lunes, 19 de abril de 2021

EL ESPÍRITU DE LA PALABRA

 



Hace unos minutos, una amiga me recriminaba por tildar de "autista" al gobierno y me instaba a sustituir el término por "inepto". Las palabras, al igual que la ley tienen cuerpo y espíritu, el cuerpo es el termino físico que acotan unas letras; el espíritu, todos los matices y acepciones que esa palabra nos puede sugerir. Si defino a unos jueces como "ciegos" no quiere decir que sean ciegos en el termino médico de la palabra, me refiero a que tal como reza el aforismo "no hay peor ciego que el que no quiere ver", si los defino como "autistas" me refiero que no se enteran de de lo que no les interesa. La palabras son metáforas, cuando hablamos de tontos, ciegos o idiotas, no nos referimos a esas personas que padecen una discapacidad física o mental si no a aquellos que se creen muy inteligentes y desde la cumbre de su prepotencia pisotean y menosprecian a aquellos a los que deberían servir.

Todos somos "autistas" en mayor o menor grado, voluntaria o involuntariamente, de los contrario acabaríamos locos, espero que los que padecen enfermedades psicopáticas o emocionales no se ofendan por el termino "locos" porque de pequeño me dijeron que estaba "como una cabra" en infinidad de ocasiones y nunca vi a ninguna cabra envestir contra los que así me definían, quizás distinguían entre la letra y el espíritu mejor que muchos que asi intentaban zaherirme, pero ya desde pequeño hice mía aquella cita "Dame pan y dime tonto" ya los que no me daban pan, les pegaba una buena cornada. (Espero que no se ofendan los cabrones)

ILUSTRACIÓN DE MARA ÁNGELES PALOMO

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