martes, 13 de diciembre de 2011

CUANDO...



Cuando se cierra la puerta de la alcoba se abren las puertas del paraíso... 

Cuando nuestros labios se funden, cuando mis manos liberan de su jaula a tus pajarillos que me ofrecen sus piquitos  para que les alimente con mis besos, cuando el olor de tu deseo me envuelve y me subyuga,  ya solo puedo sentirte, amarte, gozarte y hacerte gozar.
Cuando mis dedos acarician tu madreperla jugosa y perfumada, cuando me embriago con el elixie lunar de tu corola, sé que he nacido para amarte y que mi destino es darte placer, hacerte gritar de gusto, arrancar de tu alma arpegios de increíble belleza. No hay aria comparable al canto divino de tu orgasmo, ni luz comparable a tus ojos cuando las aves encendidas escapan de tu pecho y levantan el vuelo hacia el infinito.

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