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martes, 9 de noviembre de 2010

"Nosotros, como el tiempo, también nos desdoblamos"

Jean-Pierre Garnier Malet, padre de la teoría del desdoblamiento del tiempo

IMA SANCHÍS  - 09/11/2010

Tengo 70 años. Vivo en París. Casado, 2 hijos y 3 nietos. Soy doctor en Física, mi especialidad es la mecánica de los fluidos. La política debe sustentarse en la tolerancia. Tengo la certeza de que hay que pensar en los demás como nos gustaría que los demás pensaran en nosotros

Su teoría ¿está avalada por la ciencia? 

La respetada revista American Institute of Physics de Nueva York y su comité científico la han validado publicándola en el 2006 porque es una teoría que ha permitido, primero, prever, y luego, explicar la llegada de planetoides al sistema solar. ¿Quiere que le explique para qué sirve la ley del desdoblamiento del tiempo?

Sí, pero sencillito.

Tenemos dos tiempos diferentes al mismo tiempo: un segundo en un tiempo consciente y miles de millones de segundos en otro tiempo imperceptible en el que podemos hacer cosas cuya experiencia pasamos luego al tiempo consciente.

¿Y todo eso sin enterarnos?

Exacto. Tengo una síntesis instantánea de un análisis que he realizado en otro tiempo aunque no tenga la memoria de ello.

¿Así funciona el tiempo?

Sí, en cada instante presente tengo un tiempo imperceptible en el cual fabrico un futuro potencial, lo memorizo y en mi tiempo real lo realizo.

¿?

Tenemos la sensación de percibir un tiempo continuo. Sin embargo, tal como demuestran los diagnósticos por imágenes, en nuestro cerebro se imprimen solamente imágenes intermitentes. Entre dos instantes perceptibles siempre hay un instante imperceptible.

¿Como en el cine, que sólo vemos 24 imágenes por segundo?

Sí, la número 25 no la vemos, es subliminal. En publicidad se ha utilizado ese tipo de imágenes para influir con éxito en nuestro comportamiento, lo que ha mostrado que lo subliminal es accesible a nuestra memoria. El desdoblamiento del tiempo ha sido probado científicamente y la teoría ha dado justificaciones a escala de partículas y a escala de sistema solar.

Tenía entendido que las leyes de la cuántica no se aplicaban a las cosas grandes.

El fenómeno del desdoblamiento del tiempo nos da como resultado el hombre que vive en el tiempo real y en el cuántico, un tiempo imperceptible con varios estados potenciales: memoriza el mejor y se lo transmite al que vive en el tiempo real.

¿Nuestro otro yo cuántico crea nuestra realidad?

Podríamos decir que entre el yo consciente y el yo cuántico se da un intercambio de información que nos permite anticipar el presente a través de la memoria del futuro. En física se llama hiperincursión y está perfectamente demostrada.

¿Estoy desdoblada como la partícula?

 
Sí. Y sabemos que, si tenemos dos partículas desdobladas, ambas tienen la misma información al mismo tiempo, porque los intercambios de energía de información utilizan velocidades superiores a la velocidad de la luz. ¿Conoce el principio de los gemelos de Langevin?

No.

En los años 20, Paul Langevin demostró que si un gemelo viajaba a la velocidad de la luz, envejecía menos que el que se quedaba quieto. A Langevin no le creyeron. Hubo que esperar 50 años: en 1970, gracias a los relojes atómicos, se comprobó esa ley.

Entonces, en ese tiempo imperceptible pasó mucho tiempo.

Exacto: si puedo viajar a velocidades prodigiosas, un microsegundo se convierte en un día entero. Cuando regreso, no sé si me he ido, puesto que he estado ausente un microsegundo.

Estupenda propiedad, ¿pero quién es el que viaja?, ¿yo?

Existe otra propiedad conocida en física: la dualidad de la materia; es decir, una partícula es a la vez corpuscular (cuerpo) y ondulatoria (energía). Somos a la vez cuerpo y energía, capaces de ir a buscar informaciones a velocidades ondulatorias.

¿Y cómo asimilamos esa información?
En el sueño paradoxal, cuando estamos más profundamente dormidos y tenemos nuestra máxima actividad cerebral, se da el intercambio entre el cuerpo energético y el corpuscular. Y es ese intercambio el que le permite arreglar el futuro que ha creado durante el día, lo que hace que al día siguiente su memoria esté transformada.

Vaya.

El intercambio se realiza a través del agua del cuerpo. Ese intercambio de información permanente es el que crea el instinto de supervivencia y la intuición.

¿Fabricamos potenciales por medio de nuestro pensamiento?

Así es. Si por ejemplo pienso en una catástrofe, ese potencial ya se inscribe en el futuro y puede sufrirla usted u otro. De manera que la conclusión es: "No pienses en hacer a los demás lo que no quisieras que los demás pensaran en hacerte a ti". No es una ley moral ni filosófica, es una ley física.

Es difícil controlar el pensamiento.

De día, mucho; pero justo antes de quedarnos dormidos tenemos un minuto, y basta con que durante ese minuto controlemos: esa es la manera de conectar con esa parte energética, llamémosla el doble, para pedirle que solucione los problemas.

¿Es como una oración?

No: es una relación, y hay que dejar totalmente las riendas al otro; las noches están para eso. La noche no sólo permite borrar potenciales no deseados, sino que también nos guía los pensamientos del día sigui
ente.

 

sábado, 25 de septiembre de 2010

EL ARTE DE PERDER EL TIEMPO

Desde que somos niños se nos inculca una frase que nos marca para el resto de nuestra vida "El tiempo es oro". Quien acuñó esta máxima no sabía realmente el valor del tiempo, porque el oro podemos comprarlo y venderlo, pero jamás podremos comprar el tiempo.
Luego, cuando nos sorprendían ensimismados delante de un libro de texto, nos remataban con otro de esos célebres latiguillos... !No pierdas el tiempo!
Con los años me he dado cuenta de que el tiempo no es un instrumento de trabajo, ni un medio de producción, el tiempo es la sangre de nuestra vida, y cada gota que derramamos por el camino es única e irrecuperable.
Con los años he aprendido a saborear cada instante, preparar sin prisa y con mimo la mesa donde compartir una velada intensa y dilatada, cuidar los detalles, las flores, las velas, elegir con esmero los platos, cocinar poniendo amor como condimento en cada uno de ellos.
Encender la luz adecuada para subrayar la intimidad del momento, es coger la música idónea, elsilencio oportuno, y poner los relojes cara a la pared. Dejar que las horas se arrastren mientras mantenemos una conversación relajada observando las burbujas de cava ascender por la copa y estallar en el aire como una metáfora de la vida.
El arte de la vida no consiste en hacer el mayor numero de cosas, si no en hacerlas lo mejor posible, hacer el amor durante horas olvidándonos de cronos y rindiendo culto a Eros, apreciar el valor de la caricia, del susurro del silencio cómplice, quemar las naves y quebrar los puentes
mientras nos amamos en nuestra isla perdida.
El arte de perder el tiempo es leer un poema lentamente, saborear una pipa con deleite, cerrar los ojos y soñar despierto, o tomar la mano de la persona amada y perderte en la inmensidad de sus ojos.
Cada instante que perdemos ganando dinero, es un instante realmente perdido, porque la vida
se nos escurre entre los dedos. Cuando más creemos estar aprovechando el tiempo, es cuando mas lo estamos derrochando, porque lo que realmente importa, es lo que podemos llevarnos cuando vamos desnudos.