miércoles, 10 de septiembre de 2008

LENGUAS DE FUEGO


Pálida luna de Abril
Lánguida luna de marzo
Te escondes entre algodones
Prendidos de tu regazo
¡quien te pudiera besar
Las tibias noches de mayo!.

La luna tiene un secreto
Que guarda muy bien guardado,
Oculta su bello rostro
Bajo un velo anaranjado
¡quien te pudiera besar
Las noches de vino amargo!

Luna que te quedas sola
Luna, que te estás quedando
Dormida en lecho de estrellas
Flotando en su frio abrazo
¡quien te pudiera robar
Los besos que me has negado!

Y cuando sales del mar,
Venus ardiente y desnuda
Quisiera arder junto a ti
Prendido entre tus espumas

ANTONIO FLORES

Antonio González Flores nació el 14 de Noviembre de 1961 en Madrid. Este compositor y cantante fue el único hijo varón de la conocida artista Lola Flores “La Faraona” y del artista Antonio González, “El Pescaílla”. Antonio Flores venía de una familia de artistas, y por ello desde pequeño estuvo involucrado en el mundo de la música y la actuación. Es así como a la edad de 8 años aparece en su primera película “El Taxi de los Conflictos”. Sin embargo en la rama musical, Antonio Flores rompió con la tradición familiar del flamenco para dedicarse a su estilo propio inspirado en el género pop-rock. Su álbum debut, “Antonio”, aparece en 1980 y en él se incluye la canción “No dudaría" . Este disco, a pesar de haber pasado desapercibido en la época de su lanzamiento, más tarde se convertiría en un disco apreciado por muchos, ya que la canción antes mencionadas se convirtió en un clásico de su repertorio. Ese mismo año, Antonio Flores aparece en otra película, titulada “Colegas”. En 1984, aparece su segunda producción discográfica bajo el título de “Al Caer El Sol” (1981) en el que se incluye el tema “Pongamos que hablo de Madrid”, en versión rock, y en su tercer LP “Gran Vía”, aparecido unos años después, en 1987. Este álbum no tuvo un gran éxito comercial. Ya para 1987 había realizado una nueva producción cinematográfica titulada “Calé” y dos años mas tarde aparecería en el film “Sangre y Arena”. La década de los noventa la inicia Antonio Flores con una nueva participación como actor en “La Femme et le pantin”. En 1992 destacan sus aptitudes como compositor al escribir la mayoría de los temas del LP de su hermana, “De ley “, y posteriormente vuelve a participar con ella en el álbum de 1994 “Siento”. En 1993, Antonio Flores forma parte del elenco de la película “Cautivos de la sombra” y en 1994, fue invitado al concierto de Gijón de la gira “Mucho Más Que Dos”, donde cantó junto con Ana Belén, el tema “Sólo le pido a Dios”. Para ese entonces ya se había casado con Ana Villa (se separaron tiempo después) con la que tenía una hija llamada Alba. En 1994, aparece “Cosas mías”, disco que le llevó a los primeros puestos de las listas de éxitos, gracias a temas como “Siete vidas”, “Alba” (dedicada a su hija) y “Cuerpo de mujer”. El 30 de mayo de 1995 (dos semanas después de la muerte de su madre), cuando Antonio Flores apenas tenía 33 años de edad, fue hallado muerto en su casa de Madrid.

Es así como un año después de su fallecimiento, aparece el disco recopilatorio “Antología”, en 1999 “Arriba Los Corazones”, en el 2002, sale al mercado el disco “Para Antonio Flores”, editado por su propia familia, con el sello discográfico propio "Flower Power" y finalmente en el 2005 el álbum “10 años: La Leyenda de un Artista”.

Información: www.todomusica.org








A veces me vacio

como un globo pinchado

y siento frio,

siento frio y temor

de ser yo mismo

de mirarme al espejo del abismo.


y me dejo arrastrar soltando lastre

y me dejo arrastrar sin encontrarme

y me toco y no siento ya mis dedos,

cuado hablo, tan solo escucho el eco.


Ese ser y no ser que me aletarga

que me arranca la vida y la palabra

ha arraigado en mi alma como un cáncer

que se extiende sutil e inexorable


y las noches son negras pesadillas

y los días son paginas vacías

que me empeño en llenar con garabatos

que mi pluma dibuja en un mal trazo

solo quiero dormir, cerrar los ojos

y dejarme arrastrar al sumidero

de los sueños profundos y lejanos

y rendirme al arrullo de tus besos

JUECES Y DESIDIA


Se ha venido hablando en los últimos años de los llamados jueces estrella. Como toda definición periodística, intentaba destacar una excepción. A saber: que los jueces eran anónimos, pero que algunos jueces habían aceptado las pompas de la fama. Un juez estrella no brilla por sus sentencias, sino por su movimiento. Se da por supuesto que un juez estrella español ha de ser un profesional de la justicia que ni siquiera duerme. Así al menos quiso definirse el juez Garzón en una biografía autorizada de Pilar Urbano: El hombre que veía amanecer. Lo importante no eran sus actos, sino su acción. Lo cual, en el mundo judicial, es una excepción.
Ayer tuve ocasión de conocer a distancia a otro juez estrella. También él es el protagonista de una decisión excepcional. Se trata del magistrado argentino Gustavo Antoun, que ejerce en la audiencia estatal de la provincia de Chubut, en la Patagonia. El juez Antoun fue el encargado de instruir una reclamación de la madre de un menor que había sufrido una lesión mientras participaba en un acto organizado por el Estado. Tres años después, Gustavo Antoun advirtió en sus conclusiones que la instrucción no había sido la correcta. Lo excepcional es que el propio juez se ha condenado a sí mismo a la indemnización y a las costas que la reclamante habría obtenido de haberse hecho las cosas bien.
Hace unos días, en este mismo periódico, Félix de Azúa destacaba el mal funcionamiento de la educación y de la justicia. Dejemos la educación y vayamos a la justicia. A menudo hay motivos para pensar que hemos otorgado a los jueces un poder que no todos se merecen. A menudo nos da la sensación de que la siempre denostada policía invierte en la resolución de los conflictos mucho más esfuerzo y sacrificio que muchos jueces instalados en la desidia, cuando no en la negligencia. Los controles internos de la eficacia judicial no suelen ser muy visibles. El aroma de corporativismo impregna las audiencias y provoca en los ciudadanos una amarga sensación de incomprensión, cuando no de pura y simple indefensión. Hay jueces estrella y hay jueces realmente buenos. Pero la
imagen de la judicatura no está a la altura de tanto pleito.

