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martes, 11 de enero de 2011

"El talento es el conocimiento al servicio de una vida lograda"

José Antonio Marina, filósofo y pedagogo

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet
 
Foto: Dani Duch
La alegría de educar
Llevo muchos años siguiendo y admirando a este filósofo que tiene la virtud de hacer fácil lo difícil, y su mayor herramienta, además del rigor y la curiosidad bien nutrida, es su sentido común. Consciente de que para educar a un niño hace falta la tribu entera, Marina se ha embarcado en un proyecto apasionante: la Universidad de Padres, una puesta en común y un curso de once meses por internet, un acompañamiento a los padres de un grupo interdisciplinar de pedagogos y psicólogos, y una colección de libros para padres y docentes, manuales de navegación prácticos y optimistas: ¿(...) educar debe ser una actividad alegre¿. El primero de ellos es La educación del talento (Ariel).
Qué es el talento?

El talento es la inteligencia triunfante.

¿Hay inteligencias que fracasan?
Bobby Fischer, talentoso en el ajedrez, fracasaba en cuanto se separaba medio metro de un tablero.


Hay múltiples talentos...
Sí, pero hay un tipo de inteligencia situada en un nivel superior: la  inteligencia práctica, la guía de nuestra vida.


Entiendo.
La inteligencia triunfante consiste en que una persona tenga ideas  adecuadas al momento, soluciones a los problemas, una manera adecuada de comunicarse con los demás, que sepa utilizar sabiamente sus recursos, y que tenga buenos sentimientos.


Es mucho pedir.
No se trata de que los niños aprendan muchas cosas, sino de que con lo que han aprendido se les ocurran buenas cosas; no se trata de meterles ideas, sino de que seamos capaces de organizar su capacidad de producción de ocurrencias de modo que sean buenas.


¿Por ejemplo?
Ciertas creencias básicas que el niño aprende van a ser determinantes en su vida. Por ejemplo: hay niños que creen que la inteligencia es algo con lo que se nace; otros, que es algo que se adquiere, y eso produce formas muy diferentes de aprendizaje.


... Y de afrontar la vida.
Sí, será un pesimista o un optimista. El conocimiento tiene que estar al  servicio de la vida. No educamos para tener buenos resultados escolares, sino buenos resultados vitales fuera de la escuela.


... Lo olvidamos demasiado a menudo.
Deberíamos invertir menos tiempo en clasificar a los niños y ayudarles más a identificar y cultivar sus habilidades y sus dones naturales, porque el talento se educa.


¿Cómo?
Hay seis recursos fundamentales que deben fomentarse a través de todo el proceso educativo. Uno: una idea del mundo veraz, rica, amplia y llena de posibilidades.


Dos.
Un pensamiento fluido, riguroso, creativo, capaz de resolver problemas.


Tres.
Un tono vital activo, seguro de sí mismo, optimista y resistente.


Cuatro.
El aprendizaje de la libertad: entender la responsabilidad personal, construir la voluntad, formar la conciencia moral y entender las virtudes de la acción.


Cinco.
El aprendizaje del lenguaje es fundamental, no sólo para comunicarse con los demás, sino sobre todo para hablar con uno mismo. Los niños impulsivos no tienen una mediación lingüística entre el deseo y el acto, han de aprender a darse ordenes a sí mismos, porque si ese mecanismo no se forma, los niños no tienen control interno de sus actos.


Seis.
La sociabilidad. La educación del talento pasa por la educación intelectual, la educación afectiva y por desarrollar los sistemas de dirección de la propia conducta y dar criterios claros de lo bueno y lo malo.


¿Y cuáles son las herramientas?
Los tres grandes recursos educativos de los padres son la ternura, la  exigencia y la comunicación. El premio es el gran recurso para suscitar conducta, y el mayor premio es sentirse importante.


Hábleme del castigo.
Hay que saber que únicamente sirve para evitar conductas, pero no para promoverlas. Los niños quieren jugar y quieren crecer, sentirse capaces de hacer cosas, y ese es el gran dinamismo de los seres humanos.


¿Hay que decirles “tú puedes”?
Tanto padres como escuelas deben proporcionarle su momento de éxito, una tarea en la que, con sus limitaciones, se sienta triunfador. La motivación es la suma de deseo, expectativas y facilitadores (hábitos, esperanza de conseguirlo, confianza, destreza).


Dad al niño el deseo de aprender y cualquier método será bueno (Rousseau).
Hay que enseñar al niño a hacer proyectos porque unifican la atención y producen un enganche muy fácil con las motivaciones. Canadá es el país más avanzado en educación y están introduciendo la educación por proyectos desde la primaria. Hay que educar la voluntad.


Nadie nace con ella.
Los niños deben aprender a soportar el esfuerzo y comprender que tomar decisiones es una cosa molesta, hay personas que llegan a adultos con esa carencia.


¿Cómo ayudarles a ser felices?
Fomentando en ellos una actitud activa. Cualquier problema que pueda  resolver un niño no se lo debemos resolver nosotros. Debemos ayudarles a desarrollar una seguridad básica y un optimismo básico. Y fomentar la valentía, es decir, no dejar de hacer una cosa por la dificultad que entraña; la pereza y la mentira son actitudes cobardes.


¿Cómo podemos ayudarles a manejar sus sentimientos?
El niño debe saber nombrar los sentimientos que le asaltan, saber que lo que siente es miedo, rabia o angustia. Nombrarlos es poder manejarlos; por tanto, hay que favorecer que el niño hable de los sentimientos, sobre todo de los contradictorios, pero teniendo claro que ese no es momento de educar (adoctrinar o interrogar), sino de escuchar.

lunes, 10 de enero de 2011

"Tenemos más desinformación que nunca, ¡y gratis!"


 
 
Pensador de centro
Max Otte no es ningún alarmista rojoide, sino un destacado militante democristiano dedicado a la inversión en bolsa. Tras doctorarse en Princeton y reorganizar el servicio de estudios del Ministerio de Economía alemán, Otte alcanzó notoriedad al publicar en el 2006 '¡Que viene la crisis!' y profetizar el tsunami de las 'subprime' que todavía pagamos. Ahora publica 'El crash de la información', donde explica la degradación de los media (hoy 'Gran Hermano' ocupa el canal que la semana pasada emitía un buen informativo) e, invitado por La Fundació Consell de la Informació de Catalunya, anticipa un futuro que nos exige rearmar nuestra democracia o resignarnos a acabar subempleados en una franquicia.
Hoy disponemos de decenas de cadenas de televisión; miles de portales de internet y decenas de miles de blogs, pero estamos peor informados que hace 30 años: más desinformados y por ello más manipulables.

Hemos pasado de los medios de masas a la masa de medios.
Pero masa no quiere decir calidad. Al contrario: se han multiplicado, pero también empobrecido los contenidos. La mayor parte de los textos e imágenes que nos sirven –gratis– en todo tipo de pantallas ni aportan nada ni son fiables. Constituyen una cacofonía insulsa de mensajes caóticos y banales.

¿No cree que hay de todo como antes?
Antes las empresas informativas de referencia servían información-interpretación jerarquizada por periodistas serios, bien pagados y relativamente independientes.


¿Y ya no quedan periodistas de esos?
Están amenazados por la separación de publicidad y contenidos. Sobre esa unión se fundó la prensa de calidad, pero hoy la gente ya no mira anuncios, sino que busca lo que quiere comprar directamente en internet y, por eso, la publicidad, que antes financiaba la información rigurosa, ya no se invierte en los grandes medios de referencia. Los diarios serios son más necesarios que
nunca, pero han dejado de ser rentables.


Habrá de todo...
Esa degradación es la tónica dominante en EE.UU., donde me doctoré en Princeton, y en Alemania, cuyo Ministerio de Economía ayudé a reestructurar. Y en todo el mundo.


¿Qué futuro nos aguarda?
Los periodistas están siendo sustituidos por una nueva ola de meros  gestores de contenidos, aleccionados para limitarse a obtener más clics en las noticias. Ya no deben interpretar y jerarquizar contenidos por importancia o interés, sino sólo por su audiencia inmediata. De esa forma nos  desinforman.


