domingo, 19 de diciembre de 2010

FRASES DE JUANMAROMO VI




"La verdad es el sonido del universo, ha prevalecido durante milenios hasta que llegó el hombre y quiso poseerla, pero solo alcanzó a capturar unos ecos lejanos, a los que llamó dogmas".

Cada sonrisa que se enciende en la mirada del que sufre, es una aurora en el corazón de quien la provoca.

La voz de dios resuena en la sonrisa de un niño.

La fruta cae por si sola en su mejor momento, solo debes tener el ojo atento y la mano presta.

Lo que llamamos "verdad" es tan solo, el reflejo de nuestra ignorancia.

La mayoría que nos hablan en nombre de dios tan solo son unos pobres diablos.

Por mucho que estés dispuesto a dar la vida por alguien, jamás podrás exigirle que dé su vida por ti.

La sabiduría es como el genio, puedes perfeccionarla si te ha sido dada, pero jamás podrás alcanzarla si no se te ha concedido.

El sabio dice muy mucho hablando muy poco, el necio dice muy poco, hablando muy mucho...

"La política es el conjunto de reglas y normas que regulan las relaciones entre los hombres y entre los pueblos. Si no haces política, otros la harán por tí"

"Los derechos no se suplican, se conquistan, no ha habido ni un solo paso adelante en el camino de la humanidad, que no haya sido regado con sangre sudor y lágrimas".

Vivimos aprendiendo a morir, y morimos aprendiendo a vivir.

JUANMAROMO

viernes, 17 de diciembre de 2010

¡¡NI SE TE OCURRA!!

