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viernes, 14 de enero de 2011

Aznar, agorero del miedo, en Wall Street Journal: nos acercamos al abismo


No han sido pocos los agoreros que, con la vista puesta en lo que le está sucediendo a Portugal, declaran, escriben y parece como si intentaran convencer a los mercados de que la Deuda Pública española está a punto de perecer. No cabe mayor deslealtad con el patrimonio y por lo tanto con la renta de tantos españoles.

Portugal tiene problemas de liquidez que trata de solventar intentando emitir menos Deuda, reduciendo por tanto el déficit público, siendo rigurosos en suma con las necesidades financieras del país. La causa, ya lo dijimos, es la enorme profusión de Deuda mundial que han generado los ingentes déficits públicos de las naciones más desarrolladas. Llega un momento en el que colocar Deuda a precios asequibles se hace cuando menos imposible.

Deuda privada
Estamos hablando principalmente de deuda privada dado que son las instituciones financieras en Europa las que verdaderamente tienen el problema de haber prestado demasiado y tener encima el vencimiento de lo que habían pedido prestado para poder prestar. Los Estados, entonces, colaboran en no emitir tanta Deuda –reduciendo los déficits-, y por ende, vigilando la posición deudora de la nación en su conjunto.

Jugar con el pan
Sólo en España existe una oposición que juega con el pan que nos ha tocado comer. Con un expresidente, como José María Aznar, que explica en el Wall Street Journal que España está prácticamente al borde del abismo.

La solución británica
Europa no existe. Ante la profusión de Deuda, el Gobernador del Banco de Inglaterra, ya lo contamos, Mervin King, emitió masa monetaria para hacerse con parte de la Deuda del Tesoro de su Majestad: se acabó (en principio) el problema. Algunos economistas neoclásicos critican que esto pueda ocasionar inflación, pero, ciertamente, ponerse a pensar que a un moribundo, por darle una medicina le va a subir ligeramente la fiebre, no parece de recibo.

El amigo americano
Del mismo modo, Benjamin Bernanke, presidente de la Reserva Federal norteamericana, está ya inyectando 600.000 millones de dólares en el sistema. Una medida lo suficientemente agresiva que está animando las expectativas de crecimiento norteamericanas. Evita las presiones sobre la Deuda que, sin embargo, soporta el Banco Central Europeo.

La pasividad del BCE
Sin embargo, las distintas posiciones en el Consejo del BCE, dominadas por la posición alemana dirigida por Merkel y ejecutada por el consejero alemán Axel Weber, han evitado llevar a cabo medidas como la británica y la norteamericana. Así, las tensiones se disparan, el euro está -en el contexto de sus cotizaciones con respecto al dólar-, realmente tocado, y, los países con menor solvencia… en riesgo de quiebra.

Compras por la espalda
Sin embargo, como los países europeos, sus bancos, se prestan los unos a los otros, si cayera uno grande es probable que cayeran los demás detrás. Por eso, a pesar de que lo niegan, el Banco Central Europeo se dedica a comprar (por la espalda) Deuda soberana de las naciones con más problemas. La última adquisición ha sido la de Deuda Pública portuguesa: entonces, ¿por qué lo niegan? ¿No es mejor hacerlo de forma sistemática? ¿No es mejor tener Europa? ¿No es mejor un buen hospital que una mala tirita?

¿Y si Portugal cayera?
Dado que el Banco Central Europeo está haciendo compras selectivas de su Deuda, la posibilidad de que Portugal caiga es mínima. Una default de Portugal arrastraría a todos aquellos que hemos prestado con profusión a los bancos, a los ciudadanos y al Estado portugués. Dejar caer al vecino es caer nosotros en parte.

Bonos a cinco años
Esta semana son muchas las naciones europeas que van a pedir prestado a los mercados de capitales. Países que necesitan cubrir su déficit público recibiendo préstamos que aumentarán su Deuda Soberana. Posiciones deudoras por las que habrá que pagar un tipo de interés mayor habida cuenta del desbarajuste de una Europa que no existe. Grecia tiene que emitir esta semana 1.500 millones de euros en Deuda, el miércoles Portugal ha puesto a disposición del público 1.000 millones de euros, España el jueves subasta bonos a cinco años, el viernes Italia sacará a concurso 7.500 millones de euros.