Espero que nos dé tiempo a jubilarnos.
No es sólo un problema corporativo de los periodistas. El hundimiento de la información se inscribe en la regresión de la historia: el capitalismo total nos hace retroceder a un neofeudalismo, que concentra el poder y el dinero en pocas manos y condena al resto a la desinformación, la deseducación y, a la larga, la servidumbre y la pobreza.


¿Es una conspiración?
No creo en conspiraciones. Es una lógica, la de la selva capitalista, que se impone poco a poco y empobrece primero el criterio, la educación y la información de las clases medias; después limitará sus rentas. Y eso que sucede con la información, ocurre también con la formación, los servicios públicos y la representación política. Y su correlato empresarial es la economía franquiciada.


Cada vez hay más franquicias, pero...
La franquicia es deconstrucción de un proceso productivo. La central concentra todo el poder de decisión y condena al resto a ejecutar como robots tareas que no requieren formación. En McDonald's un puñado de directivos deciden en la central hasta el tamaño de los pepinillos que  servirán en todo el planeta y a los miles de empleados de cada restaurante franquiciado no les queda margen para el aprendizaje o el progreso.


Es un modelo.
Es el modelo. Esos empleados no necesitan formarse sino desinformarse para no sentirse frustrados por una vida en la que no controlan nada y no aprenden nada al trabajar.


Pero aún tenemos democracias.
¿No ha visto cómo se ha resuelto esta crisis que pronostiqué? Se nos ha culpabilizado a todos de los abusos de unos aprovechados y estamos pagando sus desmanes con recortes en sueldos y servicios públicos. Y fíjese
dónde acaban los ex políticos a cambio del favor: a sueldo de las multinacionales.


Se habló de nueva regulación bancaria.
Han hecho lo contrario, se ha reforzado el capitalismo total. Se acata la lógica de la pretendida eficiencia cuantificable y se condena de antemano cualquier otra consideración intelectual, humanística o de justicia.


Suena apocalíptico y marxistoide.
Pues soy socialcristiano y moderado. Sólo constato el sentido de la historia: avanzamos en el capitalismo total hacia un nuevo feudalismo que liquida los derechos de las clases medias. Y la política se ha rendido a esa lógica. Cuando estaba en el Ministerio de Economía, un alto funcionario veterano me explicó cómo los presidentes de las multinacionales hacían cola para ver al ministro Erhard: ¡hoy son los ministros los que hacen cola para mendigar favores a banqueros y presidentes de empresa!


¿Y la desinformación de las clases medias forma parte de ese proceso?
Es su consecuencia y a su vez lo acelera. Pronto verá cómo, una vez liquidados o reducidos a la banalidad más o menos rentable los medios privados de calidad, las empresas informativas públicas serán tachadas de ineficientes y obsoletas.


Al menos tienen rentabilidad política.
Algunos medios sobreviven al vender su independencia a un partidismo político cada vez más descarado a cambio de subvenciones y concesiones. A su vez esos políticos sirven a los nuevos señores feudales de la banca y la empresa, que no necesitan ganar elecciones para mandar.


Llámeme ingenuo, pero creo que el buen contenido siempre halla su lector.
Ambos están desapareciendo: el lector desinformado acaba por conformarse con los contenidos más superficiales.

viernes, 31 de diciembre de 2010

"Tu felicidad sólo depende de la fuerza que tienes dentro"

Kurt Schmidt,publicitario, 24 años en el mar, imparte charlas sobre creatividad

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet


 
Foto: Mané Espinosa
Una nueva aventura
Vino a España porque era un desafío: “Un mapa en blanco para la publicidad”. Creó una agencia (Barcelona, Madrid, Portugal y Chile), y cuando estaba en la cúspide de su carrera lo vendió todo y se embarcó en el Nicole (13 m de eslora), para dar La vuelta al mundo sin prisas (título del libro que publica Ed. Juventud). Hablar con él es una inyección de entusiasmo: “En 24 años en el mar he tenido tiempo de pensar y de sentir qué es la vida. Sé que las cosas materiales son secundarias y que para empezar una vida nueva sólo hace falta coraje e ilusión. Para mí, navegar ya no es un desafío, me vendo el barco, lo cambio por un pequeño avión para dar la vuelta al mundo, ¡una nueva aventura!”.
¿Se hartó o quebró?
Tenía 50 años y un sueño por cumplir. Vendí mi agencia de publicidad, mis pisos, mis coches y, lo más difícil: renuncié al prestigio. Sólo me quedé con el bar museo del Capitán Kurt en Altea, que ahora también he regalado.


¿Por qué?
Para darle las gracias a Elena por los catorce años que ha pasado conmigo embarcada. Crear una empresa fue una aventura, y cuando supe que era capaz de triunfar profesionalmente me embarqué en otra aventura: dar la vuelta al mundo sin prisas con mi barco. La mejor decisión de mi vida.


No todo debió de ser calma.
Pasé momentos muy difíciles. En Borneo me atacaron piratas armados. Fui capaz de salvarme utilizando la psicología: me erguí, les grité con autoridad, mostré una seguridad que daba miedo. En la costa de Alaska tuve la tormenta de las tormentas, más de 70 nudos de viento. Dimos una vuelta de campana, pensé que iba a morir, pero el mástil no se rompió y el barco recuperó. Fuimos hasta San Francisco (cuatro semanas) sin timón.


¿Tuvo miedo?
Morir me parecía una cosa nueva e interesante. Y en dos ocasiones embarranqué. En las islas Vanuatu di el barco por perdido, me fui a tierra y dejé las luces puestas para verlo morir, pero el jefe del poblado con todos los habitantes me ayudaron a devolverlo al mar. ¡Qué bonito!, ¿eh?


¿Qué ha aprendido de la vida?
Que ser humilde y aprender es un deber. Usamos demasiado el raciocinio para manejar nuestra vida y no optimizamos nuestra capacidad creativa. Aprendí que el dinero no nos hace felices. Veo a la gente triste.


Igual es su mirada.
Creo que es la exigencia, la demanda de eficacia y la pérdida del placer de ser un eterno aprendiz. Muchos dejan de aprender a los 20 años y se enfadan con la realidad cuando no corresponde a sus sueños.


La frustración...
Tenemos el hábito de buscar culpables: las circunstancias, mi pareja, mi jefe... En un barco aprendes que todo depende de ti. Tu felicidad sólo depende de la fuerza que tienes dentro, y hay que reactivarla.


¿Nada peor que la rutina?
La gente se muere en la rutina, toda una vida haciendo lo mismo.


¿Usted ha tenido muchas vidas?
Sí, a los 20 años dejé Alemania y me fui a Estados Unidos, donde acabé de formarme como creativo. Tenía una vida: un buen trabajo, una casa y una novia japonesa, pero tras ocho años decidí volver a Europa.


¿Y la novia?
Chao pescao. Soy egoísta con las mujeres. Mientras estoy, lo doy todo y sé hacer feliz a quien tengo al lado, pero nunca renuncio a mis sueños y es difícil seguirme. Ahora quiero dar la vuelta al mundo en un pequeño avión. No importa si lo consigo o no, la planificación es parte de la realización.


¿No sabe vivir sin desafíos?
No. Mucha gente usa la racionalidad como motor de la vida, pero el motor es la fantasía. En cualquier profesión has de trabajar como un burro, pero tener horas libres para volar como un pegaso y poder verlo todo desde arriba, las nuevas posibilidades.


¿Qué más?
Tienes que ser tacaño con tu tiempo libre, no pasar horas delante del televisor, escoger con quién te relacionas y alimentar nuevos intereses. Has de ampliar tu vida con cosas emocionantes y no conformarte con la rutina. Y ser capaz, cuando lo sientes, de empezar de nuevo.


Para eso hay que ser muy osado...
Déjeme contarle una pequeña historia sobre la importancia de la voluntad: estando en Nueva Caledonia oí por radio: “Por favor, ¿alguien puede ayudarnos a entrar en la marina? Somos ciegos”. ¡Dos ciegos dando la vuelta al mundo!


Increíble.
La fuerza de voluntad es lo más grande que tenemos. Lloré y me juré que no iba a volver a quejarme. En las islas Canarias conocí a un japonés manco que navegaba en un barco sin motor. “El brazo que me queda está muy fuerte y tengo los pies”, me dijo. Me envió una postal cuando llegó a Japón.