-Veamos.-Dijo la mujer de tetas como tartas introduciendo las claves del cuestionario en una ficha del nuevo cliente. Mientras tecleaba, él permanecía algo estresado con los codos sobre el mostrador.
-Sí. Podrá entrar. He metido las respuestas de su cuestionario en el ordenador y los dígitos le posibilitan acceder al área. Más debo informarle primeramente, esto no es llegar y besar el santo, dada su peligrosidad.
-Sí, comprendo. Soy todo oídos.
-Verá. Existen los juegos de rol donde hay que vérselas con el balverino, por ejemplo, así cómo los parques temáticos donde se asiste a un modelo de vida virtual. Nosotros le ofrecemos algo superior a jugar a la realidad virtual, o a permanecer en un parque de atracciones donde se viven momentos ambientados conforme a la época. Esto cómo digo es superior. En el momento en que entre por esa puerta viviría en tiempo real e in situ, situaciones realistas en primera persona. Somos más que temáticos ya que se las verá con monstruos, y más que un tablero de rol, porque aquí la emoción cuenta, cómo también cuenta el cuestionario que rellenó, que de no haber sido aprobado por la computadora no podría tener acceso al juego real.
-Sí, todo eso ya lo he leído en sus folletos, y sé que sólo el siete por ciento de los aspirantes logran poder jugar una partida, dado que ninguna persona está preparada para acceder al área si el test no da positivo, y también sé que psicológicamente solo estamos preparados unos pocos. Más ¿Qué hay dentro en verdad?
-Sí claro, tengo que informarle, es mi deber, puesto que en el momento en que entre por esa puerta no habrá marcha atrás ni esta permitido el abrirle la verja, una vez que cruce la puerta habrá una aventura real llena de peligro, donde a todos les ocurre que les pesa, nada más pasados los primeros tres minutos el haber accedido al parque. Pero hay algo más: Antes de entrar y solo aquellos que superen las pruebas, puede asistir a un vídeo que da el monitor sobre lo que le esta pasando a alguno de nuestros jugadores. Acompáñeme, vea el vídeo y si aún así está convencido podrá acceder. No es solo el test: Hay que estar demasiado preparado para lo que dentro sucede realmente. Yo trabajo aquí y le diré que seria incapaz de meterme dentro. No estoy preparada, no es fácil.
Un hombre con taparrabos permanecía rodeado de leones que le miraban furiosos. El jugador, al borde de un colapso, sudaba, miraba hacia atrás más la puerta de salida estaba cerrada.
-¡Hostias!-Grito el aspirante. Pero se tranquilizó: el del taparrabos sacó una escopeta y se lió a tiros con los felinos salvajes hasta que cayeron a sus pies.
-Ahora le pondré el monitor dos. Observe a esta chica. Preste atención por favor.
Una muchacha permanecía rodeada de cocodrilos. Pero como encontró una llave mágica junto a una maceta, al tenerla en las manos la plataforma escondía rápidamente a los animales.
-uff menos mal. Si no llega a encontrar la llave ¿Qué habría pasado?
-Se la habrían comido, lo más probable.
-Entiendo.
-Le pondré la última monitorización del jugador tres, y cómo no vamos a pasar así todo el día ahí usted ya decide.
Apareció un hombre rodeado de guerreros que le daban espadazos por todas partes. Finalmente como eran demasiados lo mataron.
-Esto ya parece peligroso, la verdad. Aún así… ¿Seguro que quiere jugar?-Pregunto la mujer de la blusa verde, que escondía una tetas grandes que se contoneaban como flanes.
-Sí, cóbreme ¿Cuánto es?
-Son novecientos euros. Antes de subir de nivel tendrá que comprar ropa acorde con la partida. Así como armas, magia y mapas con tesoros. Haciendo misiones ganará dinero y podrá comprar sicarios o hacerse de pócimas, exactamente lo mismo que en juegos de rol, pero aquí todo ocurre de verdad.
-Cóbrese.-Dijo entregándole la tarjeta de crédito que ella pasó por su terminal, pulsó un botón y el hombre temblando se adentró por una puerta amurallada gigantesca, que en cuanto cruzó se cerró herméticamente. Allí podría estar días, meses o incluso años, solo podría salir si le mataban o vencía.
Cinco meses más tarde salió por la misma puerta, en mal estado, lleno de heridas y arañazos, con alguna sanguijuela aún adherida a la piel, cicatrices, pequeñas lesiones, barba espesa y ojos cansados, así cómo se sentía débil.
-¿Cómo le fue?-Preguntó la señora de los pezones gordos como chupetas.
-Terminé el juego pero, he pasado hambre, piojos, me las he visto con murciélagos asesinos, francamente admirable este parque, algo así no cabía en mi cabeza que pudiera existir. He comido hasta animales asquerosos para sobrevivir. Intenso y deprimente. Divertido y aterrador. Horroroso y agradable.
-¿Sabe usted porqué mueren pero no mueren? ¿Cómo se explica que quien fallece ahí dentro se le saque y reviva?
-Ni idea.-Dijo el jugador del cuerpo lleno de heridas.
-Cuando a la víctima, por ejemplo, le atacan los leones recibe primeramente el disparo de un anestésico. Sólo que los monitores están preparados para que se vea un jugador morir, que por supuesto no muere. Aquí está todo controlado hasta el más mínimo detalle. Les atacan, les hacen daño, pero si abren las mandíbulas se lastiman con unas descargas que reciben y desisten. Ya digo, todo está controlado. Pero el subidón de adrenalina merece la pena.
-Sí, suponía que no podía ser del todo real. Merece la pena me gustó.
Un hombre bajito se acercó a la recepcionista y le susurró:
-Esto no acabará bien. Los dispositivos que aseguraban que las fieras no dañaran a los jugadores han fallado, y ya tenemos dentro quince jugadores atacados mortalmente por las fieras.
-¿Les han matado? No puede ser.
-Sí perdonen. Cuando terminé la partida rompí el mecanismo de la caja de seguridad de los animales, para que esto tenga un poco más de realismo. Hasta la próxima.-Saludó el jugador despidiéndose.