Joan Barril

martes, 9 de septiembre de 2008

EL PAN NUESTRO

Xavier Barriga, maestro panadero
"Quiero recuperar el placer de comer pan"
VÍCTOR-M. AMELA - 08/09/2008

Tengo 39 años. Nací en Barcelona y vivo en Badalona. Soy un panadero que ama hacer buen pan. Estoy casado y tengo dos hijos, Pol (2) y Gerard (6). Soy de izquierda moderada. Soy agnóstico. Hacer un buen pan es a la vez ciencia y arte: ¡escúchalo, huélelo, saboréalo...!

¿Qué es el pan?

Agua, sal, harina fermentada. Q El alimento básico de las familias durante siglos.

¿Y hoy?

Lo es, pero menos: su consumo ha caído a casi la mitad en los últimos 40 años.

¿Por qué?

Por cambios en los hábitos domésticos, por erróneos consejos médicos... y por un empobrecimiento de la calidad del pan.

¿Los médicos, enemigos del pan?

Durante años lo eliminaban de las dietas. Hoy ya no: recomiendan ingerir 150 gramos al día de pan, por sus hidratos de carbono de absorción lenta, fibra y vitaminas.

¿El pan ya no engorda?

¡Es un alimento nulo en grasas!

Pero cuesta encontrar pan bueno.

¡Ese es el drama hoy!: la pobre calidad actual de la mayoría de los panes en España desmotiva su consumo entre mucha gente.

Yo lo encuentro insustancial, primero gomoso y luego duro, incomestible.

Porque mayoritariamente consumimos un pan industrial de fermentación rápida.

Explíqueme esto.

Hoy el panadero compra panes precocidos en fábricas, los mantiene congelados meses y los acaba de cocer cuando le conviene.

¿Y dónde está el problema?

Es pan hecho con masa que ha fermentado rápido: eso imposibilita que ese pan adquiera aromas, sabores, textura... ¡Me niego a comerlo! ¡No ha tenido tiempo para que las bacterias descompongan bien los almidones! Es un pan indigesto, gomoso a las horas de cocido y muy duro poco después.

Los viejos panaderos, ¿cómo lo hacían?

Elaboraban su propia masa madre, y con ella amasaban cada noche, dejando la masa fermentar. ¿El secreto del buen pan?: ¡una silla! Esperar. ¡La fermentación lenta es la clave! Yo se lo vi hacer a mi padre, y mi padre a mi abuelo, y mi abuelo a mi bisabuelo.

¿Cuarta generación de panaderos?
Sí. Pero era una vida dura, un oficio poco valorado. Me asfixiaba, necesité respirar, ver mundo, aprender más: cerramos el horno y viajé por Europa, me formé... Y así entendí que hoy podemos hacer un pan excelente y llevar a la vez una vida digna.

¿Cómo?
Mire estos panes.

Muy buena pinta.
Pruebe.

¡Oh, buenísimo!
Es mi pan, lo llamo pan Turris. El secreto vive aquí, dentro de este bote: ¡voy a presentarle a mi tercer hijo! Mírelo, ahí lo tiene...

¿Qué es esta masa?
Masa madre natural. Es sagrada: todos los que trabajamos en este horno la respetamos y mimamos. Sin ella, no hay nada.

¿En qué consiste?
La elaboré hace siete años: harina de trigo integral, agua mineral, manzanas y miel. Y fermentó durante casi dos meses... ¡Tiene un año más que mi hijo mayor! Huélala.

Hum, me recuerda a una cuba de vino.

Porque el vino es también un fermentado. Hice esta masa madre con el máximo cariño. Y desde entonces me da panes y panes...

¿Cómo es este milagro?
Cada mañana amaso con ella los panes del día... pero antes aparto una porción en otro bote, que allí alimento con las mejores harinas y agua. Y fermenta, va creciendo..., y así podré repetir la operación mañana.

¿Un día fermentando no es demasiado? N

o, porque ralentizo la fermentación depositando la masa en esta nevera a 4 grados centígrados: la fermentación no se interrumpe y prosigue lentamente.

¿Con qué efectos?
Una masa tan bien fermentada se tuesta mejor y genera una corteza de un crujiente soberbio y con una miga de textura, aromas y sabor deliciosos.

¿Y me aguantará bien todo el día?
A los clientes que compran mi pan redondo recién horneado les aconsejo comerlo al día siguiente: ¡está mucho mejor! Este pan te dura firme y rico casi una semana.