...
Basta quererlo para conseguirlo, y esta fuerza la tenemos todos en nuestro interior, y es mucho más potente de lo que imaginamos. Este tipo de gente es mi norte.


Apunta alto.
Debemos aprovechar bien nuestro tiempo porque es muy limitado, y dar valor a lo que hacemos. No creo que haya que cambiar por cambiar, pero hacer lo mismo cuarenta años me parece un error.


¿Qué es para usted la felicidad?
Convertir la rutina de la vida en un espectáculo de fuegos de artificio sin límites. Tú eres responsable de tu felicidad, de tu cuerpo y de tu alma. El intelecto es un músculo que hay que ejercitar cada día, desarrollar nuevos campos de conocimiento. Yo cada mañana hago un poco de yoga y hablo conmigo mismo: “¿Qué voy a hacer de bueno con el día de hoy?”, me pregunto.


Exigencia que puede ser agotadora.
Elegir es un privilegio que tenemos y poca gente lo usa. La ilusión también es un músculo que hay que ejercitar, y no debemos olvidarnos de dar las gracias si queremos ser felices. Si aprovechas todas las posibilidades que la vida te da, no resulta tan difícil.

martes, 28 de diciembre de 2010

“Sólo viven a fondo aquellos que se entregan”

Antonio Jorge Larruy, investigador en autoconocimiento

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet


28/12/2010 - 02:11 | Actualizada a las 
Amor y conciencia
Hace seis años dejó la empresa familiar para crear y gestionar Espacio Interior, un centro de desarrollo y crecimiento personal. ¿Siendo muy niño intuí que esto que soy va más allá de lo que me pasa, y aprendí a través de la meditación a acceder a ese lugar que aporta a mi vida paz y creatividad para lidiar con lo cotidiano¿. Su propuesta, desarrollada en el libro Espacio interior (Ed. Luciérnaga), consiste en parar y escucharse, ¿... lo que significa dejar que todo lo que llevas dentro (emociones, pensamientos) salga. Tener la paciencia y la firmeza de estar con ello, aportando a ese espacio de escucha lo que cura: amor y conciencia. Y de ahí nace la actitud en la vida¿.
Feliz Navidad.
La Navidad es una época de cierto tono afectivo, y una invitación al disfrute.


Y al dispendio.
Esa invitación a la alegría debería extenderse al día a día, pero tenemos cierta dependencia de las formas.


¿A qué se refiere?
Todo lo que profundamente anhelamos lo somos, el problema es que vivimos en un personaje y hemos perdido el contacto con esa dimensión que está en nuestro interior.


Si fuera tan sencillo...
Simplemente, se requiere aprender a parar, aflojar la crispación mental y emocional en la que vivimos para empezar a reconocerla.


¿Por qué cree que estamos crispados?
No vivimos directamente la realidad de lo que hay y lo que somos, somos lo que hay que ser. No nos aceptamos ni aceptamos las cosas como son, estamos continuamente queriendo ser de otro modo.


... E intentando cambiar a los demás.
Creo que las relaciones humanas son el reflejo literal de cómo uno vive consigo mismo. Si te vives con más profundidad, vivirás al otro con más profundidad.


¿Cómo empezamos a querer ser otro?
De niños. Nadie nos dijo: “Tú eres un potencial de vida y en ti está todo, simplemente has de ir sacándolo y manifestándolo. Tu vida es un proceso creativo”.


Eso es mucho decir.
Por el contrario, se ha considerado que un niño no sabe, que un niño no tiene, que un niño no puede. Se ha considerado al niño desde la carencia y se le ha dicho: “Tienes que ser”, ahí está el origen de la tensión.


Entiendo.
... En la guerra contra uno mismo para ser el más listo, el más guapo y ser aceptado. Sin embargo, si fuéramos convenciéndonos de que somos esa potencialidad...


Hay que desarrollarla.
Sí, pero si la persona, en lugar de estar pendiente de lo que lleva dentro, está pendiente de medirse, interpretarse y juzgarse en función de los modelos, ese desarrollo se bloquea. Las personas que más se desarrollan son las que más confían en sí mismas, y sólo viven a fondo las que se entregan.


A menudo, tanta preocupación por desarrollar nuestro interior desemboca en un egocentrismo cerril.
De nuevo el personaje, el que quiere ser alguien a nivel espiritual se queda en las formas. La mejor cura para esto es el trabajo diario, renovar y realizar ese conocimiento.


¿Cómo?
A través de tres cuestiones básicas: es necesario tener un espacio para estar con uno mismo y meditar; es necesario un cambio de actitud, dejar de vivir con una actitud pasiva y de dependencia del exterior, y empezar a crear desde dentro, siendo conscientes de que somos generadores de nuestra propia plenitud en función de lo que damos. Cuanto más uno da, más uno crece.


Gran principio.
Si no movilizas tu energía, cada vez tienes menos; en el ámbito afectivo, si no estás en una disposición generosa, afectiva, empática, cada vez eres más pobre. Y en el intelectual, si no cultivas tu capacidad de interesarte y de entender, cada vez vives con menos.


Tercera cuestión...
Entender que hay una dimensión inconsciente que hay que sacar a flote y reeducar. Debemos investigar sobre nuestras ideas profundas, dialogar con nuestro niño interior, ese al que no se le dijo: “En ti está todo”.
Llevamos siglos repitiendo el “Conócete a ti mismo” del templo de Delfos.
Creo que el mayor problema que tenemos es lo atrapados que estamos en los pensamientos; eso produce agitación, confusión y problemática emocional. ¿Sabe lo que pasa?


¿Qué pasa?
Qué no estamos en lo que somos. Lo real es la vida, no los pensamientos sobre la vida. Tenemos que empezar por sentir el cuerpo; si lo hiciéramos, tendríamos un beneficio inmediato: contactar con una realidad energética. La realidad es energía, conciencia y plenitud, y hay que constatarlo cada día.

¿Y la pequeña realidad de llegar a final de mes y de lidiar con los otros?
Cuanto mayor es la conciencia de mí mismo y menos atrapado estoy en mis pensamientos, mejor respondo a mis responsabilidades. Estar conectado con esa conciencia me predispone a que vaya a recoger a los niños con una actitud espléndida y que me enfrente a mis problemas bancarios sin esa carga subjetiva de preocupación y sufrimiento.


Somos lo que pensamos.
Vivimos conforme a la idea que tenemos de nosotros mismos, por eso es tan importante librarse del yugo de la mente, piedra filosofal de todas las corrientes espirituales.


El pensamiento es una herramienta muy valiosa.
Imprescindible, lo que pasa es que la mente está hiperactivada porque estamos todo el día dentro de ella. Si estuviéramos siempre escuchando al corazón, al final crearíamos una cardiopatía, y eso estamos haciendo con la mente: creando una mentepatía. El cuerpo y la mente son vehículos de la vida y confundirse con ellos es el problema.


Los pensamientos crean hábitos y nuestros hábitos conforman nuestro carácter.
Una palabra puede sustentarse en sentimiento o ser simplemente una palabra. Para mí, este es el sentido de la mente: esas ideas, esas palabras, ¿están iluminadas? Si no lo están, no vehiculan nada.

lunes, 27 de diciembre de 2010

"Estamos medicalizando la vida en exceso"

Stephen L. Hauser, principal autoridad mundial en esclerosis múltiple

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet

Foto: Carles Castro
Esclerosis múltiple
Stephen Hauser está considerado la máxima autoridad mundial en la investigación sobre la esclerosis múltiple y neuroinmunología. Ha sido por ello figura estelar del X congreso internacional de neuroinmunología, promovido por el hospital Clínic en colaboración con la Universidad de California, celebrado en Sitges. Hauser asegura que Barcelona atrae este congreso porque ¿el equipo liderado en el Clínic por el doctor Pablo Villanueva es un referente internacional, y si la medicina avanza en este ámbito se debe a la colaboración entre equipos de investigadores de todo el mundo¿. Hauser es un médico optimista: sugiere menos fármacos y más alegría para combatir las enfermedades.
Qué le ha pedido Obama?
Me ha hecho el honor de pedirme que presida el comité de bioética, que asesorará a su Administración en cuestiones de salud y ética científica.


¿Han emitido ya informe?
Lo haremos en breve, acerca de las implicaciones de crear vida mediante biología sintética, sobre sus consecuencias medioambientales y sobre bioterrorismo y bioseguridad.


