martes, 4 de marzo de 2008

A VECES...



A veces siento que me estoy desangrando, es una hemorragia transparente, invisible
nadie lo nota, voy por la calle y siento que la vida se me escapa, pero no pasa nada
esa herida no sangra, y la lagrimas secas no mojan mis mejillas, la mirada se encoje
como temerosa de de mirar sin ver el cielo, y el corazón se estanca o se acelera como
un mar caprichoso e imprevisible. A veces siento que el pecho revienta incapaz de contener
tanto sentimiento, el aliento se detiene y el tiempo se atora en el péndulo de un suspiro,
los pies me llevan como autómatas sin saber a ciencia cierta para que caminan, pero hay
que seguir hasta que se agoten las pilas del recuerdo, la llama de la esperanza, el rescoldo
de lo que un día fue. Entonces como un muñeco roto, me tiraré en la acera de la vida hasta
que me recojan y me reciclen en un hombre nuevo, en el hombre que pude haber sido, en el
hombre capaz de merecerte.

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