http://lacomunidad.elpais.com/esquizopolis/2010/12/17/ni-se-te-ocurra

"Ellas prefieren un Rimbaud a un Rambo"

"Ellas prefieren un Rimbaud a un Rambo"

jueves, 16 de diciembre de 2010

SECRETOS




Nunca debió entrar en aquellos archivos del ordenador de su marido. Pero no existe ninguna máquina del tiempo para cambiar el pasado. Ni nadie a inventado ninguna goma de borrar lo que han visto los ojos.
Puede decir que no fue premeditado. Ni siquiera curiosidad. Quizás fue la casualidad, unida a la ignorancia de lo que estaba haciendo. Al fin y al cabo, ella solo quería encontrar el archivo donde estaba aquella película que le encantaba y que su marido le había descargado hacia ya algunos meses.
En sus pasos de ciega dio con la carpeta llamada: Personal. Y pensó que ahí podía estar dicha película. En vez de eso, se desplegó ante sus ojos mas de una veintena de archivos de texto. Cada uno con su título: Infieles, Vilanova, imbecil, roto, todo lo que quiero, etc, etc.
Mientras leía los títulos, su mente intentaba darles un contenido. Al final los fue abriendo uno a uno.
Él nunca le había ocultado su pasión por escribir. Formaba parte de ese mundo en el que ella había asumido y aceptado que no podía entrar. Ella para él, era un libro abierto, donde cada pensamiento era dicho en voz alta. Sin embargo, él era una suma de silencios que, cuando se llenaban de palabras con voz, reconocía ella que le eran muy difíciles de seguir y aun más de comprender. Pero nunca se la había reprochado. Así era él y eso bastaba. Ahora todos esos silencios, todas esas huidas al ordenador, cada una de las veces que se levantaba del sofá y buscaba algún papel para ponerse a escribir, casi como si la vida le fuera en ello, se desplegaban ante su mirada.
Leía y leía, pero no comprendía nada. Solo sentía como una tristeza extraña la iba atrapando paulatinamente.
De repente, los pensamiento de él sobre el amor, la vida, la muerte. La pasión y la tristeza, las derrotas y victorias tenían sus palabras.
Pero, ¿Cómo distinguir qué partes eran una vivencia y cuales eran solo pensamientos y fantasías de alguien que escribe como pasatiempo?.
Leía y leía y nada le recordaba a ella. Leía y leía y nada la permitía reconocer al hombre que vivía con ella. Era como entrar en el diario personal de algún desconocido que no era tal. Sin embargo podía entender que estaba ante su autentico marido. Aquel que le decía: “ Eres la mujer de mi vida”. Aquel que nunca le decía: “Eres el amor de mi vida”. Desde ese instante sabía lo distinto que eran ambas definiciones para él. Ella que, siempre había dado por supuesto que, las palabras, “vida” y “amor”, en esa frase eran lo mismo.
Cuando los sentimientos se convirtieron en un conglomerado de pensamientos que no lograba ordenar ni comprender, apago el ordenador portátil y lo guardo en el mismo lugar donde lo hacia él.
Permaneció nerviosa el resto de la mañana. Esperaba la hora de llegada de su marido pasado el medio día y cuando llegó, no hizo ni dijo nada. hubo el saludo cansado de alguien que llega cansado del trabajo y la respuesta normal de la que espera.
Un sentimiento de culpa empezó a embriagarla entonces. Primero se sintió como avergonzada por lo que había echo. Al poco comprendió que no podía decirle nada, pues aunque había entrado en ese mundo tan lejano de su marido, ahora que lo tenía delante se daba cuenta de que no había entendido nada. No podía preguntarle para quien eran esas palabras cargadas de amor que ella nunca había escuchado pues nunca las había necesitado. No podía interrogarle sobre la autenticidad de esas vivencias tan poéticamente descritas. No, cuando ella no entendía nada de poesía y le aburría, cuando él, de tanto en tanto, se le escapaba en voz alta algo de lo que estaba escribiendo.
Por todo ello, no dijo nada, ni ese día ni los venideros.
Si se hubiera detenido, tan solo un segundo, para pensar en el porque, comprendería que, el hombre recién descubierto en esos archivos, no era el hombre que ella quería. A ese hombre ella no podía comprenderlo. Así que, era mejor que permaneciera ahí, encerrado entre el rectángulo de una pantalla de ordenador. Para ella quería al hombre que era su marido y punto. No estaba preparada para ir mas allá. Y si, en algún momento dudaba que, si lo que escribía su marido era para y por alguien que no era ella, no valía la pena saberlo. No mientras él siguiera entrando por la puerta cada día. No, mientras cada noche coincidiera con ella en la cama, y nunca le diera la espalda cuando ella le necesitaba. No mientras los fines de semana estuvieran juntos. Al fin y al cabo eso era lo que ella necesitaba y eso era justo lo que le daba.
¿Para qué quería más?.
No existe una máquina del tiempo para regresar al pasado, ni una goma de borrar recuerdos pero, ¿para qué las quería si no las iba a necesitar?.