¿Y podré untar tomate sin que se descomponga la miga?
Unte tomate en una rebanada de este pan dentro de cuatro días, un chorrito de aceite de oliva... ¡y llorará de placer!

¡Si es verdad, beso sus manos!
Yo quiero recuperar el placer de comer pan. Un trozo de pan, ¡sin nada más! Hoy mis hijos ya lo hacen: un trozo de pan de aceite de oliva, comino y azúcar moreno, o de pan de aceitunas, nueces y beicon, o de pan de semillas, o de pan de cuatro puntas, o de llonguet,o de pan de coca, o de pan de molde integral con chocolate dentro...

¿Cuántos tipos de panes cuece?
Hasta 25 especialidades diferentes. Selecciono las mejores harinas con que alimentar mi masa madre y amasar así también panes integrales, de espelta, ecológicos...

Distíngamelos.
Espelta es la variedad primigenia de trigo europeo, muy nutritiva. Harina integral es la obtenida de moler granos completos, con sus capas de salvado. Y será harina ecológica si esas espigas se cultivaron sin pesticidas ni abonos sintéticos.

¿Y yo cómo sabré por ahí si un pan está precocido o es artesano como el suyo?
En media Europa es obligatorio especificarlo, pero en España no... Mire, sea como sea, yo voy a seguir haciendo buen pan. Aspiro a que los panaderos merezcamos un día el respeto de la gente.

Extraido de "La contra" LA VANGUARDIA

LA FORTALEZA DE UN HOMBRE



La fortaleza de un hombre no está en el ancho de sus hombros...Está en el tamaño de sus brazos cuando abrazan.
La fortaleza de un hombre no está en lo profundo del tono de su voz...Está en la gentileza que usa en sus palabras.
La fortaleza de un hombre no está en la cantidad de amigos que tiene...Está en lo buen amigo que se vuelve de sus hijos
La fortaleza de un hombre no está en cómo lo respetan en su trabajo...Está en cómo es respetado en casa.
La fortaleza de un hombre no está en su cabello o su pecho...Está en su corazón.
La fortaleza de un hombre no está en lo duro que puede golpear...Está en lo cuidadoso de sus caricias.
La fortaleza de un hombre no está en las mujeres que ha amado...Está en amar verdaderamente a una mujer.
La fortaleza de un hombre no está en el peso que pueda levantar...Está en las cargas que pueda llevar a cuestas.

DAVID MCWILIAMS The Days of Pearly Spencer



A tenderment , a dirty street
walked and worn by shoeless feet
inside it's long and so complete
watch by shivering sun
old eyes in a small child's face
watching as the shadows race
trough walls and cracks and leave no trace
and daylight's brightness shuns
The days of pearly spencer
the race is almost run
Nose pressed hard on frosted glass
gazing as the swollen mass
on concrete fields where grows no grass
stumbles blindly on
iron trees smother the air
but withering they stand and stare
trough eyes that niether know nor care
where the grass is gone
The days of pearly spencer
the race is almost run
Pearly where's your milk white skin ?
what that stubble on your kin ?
it's buried in the rot gut gin
you played and lost not won
you played a house that can't be beat
now look your head's bowed in defeat
you walked too far along the street
where only rats can run
The days of pearly spencer
the race is almost run
A tenement , a dirty street
remember worn and shoeless feet
remember how you stood to beat
the way your life has gone
so pearly don't you shed more tears
those tenements are memories
of where you've risen from
The days of pearly spencer
the race is almost run


PARA SABER MÁS ...

http://www.alohacriticon.com/alohapoprock/article110.html?topic=2

INSTINTO DE POSESIÓN

Es cuanto menos, curiosa esa apremiante necesidad que sentimos los seres humanos de ser propietarios, puede que sea un reflejo de las clases medias para distanciarse de los proletarios pero el instinto de posesión ha arraigado profundamente entre nosotros. En este país todo el mundo suspira por tener un piso en propiedad, un chalet en propiedad, un coche en propiedad.
Y no es una cuestión económica, casi nadie hacemos un estudio concienzudo de nuestras necesidades presentes y futuras para dilucidar si nos es más rentable la hipoteca que el alquiler, el hotel que el chalet, pagar un coche y un parking o alquilarlo cuando haga falta.
A veces disfrazamos este deseo irrefrenable, y le llamamos inversión, garantía de futuro… pero no nos engañemos, solo los especuladores sacan tajada del ladrillo, el resto de los mortales compramos en el ciclo alto, y vendemos en el reflujo, con lo que las supuestas ganancias ua vez descontada la inflación se quedan en pura anécdota.
Una pareja de clase media en la que ambos trabajen, adquieren una segunda residencia a 70km de casa y automáticamente se convierten en esclavos de la casita. Hay que limpiar cada vez que se llega, regar el jardincito hacer la comida… y pagar la hipoteca, mientras los hijos son pequeños, no hay problema, pero a partir de la adolescencia cada vez es mas difícil llevarlos a ese “remanso de paz y tranquilidad” donde se aburren soberanamente, eso sí, cuando sean padres, te llenaran la torre con los nietecitos, para que les hagas la cama y la comida mientras ellos se espatarran en la tumbona del jardín.
Personalmente no llego ni a proletario, mi prole tiempo ha que me emancipó. La casa donde habito es de mis padres, el coche, de la empresa y los fines de semana que puedo, y las vacaciones, me voy a un hotel tranquilo donde me tratan a cuerpo de rey. Seguramente para muchos soy poco menos que un paria, un “sin techo”, pero os aseguro que vivo como un rajá.