Bancos y liquidez
En España, como hemos venido repitiendo hasta la saciedad, el problema es de deuda privada. Nuestros bancos han prestado tales cantidades de liquidez -teniendo que obtenerlas, dado nuestro escaso ahorro, de los mercados de capitales-, que devolver esas posiciones no puede apenas hacerse con nuevos préstamos a condiciones asequibles.

La prima de riesgo
¿Qué es la prima de riesgo? Como la deuda alemana es más solvente que la española, por ejemplo, los españoles ofrecemos un interés mayor por nuestra deuda, lo cual supone que a la postre saldrá más cara devolverla. Por este motivo ha alcanzado en estos momentos un récord: la prima de riesgo de la deuda española con respecto al bono alemán asciende a los 290 puntos básicos.

Especuladores
Las sospechas de que la excesiva deuda privada española, fruto de la fuerte expansión del crédito derivada en primer lugar de las medidas tomadas en el Gobierno del Partido Popular en los años noventa, así como la fuerte exposición inmobiliaria de las instituciones financieras españolas, han provocado fuertes tensiones en la deuda española en el exterior, son evidentes. Los especuladores realizan posiciones cortas, ventas, que les proporcionan sustanciosos beneficios sobre esta clara debilidad.

Bocazas
A esto hay que añadir la enorme cantidad de bocazas que existen en nuestro país. Agoreros del miedo, inversores del pánico, son capaces, como José María Aznar, de publicar un artículo en el Wall Street Journal diciendo que nuestro país está prácticamente en quiebra.

Crowding-out?
El saldo vivo de la Deuda Española pública alcanza los 505.000 millones de euros. ¿A qué llamamos los economistas el crowding-out? Es un concepto muy sencillo. Su traducción literal significa “expulsión”. ¿Por qué “expulsión”? Cuando los bancos prestan al Estado, por ejemplo, dejan de prestar a los particulares y asfixian la inversión privada. Cuanto más déficit público más necesidad de financiación va a tener el Estado y por lo tanto habrá de emitir Deuda, los bancos le prestan y… dejan de prestarle a usted. Sí, el Estado, obviamente, tiene más solvencia que usted.

La banca nacional
Afortunadamente, sin embargo, la banca española ha visto reducirse su exposición a la Deuda Pública española: a finales de 2009 poseía el 20% de la misma, mientras que, en estos momentos, alcanza sólo el 14%.

En manos extranjeras
Los extranjeros, a diferencia de lo que se piensa, han comprado profusamente Deuda española. El 51% de la misma está ya en poder de particulares o sociedades residentes en el exterior cuando hace diez años tan sólo un tercio de la misma formaba parte de las carteras de estos. Se trata de 256.000 millones de euros que el Estado debe al exterior, una cifra, ciertamente, muy inferior a la de las principales naciones europeas. En ese sentido, Francia es todavía el país con más Deuda española, un 25%, observándose en las últimas semanas una disminución paulatina de su posición, reducción que también están llevando a cabo otras naciones acreedoras del Estado española tales como Alemania o Japón. ¿A favor de quién? China.

La llegada de los chinos
China posee el 20% de la Deuda Pública española que está en manos de extranjeros. En el mes de noviembre sus compras agresivas aumentaron su posición acreedora permitiendo que la cartera en manos de otros países se viera disminuida y que, incluso, los bancos pudieran desprenderse de una proporción similar.

¿Qué le pasa a la China?
China posee las reservas en moneda extranjera más grandes del mundo: 2,85 billones de dólares. ¿Qué problema tienen los chinos? La enorme cantidad de crédito que han venido suministrando a sus particulares ha inflado una burbuja que ahora parece incontrolable. La inflación de activos, la subida de precios, el presunto descontrol financiero de la economía china, han dado lugar a que las autoridades vayan a tener que desarrollar una política monetaria selectiva. De esta manera las medidas ya se están poniendo en práctica: la reducción paulatina del crecimiento del crédito, la elevación (dos veces) de los tipos de interés, la elevación (seis veces) de las reservas obligatorias de los bancos y el aumento de las reservas de su banco central.

Hacemos los deberes
En ese y en otros sentidos España puede estar tranquila. Hacemos los deberes, impulsamos una aceleración de la financiación a las pymes y a los particulares, saneamos las cuentas públicas. Y, sobre todo, apostamos por tener una Europa responsable que trabaje coordinadamente. Bueno, algunos, otros se dedican a poner palos en las ruedas y a gritarle al mundo que no confíe en su propio país.

Antonio Miguel Carmona