¿Qué peligros ve en ese ámbito?
Cualquiera hoy puede hacer experimentos biológicos en el garaje de su casa, con posibilidad de dañar el medio ambiente.


¿Regularán la investigación científica?
Sugeriremos acuerdos entre todos los agentes implicados, incluidos los  europeos.


Como investigador científico, ¿ha sentido que transgredía alguna frontera ética?
Sí. Trabajando con monos y otros animales en experimentos de laboratorio...


Mientras eso sea imprescindible para sanar a seres humanos, ¿qué elige?
Elijo a las personas que sufren; pero procurando minimizar el sufrimiento animal.


Como líder de la investigación sobre esclerosis múltiple, ¿le vislumbra cura?
Hace 35 años no había tratamiento alguno, y hoy disponemos de seis o siete. Y en el 2012 habrá once. Quien todavía no padezca secuelas y empiece a tratarse hoy tendrá buenas perspectivas.


¿De curarse?
De llevar una vida normal. Es el modelo del sida: al principio todos los infectados morían, y hoy viven con buena calidad.


¿Y los que ya presenten secuelas?
Es más incierto el remedio, por ahora.


¿En qué consiste la esclerosis múltiple?
Se acumula proteína tau, que lesiona las neuronas y el sistema nervioso central, ¡la sala de mandos del organismo!


¿No se parece esto mucho al proceso del alzheimer, parkinson...?
Hay aspectos comunes, sí: son lesiones en diversas partes neuronales.


Su causa ¿es genética o ambiental?
En familias con antecedentes hay que estar más vigilante: factores  ambientales pueden detonar un genoma propenso.


¿Qué me aconseja como prevención?
Vida sana: evitar obesidades, disfunciones cardiovasculares, hipertensión y diabetes. Y mantener unos buenos niveles de vitamina D, evitar la mononucleosis infecciosa... ¡y no fumar! ¡No se juegue sus neuronas!


¿Algún hallazgo de última hora?
En Sudamérica hay infecciones parasitarias por gusanos cuyo efecto colateral es el de frenar la esclerosis... Podría ser que sirvan para sanear el sistema inmune...


¿El sistema inmune interviene en la esclerosis, pues?
Siempre conviene tenerlo sano, pero parece que si se aburre ante un entorno muy aséptico, puede empezar a jugar contra nuestro propio organismo...


¿Ah, sí?
Hay cada día más enfermedades autoinmunes: tu sistema inmune ataca a tus propios órganos y tejidos. ¡Nuestro sistema inmune evolucionó durante 180.000 años para actuar en un entorno... que poco tiene que ver con el de vivir de pronto en un rascacielos!


¿Qué síntomas primerizos presenta la esclerosis múltiple?
Hormigueos en la punta de los dedos, alteraciones en la visión, debilidad en las piernas...


Como lea esto un hipocondriaco...
Que consulte a su médico de cabecera. Y si le conviene alguna prueba, adelante. En esta fase el pronóstico es optimista.


¿Qué aconseja a quien haya sido recién diagnosticado?
Hacer ejercicio, comer saludablemente y tener una actitud animosa, alegre, optimista.


¿Y eso cómo se mide?
Yo tengo mi propio termómetro: si lo que me cuentan mis pacientes me deprime, es que estoy depresivo; si llego a un sitio y todos se acercan a saludarme, es que estoy optimista, y estoy transmitiéndolo, lo notan.


¿Y tan importante es estar optimista?
Sí, eso es algo ya demostrado: ese estado de ánimo genera endorfinas que tonifican el sistema inmune, rebajan tu percepción de dolor... y así mejora tu calidad de vida.


¿Qué me receta para estar optimista?
Haga lo que le encaje y le alegre: hacer ejercicio, ir a misa, no ver  telediarios... No obsesionarse con preocupaciones, vamos.


Autorregulándonos el ánimo, ¿podríamos un día prescindir de fármacos?
¡Sí!


¿Sí?
“Lo que diferencia al hombre de otros animales es el deseo de ingerir  fármacos”, decía Mark Twain... Y estamos excediéndonos: estamos  medicalizando la vida. Los niños no han sido diseñados por la vida para estar horas y horas sentados en un aula, y en el momento en que alguno lo lleva  n poco mal, ¡le diagnosticamos hiperactividad y le medicamos...! Y nos  dedicamos a diseñar medicamentos innecesarios.


¿Qué propone?
Que prioricemos qué cosas son importantes y cuáles menos, y que  busquemos fármacos para las importantes. Y que nos adiestremos en explotar a fondo los mecanismos de la conducta y de nuestro sistema  inmune.


¿Ha tenido en su propia familia algún caso de esclerosis?
No, pero algunos tíos míos fueron boxeadores, y con el discurrir de los años voy viendo cómo un daño neurológico progresivo y creciente va causándoles tristes estragos...

miércoles, 22 de diciembre de 2010

"Una mujer sólo empieza a ser bella a partir de los 30 años"

Beatriz de Orleans, presidenta de la Asociación Española de Lujo

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet


  

Elegancia alegre
Esta mujer casó ¿hoy está separada¿ con Su Alteza Real el Príncipe Miguel de Francia y Príncipe de Orleans: podría haber sido reina de Francia si Francia hubiese sido reino. Es una mujer elegante, inquieta y reina de su vida. Encantadora, habla con desparpajo del lujo, la elegancia, la belleza, la seducción... Habla español con "charmante" acento francés, sabe escuchar, hace gala de amplia apertura mental y sonríe con mucha alegría en la mirada. Colaboró en la reciente Barcelona Night Shopping y es la presidenta de la flamante Asociación Española de Lujo (www.luxuryspain.es), para promocionar lo mejor de España. Y no descarta fundar un partido político "con lo mejor de todos".
Qué es el lujo?
Algo innecesario para la supervivencia diaria.




¿Un perfume muy caro?
Sí..., si representa un sueño. El ser humano necesita soñar. Y si ese perfume te permite entrar en un sueño..., es lujo. ¡No sólo de pan vive el hombre! Vives de ensoñaciones.


¿Para qué una asociación del lujo?
Para destacar las cosas bien hechas. El lujo es el goce de la excelencia: lujo es todo lo que esté muy bien hecho. Lujo es todo lo excelente en cada ámbito, el que sea.


Un ejemplo.
El tren AVE es un lujo, por ser el mejor en su ramo. El mejor jamón ibérico es un lujo, y el mejor caballo, el mejor vino, el mejor hotel... o la mejor  pescadería, la mejor encuadernación de libro o el mejor bordado a mano de una sábana.


O la mejor joya.
Sí, pero el lujo no lo mide el precio..., sino la calidad, la buena factura, la delicadeza. Como la piel de los bolsos Hermès o Loewe.


¿Qué tienen?
Procede de vacas argentinas criadas sin piensos sintéticos, aprovechando  sólo la piel del pecho: si una sola mosca pica esa piel, se desecha... Claro, esos bolsos se mantienen incólumes sea en el calor arábigo o en el frío ártico.


Lujo, hoy, es tener un empleo.
El lujo exige de uno la capacidad para apreciarlo, paladearlo. El lujo exige  alguna capacidad cultural, alguna sensibilidad. Lo que ya no tiene sentido es la ostentación.


¿Qué es ostentación?
Exhibir marcas, comprar compulsivamente, valorar la ropa u objetos por su alto precio... O montar una fiesta con ¡cuatro orquestas! como yo he visto... Ese mal gusto del ricachón lo ha aplacado la crisis, felizmente.


¿Qué es lo más lujoso que usted tiene?
El tiempo. Nunca me sobra. Es mi máximo lujo: atesorar momentos para mi disfrute, para salir a pasear con mis perros, por una playa... Un fin de semana... Nada hay más valioso y más lujoso para mí.


¿No es una provocación, en plena crisis, ponderar el lujo?
No, porque es cantar al trabajo bien hecho.


¡Y eso necesitamos para remontar la crisis!
Digámosle al mundo que en España se hacen muy bien muchas cosas: eso revalorizará nuestro patrimonio..., con consecuencias beneficiosas para la economía.


¿No valoramos lo que tenemos?
España tiene mucha artesanía excelente y productos de sobresaliente  calidad..., pero poco promocionados. Hay en España huertos ecológicos que exportarían más si vendemos bien que sus hortalizas son un lujo.


