miércoles, 13 de marzo de 2013

EL DECÁLOGO DE LA DEMOCRACIA


En vista de los descalabros continuados sufridos por los votantes de este país propongo un decálogo que deberán cumplir los partidos políticos que aspiren a obtener representación parlamentaria en las próximas elecciones, así mismo exige la creación de una fiscalía electoral que vele por el cumplimiento de los programas y con poder suficiente para convocar nuevos comicios en caso de incumplimiento flagrante como está sucediendo en esta legislatura.

Los puntos serian los siguientes:

Convocar elecciones constituyentes para promulgar una nueva constitución desde cero en la que se consensúe el modelo de estado que deseamos, la forma de gobierno y que sea fácilmente actualizable con enmiendas al estilo de la constitución norteamericana.

Eliminación inmediata del senado y de las prebendas de los senadores.

Reducción en un 60% de ediles, consejeros y consistorios que no demuestren taxativamente su razón de ser.

Acabar con la ley D'Hondt. y aceptar solamente listas abiertas.

Reforma de la ley anticorrupción y equipararla a la ley antiterrorista.

Limitar drásticamente los presupuestos electorales a fin de asegurar la igualdad de oportunidades y liberar a los partidos de los compromisos que los atan a las entidades financieras para sufragar sus campañas.

Promover una investigación en profundidad, depurar responsabilidades y exigir la devolución de los fondos robados a políticos, consejeros y presidentes de las entidades que han sido saqueadas durante estos años y que nadie salga en libertad si haber restituido hasta el último euro.

Liberar a los altos tribunales, constitucional, supremo y audiencia nacional del control de los partido políticos para conseguir una auténtica separación de poderes.

Equiparar derechos y obligaciones de ministros y parlamentarios con las del resto de la población laboral, negociando punto por punto las excepciones que por si idiosincrasia pudieran ser de justicia.

Y por último poner por encima de todo el bienestar físico e intelectual del pueblo a quien sirven, asegurar el progreso humano y cultural de sus gentes y proteger con especial dedicación a niños, jóvenes y ancianos, los unos nuestro futuro y los otros, merecedores del respeto y agradecimiento por haber trabajado hasta las últimas consecuencias en favor de la familia y de la sociedad.

Todos aquellos que no estén depuestos a luchar y comprometerse por el retorno de la justicia, la dignidad y la autoestima a este país explotado y humillado por sus próceres, que no esperen de nosotros más que la reprobación y el desprecio.
JUANMAROMO

1 comentario:

Suxa dijo...

al convocar elecciones, deberia el pueblo exigir a los representantes, un examen de cultura y conocimientos de administración como de lengua extrangera a tipo de examen de admisión a una universidad cuando se va hacer una carrera? ... Muy bueno tu decalogo