JUANMAROMO

lunes, 8 de septiembre de 2008

IR, O DEJARSE LLEVAR

Cuando vives sin hacerte preguntas, tu vida la conducen las respuestas ajenas. Renuncias a tu propio aire, despliegas tus velas a brisas, ventoleras y huracanes de otros y pierdes tu propio rumbo. Y al final descubres que vas hacia donde ellos te quieren llevar.

Hacerse preguntas sin temer y sin temor es el despegue de la libertad y el gran vuelo del intelecto.

¿Por qué precisamente este hombre o esta mujer? ¿Por qué llevar este concreto estilo de vida sabiendo que hay otros posibles? ¿Por qué estas rutinas? ¿Por qué tantos amigos tan poco amigables? ¿Y por qué tan poco amigo realmente amigo? ¿Por qué esta bandera? ¿Por qué una bandera? ¿Por qué este dios? ¿Por qué aquel adiós? ¿Por qué esta lucha? ¿Por qué tanta ansiedad? ¿Por qué tanta necesidad?

Alguna que otra vez, cuando llega la noche y las urgencias oscurecen, no hay nada más enriquecedor que ser espeleólogo de uno mismo: desconectarse de la caja tonta para tratar de iluminar esa maravillosa, profunda y sorprendente caja negra que es nuestro cerebro.

Allí estás, tú esperándote a ti. Frente a frente ante un espejo excepcional, el único capaz de reflejar tu propia imagen en todas sus dimensiones y relieves.

Sólo eres realmente libre cuando has encontrado las respuestas a tus grandes porqués y puedes vivir de forma consecuente con ellos. Porque la libertad es la luz que te permite sentirte y ser tú mismo mientras respetas a los demás.

Ángela Becerra

domingo, 7 de septiembre de 2008

CARLOS CANO Canción para Lucrecia



Hoy saqué de mi memoria otra flor para compartir.

En Diciembre hará seis años (parece que fue ayer) que Carlos Cano perdió en su batalla por la vida.

Carlos Cano, el poeta, el juglar, el mestizo, el del corazón tierno que se escondía dentro del hombre grandón...

Cantó a muchas mujeres, y nos dejó sus coplas. Y hoy, como una flor que se deja en una lápida, como diciendo: "Te sigo recordando", dejo aquí una de sus canciones, no se si la mejor, pero si una de las que a mi me hace brotar lagrimillas.

Se la dedicó a Lucrecia, una inmigrante dominicana que perdió la vida en un ataque racista.

Que pena, que, como dijo Bob Marley, siga siendo más importante el color de la piel que el color de los ojos.



Canción para Lucrecia

Yo te quiero escribir

una carta de amor

que llegue a tu país

en semilla de flor,

que atraviese en la noche

océano y tormenta,

luego, como un lucero,

deje un sueño en tu puerta.

Yo te quiero cantar

y pedirte perdón

por tu muerte, Lucrecia,

por esta canción

que comprenda la luna

el ron y la palmera

que en tu isla canela

sólo come el tiburón.

¡Ay! Cuatro rosas de fuego

ardiendo salieron

y todo acabó

¡Ay! Cuatro rosas dejaron

la flor de un disparo

en tu corazón.

Pobre Lucrecia

Tan pobre y negra...

te vengará un andaluz

a la luz de la luna

cantando el "vudú".

Merecumbé, merecumbé

(un alacrán por la pared)

merecumbé, merecumbá

(por la pared va un alacrán)

y el corazón con su aguijón te comerá

merecumbé, merecumbé,

merecumbá.

Los que matan la luna

son los mismos de siempre

los que arrancan las flores

con sus botas de muerte

los que amargan la vida

y asesinan los sueños

que cantan los poetas

buscando un tiempo nuevo.

No gozan del amor,

ni tocan los tambores,

ni cantan el bolero,

ni pintan corazones

en los árboles verdes

ni en las playas de arena,

ni bailan el merengue

pa'echar fuera sus penas.

¡Ay! una calle sin salida

una mirada asesina

y allí sola la dejaron.

¡Ay! "Aquí negros no queremos,

negro muerto, negro bueno

negro vivo, negro malo".

Suenen los cueros.

Con rabia suenen los cueros.

¡Venga compadre esa rumba,

que al blanco vuelve tarumba

y al negro pone rumbero!.

Merecumbé, merecumbé

un alacrán por la pared

merecumbé, merecumbá

por la pared va un alacrán

y el corazón con su aguijón

te comerá...

Merecumbé, merecumbé,

merecumbá.



"Vale la pena seguir vivo, seguir luchando, aunque sea por uno mismo. Yo me moriré vivo."



Entrevista a Carlos Cano el 28/8/96



http://blogs.que.es/10652/2005/11/1/recordando-carlos-cano

ESCUCHADLA AQUÍ:

Boomp3.com







LINA ZERÓN

Sigo siendo y nunca dejaré de ser una aprendiz con pocos materiales, pero entusiasta. Una mujer curiosa buscando por las esquinas.
L.Z