¿Cuidar del propio cuerpo es lujo?
Si una mañana me veo horrorosa, visito a Carmen Navarro, mi doctora. Yo me he puesto hilo de oro para estirar la piel del cuello, y me inyecto bótox en las arruguitas, me doy masajes, me cuido lo que necesite...


¿Y no teme excederse?
No lo hago: podría quitarme bolsas y arrugas en los ojos, pero... ¿qué  pasaría en tal caso con la expresividad de mi mirada?


¿Podría perderla?
Sí, y lo mejor que tengo es mi chispa en la mirada. Cuando una tiene una  edad..., ¡le quedan las piernas y los ojos! Y yo no quiero perder la viveza de mi mirada.


¿Qué es la belleza?
Un poder. Investigaciones científicas demuestran que un bebé se espabila, come y se desarrolla mejor ante un rostro bello. Los niños de tres años  quieren más a una profesora guapa que a una fea. Los niños de siete años trabajan más y mejor si su profesora es hermosa... ¡Así de injusta es la naturaleza!


Veneramos la belleza.
La elegancia y la belleza son una confluencia de lo interno y lo externo, tiene que ver mucho con una actitud, un estado de ánimo.


¡Por eso una mujer sólo empieza a ser bella de verdad a partir de los 30 años!
Debe de tener usted de todo, ¿no? No hay nada material que pueda  epatarme. He viajado por todo el mundo, he visto todo... Por eso valoro tanto un atardecer paseando por el bosquecillo junto a mi casa de San Pedro de Alcántara...O tener tiempo para leer, que es lo que más me gusta. La calidad de vida no es sinónimo de dinero.


¿Qué pieza valora más de su armario?
Un vestido de Dior, diseñado por John Galliano: sigue los movimientos de mi cuerpo... Aunque tenga un día muy malo, me pongo ese traje... ¡y me siento divina!


¿Cómo sería usted de haber nacido en una familia pobre?
¡No puedo saberlo! Pero, al cabo, lo importante es que te den cultura desde niño..., ¡y a mí me la dieron! Deles cultura a sus hijos, y estará dándoles todo.


¿Cuál es el mejor piropo que le han dedicado?
Seductora. ¡Me encanta seducir! Hay mil modos de seducir, mil aspectos... Si en una cena me toca sentarme junto a alguien estirado, desagradable, pesado y pagado de sí mismo..., yo me reto a ablandarlo, enternecerlo, desmontarlo en un cuarto de hora. ¡Y lo consigo! Es el gran juego de la seducción.


¿Está ahora seduciéndome a mí?
Lo intento, al menos.


Pues ya lo ha conseguido.
Ja, ja... Yo jamás me he aburrido: todo es juego, es muy divertido mirar alrededor y embellecer la realidad con tu mirada. Y seducir a los que te rodean con tu mirada, tu aspecto, tu presencia. Siempre juego.

martes, 21 de diciembre de 2010

"Lo peor acaba por convertirse en lo mejor"

David Vann, escritor

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet
  
Foto: David Airob
Espeluznante
A raíz del suicidio de su padre, Vann pasó diez años escribiendo sobre ese tema y el resultado fue Sukkwan Island (Ediciones Alfabia; Empúries en catalán), una novela que pasó doce años en cajones de agentes literarios. Nadie quería publicar una novela sobre el suicidio, así que la envió a un concurso que incluía la publicación en una editorial universitaria. Ahora Sukkwan Island está en las listas de los mejores libros del año en EE.UU., el Reino Unido, Irlanda y Australia, y lleva un año arrasando en Francia. La historia de Vann es extraña y espeluznante, y su manera de contarla, con una gran sonrisa, es aún más extraña, pero hace tomar conciencia de la gran sombra que proyecta un suicidio.
Crecí rodeado de once mujeres, la mayoría solteras.

¿Padres separados?
Sí, se separaron cuando yo tenía 6 años. Mi padre era un buen padre pero un terrible marido: infiel y mentiroso. Culpaba a las mujeres de su desesperanza.


¿Se sintió culpable de su suicidio?
Sí, porque me pidió que pasara con él un año en Alaska y le dije que no. Dos semanas después se suicidó. En la novela digo que sí.


¿Ha entendido por qué lo hizo?
Se sentía culpable por haber roto dos matrimonios. Ganó mucho dinero como dentista, profesión que odiaba; defraudó, y Hacienda le perseguía. Se compró una casa muy grande en Alaska, pero no había muebles. Era un frío invierno, estaba solo y tenía pistolas.


Un mal cóctel.
Durante diez años intenté escribir un libro sobre él, y Sukkwan Island es el resultado. Durante doce años nadie quiso publicarlo.


¿Cuál ha sido su proceso?
Dije que mi padre había muerto de cáncer porque su suicidio me hacía sentir sucio. Al cabo de tres años rompí con todos mis amigos.


¿Por qué?
En el instituto lo habitual era reírse de los débiles –algo muy normal en Estados Unidos a esa edad–, así que de los 13 a los 16 años soporté burlas por la muerte de mi padre, incluidas las de mi mejor amigo.


¿?
Justo después del suicidio, mi madre y mi tío me regalaron todas las pistolas de mi padre y empecé a utilizarlas. Tenía una doble vida: de día era el niño perfecto, con buenas notas y deportista; por las noches cogía las pistolas y me dedicaba a disparar a las farolas y a poner en el punto de mira a la gente que pasaba por la calle. Aterrador.


¡Pero... y su madre!
Era psicóloga y pensaba que todo estaba bien. Mi hermana, cinco años menor que yo, lo llevó mejor. Pero a los 25 años empezó a salir con tipos que le doblaban la edad. A los 19 años empezó a escribir.


¿Qué ha entendido durante ese proceso?
Superar un suicidio lleva mucho tiempo y tiene diferentes legados: tres años de vergüenza y mentiras; luego quince años de insomnio y la convicción de que nunca podría tener sexo con nadie. Y creo que todo se debía al temor de perder el control.


...
Luego veinte años en los que siempre pensé que podría acabar como mi  padre. Tenía miedo de que me fueran mal las cosas y de que me asaltara la idea del suicidio, hasta que llegó ese momento: lo perdí todo.


¿Qué es todo?
Hacía chárter culturales, mi barco era mi casa y mi negocio, y en una tormenta lo perdí y me quedé en la ruina. Todo era oscuridad, pero tenía una buena relación con mi pareja y me di cuenta de que no era un suicida.


Menos mal.
Mi vida siempre ha sido así; he tenido muchas segundas oportunidades y lo que me gusta de la escritura es que hay una redención posible. Yo quería describir qué viene después del suicidio.


¿Y qué viene?
Sientes que nada es real, todo parece de mentira, incluso tus pensamientos y sentimientos. Sigues con tu vida pero no vives tu vida, tienes que volver a empezar a creer.


Usted hoy participa en una asociación que atiende temas de suicidio.
Soy voluntario, doy charlas sobre el suicidio en colegios y universidades. Uno de los mayores problemas es la vergüenza y el aislamiento: hablar de ello invita a buscar ayuda.


Usted ha estado en peligro.
Sí, varias veces, navegando por el mundo en mi barco. En realidad, estaba intentando emular la vida de mi padre, y lo hacía de forma inconsciente y peligrosa. Casi muero en sucesivas ocasiones; pero aprendí.


¿Qué?
Que las peores cosas que nos suceden se convierten en las mejores. El suicidio de mi padre fue lo peor, pero a través de la escritura se ha convertido en lo mejor de mi vida. Y en el mundo de los barcos lo perdí todo
dos veces y cada vez mi vida se reconstruyó para convertirse en algo mejor.


Esperanzador.
Hay una parte importante de la historia que debo contarle: las infidelidades de mi padre acabaron con su segundo matrimonio. Mi madrastra había rehecho su vida cuando él, escopeta en mano, la llamó: “No voy a vivir sin ti”, y se disparó. Sucedió once meses después de que ella perdiera a sus padres. Su madre mató a su padre cuando este le dijo que había estado quince años con otra. Luego se quitó la vida.


¿Hay más sorpresas?
Mi madrastra recibió flores de mi padre tres días después de su muerte. Eso me avergonzó profundamente.