Sefaradavid.
http://lacomunidad.elpais.com/sefaradavid/2010/6/14/secretos-

DESTINO


de Su Susana, el jueves, 16 de diciembre de 2010 a las 11:08
     El dominio de su cuerpo y de su mente había pasado a manos del alcohol. Aquella tarde , como tantas otras que la precedían, deambulaba por las calles tambaleándose, chocándose con los viandantes con los que se cruzaba. Había perdido toda expresión en sus ojos y su mirada, se presentaba ahora vacía, perdida .... Su mente se había ausentado de la realidad, porque la realidad misma le había despojado de todo lo que tenía.
    Ardía en ganas de llegar a su callejón, aquél hogar que le había acogido hacía ya más de un año. Le engarbaban profundos deseos de refugiarse entre sus cartones, en su hueco particular rodeado de contendedores de basura.   Sentía necesidad de cobijarse en aquél rincón y de amarrarse de nuevo al cuello de otra botella de vino y tragar aquella roja pócima para mantener así su pasado reciente en un lejano olvido. El camino se le estaba haciendo largo ... en realidad, su aislamiento mental había hecho que doblara la esquina un par de calles antes de la indicada. Así que cuando se dio cuenta del error tuvo que desandar y volver andar muchos metros. Antes de llegar, un pequeño establecimiento acristalado en cuyo escaparate lucían complementos y productos esotéricos le llamó la atención y pegó su nariz en el cristal. Observó a una mujer exuberante brindando su atractiva sonrisa a un cliente que había demandado su atención mientras tomaba su mano para según parecía desde fuera .... leer su pasado, presente o futuro.
   Aquello le hizo recordar contra su voluntad. Y la película donde se marcó su destino, ese negro destino que se había establecido en su vida comenzó a proyectarse en aquel mismo escaparate.
El principio del fin comenzó en aquella fiesta de disfraces de fin de año. Un cotillón programado a la una de la madrugada y que organizó su jefe de departamento, su superior inmediato, en el mismo edificio donde trabajaban. Probablemente, para limar asperezas imposibles de restaurar, sobre todo con él mismo, al fin y al cabo, habían ejercido de rivales en la lucha por conseguir el cargo que aquél superior ocupaba y que consiguió echando mano de alguna maniobra un tanto oscura. Fue curioso, el anfitrión no asistió a la fiesta que él mismo había preparado.
  A su esposa no le atrajo la idea de ir a aquél evento. Los dos últimos años, su vida conyugal se había deteriorado. Los problemas entre ambos habían ido quedando en el aire acumulándose para luego esparcer su arena por cada zona de la relación.  A los ojos de los demás aparentaban ser una familia feliz  y en el fondo, su pareja aun tenía fe en que la relación sanara. Decició marcharse solo pese al malestar que causó su salida en su esposa, en sus hijos y en el  resto de familia reunida aquella noche.
  Podía adivinar detrás de sus atuendos a todos aquellos amigos y compañeros de trabajo que asistieron, todavía podía visualizarlo ....  Se veía así mismo con su disfraz de bucanero a lo Jonny Deep en Piratas del Caribe. Y en medio del ruidoso barullo de gente, risas, bailes, brindis ..... estaba aquella preciosidad a la que no podía reconocer, embutida en un traje de adivina de alto standing. Pensó que sería familiar o amiga de alguno de sus compañeros pero por más que preguntó, nadie pudo aclarar su duda, nadie la conocía. El juego comenzó muy pronto, un juego peligroso que hizo saltar las primeras chispas con miradas constantes y sonrisas provocadoras. El, nunca había sido infiel pero aquella noche .... estaba deseando estrenarse pisando por primera vez en el terreno de la infidelidad. Notaba como su ego se iba alimentando  al comprobar que a sus 47 seguía atrayendo a las mujeres y además .... ¡¡ qué mujeres !!.
