Cómo no amarlo esta noche de álgida tormenta.
No verlo es  tortura eterna para el cuerpo y alma.
Hoy lo quiero conmigo como aquel cuadro  de Matisse,
como aquellos maduros racimos de días lejanos.
Cómo no amarlo si sus besos son impecable poema,
cálida su  risa de cálido verano en madrugada,
caricias, rumor de fuego latiendo en mi  piel,
una copa de vino blanco sostenida por mis piernas.
Cómo no amarlo si hoy es sábado y está conmigo,
con  ternura mis lágrimas seca con su lengua,
si traigo tres o cuatro nubes  flotando en la cabeza
y me obsequia cientos de arco iris para iluminar la  vida.
Cómo no amarlo este domingo de citas familiares
cuando se aventura en  cuerda floja sobre el abismo
utilizando mi amor como alas para guardar el  equilibrio
tomar el teléfono y en secreto escucho que me ama.
Cómo no amarlo este lunes cuando despierta el alba
con  descomunales ecos de recuerdos compartidos,
ansiosa sangre hace girar  corazones como aspas de molino
y la noche vestida de aromas palidece ante sus  besos.
Cómo no amarlo este martes de malas noticias:
ataque  terrorista contra inocentes niños,
civiles defensores acribillados en  Oriente
una vieja amante abandonada en una casa en ruinas.
Cómo no amarlo este aburrido miércoles
cuando todo es  posible si recibo una carta
con enormes palabras que serenen la angustia
y  el silencio se derrite al escuchar su nombre.
Cómo no amarlo este jueves o aquel viernes
raíces del fin  de semana que tanto espero
para darle sentido al calor de los cuerpo
y  encontrar una fecha inexistente en el calendario 
para decirle cuánto, cuánto lo amo.
Por Lina Zerón
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