¿Le da miedo tener hijos?
Sí, y me daba miedo casarme, me parecía el primer paso para convertirme en mi padre.


¿Cómo se puede vivir con esos miedos?
La culpa, la ira y el miedo a la pulsión del suicidio se han ido. Y cuando veo una foto de mi padre me sorprende el inmenso amor que siento. Pero sigo comparando su vida con la mía y no confío en los hombres ni en los referentes masculinos de mi vida.


¿Eran todos iguales?
Mi abuelo materno pegaba a mi abuela, y todas las mujeres de mi familia han contado historias espeluznantes de los hombres. Soy mucho más empático con las mujeres.

martes, 14 de diciembre de 2010

"Esperas de tu pareja demasiadas cosas"

Manuel Cruz, filósofo

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet


 
Foto: Marc Arias
'Amo, luego existo'
Me explica el profesor Manuel Cruz que hemos depositado expectativas desmedidas en nuestras relaciones amorosas: esperamos de ellas la plenitud extrema, tal estándar de felicidad.. que deviene imposible y acaba por frustrarnos. Cruz viaja por el amor visto por pensadores de todos los tiempos, recala siempre en los filósofos helenistas: "Ellos ya nos advirtieron de que cuidásemos de nuestro equilibro interno, de la armonía emocional¿. Cruz relata este viaje en 'Amo, luego existo' (Espasa, premio Espasa de Ensayo 2010), obra subtitulada 'Los filósofos y el amor'. El amor es una experiencia central en el pensamiento y la cultura: ¿Amar es apostar, creer en el otro más de lo que merece¿, explica.
Qué es el amor?
En la filosofía occidental, el amor es energía y carencia.


Explíquese.
Energía que te saca de ti mismo hacia otro ser (Platón), y búsqueda de plenitud en otro ser a causa de algo que te falta (Spinoza).


¿Qué filósofo habló primero de amor?
Platón, en el siglo V a.C., en sus Diálogos.


¿Y qué dijo Platón del amor?
Que al amar amamos lo que otro tiene de bello, algo que está fuera y que es alcanzable mediante el conocimiento: la idea.


Es lo que llamamos amor platónico?
Es el modo coloquial de referirnos a este amor a lo ideal, más allá de lo físico.


Esa prevención hacia el amor físico...
Se concretó en san Agustín y san Pablo, que dijo: “Huid de la fornicación”. Agustín rezó: “Señor, hazme casto..., ¡pero no todavía!”.


Ja, ja...
Tuvo una juventud libidinosa, y al pobre le torturaba la lujuria. Del desdén platónico del cuerpo llegamos a la culpa de la carne.


Es un ideal muy aburrido...
Es el ideal de vida del sabio en la antigüedad: dedicarse a conocer sin distracciones mundanas. Lo adaptó la Iglesia para ejercer su control sobre los cuerpos.


¿Cómo aman los filósofos?
Como cualquier otra persona, pero añadiendo la experiencia del pensar..., ¡práctica de radical soledad!


¿Cómo ama un filósofo estoico?
Cultiva el equilibrio interior frente al exterior que se desmorona: ve el amor como tormenta que da felicidad... y perturbación.


¿Qué hacer, pues?
Focaliza en los placeres, sin comprometer tu equilibro interior: es el epicureísmo.


¿Fue complicado el amor medieval?
El amor entre Abelardo y Eloísa me interesa: él, profesor de teología; ella, la sobrina del canónigo de Notre Dame. Se enamoran, ella queda encinta y se casan... en secreto.


¿Por qué en secreto?
Un sabio perdía prestigio con el matrimonio, por aquel ideal antiguo del sabio. El caso es que el canónigo... castró a Abelardo.


¡Ay!
Eloísa parió y acabó como abadesa de un convento. Años después escribió esta carta a Abelardo: “Te quería simplemente por ti, no a tus cosas. El nombre de esposa parece ser el más santo y vinculante, pero para mí
la palabra más dulce es la de amiga y, si no, concubina o meretriz”.


¿Qué dijo la Iglesia de este lío?
Aprovechó para promocionar el sacramento del matrimonio como ideal vital que incluye sexo. La Iglesia no les reprochó tener sexo, ¡sino haber ocultado su matrimonio!


Otra célebre pareja filosófica: Jean- Paul Sarte y Simone de Beauvoir.
Atípica pareja: ella ejercía de celestina para él, y hasta compartieron alguna muchacha...No tuvieron sexo entre ellos en los últimos 30 años, pero mantenían un pacto.


¿Estaban enamorados o no?
Él estaba enamorado de su propia imagen más que de nada. Y ella tuvo un amante satisfactorio..., pero eligió regresar con Sartre.


¿Qué filósofo no supo amar?
Nietzsche y Lou Andreas-Salomé se acusaron mutuamente de egoísmo: ¡eran dos narcisistas, no sabían amar!


Otra pareja: Heidegger y Arendt.
¡El profesor filonazi y la discípula judía! Después de la guerra se  reencontraron y continuaron siendo amigos.


¿Cómo amó Spinoza?
Sufrió por amor. Para Spinoza, el amor es una pasión tan fuerte..., que nos debilita.


¿Eres filósofo porque el amor te ha ido mal?
Heidegger, Sartre, Foucault... ¡tuvieron muchas aventuras sexuales y  amorosas! Foucault asumió su homosexualidad y defendió la sexualidad como vía de creatividad.


¿Dónde establecería la frontera entre sexo y amor?
Es variable según las épocas. Casanova decía que el momento de mayor intensidad amorosa era... verla subir la escalera ante ti. Hoy... amor y sexo se han independizado.


¿Cuál es su frase favorita sobre el amor?
Amo, luego existo.


¿El que no ama no existe?
Existe... pero menos.


Otra frase.
“Según eres, así amas”. ¡Hay miles de modos de amar! Pero siempre los amantes se dicen cosas de las que recelaríamos fuera de ese cosmos: los amantes cierran el cosmos sobre ellos en un universo propio. De hecho, los amantes deberían colgar este cartel: “Cosmos cerrado por amor”.


Qué bonito.
“Amor es decirle al otro: tú no morirás nunca”. El amor es incapaz de contemplar su propio término: es eterno mientras dura.


¿Y cuál es el futuro del amor?
Cambiante, siempre. En sus tiempos, Sócrates dijo: “¿Hay alguien con quien hables menos que con tu mujer?”. Y hoy, en cambio, esperas de tu pareja que sea amiga, compañera, amante, esposa, ¡todo! Mucho peso. Demasiado. Por eso se rompen las parejas.


¿Nos exigimos demasiado, verdad?
Y a la vez descreemos de que vaya a funcionar. Somos a la vez ilusos... y escépticos. Es jugar a una lotería que sabes que no toca.


Deme una conclusión muy amorosa.
Pese a todo, ¡el amor es lo mejor por lo que podemos apostar! Mejor dejar tras de ti un rastro de amor que de nada.

jueves, 9 de diciembre de 2010

"Nadie empleaba a una chica y me hice pasar por chico"