  Cuando la madrugada tenía el tiempo en sus manos y el alcohol había emborrachado la sangre de sus venas, ella, rebosante de sensualidad prendió el fuego haciendo honor a su disfraz de adivina divina. Tomó su mano sin permiso y entre risas y provocación se dispuso a leer su destino. Burlándose de la situación y deseosa de que el fuego comenzara a arder arrancó diciendo: "Oh, lo siento, tu futuro ..... tu futuro se ve oscuro, vas a perder a tu familia, perderás tu trabajo ..." pero él no la dejó continuar y mientras se acercaba para darle ese primer beso le dijo ..." dime que me voy a perder contigo ".
El cortometraje pareció cortarse. No quería recordar el abrazo definitivo del fuego aunque hubiera sido en su momento un deseo satisfecho repleto de placer.
   Durante un tiempo, tuvieron encuentros furtivos. Ella seguía siendo la dama misteriosa. Nada sabía acerca de su vida, pese a que siguió indagando entre los compañeros de oficina. Tan sólo conocía su nombre y no confiaba en que fuera el verdadero. Pero a él le bastaba, no le importaba acostarse con una desconocida. La relación que tenía con aquella mujer era realmente  un misterio lleno de pasión y erotismo.
   La primera quemadura levantó ampolla cuando su esposa se enteró de la aventura del infiel. Lejos de resolver sus diferencias de pareja, aquello terminó con la relación. A él, la separación no fue lo que más le preocupó, estaba claro que los últimos años habían sido muy problemáticos y si no hubiera sido por sus hijos hubieran llegado al mismo final hacía mucho tiempo. Lo que realmente  apuñaló su corazón fueros los niños, cuya edad les había permitdo entender lo que había sucedido y la rabia ante el sufrimiento de la madre y la traición del padre, les mantuvo psicológicamente alejados de él. Aunque el régimen de visitas les obligara a compartir con su padre parte de sus vidas, el tiempo que pasaban juntos estuvo falto de cariño por parte de ellos y vestido de malas caras y pocas palabras siempre repletas de reproches. 
   Poco tiempo después, el descubrimiento de la identidad de su amante adivina provocó la segunda ampolla. Debía ir al trabajo una hora antes. Una reunión en la oficina fue la culpable de que su despertador alarmara con más antelación de la normal. Cuando entró en el despacho del jefe,  la expresión de su rostro esbozó una muesca de temor. Empalideció en un instante y aunque quiso pronunciar palabra sus labios inmóviles se lo impidieron. Allí estaba ella, su apasionada y erótica compañera sexual.
" No hace falta que te presente a mi esposa ..., creo que ya os conocéis, y además  bastante bien por lo que me ha contado "  - le dijo su superior con voz firme pero relajada. Por razones más simples o sin razones mucha gente perdía su empleo cada día ...
   Después de un tiempo de adversidades, de ir tirando de malas maneras o como pudo ..... ahí estaba, con hijos mayores de edad que ya no querían saber nada de él, sin trabajo y sin un techo bajo el que cobijarse.
   Las lágrimas asomaron por sus ojos, aquello que tanto trataba de olvidar volvió a recordarle que le aguardaban unos cuántos tragos para fomentar la amnesia en su mente cinéfila y en su corazón herido.
   Esperó la salida del individuo que cataba los signos de su sino en el establecimiento y cuando  cruzó al exterior le preguntó: ¡ qué, como va a ser su futuro !!!. ¡¡¡¡ Y.... a usted que le importa !!! contestó el hombre.
   Ante aquella respuesta dio media vuelta y anduvo  los cuatro pasos que le separaban de su callejón. De rrepente justo cuando iba a cruzar el umbral  pudo escuchar ... "oscuro, dice que oscuro". Se giró de nuevo y dirigiéndose a aquél hombre espetó: " pues un consejo le doy no sea infiel y si  lo es  ... al menos mire con quien "

