelas de carácter homosexual, entonces tachadas como pornográficas, con los seudónimos de Morgan Ives, Miriam Gardner, John Dexter y Lee Chapman.

Fue una prolífica autora de relatos y novelas de fantasía y ciencia ficción, con la característica de ser tratadas desde el punto de vista femenino. Destaca en su producción su serie de ciencia ficción Darkover, y su saga de novelas artúricas entre las que destaca
La nieblas de Avalon.


Las nieblas de Avalon es no sólo uno de los éxitos editoriales más formidables de los últimos años con millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, sino también una de las versiones más hermosas que se han publicado de La Leyenda del Rey Arturo.
Aunque mucho se ha escrito sobre aquella época mágica y misteriosa, Marion Zimmer Bradley lo hace por primera vez desde la perspectiva de los personajes femeninos, por medio de la mirada y las vidas de las mujeres que hicieron posible el mito gracias a la lucha y el sacrificio personal.
La antigua tradición celta se enfrenta a la llegada del cristianismo en Avalon, un lugar envuelto por la niebla donde Viviana, suma sacerdotisa -la Dama del Lago- tiene como misión encontrar un rey que pueda ser fiel tanto a los ritos ancestrales de Avalon como a las nuevas costumbres de los invasores cristianos.
Con la ayuda de Merlín, Viviana hará realidad la voluntad de la Gran Diosa Madre celta cuando su hermana dé a luz al Rey Arturo, aunque no sin obstáculos, pues Arturo deberá doblegar primero a su propia hermana Morgana, mujer de carácter fuerte y decidido que no dudará en manipular de forma implacable a los demás protagonistas de esta historia.
Además de una lectura obligada para los amantes de las antiguas leyendas celtas y sajonas, Las nieblas de Avalon es una gran epopeya en la que los sentimientos -desde el valor, la lealtad y el coraje hasta el amor, el placer y la traición- desempeñan un papel determinante. La historia se desarrolla en cuatro libros:

1- Experta en magia, el libro primero de LAS NIEBLAS DE AVALON, narra los sucesos acaecidos desde la temprana infancia de Morgana hasta que su hermano de madre, Arturo, es coronado como Rey Supremo de Bretaña. Es Morgana quien relata y a veces se dirige directamente al lector, desde el punto de vista de las religiones y leyendas existentes en Bretaña antes de su cristianización. Y sobre todas las hazañas, ambiciones, pasiones y aventuras, aparece el profundo conflicto entre el Cristianismo que quiere ser única religión de todos y la vieja religión de Avalon, que viene a través de pictos y britanos de la Prehistoria de las islas. Ginebra -Gwenhwyfar- que en este primer libro sólo aparece como una niña blanca y dorada que se pierde entre las nieblas de Avalon, será la cristiana esposa de Arturo. LAS NIEBLAS DE AVALON revela como las protagonistas de la leyenda del Rey Arturo (Ginebra, su esposa; Igraine, su madre; Morgana, su hermana; y Viviane, la majestuosa Dama del Lago y Sacerdotisa Suprema de Avalon) podrían haber pensado, sentido y reaccionado ante los acontecimientos.
2- La reina suprema.- Introduce al lector en la corte de Lothian, al norte del país, donde habitan las tribus de raza celta. Allí reina Lot de Orkney en compañía de su esposa Morgause, hermana de Igraine, la madre de Arturo. La vida es dura en los largos inviernos y la moral relajada a causa de las costumbres de Lot y la ninfomanía de Morgause que, no obstante, dirige la corte con acierto y aconseja bien a su esposo en los asuntos de estado. Por el contrario, en Caerleon, sede de Arturo y Ginebra, los comportamientos se rigen por los principios cristianos, aunque la pasión de la Reina Suprema por Lancelot... supone un drama de traición y pecado. Este segundo libro se centra en dos personajes: la reina Ginebra y sus fanatismo por "cristianizar" el reino de Arturo, y en Morgana, inmersa en una crisis personal que la llevará primero a abandonar Avalon, después a la corte de Lot con su tía Morgause, y más tarde a Caerleon junto a su hermano Arturo y a su primo Lancelot. Tan consecuente es el excelente estilo de la autora, que si uno se descuida un poco puede llegar a creer que está leyendo una novela histórica más que un relato fantástico con unos personajes que no puede probarse que existieran históricamente.
3- El rey ciervo: La corte de Arturo se ha trasladado a Camelot, donde ha mandado construir un salón de enormes dimensiones para dar albergue a la gran mesa redonda, regalo de bodas del Rey Leodegranz, padre de Ginebra. Tras la gran batalla de Monte Badon en la que fueron vencidos los sajones, la paz se extiende por toda Bretaña; pero la Gran Sacerdotisa de Avalon acusa a Arturo de haber traicionado el juramento a la Madre Tierra representada por la Diosa, y en prenda del cual le entregó la espada Excalibur con su vaina mágica. Al no ser escuchada, decide visitar Camelot con ocasión de la gran fiesta de Pentecostés, en la que el Rey Supremo escucha las reclamaciones de sus súbditos e imparte justicia, y presentarse ante él para exponerle sus quejas como una súbdita más. Sigue la tónica de los dos anteriores volúmenes, pero con una marcada lentitud en el transcurso de los acontecimientos, ya que es necesario comprender la mitología celta para poder desentrañar el origen del drama. Más que narrar los sucesos acaecidos en la corte Camelot, es una crónica personal que recorre el alma de Morgana -llamada también el Hada Morgana o Morgana la de las Hadas- su traición a la suma sacerdotisa, su posterior arrepentimiento y por último la aceptación como La Señora del Antiguo Pueblo. En fin: bien escrita, introspectiva, con escasa acción y un ejercicio de política cortesana donde el amor, los celos, la traición, el incesto y una visión de los comienzos del cristianismo en las Islas Británicas parece envolverlo todo.
4- El prisionero en el roble. Con toda la mágica convicción y cadencia de una balada, LAS NIEBLAS DE AVALON evoca tanto a la Bretaña real como a la legendaria; desde las desesperadas guerras por la supervivencia contra los invasores sajones, al esplendor de Camelot y un mundo en paz. Y la tragedia que acompaña a la muerte de Arturo y la destrucción del resplandeciente mito que él encarnaba. lgraine, Viviane, Ginebra y Morgana, Elaine y Morgause, sus vidas y sentimientos, dan una dimensión completamente nueva a la leyenda de Arturo, porque se trata sobre todo de la visión desde la mujer. Así llegamos al final de la serie. Este último es un libro si cabe más introspectivo que el resto de la saga, donde los personajes destilan sus angustias; aquí se explica cómo el cristianismo se apoderó de los símbolos celtas más sagrados para ejercer su dominio espiritual. Una interesante visión de la Bretaña posromana y una novedosa y diferente interpretación de la leyenda artúrica.
Vale la pena leer con tiempo y tranquilidad estos cuatro volúmenes porque con certeza los disfrutarán.