Foto: Laura Guerrero
Bajo el turbante
Es una persona extraordinaria. De los 10 a los 20 años se hizo pasar por chico para poder trabajar en el Kabul de los talibanes: así mantuvo a su familia. Nada es imposible para ella. Lleva aquí cuatro años y ya habla castellano, catalán e inglés, y adora a su familia catalana (Josep, Maria y Marta, su nueva hermana). Rio hace poco al pasar junto a una obra, y Maria le preguntó por qué: ¿¡Cuatro obreros para llevar un saco de arena! ¡Yo cargaba en mi espalda diez sacos como ese, ja, ja!¿. Explica su alucinante vida en El secret del meu turbant (Columna) / El secreto de mi turbante (Planeta), premio Prudenci Bertrana. También agradece a Ashda, una oenegé, la ayuda que le ha brindado.
Esas heridas... La bomba cayó en mi casa, quedé sepultada, quemada y con el cráneo abierto... Pasé seis meses en coma.
¿Qué edad tenía?
Nueve años. Mi madre estuvo a mi lado, convencida de que sobreviviría: ella curó con emplastos de hierbas mis heridas del resto del cuerpo, a escondidas de los médicos.
¿Y el resto de la familia?
A mi hermano mayor, con 14 años, le mataron después, de un tiro en la calle. Mi padre, funcionario, se trastornó. A mis dos hermanas menores y mi madre no les pasó nada.
¿Cómo era su vida antes de la bomba?
Muy feliz: juegos, escuela, televisión, amistades, reuniones, fiestas, bienestar...
¿Quién lanzó la bomba? ¿Quién mató a su hermano?
Yo lo sé, pero no se lo diré. Porque ellos siguen allí y tienen poder, ¿sabe? Fue durante las luchas entre los señores de la guerra...
Los muyahidines que vencieron a los soviéticos...
Luego pelearon entre ellos por el poder, convirtiendo la vida en Kabul en un infierno: caos, violencia, bombas, violaciones...
¿Cuánto duró aquello?
Cuando salí del coma, los talibanes habían impuesto su ley y orden. Me alegré: ya no había bombas ni sangre por las calles, y había paz. No libertad, pero sí paz.
Con montones de prohibiciones.
Sí: prohibido afeitarse, prohibida la música, el baile, las presentadoras de televisión, las novelas, el cine... Las mujeres sólo podían salir a la calle tapadas con burka.
¿Qué hizo usted al salir del coma?
Sin casa, con mi padre trastornado, mis hermanas muy pequeñas y mi madre sin haber trabajado jamás fuera de casa..., vi que sólo yo podía sostener a mi familia.
¿Usted? ¿Con 10 años?
Sí. Nadie daba trabajo a una chica, así que decidí hacerme pasar por chico: me vestí con un turbante, camisa, pantalón...
¿Y su madre qué dijo?
Sufría, pero aceptó: ¡era nuestra única oportunidad de sobrevivir sin pedir nada a nadie! Ella siempre me había enseñado que somos capaces de todo si nos lo proponemos.
¿Qué trabajos consiguió hacer usted?
Fui hortelana en huertos y albañil en obras, reparé bicicletas en un taller, crié palomas y otros animales, fui aprendiz de mulá, di clases de Corán a niños... Cada día conseguía llevar comida a casa. Era duro, pero yo estaba muy contenta por ver que lograba sobrevivir con mi familia.
¿Nadie sospechó de su travestismo?
Lo hice bien: aprendí a comportarme como un chico, a bromear como mis amigos... Si veía a mis hermanas en la calle, gritaba: “¡Vosotras, a casa!”. Y mis amigos me decían: “No seas tan rígido con ellas, hombre”, ja, ja...* Actuaba como todo un mozo talibán... Ahora, con democracia, pasa lo mismo...
¿Se enamoró de usted alguna chica?
Dos veces se me declararon. Las esquivé diciéndoles que no era el momento, que tenía que trabajar... Se quedaron muy tristes.
¿Y sus amigos? ¿Cómo ligaban?
Hay miradas, piropos... Ellos me pedían que les dijera cosas a las chicas para ligar, admirados por mi atrevimiento: a mí no me daba corte. ¡Era muy popular entre mis colegas!
¿Y no deseaba vivir como mujer?
No, porque ser hombre da ventajas, pero sí me desesperaba viendo que no podría hacer lo que me gustaba: estudiar, estudiar...
¿Hasta dónde llegó su desesperación?
Llegué a entender que un chico acepte morir atado a una bomba si con eso le garantizan que a su familia no le faltará de nada...
¿Hasta ese punto hubiera llegado?
Sí, porque yo estaba muy asustada viendo que a todos mis amigos les crecía bigote y barba..., y a mí no. ¿Cuánto tiempo más podría fingir sin que me descubrieran...? ¿Y qué sería luego de mi familia? Temblaba sólo de pensarlo...
¿Cómo salió de Afganistán para venir a Barcelona?
A los 20 años conocí allí a una periodista catalana, Mònica Bernabé, que me ayudó a venir a Barcelona para hacerme unas operaciones de mis heridas en el hospital Clínic.
¿Qué fue lo que más le chocó al llegar a Barcelona?
Ver a chicas yendo en bicicleta por la calle. ¡Qué sorpresa! Y ver que las mujeres hacen aquí lo que les apetece, y poder caminar tranquilamente como mujer...
¿Le cuesta ser mujer aquí, ahora?
Llevo ya cuatro años aquí, pero aún me cuesta ponerme falda... Y me encanta ver bailar a la gente. A mí me cuesta.
¿Qué añora más de su país?
El aire, los amigos, la familia, platos como el qabeli, a base de arroz, zanahoria, pistachos y pasas...
¿Y qué hace ahora aquí?
Me acoge la familia Soler Amigó, mi familia catalana, que son mis ángeles... Y estudio y trabajo para ayudar a mi familia de allí. Está bien allí, y me alegra poder ayudarla desde aquí. ¡Yo he tenido mucha suerte!
¿Cómo se plantea su futuro?
Me gustaría ayudar a mi país, colaborar con oenegés para que sean más eficaces sobre el terreno, ser útil a la gente, y conseguir que a mi familia no le falte de nada.
¿Qué le diría usted a un ni-ni que lea esta entrevista?
Aprovecha ahora para hacer algo, porque no te durarán siempre tus padres ni la ayuda del gobierno. ¡Ah, y nada es imposible!
 

miércoles, 1 de diciembre de 2010

"Nada te hace más fuerte que admitir tu debilidad"

Jenny Firth-Cozens, psicóloga especialista en profesionales de la sanidad

LLUÍS AMIGUET  - 01/12/2010

Tengo 78 años y sigo investigando. Soy inglesa y vivo en Newcastle. Dos hijos, uno psicólogo. Soy cuáquera, una fe sin intermediarios. Soy laborista. Hoy diserto en el Col·legi de Metges de Barcelona: su programa para profesionales adictos es uno de los mejores de Europa

¿Cómo se cura a los médicos?

Lo estoy estudiando. Investigo   desde hace veinte años el estrés, las adicciones y la depresión del personal sanitario en Gran Bretaña y cómo tratarlo.

¿Es la profesión más estresada?


En Gran Bretaña, sí, y yo diría que también en Europa y EE.UU. He estudiado otros colectivos profesionales y, tras la sanidad, nuestras investigaciones apuntan a la educación como segundo sector más propenso a las depresiones y adicciones por estrés.

¿Por qué la sanidad estresa tanto?


Un factor determinante es que atiende al público, un público doliente: entre la vida y la muerte; el dolor y, a menudo, la soledad, la decrepitud... De hecho, cuando un médico sufre depresión, una posibilidad es destinarlo a un laboratorio... ¡Y mejora!

La medicina tendrá su compensación.


En EE.UU. y Gran Bretaña, el personal sanitario al menos tiene buenos sueldos...

Me temo que aquí no está tan claro.
...

Y también está el prestigio social, desde luego: espero que en España sí lo tengan.

¿Qué especialidad médica es la más estresada cuál la menos?


Los cirujanos son los más felices en todos nuestros estudios, por razones explicables: trabajan con las manos; ven los resultados relativamente pronto - ellos y sus pacientes-y los mejoran con sus años de experiencia; además, son más pragmáticos que teóricos.

¿Y en el otro extremo?


Los psiquiatras, una especialidad que requiere vocaciones sólidas. Observamos mucho desencanto entre ellos.


¿Y los médicos de familia?


Suelen compensar los déficit de su elección con las ventajas de la calidad de vida en el campo y la integración en la comunidad.


Dependerá del pueblo que les toque...


La excepción son los profesionales que ejercen en barrios conflictivos con mucha inmigración. Entre ellos, tenemos un porcentaje mayor de depresiones y adicciones.

Previsible.


No lo era tanto el factor añadido que supone la integración de los médicos de otros continentes en estos centros.


¿Por qué?


Son educados en ethos diferentes y sufren - ellos y sus nuevos colegas-cierto choque cultural. Además, es difícil homologar la calidad educativa de las facultades de países remotos, pero hoy por hoy los necesitamos.


¿Cuánto médico se droga o deprime?


O ambas cosas: en un treinta por ciento del personal sanitario - también enfermeros y enfermeras-observamos síntomas de estrés preocupantes. De ese treinta por ciento, la mitad requiere atención especializada.


Además, tienen drogas muy a mano.


O alcohol. "Eres alcohólico cuando bebes más que tu médico", bromean los británicos. Y las cifras les dan cierta razón: un diez por ciento sufre alcoholismo y un cinco acaba tan alcoholizado, que no puede ejercer.