http://www.facebook.com/profile.php?id=100000962331453#!/notes/su-susana/destino/131220723606089

Matanza a las 9


 
Emma Riverola Escritora
  Antes de las 9 de ayer, un trabajador de la construcción de 57 años era un hombre desesperado. Después de cinco meses sin cobrar y con un padre anciano a su cargo, los amos de la empresa donde trabajaba le acababan de anunciar el despido. Ahogado por las deudas, se había apresurado a cobrar unos atrasos salariales. La caja le confirmó la estocada: el talón carecía de fondos. Antes de las 9, Pere Puig Puntí era una víctima. Una más del rosario de víctimas de esta maldita crisis que no cesa de golpear a nuestra sociedad de cristal.

Y a las 9, la víctima enloquecida se convirtió en verdugo y el horror nos borró la conmiseración, la comprensión y hasta las palabras.
A partir de las 9, un hombre nos ha hecho sentir un poco más frágiles, un poco más temerosos. Miramos el vidrio que nos separa del abismo y nos preguntamos cuánto será capaz de soportar sin quebrarse. Los mazazos de la injusticia están empezando a levantar esquirlas, fragmentos tan afilados que provocan los aullidos de los más desesperados, la locura de los más vulnerables.
Ayer, a las 9, el cristal se tiñó de sangre, dolor y angustia. Hoy miramos la superficie y caminamos sobre ella con paso inseguro, medroso. Da miedo pensar que un añico pueda alcanzarnos y herirnos. Pero, más aún, estremece imaginar que podemos convertirnos en un filo hiriente e injusto. Letal.

"Has de tener valor para perseguir tus sueños"

"Has de tener valor para perseguir tus sueños"