http://lacomunidad.elpais.com/batiburrillo-punto-com/2011/2/11/las-nieblas-avalon-marion-zimmer-bradley 

QUIERO DORMIR



Quiero dormir, sumirme en el silencio
en el océano inmenso de los sueños
en el cálido útero del tiempo
en el vientre matriz del universo.

Quiero dormir, flotar entre dos aguas
en el mar sideral del firmamento
desnudarme en un tálamo de estrellas
y yacer en un lecho de recuerdos

Quiero dormir, perderme entre tus brazos
sentir tu corazón dentro del pecho
y respirar el aire que respiras
y alimentarme del polen de tus besos

Quiero dormir libando de tu nectar
fundirme entre tus pétalos de fuego
descender a los infiernos de tu magma
y renacer en la cuna de tus pechos

JUANMAROMO

viernes, 18 de febrero de 2011

LOS QUE VIVEN GRACIAS A LOS QUE NO SABEN



Corría el año 1904 y aquella tertulia, que había abierto el gallego Ramón María del Valle-Inclán en el Nuevo Café de Levante, hervía por las noches con la flor y nata de los intelectuales de la Generación del 98 y
 los artistas más significados, entre ellos Ignacio Zuloaga, Gutiérrez Solana,
Santiago Rusiñol, Mateo Inurria, Chicharro, Beltrán Masses o Rafael Penagos.
Y aquella tarde noche del 13 de mayo de 1904 el que sorprendió a todos los presentes fue Pío Baroja. Porque cuando se estaba hablando de los españoles y de las distintas clases de españoles, el novelista vasco sorprendió a todos y dijo:

"La verdad es que en España hay siete clases de españoles. sí, como los siete pecados capitales. A saber:


1)     los que no saben;
2)     los que no quieren saber;
3)     los que odian el saber;
4)     los que sufren por no saber;
5)     los que aparentan que saben;
6)     los que triunfan sin saber, y
7)     los que viven gracias a que los demás no saben.


Unamuno y Benito Pérez Galdós aplaudieron a Baroja. Sobre todo por el último
punto, el que dice "los que viven gracias a que los demás no saben". Estos
últimos se llaman a sí mismos "políticos" y a veces hasta "intelectuales".

O sea, que ayer como hoy, y hoy como ayer, los políticos españoles nunca
tuvieron buena imagen.