La poesía de Lina Zerón es producto altamente flamable, que exige un trato delicado. La llamo producto no en sentido comercial sino para describir hasta qué punto es cuerpo y sustancia. Más que palabras impresas son palabras tatuadas en papel de carne. Quizá por ello sus compatriotas mexicanos han optado por mantenerla lejos: la sexualidad femenina asusta, ofende, pone nerviosos a los señores críticos. Paradójicamente, una sociedad tan conservadora como la árabe ha aclamado, mimado y alabado a esta poeta nacida el 30 de octubre de 1959, en la ciudad de México, quizá porque algo en su poesía —la musicalidad, la invocación frutal, su implícito rechazo al sofisticamiento occidental—remite al Medio Oriente. Es Lina oasis en medio de la poesía artificial-institucional, esa especie de sociedad hermética a la que los lectores de alma sencilla no tienen acceso: Lina, poeta de carne y nervios, habla de lo que nos es familiar y cotidiano, y lo hace con el lenguaje de todos los días, el de la cocina, la tele, la cama, la escuela. Es la suya la poesía que todo humano trae en la sangre, aunque a lo largo de su vida luche por purificarse de ella: enamoramiento, placer, dolor, cansancio, maternidad, lactancia, decepción... temas por lo general desdeñados por quienes consideran que la sabiduría no contempla menstruaciones ni besos. Para Lina la poesía es algo tan suyo como las largas, rizadas pestañas que mira en el espejo cada mañana: “De pequeña, a los 8 años mi madre comenzó a darme lecturas, comenzó con las Fábulas de Esopo, yo debía buscar el significado de las palabras que no conociera, luego fue Mujercitas, Hombrecitos, La Edad de la Inocencia, Demian, etc. La poesía es cotidiana en mi casa, mi abuelo escribía, mi madre también escribe, y mi hermano el mayor. En las tertulias de casa, nos enviaban a la cama pero yo no dormía, escuchaba la voz de mi madre declamando, luego me enteré que la mitad de esa poesía era suya, así comenzó mi gusto por la poesía.”
Lina, que empezó escribiendo décimas a la comida cuando tenía ocho años, es adorada también en el Caribe; traducida en alemán y en francés. Ha publicado la mayoría de su obra en el extranjero, concretamente en Cuba, España, Colombia y Francia, a excepción de la serie de tres libros titulados Luna en abril (CIEN Editores, 1997, 98 y 99). Ella misma se encargó de recopilar la poesía publicada en ediciones foráneas en el libro Los colores del tiempo (Linajes editores, 2005), el cual ha ido incrementándose con cada nueva edición. Recuerdo haber adquirido una edición previa a esta, sin conocer todavía a su autora: su escritura me pareció amorosa en el más estricto sentido sabiniano, es decir, que se desgarra muriéndose del gusto. Tras la relectura se fortalecieron mis primeras impresiones, volví a asombrarme de que Lina, poeta del siglo XXI, escribiera como las poetas “de antes”, como la nada fatua Rosalía de Castro, como la trémula Delmira Agustini, expresando, sin embargo, sensaciones y sentimientos que los ingenuos creen extintos cuando en realidad transcurren entre líneas, callados. Lina se desborda por todas sus contemporáneas, sin ningún tipo de pudor, ni moral ni estético. Es el volcán que se deslava en nombre de todas las que, por cobardía o por esnobismo, callamos. Simplemente se sienta a escribir lo que le dictan su corazón o su deseo, lo cual no significa que no respete a la palabra, antes bien, se viste de Palabra, como cuando, mujer-palabra escribe: “María,/ Madre del cielo y de todas las hembras,/ manifiesta tu poder en la Tierra:/ Convierte en rosas las heridas de Tu Hijo,/ no dejes que la cruz que lo sostiene/ se transforme en puñal para salvarnos./” Y a lo anterior agrega nuestra poeta, que hace de los remates inesperados el distintivo máximo de su poesía: “Líbranos de la discriminación de nosotras mismas.” (“Talibán II”, p. 63).
La mayor preocupación de Lina, que pudiera explicar su popularidad allende nuestras fronteras, es la de establecer un vínculo irrompible con el lector. No es que se desviva por ganarse el amor de su lector, simplemente se lo gana y ya. Sus poemas son muy conversacionales, nos involucran íntimamente. De ahí el empleo del lugar común al que ella misma alude en un poema: su empleo no le causa el menor remordimiento, antes bien, lo domestica, lo vuelve su aliado y hasta lo incorpora a manera de chiste, porque para Lina la poesía no es objeto de veneración (quizá por haber crecido con ella como connatural) sino un instrumento para traducir lo que le hierve en el pecho. Y un lugar común reelaborado, desfigurado, revuelto, zarandeado, deja de ser común: “¿Remordimientos yo?/ Qué va/ Si para dormir exhausta/ cuento mis pecados cotidianos/ en vez de borreguitos negros”. La elocuencia en tan escasas palabras logra el efecto avasallador de la carcajada repentina pero también de una conciencia de poder sobre la palabra que otorga la capacidad de convertirnos en signo al reproducirla. Dice Lina: “Escribir poesía es fluir en la vida, es un gozo, una necesidad, un algo cotidiano repleto de magia. Cuando sufro escribo, leo y releo lo escrito y así sano mi alma, es como si fuera al psicoanalista leer lo que he escrito muchas veces hasta que supero ese dolor.”
El lazo afectivo lector/escritor es en gran medida el centro de su hasta ahora única novela publicada, Posdata para Ana (Amarillo Editores, México, 2003), editada originalmente en La Habana, Cuba y luego en México, escrita a cuatro manos con Phil Manzaneque, autor catalán de prosa definitivamente rompedora, donde una escritora de nombre Julia, en la que es posible localizar guiños autobiográficos, incluyendo ojos color miel, revela a su hija su pasión cibernética por un misterioso admirador del que poco a poco iremos conociendo su pensamiento, sus motivos, su biografía. Humberto, como Julia, es poeta, pero a diferencia de ella, que es casada y madre de familia y empieza a zozobrar en la insatisfacción marital, él vaga por el mundo sin tener la certeza de donde lo sorprenderá la noche. No es, de hecho, la única diferencia: él es más retórico que poético; ella es una poeta pura sangre que se defiende de las arremetidas teóricas de aquel. Pero más allá de una poco convencional historia de amor en que los amantes se enamoran no de personas sino de intelectos, Lina expresa a través de Julia su interesante visión del ejercicio poético: “(…) no confundas querido fauve la piedra con las ondas que produce, ni es el mismo material, ni están en el mismo estado, ni tienen nada en común. La relación de la piedra y el agua es una relación física, como lo es la relación del individuo con su entorno y como lo es la del autor con su obra.” (p. 124)
