La alimentación es uno de los frentes cruciales en la lucha contra la fibromialgia, S.F.C. y SSQM. Nuestros organismos son especialmente sensibles a determinados tóxicos y una alimentación sana y equilibrada es condición “sine qua non” para disfrutar de una calidad de vida digna.
Por descontado quedan fuera de la dieta todo tipo de precocinados, bollería y pastelería industrial, su índice de colorantes y conservantes es tal que para nosotros son auténticos venenos. El azúcar blanco, las carnes rojas, grasas animales y los productos lácteos deben ser eliminados de la dieta, así como el café y el alcohol, por descontado el tabaco.
Las frutas y verduras deben ser productos de agricultura ecológica, que nos asegura dentro de lo posible que no contienen pesticidas ni abonos químicos
El aceite debe ser de oliva virgen extra, el pescado no debe proceder de piscifactorías, donde se ceba con piensos como el ganado, y del cerdo, tan solo deberíamos comer jamón ibérico alimentado con bellota, por sus propiedades antioxidantes y bajos en colesterol.
Es importantísimo contar con un buen especialista en neuropatía y homeopatía, pues está demostrado que el equilibrio de minerales y aminoácidos en sangre, es básico para mantener a raya la fatiga y los dolores musculares.
Si bien todos deberíamos seguir estas normas, en el caso de nuestras enfermedades, somos especialmente sensibles a cualquier tipo de tóxico, por lo cual debemos vigilar atentamente todo lo que ingerimos.
Es una pena que la alimentación sana haya pasado de ser un derecho a un lujo, pero si queremos salir adelante, no nos queda más remedio que pagar el peaje de el precio desmesurado de algunos de estos alimentos, pero ¿acaso la salud tiene precio?.
JUANMAROMO