jueves, 27 de mayo de 2021

ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE

 


El hombre como especie, tiene unas necesidades básicas, comer, beber, cazar y procrear, pero como ser espiritual, necesita realizarse plenamente y esa realización solo se consigue mediante el amor

Amor, Dios... palabras de cuatro letras que se han desgastado a través de los siglos por uso indebido, pero que siguen siendo puntales en la estructura emocional del ser humano.
Cuando somos jóvenes, el instinto sexual predomina, aprovechamos la mínima oportunidad para solazarnos en la playa, en el campo o en asiento de atrás de un coche empapados el alcohol o fumando maría.
Mas tarde, buscamos la paz del hogar, el lecho compartido donde abrazarnos, acariciarnos y alcanzar el séptimo cielo entre orgasmos inmensos.
Pasan los años y la piel se arruga, el deseo se aplaca y el mástil acaba desarbolado mientras la sentina se reseca y se agrieta, pero no es el fin del mundo.
Seguimos conservando las manos, la mirada y la lengua, podemos recorrer el cuerpo de nuestro amante tecleando preludios y nocturnos de increíble belleza mientras nuestras voces elevan hacia el cielo tecleando suspiros.
Disfrutemos del amor en la tercera fase, besos, caricias, abrazos sin medida, acariciemos con los ojos, aprendamos a libar de esas cálidas y afrodisiacas flores para compartir placer, ternura y alegría...

El sexo y el amor van de la mano,
no dejemos que mueran al barbecho,
la vida sin amor es un desierto,
una noche sin luna, un sacrilegio.

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