Aunque hay de todo en la poesía de Lina Zerón, hasta política (¡hasta eso!), es el erotismo lo que pesa más. Un erotismo que, como en la vida práctica (por llamarla de algún modo) es rico en matices, desde el orgasmo hasta la vastedad del lecho vacío, y si bien el título habla de colores, es el azul el que predomina desde el sensual derriére de la portada de Los colores del tiempo, el azul que entinta los besos y hasta la nostalgia, centro mismo de la llama: el corazón del fuego palpita azulmente. Lina es mujer azul, color de la alegría, de la obsesión, del océano y de los listones de la infancia. Finalmente no escribe por rebeldía sino por amor (aunque la rebeldía levante de pronto la cabeza); el amor cotidiano, el que duerme en la almohada adjunta, y lo insólito: se declara amor a sí misma, el mayor de los escándalos y las audacias, porque se supone que las mujeres somos obras de arte inacabadas que por consiguiente no podemos gustar de nosotras, más aún, se supone que debemos aborrecer nuestro cuerpo y vivir corrigiendo defectos (o fingir ante la sociedad que los corregimos, da igual)... pero como a Lina le importa un comino lo que los demás esperan de nosotras, le canta a su propia belleza, a su propia madurez y a su propio genio. Como señala el poeta Óscar Wong en su hermoso prólogo al libro que nos ocupa: “Yo la he visto luchar acurrucada en una piedra pugnando por emerger a la hostilidad del mundo, como una oruga ansiosa de metamorfosearse en mariposa (...) ha sabido crear un lenguaje propio de una frescura inigualable.”Pero… ¿es posible escribir poesía erótica y ejercer una crítica socio política al mismo tiempo? En la más pura tradición de Margaret Randall, Fina García Marruz o Gioconda Belli (no es casual que mencione exclusivamente féminas: a ellas se les da mejor esta exótica combinación), Lina Zerón no concibe la separación cuerpo/alma como tampoco que el cuerpo erótico y el cuerpo político tengan que desarrollarse en distintas direcciones, sin coincidir jamás. Su libro Ciudades donde te nombro (Ediciones Unión, Col. Sur, Unión de Escritores y Artistas de Cuba, El Vedado, Cd. de La Habana, 2006), donde, haciendo justicia al título, recorre el territorio del cuerpo amado asociándolo a una serie de ciudades no nombradas pero reconocibles (y no precisamente por sus lugares comunes); donde más allá del regodeo verbal-visual y la descripción de paisajes o reflejos, la poeta evoca la atmósfera política y sensual y la huella que cada una deja en la memoria de su piel: “En la noche las ánimas crepitan de horror/ en esta ciudad de cenizas esparcidas/ y los retratos familiares desfilan con pancartas/ ¡No mi hija, ni una muerta más!” (p. 46). Lina Zerón es, en este sentido, una poeta tradicional que le canta al amor pero también una poeta con un discurso politizado que no caduco sino de vanguardia. Entre las poetas de su generación es muy difícil encontrar tal conciencia de la situación del mundo y, más difícil aún, que esa conciencia sea dirigida no por una ideología sino por el deseo. Lina se dirige al cuerpo, propio y ajeno, como cualquier otro se dirigiría a la Patria, con una suerte de reverencia erotizada. La voz poética de Ciudades donde te nombro contempla el sexo del amante con la misma franqueza con que contempla la belleza natural de una ciudad, de un litoral. La feminidad y el feminismo se manifiestan sin revestimientos ni complejidades. Por vez única se fusionan en una sola cosa: “En esta ciudad cada minuto muere una canción de cuna/ de una hija que no nacerá/ por el pecado de ser hembra./ La extraerán mil cuchillas del útero de su madre/ y por estirpe podría ser emperador si hombre fuera/ pero es luna, es mar, es loba, es mujer.” (p. 62). En su libro de relatos, Minicrónicas de listón y otros cuentos (Editorial Nido de Cuervos, Colección Nuevas Corónicas, Lima, Perú, 2007), Lina muestra una faceta que no se advierte siquiera en su novela, donde la poeta rebasa a la novelista. En Minicrónicas esto no sucede pues para empezar se da prioridad a la imaginación por encima de los elementos antes enumerados: Mujer estufa. Mujer escoba. Mujer plancha. Mujer armario. “Hembra-domésticos” ¿Y tú, quien eres?, La respuesta de Lina Zerón dejará helados a más de dos: Mujer libro. ¿Qué futuro le espera a una Mujer Libro en una sociedad donde la enseñanza multimedia pretende desplazar a la lectura, hasta en las escuelitas destempladas? Mucha pantalla y pocas nueces, diría el inmenso bardo. La Mujer libro que es Lina Zerón se le impone enérgica a quienes insisten en vernos a las mujeres como estufas, planchas, escoba… o computadoras (supongo que así nos ven a las escritoras) y deja fluir libremente su congénita ironía, para nada imperceptible en su poesía pero potenciada en sus relatos. El relato aludido, “Marido y mujer”, es una sátira de ese mundo que ingenuamente creímos dejar atrás y que sin embargo pervive en los discursos políticos, obispales y de fanáticos antiabortistas: “(…) una mujer nace el día de su boda y muere cuando muere el marido: todo lo demás es para la vida o prepararse para la muerte (…)” (p. 86) Con Minicrónicas de listón y otros cuentos, Lina incursiona de lleno y con artillería pesada en el género narrativo, abriendo con una serie de relatos tan breves que son casi aforismos (y ella llama mini-crónicas) y recuerdan a su poesía que mucho tiene de narrativa y de aforística. Nuevamente sale a relucir su ausencia de temor, que no de respeto, a las palabras devaluadas, de suyo relacionadas con lo femenino: menopausia, amor, enamoramiento, pasión, deleite, dolor, cocina, aunque como en su poesía les imprima una significación política, es decir, feminista.
En su retorno a la poesía con Consagración a la piel (Ediciones Atenas, Barcelona, 2007), Lina Zerón se nos presenta en plena madurez de sus facultades poéticas y humanas. Hay, si eso es posible, mayor rotundez en sus versos, mayor voluntad de vincularse con referentes literarios y de recrear la poesía misma. Se trata de la más inconcebible declaración de amor a sí misma que por eso involucra a todas las mujeres en una especie de carnaval de palabras: “Benditas las que son tormenta, río sin cauce/ a las que llaman locas, revoltosas,/liberadas, feministas, /y son capaces de atropellar al viento con una mirada (…) Benditas las hembras con fracturas y fragmentos/ Benditas Nosotras, matriz del universo.” (p. 12). Merecedora de la Medalla de Oro, Montevideo, Uruguay en 2003 y del Premio Barcelona 2004, autora de una decena de libros publicados en el extranjero o costeados de su propia bolsa, Lina declara su independencia creadora no solo mediante al autoexilio de la escena institucional de la poesía mexicana, sino sobre todo de la autenticidad de su voz poética y la franqueza de sus ideales: “Vivimos en el patio trasero más grande del mundo…” (p. 39). Prepara la biografía de Claude Couffon, quien fuera traductor y amigo de los más grandes escritores latinoamericanos, entre ellos Octavio Paz y Julio Cortázar. Tuvo a su cargo la columna “La furia del pez” en El Financiero durante 5 años. Es madre de dos hijos y una hija que recién obtuvo su maestría en España.