¿Qué aconseja a un profesional que nota - o al que notan- esos síntomas?


"Recuerda que nada te hace más fuerte que admitir tu debilidad, e imita a tus colegas mujeres": las enfermeras y doctoras son mejores al enfrentarse al estrés, porque lo reconocen antes que ellos y lo explican: se expresan, se comunican, hablan y buscan ayuda.


Un superprofesional no pide ayuda
.

Ese es el problema. Los médicos varones llegan a serlo tras tener éxito en sus carreras y les cuesta mucho admitir problemas y pedir atención. Además, acostumbran a ver a los enfermos como los otros, los que sufren, los débiles, los que mueren... Y reconocer que eres uno de ellos es perder tu estatus.


Me alegro de tener cada vez más señoras en la sanidad.


La modernidad nos ha traído otro factor menos favorable: la obsesión por la rentabilidad hace que sólo hospitalicemos a enfermos muy graves y así los profesionales sólo atienden a pacientes ausentes, narcotizados y no suelen ver su recuperación definitiva.


Tiempos modernos
.

Los hospitales pueden acabar convertidos en fábricas de salud. Nada estimulantes.


¿Dónde y quién pone la línea roja cuando un médico se deprime, droga o bebe?


Yo les doy una segunda oportunidad y el setenta por ciento de quienes sufren problemas adictivos se rehabilita al fin. Los síntomas de adicción o depresión en quien ejerce exigen, por supuesto, separación temporal del ejercicio y, si no hay mejoría, definitiva.

¿Quién la decide?


Cada centro debe tener un pequeño consejo de tres o cuatro profesionales, con antigüedad y prestigio, que deliberen sobre esos casos y lleven a los conspicuos al Consejo General Médico para medidas disciplinarias.


Los médicos se protegen entre ellos.


Son muy corporativos, pero deben ser conscientes de que, si no imponen su propia disciplina, las alternativas son peores. Y déjeme que le apunte otro colectivo médico de riesgo para la sociedad..., los superdoctores.


¿. ..?


Son un grupo con un exceso patológico de autoestima, tanta, que acaban por asumir riesgos innecesarios en la práctica médica.


Seguro que acaban mandando mucho.
Son ambiciosos y desplazan a otros profesionales menos ególatras. Los consejos de centro deberían aislarlos y supervisarlos.


Más difícil que auxiliar a deprimidos.


Lo sé, porque copan méritos y cargos. Pero debo avisar de que existe ese grupo de supermédicos y requiere control.


 

jueves, 25 de noviembre de 2010

"Prolongar el subsidio es prolongar el paro"

Albert Marcet, catedrático de la London School of Economics; fue investigador de IAE-CSIC

LLUÍS AMIGUET  - 25/11/2010

Tengo 50 años y sigo disfrutando de lo divertida e importante que es la investigación económica. Nací en Terrassa. Casado, tres hijos: de 24, 8 y 4. La izquierda en España sigue hablando de buenos y malos en vez de centrarse en cómo mejorar la sociedad y ayudar a los débiles

Durante diez años España hizo las cosas bien: se mejoró la política fiscal, la protección social y las infraestructuras y todo bajo una acertada supervisión del Banco de España...

Pero no se vio venir el frenazo.

En ningún país, por eso la caída ha sido tan fuerte para todos. Tras haber tenido un superávit histórico en el 2006 y el 2007; en el 2009 llegamos a un déficit del 11 por ciento del PIB; similar, por otra parte al de Reino Unido, EE. UU o Grecia...

Endeudados de golpe.

Distingamos bien déficit - el que se acumula en el año-de la deuda que arrastra el país de varios ejercicios, porque la de España, en cambio, ha sido y es de las más bajas de Europa, el 53 por ciento del PIB, cuando la de Italia, por ejemplo, es del 116. Y las del Reino Unido o EE. UU. son también mayores.

Sutilezas que no distingue el mercado.

 
El déficit asusta a los inversores, porque anticipan que, si te has pasado un 11 por ciento del presupuesto en un año, se te hará difícil corregir la desviación en los que vienen y tal vez algún día no puedas pagar intereses...

Pero España siempre los ha pagado.

Nunca ha suspendido pagos en el siglo XX excepto durante la Guerra Civil. En cambio leo estos días - y en prensa seria-la animalada de que ya ha suspendido pagos alguna vez, como Argentina. Es falso, pero se repite, igual que la deuda española - también erróneo-es enorme y otras barbaridades...

¿Quiénes son los falsarios?

Veo una colección de tonterías publicadas. Y ustedes los periodistas deberían apuntarlas y desmentirlas: tengo aquí mismo una de un tal Abhisek Singhania, experto del Deutsche Bank, que aconsejaba en enero: "Vendan deuda española y compren irlandesa".

Habrá cobrado bonus por profeta.

Espero que comprara de su bolsillo esos bonos irlandeses. No podemos evitar esas estupideces, pero sí otras de las que han sido responsables el Gobierno español y la oposición.

Por ejemplo.

¡A quién se le ocurre culpar "a los mercados" de "la especulación"! Pues lo han hecho algunos ministros españoles, como si España no se hubiera beneficiado durante años de ese dinero que le dejaban para crecer: ¿qué diría usted de un vecino que le pide dinero y luego le llama usurero? Si no quiere especuladores, no emita bonos.

Algunos ministros deberían leer más.

O al menos no contradecirse a diario sobre las subidas de impuestos o la reforma laboral: ese guirigay suscita alarma en los mercados, pero tampoco la oposición ha sido leal a los ciudadanos que le pagan sus sueldos.

Mucha tranquilidad no ha inspirado.

Ha pregonado y exagerado nuestras debilidades y ha apuntado hasta las inexistentes como si en el declive de España estuviera la clave de su futura victoria electoral.

Han hecho partido y debían hacer país

.
El problema es que los mercados no distinguen bien quién habla y sólo les llega el mensaje de que en España van las cosas mal.

¿Y al final acabarán yendo peor?

Estos días vivimos ciertas turbulencias, pero superficiales, en nada comparables a la crisis de mayo cuando eran los grandes inversores institucionales los que no querían comprarnos deuda. Y habrá más vaivenes, pero si España sigue cumpliendo los planes, no tendría por qué haber nuevas crisis de calado. El Gobierno ha hecho bien su trabajo el 2010 y no era fácil.

¿Qué nos aconseja?

Al Gobierno español, que aproveche los vaivenes especulativos para actuar él mismo como agente - con todos los instrumentos del mercado-para aprovecharlos.

¿Se debería explicar mejor España?

Frente a la insistencia en el pinchazo del tocho, el "Real Estate", deberíamos explicar también cómo Oxford Street está lleno de marcas españolas como Zara o Mango y que para llegar a Londres seguramente usted utilizará un aeropuerto gestionado por una empresa española, Ferrovial o sacará libras de una sucursal del Santander.

Y nuestras infraestructuras están entre las mejores de Europa.

Lo verá cualquier que viaje un poco. Además, el despegue de nuestras multinacionales era inexistente hace sólo 15 años.

La tristísima trinidad española son cajas, paro y bajo crecimiento.

Es que el cambio de modelo ha sido radical y traumático. Cuando yo era catedrático en la Pompeu, tuve un alumno que superó con brillantez un exigente máster. Al acabar trabajó en la universidad... ¡De albañil! En la obra le pagaban mejor que nadie.

Gran España del ladrillo que no volverá.

 
El 20 por ciento de la población ocupada llegó a estar en construcción o inmobiliarias, cuando lo normal es entre el 8 y el 10.

Así nos va la tasa de desempleo.

Aquellos sueldos se acabaron y no volverán: tengámoslo claro. Y los que están en el paro - ese 20 por ciento-deberían tomar nota. No es fácil aceptar esa caída de salario, pero tampoco se puede ignorar la realidad.

¿Pero volverán a trabajar?

Pues claro, pero el sistema necesita tiempo para volver a crear empleo.

¿Cómo?

No prolongando más de lo debido el subsidio: ya darlo más de año y medio es incentivar la desocupación y la pérdida de capital humano. Deberíamos, en cambio, invertir en sistemas de ocupación y reciclaje laboral como Dinamarca o Alemania.