miércoles, 15 de diciembre de 2010

HOLA JULIA

Hola Julia.
Llevaba mucho tiempo sin escribirte, lo cual no quiere decir que no haya pasado ni un solo día sin pensar en ti.
Era sobre las dos y media de la madrugada del 18 de julio 2005, cuando te abriste camino hacia la vida. No lloraste y todo fueron prisas. Apenas pudimos ni verte que, los médicos ya te cogieron y empezaron a pelear por tu vida, mientras intentaban, torpemente tranquilizarnos.
El tiempo que siempre es relativo, lo fue mas que nunca esa noche. No se como cuantificar el rato transcurrido hasta que una doctora me decía que no estabas bien. Que tu cuerpecito se estaba rebelando contra si mismo. No puedo medir el tiempo que estuve con las piernas quebradas hasta que pude levantarme. Me cargué de fuerzas para mentir a tu madre y decirle que tranquila, que no pasaba nada, que pronto estarías con nosotros.
¿Te acuerdas cuando te vimos por primera vez?. Sabes Julia, eras tan parecida a mi … Tu pelo negro y ondulado, tu piel tan blanca. Tan grande toda tú. Pero, sabes, lo primero que recuerdo de ti, lo primero que vimos, fueron tus pies. Iguales a los míos, anchos y de dedos gordos, solo que un tamaño muy pequeño. Ya ves en que cosas se fijó tu padre. Ni todos lo tubos que te envolvían, podían esconder la belleza de tu rostro, era como ver el mió pero reconvirtiendo todos mis defectos en hermosas virtudes.
No podíamos estar mucho rato contigo, ya sabes que las normas son las normas, y mas en un lugar donde hay niños que están luchando por sus vidas. Pero siempre que nos lo permitían, estábamos a tu lado. Te besábamos con todo el cariño que era tan nuevo, como tu mirada cuando podías abrir tus ojos.
Te decía, acurrucando mi boca a tu oreja: “ Lucha Julia, no te rindas. Lucha.
Y tú abrías los ojos y nos mirabas y se, que lo intentabas con todas tus fuerzas. No lloraste ni una sola vez. Se que no querías que recordáramos eso de ti. Te pido perdón hija, por todas esas veces que te pedí que lucharas. Se que fui muy egoísta. Solo pensaba en lo mucho que te amaba yo y lo tanto que te necesitaba tu mamá. No tuve en cuenta, cuanto te costaba, pero tienes que entenderme Julia, los doctores no se rendían y de sus silencios nosotros paríamos la esperanza de que los milagros podían pasar. Pero no.
Recuerdo cuando la doctora nos dijo que no podían hacer nada mas, que ahora, nos tocaba decidir a nosotros hasta donde queríamos llegar. Me acerqué para besarte y, te pedí que no lucharas mas: “ No luches mas cariño. Ya está. Te dejamos ir”.
Recuerdo tus increíbles ojos negros, con el brillo de la comprensión, dándonos las gracias por darte el permiso. Si ya se que pensaran que es una locura, pero tu sabes que fue así.
Cuando los médicos fueron quitándote todas las agujas y tubos de tu cuerpecito, nosotros llorábamos todas las lágrimas que tu no quisiste derramar. Como ahora mientras te escribo esta carta.
Fue tan grande poder cogerte por primera vez entre mis brazos, sentir el peso de tu cuerpo, el tacto de tu pelo en mi brazo, el calor de tu piel tan blanca y, poder abrazarte. Te entregué a tu mamá, no porque no quisiera tenerte mas rato, sino por que ella quería acurrucarte en su pecho y sentirte como lo había echo durante los nueve meses anteriores en los que su mundo eras tú. Solo deseo que notaras todo el amor que sentíamos por ti, que no te sintieras sola, mientras te despedías de nosotros sin llorar. Y espero que hasta cuando te recogieron de nuestros brazos, siguieras sintiendo que nos íbamos contigo.
Ya te digo que el tiempo es muy relativo. Y esas 47 horas que nos regalaste es toda una vida que nos sirvió para seguir con la nuestra. Creo que, mejor dicho, se, que si no nos derrumbamos fue porque nos enseñaste que éramos capaces de hacer algo hermoso y podíamos repetirlo. Y lo hicimos.
Ahora, ya ves, tienes un hermano. Se llama Fran y no se parece en nada a ti, a sido considerado hasta es eso. Ya sabes que le hablamos de ti, y cuando sea mayor te conocerá a través de nosotros y te querrá como la hermana mayor que siempre serás.
Bueno Julia, te dejo esta carta aquí, para que la leas cuando quieras y espero, que no te sepa mal que la puedan leer esta gente tan maravillosa que hay por aquí, y que tanto ayudan a soportar soledades y ausencias.
Otro día ya te hablare de cómo me va la vida, no sonrías, ya se que lo sabes todo, pero bueno … Me gustaría contártelo.
Feliz cumpleaños, mi niña.
Un beso Julia de tu mamá, de tu hermano y de mi. Tu papá.

David.
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