http://www.linazeron.com/htm/egofolder/lina_evegil.html

A PAULINA en su cumpleaños.

También se arriba en época de crisis,
abismos negros rondando tu llegada,
ansiedad de los hombres de blanco,
oscuros presentimientos de abuelas,
chorreando vida en el desierto de las almas;
Color trigo contra la tormenta naciste.

No hubo error de entrega en la cigüeña,
te parió una gran estrella casi extinta
que en pocos meses abandonó la tierra
y a mis brazos te trajo el amor de padre.

Mi corazón parió una hija rubia con dos dientitos
crecieron enormes ramas a mi cuerpo,
tres ojos, un oído extra y diez sentidos.

Ancestrales consejos me enseñaron a formarte.

Nuestro cielo nunca ha sido por completo azul,
fuimos enormes lunas contra un gran viento,
zafra de risas y también de llanto,
normas y acuerdos según la edad del viñedo,
más siempre elevamos macizas cometas
para derribar negras nubes durante ese tiempo.

Hoy tengo la mejor cosecha en casa,
alimentada con sangre blanca de mis venas,
una hembra segura y bien plantada,
hermosa como un paisaje de Monet.

Lina Zerón

sábado, 6 de septiembre de 2008

"ANDANTE"

Eran tiempos de certidumbre, las ideas claras, los colores definidos, los amores eternos. Todo era tremendamente sencillo, la vida era una copa para apurarla hasta las heces, la muerte una palabra que rimaba con suerte. La vida brotaba a borbotones y las noches solo eran días jugando al escondite. Vivir era un juego en el que teníamos póker de ases y sin límite en la apuesta. Un amigo era la continuación de uno mismo, una mujer, la palabra sagrada que pronunciábamos entre susurros como temiendo despertar su cólera. Tiempos de luz de medio día, sin matices, sin sombras, sin ocasos.

La boca llena de frases hechas, y el corazón cuajado de certezas, nuestros dioses dejaron el Olimpo y se hicieron de carne y sangre, héroes sin dobleces ni facetas que vivían y morían vidas heroicamente cortas. La música era nuestra palabra, la banda sonora de nuestra vida, cada día, cada recuerdo, llevaba asociado una canción, un poema.

El acelerador a fondo, los ojos llenos de horizonte y el alma con el turbo al rojo, lo imposible estaba al alcance de la mano y lo inmutable se esfumaba ante nuestros embates como la niebla ante la aurora.

Han pasado decenios ¿quizás siglos?, y los colores cobraron matices, y los amores perfiles, la copa de la vida a veces sabe amarga y la muerte es una vecina con la que nos cruzamos a menudo. La noches a veces son eternas y en el póker vamos de farol y echando el resto. Los amigos y los dioses, descansan en la misma tumba y la mujer sigue siendo el secreto mejor guardado. El atardecer de la vida, nos enseña, que el mar puede se azul intenso o verde esmeralda y que el cielo nublado puede ser tan hermoso como a pleno sol. La música sigue sonando en nuestros corazones y la poesía se vierte en nuestras almas como un bálsamo contra el dolor y la incertidumbre. Ya no corremos detrás de la utopía, pero hemos aprendido a seguirla de lejos. El horizonte ya no es una meta, si no un destino, y la vida dejó de ser una prueba de fondo, para convertirse en un delicioso paseo. Ya nos aburre la autopista, preferimos los caminos rurales por donde perdernos, sin miedo a no saber por donde regresar.

JUANMAROMO


UN BESO Y UNA FLOR

Acabamos de volver de vacaciones, han sido unos dias felices, vibrantes y hermosos que lo han sido aún mas por compartirlos con vosotr@s. En cada lugar hemos recojido las flores mas fragantes para ofreceroslas en prenda de vuestro cariño y vuestra compañia. espero que las guardeis en lo mas profundo de vuestro corazón. Os queremos.

Gloria y Juanma.

jueves, 4 de septiembre de 2008

LA FAMA ME PERSIGUE


El Sr Aviles recibiendo a Juanmaromo

Acabamos de llegar del Balneario Font Vella, un establecimiento de élite que fue inaugurado el pasado mes de julio en Sant Hilari Sacalm, en pleno parque natural del Montseny.
Ayer recibimos una invitación del Gerente del Grupo Font Vella / Orión el Sr. Josep Ignaci Avilés, para mostrarnos las nuevas instalaciones y almorzar con nosotros.
El Sr Avilés tiene una amplio conocimiento de los medios de comunicación, por haber sido anteriormente director de la televisión de Girona y es un fiel seguidor de mis blogs. Al tener conocimiento de nuestra estancia en El Balneari Termas Orión, ha querido honrarnos con su presencia y compartir unas horas con nosotros.
El centro es una maravilla, con unas instalaciones únicas, decoradas por una de las mejores interioristas y diseñadoras del momento. La cocina es de una calidad sobresaliente, el chef ha sabido combinar las mejores materias primas, con una elaboración sabiamente equilibrada que ofrece unos sabores elegantes a la vez que sencillos.
La verdad es que hemos quedado gratamente sorprendidos tanto por el altísimo nivel de sus instalaciones, como por la eficiencia y amabilidad de su personal.
Os dejo unas fotos del centro, y la web para que podáis conocerlo con más detenimiento.

http://www.balnearifontvella.cat

martes, 2 de septiembre de 2008

SERRAT Donde quiera que estés


Todos tuvimos un primer amor, un amor fatal, un amor imposible... Algunos se desvanecen en la noche de los tiempos, pero otros, siguen brillando en nuestro cielo, y cuanto mas negra es la noche, mas luz nos envian, para aquella mujer "Que abrió a la noche mis sentidos", o para aquél hombre que te hizo sentir "Like a natural woman" ....





DONDE QUIERA QUE ESTES,
TE GUSTARA SABER
QUE POR FLACA QUE FUESE LA VEREDA
NO MALVENDI TU PAÑUELO DE SEDA
POR UN TROZO DE PAN
Y QUE JAMAS,
POR MAS CANSADO QUE
ESTUVIESE, ABANDONE
TU RECUERDO A LA ORILLA DEL CAMINO
Y POR FRIA QUE FUERA MI NOCHE TRISTE,
NO ECHE AL FUEGO NI UNO SOLO
DE LOS BESOS QUE ME DISTE.
POR TI BRILLO MI SOL UN DIA
Y CUANDO PIENSO EN TI BRILLA DE NUEVO
SIN QUE LO EMPAÑE LA MELANCOLIA
DE LOS FUGACES AMORES ETERNOS.
DONDEQUIERA QUE ESTES,
TE GUSTARA SABER
QUE TE PUDE OLVIDAR Y NO HE QUERIDO,
Y POR FRIA QUE SEA MI NOCHE TRISTE
NO ECHO AL FUEGO NI UNO SOLO
DE LOS BESOS QUE ME DISTE.
DONDEQUIERA QUE ESTES....
SI TE ACUERDAS DE MI.

lunes, 1 de septiembre de 2008

LA CANCIÓN DE LAS NOCHES PERDIDAS Pasión Vega

La canción de las noches perdidas... ¿Quien no ha tenido alguna vez una de esas noches que parece no acabar nunca?, una de esas noches eternas, oscuras, negras y humedas que nos gotean el alma salpicando nuestros corazones de miedo y hastio. Lo peor es cuando amanece, y seguimos escuchando la canción de los dias perdidos, de los años perdidos, de la vida perdida.....


Esta es la canción de las noches perdidas
que se canta al filo de la madrugada
con el aguardiente de la despedida,
por eso suena tan desesperada.
Ven a la canción de las noches perdidas
si sabes que todo sabe a casi nada,
a carrera en los leotardos de la vida,
a bola de alcanfor dormida en la almohada…
Y tiene nombre de mujer
como la soledad como el consuelo,
los fujitivos del deber
no encuentran taxi libre para el cielo.
Esta es la canción de las noches perdidas,
lleva un crisantemo ajado en la solapa,
se sube a la cabeza como ciertas bebidas,
se pega a la desilusión como una lapa,
canta la canción de las noches perdidas,
quema como el gas azul de los mecheros,
sirve para echar vinagre en las heridas,
miente como mienten todos los boleros.
Y tiene nombre de mujer
como mi corazón, como tu olvido,
los fugitivos del deber
no tienen más amor que el que han perdido.
Esta es la canción de las noches perdidas
si quieres te la cambio por un rato en tu cama,
hierve como el ruedo en tardes de corrida,
va como los besos en los telegramas.
Y tiene nombre de mujer
como la libertad, como la nieve,
los fujitivos del deber
cogen su maldición y se la beben